lunes, 7 de diciembre de 2009

SUPERHEROES, CAMARA Y ACCION

El cine, siempre buscando nuevas ideas, ha encontrado en el mundo del cómic un auténtico filón de donde extraer las suficientes dosis de interés para lograr mantener la taquilla. Se trata de un auténtico fenómeno de vampirización, en el que ambas partes se han beneficiado de modo simbiótico, pués tanto uno como otro se han visto influenciado en estilos y formas. Las adaptaciones del comic al cine no han sido un camino fácil, y es ahora, con los últimos avances en efectos especiales, cuando han caído las barreras que suponían ciertas aplicaciones. Retos que han sido desafiados, entre otras cosas, porque han superado un problema fundamental. Y es que lo que en papel resultaba eficiente, una vez trasladado a la gran pantalla, podría ser altamente ridículo, tal como podemos constatar si recordamos las incursiones televisivas de Superman, Batman o Spìderman. A continuación procederé a comentar aquellas adaptaciones a la gran pantalla que me parecen las más interesantes.


SUPERMAN: La primera adaptación seria de este superhéroe se realizó en 1.978 y fue dirigida por el eficiente Richard Donner, con guión, entre otros, de Mario Puzo y con la inconfundible música de John Williams. Con una factura impecable y con unos efectos especiales, ahora caducos, pero entonces bastante decentes, la película es eficiente en cuando explica los antecedentes del héroe pero decae en su enfrentamiento con su archi-enémigo Lex Luthor, debido al excesivo tono de humor con el que se le acredita. Superman II, dirigida por Richard Lester, fue otra cosa distinta y por fin pudimos ver a unos enemigos con la suficiente entidad como para ofrecer un espectáculo digno y equilibrado. Superman III y IV fueron dos bodrios infumables, la primera por agotamiento del personaje y la segunda por falta de presupuesto, ya que entró en la categoría de una serie B, al ser producida, no ya por los hermanos Salkind, sino por Cannon Group. Hasta el año 2006 no volvió a retomarse al personaje, y esta vez ya en plena vorágine del cine de superhéroes, se pudo contar con unos grandes efectos especiales y con un director, Bryan Singer, que había demostrado su buen hacer con X-Men. Pero, en mi opinión, el resultado es fallido, entre otras cosas, porque carece de la suficiente tensión narrativa para mantenernos medianamente interesados, ofreciéndonos un film anodino y vacuo.

BATMAN: La primera irrupción de entidad corresponde al año 1989, y de la mano del peculiar director Tim Burton se nos ofrece una muy buena película, con magníficos decorados y actuaciones más que aceptables, sobre todo la de un Jack Nicholson en su salsa, un Michael Keaton que da el tipo, aunque a priori no fuera el más indicado para ese papel, y una Kim Basinger que mantiene su atractivo habitual. Burton repite dirección en "Batman vuelve", con Danny DeVito y Michelle Pfeiffer como novedades en el reparto, pero el desmedido espectáculo de gran guiñol se come la película, y lo que queda del personaje principal es casi secundario, no gustando en demasía a los aficionados al genero que veían como el Señor de la Noche era engullido por la mascarada más surrealista. El recambio vino de la mano de Joel Schumacher que con "Batman Forever" cambió el rumbo sombrío y carnavalesco de Burton por un tono más colorista y espectacular. Tras la máscara un correcto Val Kilmer al que acompañan una bellísima Nicole Kidman y, unos pasados de rosca, Tommy Lee Jones y Jim Carrey. Aparece Robin, encarnado por Chris O´Donnell, y el film aunque no es una gran obra se mantiene a pesar de los excesos. Pero en la segunda entrega, "Batman y Robin", firmada por Schumacher todo se desmadra hacia el desastre. Protagonizada por George Clooney, todos los actores estan absolutamente horrendos, incluida una muy poco favorecida Uma Thurman, salvándose únicamente Arnold Schwarzenegger, cuyo personaje arranca algo de dignidad a esta aberración hortera y, francamente, estúpida. El personaje parecía ya agotado y amortizado, hasta que en el 2005 un seísmo de proporciones épicas golpeó nuestros sentidos, obsequiándonos "Batman Begins" de Christopher Nolan. Christian Bale compone un magnífico Batman, lleno de profundidad y complejidad, pero es que, además, en el reparto están, nada más y nada menos, que Liam Neeson, Michael Caine, Morgan Freeman, Rutger Hauer y Gary Oldman, todos ellos perfectos en sus respectivos papeles. Toda la seriedad arrebatada al superhéroe era restaurada con creces, y parecía difícil que el nivel pudiera mantenerse, pero tres años después, llegó la que, en mi modesto parecer, es la obra maestra del género: "El Caballero Oscuro". Repetían los principales actores, pero jamás olvidaremos la insuperable actuación del desaparecido Heath Ledger, interpretando un Joker quintaesencia de la locura, cuya interpretación merece algo más que el Óscar ganado a título póstumo. No olvidaremos tampoco el gran final de la película que raya en la más absoluta grandeza.

X-MEN: El joven director Bryan Singer había dirigido la muy interesante "Sospechosos habituales" y ofrecía, pues, todas las garantías para llevar a la gran pantalla los personajes de X-Men, en España conocidos como Patrulla X. Y la verdad es que, después de tanta mascarada bufonesca ofrecida por el Batman de Schumacher, el film de Singer era otra cosa muy distinta, tal como lo anticipa el comienzo con el telón de fondo de un campo de concentración nazi y los judíos camino del exterminio, bajo una espesa lluvia. Con un reparto muy interesante, con Patrick Stewart e Ian McKellen como Charles Xavier y Magneto respectivamente, el tratamiento es de una seriedad apropiada y que pedía a gritos el mundo del cómic. Especialmente acertada fue la elección de Hugh Jackman como Lobezno, que aporta el carisma requerido para un superhéroe ya legendario. X-Men 2 nos ofrecía los mismos registros de calidad que su antecesora, y nos mostraba otra interpretación interesante por parte de Alan Cumming y su papel de Rondador Nocturno. Las chicas, Halle Berry, Anna Paquin, Rebecca Romijn-Stamos y Framke Janssen, tienen el suficiente peso específico y atractivo como para merecer una mención especial. Con "X-Men , la decisión final" sucede un aspecto contradictorio. El argumento toma giros de gran importancia que afectará al futuro de la saga, pero a pesar del desafiante reto asumido, la dirección no es tan impecable, pues ya no está tras la cámara Bryan Singer.
SPIDERMAN: Tras el proyecto fallido de James Cameron, será el realizador especialista en cine de terror, Sam Raimi el que traslade a la gran pantalla uno de los buques insignia de Marvel. Aunque la idea de que Tobey Maquire se enfundara el traje azul y rojo no entusiasmaba a muchos, lo cierto es que es un actor que, a pesar de su juventud, da cierto brillo a sus interpretaciones. Willem Dafoe da carácter en su interpretación del Duende Verde y Kirsten Dunst convence a medias en su papel de Mary Jane. La película es correcta en su ejecución y satisface a los más escépticos, pero no se comprende como se lleva al celuloide una historia que, en el cómic, no sólo se lleva por delante la vida del Duendecillo Verde, sino también de la novia de Peter Parker, aspecto que aquí se modifica, hasta tal punto, que se prescinde del personaje de Gwen Stacy y se sustituye por el de Mary Jane. Quizás fuera demasiado pronto para dar muerte a alguien tan importante en la primera película, pero lo cierto es que el argumento original era lo bastante interesante como para afrontarlo en una nueva entrega. Spiderman 2 es, sin duda, la mejor de la trilogía, y cuenta con el mismo reparto, solo que el villano es esta vez el Doctor Octopus, muy bien interpretado por Alfred Molina. El trepamuros y sus dilemas están sabiamente tratados, las peleas son magníficas y cuenta con el único inconveniente, también presente en las otras entregas, de quitarle la máscara a Spiderman a las primeras de cambio. Esta manía obsesiva por desenmascarar al superhéroe saca de sus casillas a los más puritas, porque tradicionalmente el personaje siempre se esmera para que nadie sepa jamás su identidad. Spiderman 3, aunque de una realización espléndida, es un batiburrillo argumental de Sam Raimi, que, con la justificación de que ésta sería su última entrega, quería meter en la misma demasiadas tramas y subtramas. De esta manera, se despacha al super-villano Venon, lo suficientemente interesante como para darle más cancha, y se nos ofrece un Spiderman vitoreado y homenajeado por los habitantes de New York, algo opuesto a la personalidad que nos ocupa.

HULK: El hecho de que Ang Lee fuera el encargado de trasladar a la gran pantalla un personaje como el que ahora nos ocupa, no parece, desde luego, lo más apropiado. Y es que la profunda complejidad psicológica, con la que impregna el film, pesa sobre su desarrollo de forma mortecina. No hay demasiadas escenas de acción y los orígenes del gigante verde son explicados con una complejidad no siempre justificable. Eric Bana en su papel protagonista no destaca ni para bien ni para mal, y Nick Nolte interpreta con su personalidad habitual, que, en algunos casos, resulta algo cansina. El experimento resultó fallido y en la segunda entrega, con Louis Leterrier de director, se optó por un espectáculo más acorde con el personaje y, sobre todo, con un enemigo a la altura como es el de Abominación. Edward Norton realiza un buen trabajo como Bruce Banner, dando todo el conjunto la sensación de mayor cohesión.



IRON MAN: El estreno de esta película y de la calidad que aportaba al genero fue toda una sorpresa. No se esperaba demasiado y, el producto final ofrecido, destilaba honestidad y seriedad. Para colmo, si el personaje principal era interpretado por Robert Downey Jr, ya nos podíamos dar por satisfechos, pues aporta la cantidad necesaria de humor y cinismo. Buenos efectos especiales y excelente diseño del superhéroe. Todo lo contrario fue EL MOTORISTA FANTASMA, film no demasiado brillante que se disuelve como el azúcar en una taza de té hirviendo, pero sin embargo aporta lo espectacular de sus personajes. La escena del jinete fantasma y del motorista cruzando el desierto es realmente brillante
HELLBOY: Guillermo del Toro es un director con una trayectoria más
que interesante y, desde luego, era una apuesta fiable para llevar a la gran pantalla Hellboy. Y efectivamente lo fue, pues el film es original e interesante a partes iguales, ofreciéndonos un magnífico entretenimiento con un actor como Ron Perlman que, sin duda, es Hellboy. La secuela que nos llegó en el 2008 había bajado algo el pistón y se notaba, en demasía, la influencia del Laberinto del Fauno, película que había rodado Del Toro dos años antes. SPAWN era también un personaje surgido del infierno, aunque creado por Todd McFarlene, dibujante que se había formado en Marvel. Y es, en ese infierno, donde debió quedar esta producción dirigida por un mediocre Mark A.Z.Dippé, porque es un claro ejemplo de como desperdiciar una buena idea y unos buenos efectos especiales, sacrificándolos al ridículo más absoluto. Los malvados son tan insoportables como sus propias interpretaciones, y John Lequizamo debería de haberse retirado de la vida pública por su nefasto papel de payaso-demonio

LOS CUATRO FANTÁSTICOS: Poco debemos decir de esta producción que no es ni mala ni buena, ni entretenida ni aburrida, es simplemente inocua, destacando solo por el atractivo de Jessica Alba y del único personaje con algo de carisma como es el de La Cosa. WATCHMEN es la antítesis por su densidad y complejidad dramática, que requiere varios visionados para abarcarla en toda sus implicaciones socio-políticas. Aquí los héroes no lo son tanto y, en algunas ocasiones, expresan su ambigüedad de forma violenta y malsana. Un ejercicio de estilismo y profundidad dirigido por Zack Snyder, que ya había mostrado su talento con "El amanecer de los muertos" y "300".
En definitiva, el cine de Superhéroes, ha entrado por la puerta grande, tal y como lo demuestra la larga lista de directores y actores de prestigio que han intervenido en este género, que, por otra, parte representa un filón que no se había explotado como hasta ahora. Puede ser una fuente de inspiración para un séptimo arte falto de ideas originales. Algunas producciones han quedado en el tintero, como Blade, film de máximo entretenimiento, o como V de Vendetta, extraordinario ejercicio de reflexión política, pero la mayoría han quedado reflejadas, aunque nunca es tarde para un segundo capítulo...

Por último, una magnífica noticia para todos los aficionados al género. Pedro Almodóvar ha realizado la siguiente declaración: "Nunca haré remakes, secuelas, precuelas ni películas de héroes, antihéroes o superhéroes."

2 comentarios:

  1. Los X-Men de Singer fueron el pistoletazo de salida de toda esta década de grandes producciones del universo de los superhéroes.
    Lamentablemente da la impresión que las adaptaciones Marvel no se están llevando ultimamente con la calidad que debiera. No me refiero al nivel de las producciones que son impecables, sino cuidar un poco más las guiones, algo que se nota sobremanera en Dan defensor, Los 4 Fantásticos e incluso la serie de Spiderman y la única de Ironman deja un sabor agridulce.
    En cambio los personajes de DC, tras el semifracaso de Superman han enlazado filmes de gran nivel como los de Batman y Watchmen, que dejan en evidencia al catálogo Marvel...

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  2. Tiene usted razón, ya es hora de que Marvel se ponga las pilas y no se deje superar de forma tan clara por DC. Esperemos que Iron Man mantenga, como mínimo, el mismo nivel de su primera entrega, y que Thor, de Kenneth Branagh, a estrenar en el 2010, aporte el interés suficiente, aunque éste superhéroe no me entusiasme en demasía, siempre me ha parecido fuera de lugar. Respecto a Spiderman 4, esperemos que Sam Raimi recapacite, y vuelva a ofrecernos la misma calidad e intensidad que en su segunda entrega.

    Pepe Cahiers

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