jueves, 29 de septiembre de 2011

BLACKSAD



Si eres amante del cine negro, si te entusiasman los ambientes nocturnos, el jazz y las chicas duras e independientes, si te deja anonadado "El sueño eterno", si te fascina Humphrey Bogart y los detectives privados enfundados en gabardinas, tu cómic sin duda alguna es "Blacksad".


Ambientado en los años 5o y en plena guerra fría, las historias de este singular personaje transcurren entre viñetas magistralmente perpetradas, llenas de encuadres y dinamismo. Los personajes que se mueven en este mundo, propio de Raymond Chandler o Dashel Hammet, son animales antropomórficos, siendo nuestro protagonista, Blacksad, un gato negro con intuición y agilidad felina. Es un detective privado, aunque también ha trabajado como guardaespaldas, honesto y con magnetismo. Magnetismo, por otra parte, que le resulta indispensable para conquistar a las chicas que pululan por este universo de novela negra y que parecen salidas de la filmografía de Hawks. El hecho de emplear este tipo de personajes, a mitad de camino entre lo humano y lo animal, le permiten a sus autores concretar a cada uno una personalidad definida y propia de lo que quiere representar. El guionista Juan Díaz Canales se refiere a ello con las siguientes palabras:
"Juanjo (dibujante) tiene un gran conocimiento no sólo de anatomía, sino también de dibujo de animales, a él le encanta dibujar eso. Aún así, la idea de hacer los personajes con animales es mía, pero más que el aspecto Disney que la gente le atribuye, me interesaba el aspecto de las fábulas antiguas. A los dos nos gustó muchísimo la idea desde el principio, para poder jugar con ellos y caer en el tópico a propósito: un perro es un policía, un gato es ágil, una rata traidora... poder manejar personajes que con la apariencia física ya están dando una cantidad grande de información nos parecía muy interesante y muy seductor, entroncando con lo que decía en las fábulas antiguas, el león es el rey de la selva y todo eso. Y la vuelta de tuerca es hacerlo además con el género negro. A los dos nos interesaba mucho por la misma razón que usar animales: cuando tú ves a un tipo con gabardina ya sabes cómo va a reaccionar, porque vas a ver una sucesión de personajes que con una frase o simplemente con su apariencia ya te están diciendo lo que son, y a mí me interesa mucho ese juego."


De tal proceder nos encontraremos a un pastor alemán que es el jefe de policía, un gorila que hace las veces de boxeador y guardaespaldas, un matón de poca monta con la forma de un lagarto sibilino, un oso polar como representante de un grupo racista, un zorro haciendo de sagaz reportero, un dálmata como frívolo ricachón, el típico búho sabio o un caballo traficante de heroína. Destacar también el detallismo de las viñetas en donde se desenvuelven tales personajes, la recreación perfecta de una época, la maestría en suma de quien tiene el don de la genialidad.
El guionista de "Blacksad" es el madrileño Juan Díaz Canales, dibujante de cómics, guionista y productor de películas de dibujos animados, responsable de la compañía Tridente Animatión. El dibujante es el granadino Juanjo Guarnido, cuya dilatada carrera comprende un intento fallido de trabajar para Marvel, algunas series de animación y ser uno de los habituales de Disney. Dado que en España no pudo econtrar su destino como dibujante, se marchó a Francia, en donde se le reconoció su talento y desde donde su publica la serie negra de "Blacksad". Guarnido ha sido galardonado con un sinfín de premios, entre ellos el Eisner, figurando junto a nombres como Alan Moore, Frank Miller, Mike Mignola o Simon Bisley.


Su primera historia, "Un lugar entre las sombras" narra el asesinato de una antigua amante de Blacksad, una consagrada actriz de cine y las posteriores pesquisas hasta llegar al culpable. Ambientada en el mundillo del séptimo arte, el glamour de las grandes estrellas, donde se ocultan toda una suerte de admiradores de diversa naturaleza. Comienza contada en primera persona: "Hay mañanas en las que cuesta más trabajo digerir el desayuno, sobre todo si amaneces frente al cadáver de un viejo amor... los despojos de un bello sueño."


El segundo álbum de Canales y Guarnido fue "Artic-Nation" y nos sumerge de lleno en el mundo de los prejuicios raciales. Nuestro protagonista investiga la desaparición de una niña en los ambientes de la lucha por la supremacía de la raza blanca. Buen argumento, que como en las buenas historia de intriga, tiene su sorprendente solución final. Pero la historia comienza así: "Algún día escribiré mis memorias. He visto y vivido tantas situaciones fuertes que la gente, cuando las lea, pensará que son una sarta de mentiras, que no cabe tanta maldad en el mundo, aunque no me extrañaría que se acabaran publicando como si fueran una novela policíaca... se venderían de maravilla. La gente es muy morbosa."


"Alma roja" es su tercer trabajo, y en el cuenta las vicisitudes de un grupo de intelectuales y artistas con el trasfondo del miedo nuclear de la guerra fría. Asesinatos e intrigas en una historia amarga y francamente pesimista. El inicio destila cierto sarcasmo: "¿Alguien es capaz de definir lo que es tener buena o mala suerte?. Yo no. Muchas veces no basta con ser afortunado. Además hay que tener unas buenas piernas."


El último trabajo editado hasta el momento es "El infierno, el silencio", trama desarrollada en New Orleans, entre garitos de jazz, alcohol, heroína y magia negra. Blacksad recibe el encargo de un hombre, sentenciado por el cáncer, de que busque a su representado, un talento del jazz desaparecido y poseedor de un secreto terrible. Como siempre, una voz en off, tan propia del cine negro, nos habla en primera persona: "Para mi el infierno es la nada. Un lugar sin mis amigos, sin música, sin palabras que estimulen la imaginación ni belleza que exalte los sentidos."

A todas las entregas de la serie "Blacksad" les ha seguido un aluvión de premios y sus ediciones aumentan a buen ritmo (la primera aventura del felino detective creo que andaba ya por la séptima edición), signo inequívoco de que estamos ante un buen trabajo, realizado con pasión y honestidad. Por lo menos es un buen camino y merece la pena.


"Así que es usted un detective privado. No sabía que existieran, salvo en los libros, o esos pequeños tipos grasientos que andan espiando en los pasillos de los hoteles."


Lauren Bacall en El sueño eterno (1946) , de Howard Hawks



sábado, 24 de septiembre de 2011

EL ALIEN DE ACCION DE GRACIAS



En 1975 Alejandro Jodorowsky inició una actividad frenética para llevar a la gran pantalla la novela de Frank Herbert, "Dune". Convenció al productor francés Michael Seidoux para que se uniera al proyecto y, en torno al mismo, se quiso reunir a un equipo tan sorprendente como complejo. Entre los actores elegidos destacaban David Carradine, Charlotte Rampling, Orson Welles, Gloria Swanson, Alain Delon y Mick Jagger. Incluso aparecía el nombre de Salvador Dalí, aunque no tengo muy claro si como actor, se rumoreaba que se le había ofrecido el papel del Emperador o quizás, en buena lógica, como asesor artístico. Pink Floyd se encargaría de la música y los diseñadores y dibujantes Jean Giraud Moebius, Chris Foss y H.R. Giger se encargarían del diseño visual de la película. Por allí andaba también Dan O´Bannon, al que se le encargó el guión. Cuando aún no se había rodado un sólo fotograma, Jodorowsky ya había gastado casi la mitad del presupuesto, lo que alarmó de forma considerable a Seidoux que se retiró de un proyecto que presagiaba el desastre desde una legua de distancia. A falta de financiación, todo se vino abajo y aquella película quedó en el limbo hasta que en 1984 el productor Dino de Lautentiis y el director David Lynch retomaron la idea y la llevaron a buen puerto.


Uno de los perjudicados del proyecto de Jodorowsky fue Dan O´Bannon que acabó con sus huesos en la calle. Como él mismo decía: "Me encontré en Los Angeles si un chavo, sin apartamento y sin coche, con la mitad de mis efectos en París y la otra mitad bajo custodia". Afortunadamente para él, y para el cine de ciencia-ficción, tuvo la suerte de que un amigo suyo, Ronald Shusett, le alojara en su casa. Con nada mejor que hacer, y esperando una nueva llamada del destino, ambos repasaron viejos proyectos que quedaron olvidados en el tiempo. Así fue como se gestó la idea de "Alien, el octavo pasajero":
"Desempolvamos de un gran motón de papeles una idea que me gustaba mucho-declara O´Bannon-: un antiguo guión a medio terminar, llamado "Memory", y que era esencialmente lo que es ahora la primera parte de "Alien". Le comenté a Ron que nunca había podido encontrar un final para la historia. El leyó lo escrito y me dijo: "Creo que me has hablado de otra idea que tenías. Aquélla en que los alemanes suben a bordo de un bombardero norteamericano B-17 en la segunda guerra mundial y hacen pasar un momento horrible al piloto. ¿Por qué no escribes el resto situando la historia en una nave espacial?"



Seguramente a muchos les resultará familiar esta última idea, ya que fue empleada en la película "Heavy Metal" por el propio O´Bannon, aunque aquí los alemanes fueron sustituidos por zombies. No obstante, la idea central del argumento de "Alien" ya se había utilizado antes en films como "It, the terror from beyond the space", "Planet of blood" o "Terror en el espacio". Claro que, el germen principal de la idea se haya en "Diez negritos" de Agata Christie, cuyo planteamiento ha sido imitado hasta la saciedad.


Antes del título definitivo que todos conocemos, el guión llevaba el título de "Star beats" e iba acompañado de unas ilustraciones de Ron Cobb, quién ya había trabajado para John Carpenter en el film "Dark Star". Con el trabajo debajo del brazo, O´Bannon y Shusett comenzaron su peregrinación de estudio en estudio, esperando algo más que las típicas palmaditas en la espalda y la manida frase de "ya te llamaremos". Así ocurrió, desde luego, hasta que toparon con la productora Brandywine, de Gordon Carroll, David Giler y Walter Hill, a los que la idea les pareció interesante hasta el punto de llegar a un acuerdo para la producción del film. Walter Hill tenía todas las papeletas para dirigir el proyecto y junto a Giler comenzó a modificar algunos aspectos de la historia original, entre ellos, el nombre de la nave, que pasó a llamarse de "Leviathan" a "Nostromo", como homenaje a Joseph Conrad. También se cambió el lugar en donde transcurre el primer encuentro con la criatura. En un principio, se desarrollaba en una pirámide en donde unos jeroglíficos explicaban con que estaban a punto de enfrentarse los tripulantes del Nostromo. Esta idea se desechó y, en cambio, se ubicó el encuentro en una nave extraterrestre. Es evidente también, que la idea de la pirámide fue utilizada en "Alien vs Predator" del 2004. Giles y Hill encargaron a H.R. Giger que realizara unos bocetos sobre la criatura y, cuando éste se los mostró, se quedaron boquiabiertos. Ante sí tenían a una especie de pavo de Navidad o del día de Acción de Gracias. Pero eso no hizo desistir al genial artista suizo y continuó con su delirante labor creativa. Según cuenta Ridley Scott: "Cuando Giger se puso a trabajar, fue a ver a la secretaria de producción para pedirle huesos. Un día vi llegar una procesión de camiones cargados de cajas. Habían estado recorriendo las tiendas de artículos médicos, mataderos y quién sabe qué otros lugares, y a la jornada siguiente el estudio rebosaba de osamentas y esqueletos muy diversos. Había una larga fila de cráneos humanos en perfectas condiciones, tres esqueletos de serpiente muy bien conservados, un cráneo de rinoceronte... De todo". La labor de doctor Frankenstein de Giger dio un resultado excelente y nos regaló una de las criaturas más impactantes del séptimo arte. Después, el genial Carlo Rambaldi se encargaría de dar vida a la cabeza de la criatura, auténtico icono de los monstruos espaciales, toda una fuente de inspiración para futuros extraterrestres mal encarados.
Antes de todo esto, Walter Hill había renunciado a la dirección de "Alien", pues estaba ya enfrascado en los preliminares de "The Warriors", aunque no son pocas las malas lenguas que le atribuyen alguna que otra toma sugerida a Ridley Scott. El resto es ya historia viva del cine.




miércoles, 21 de septiembre de 2011

MI PRIMER PREMIO BLOGUERO

La ultima vez que recibí un premio fue hace una eternidad, y lo conseguí por una historieta que mandé a un concurso del Ayuntamiento. Me dieron un vale por 1.000 pesetas, para canjearlo en un kiosko de prensa por tebeos. Ahora, el ilustrísimo Mr. Lombreeze ha tenido el detalle generoso de premiarme junto a otros más.
Una vez recibido tan distinguido premio, hay que cumplir tres premisas:
-La primera es enlazar con quien te ha dado el honor de tan espectacular concesión, y así lo he hecho.
-La segunda es compartir una frase y explicar por qué te gusta. Ésta podría ser, por ejemplo, "Amar significa no tener nunca que decir lo siento". ¡Que no, que es broma!. Mi frase voy a tomarla prestada de la película "La fiera de mi niña", y se la dedica un repartidor de paquetes al personaje interpretado por Cary Grant cuando es acosado por Katharine Hepburn: "¡No deje que le pesquen, amigo!". Esto no sólo puede servir para mantener la soltería, sino también para evitar que a uno le metan en líos, jaleos y demás enredos. En mi caso no emplearía el término del matrimonio, entre otras cosas, porque la Señora de Cahiers tomaría serias represalias contra mi persona. No, esto es también broma, en realidad soy un tipo felizmente casado y con dos bichos en forma de niñas que me mantienen en forma.
-La tercera sería premiar a 10 blogs. Aquí Mr.Lombreeze ha liado la revolución y ha premiado hasta el infinito y más allá. A estas alturas de la vida me sería literalmente imposible seleccionar una cantidad razonable de ellos, así que los premiados son todos los que aparecen en la columna de la derecha en "Mi lista de blogs". Si, ya se que parece una postura cómoda y no demasiado comprometida, pero es que todos los que aparecen allí son muy buenos y sería incapaz de dejarme a ninguno en el tintero. Eternamente agradecido y mis sinceras felicitaciones a los nuevos premiados.



lunes, 19 de septiembre de 2011

EL CAPITAN EMO Y PILLANDO PURPOS

Los amigos de los estudios Blue Goblin, autores del corto "The Freak Gate", me invitan a compartir con todos ustedes su nuevo trabajo, "Los tesoros malditos del Capitán Emo", un homenaje a "20.000 leguas de viaje submarino" imaginativo y que suple con ingenio su falta de presupuesto.





Les presento también , con otro registro evidentemente, el magnífico trabajo de RomaShuruu y esta tercera parte de "Pillando Purpos". Como siempre, recomiendo desplieguen los subtítulos, para no perderse en este impagable acento motrileño de la Costa Tropical del sur de la península.






miércoles, 14 de septiembre de 2011

LA SOMBRA DEL ACTOR

Hace unos días emitieron en la sexta-3 "Rebeca", y cual no fue mi sorpresa cuando escuché que el doblaje español era del otro lado del Atlántico. Me pareció ciertamente ridículo escuchar a Laurence Olivier como si fuera el mismísimo Amo del Calabozo de la serie de dibujos "Dragones y mazmorras". Y es que este tipo de doblaje resulta estimulante en films de animación, pero queda realmente chocante en cuanto a otras propuestas se refiere. Naturalmente cualquiera ajeno a este país le provocará idéntica reacción cuando escuche nuestros habituales doblajes. La polémica, sobre doblaje si o doblaje no, es tan antigua como el cine y tiene razones poderosas para ambos bandos. Es evidente que una película debe ser vista con sus voces originales, porque de lo contrario se está mutilando una parte importante de la misma. Pero, colocar los dichosos cartelitos es una alternativa tosca e inconveniente. Te impide sacarle todo el partido a lo que la imagen te ofrece y, en películas de mucho dialogo o de rápidas interlocuciones, se hace realmente cansino o de cierta complejidad. Hay un hecho tan evidente que hasta parece una estulticia decirlo, pero la solución verdaderamente satisfactoria es la del dominio del idioma original del film en cuestión. Pero para los que no tienen ese conocimiento ninguna solución parece lo suficientemente atractiva. Otro factor importante a tener en cuenta sería que, el hecho de eliminar el doblaje en las salas comerciales, sería un golpe devastador para el negocio de la exhibición, ya de por sí algo maltrecho y siempre dependiente del taquillazo de turno. Hay quien dice que un buen o mal doblaje puede hacer de una película que esta sea mejor o peor, pero el última instancia siempre será una adulteración de la propuesta original. Incluso existen quienes llegan más lejos aún y son capaces de doblar a actores españoles, como el caso de José Luis Garci y otros que consideran la voz del actor poco contundente o de menor calidad que la de un profesional del doblaje. Yo, particularmente, debo confesar que me cuesta ver una versión original con subtítulos, aunque la opción del formato dvd te permita alternar una u otra opción. Demasiados años de doblaje nos han hecho perezosos y no creo que, por mucho escuchar un determinado idioma viendo películas, sea capaz de aprender inglés, francés y absolutamente imposible japonés. Así que, reconociendo que el doblaje es un elemento distorsionador del cine, mucho me temo que continuaré escuchando esas, por otra parte entrañables voces, que me han acompañado durante toda mi vida, aunque sea impropio que Stallone, Robert de Niro o Dustin Hoffman tengan las mismas cuerdas vocales. De hecho, me molesta considerablemente que a una película le cambien el doblaje. Me ocurrió, por ejemplo, con "La noche del cazador", "Pánico en las calles" o "Evasión o Victoria" que sustituyeron el doblaje original por otro más moderno. Otras veces el motivo es para introducir el sonido 5.1 y siempre la nueva versión es mucho peor que su original. Les dejo con un documental extraordinario sobre los actores de doblaje y les recomiendo su visionado, para que así puedan descubrir quién se esconde tras la sombra del actor.






viernes, 9 de septiembre de 2011

HECHIZOS, ARCANOS Y REMEDIOS DE LA BRUJERIA


Tercera y última entrega sobre la brujería que, animado por la amiga Clementine, les presento. Esta vez no les voy a ofrecer una aburrida disertación sobre las artes hechiceras, sino una relación de procedimientos mágicos y remedios para distintos problemas.


Infundir amor: Hacer comer a la persona a la que se quiere despertar el amor una golondrina, gorrión tórtola o palomo en época de celo.
Aquí lo difícil es convencer a nuestro objetivo de que de buena cuenta de un gorrión. Yo por lo pronto me negaría en redondo.

Curar las hemorroides: Sentarse sobre la piel sin curtir de un tigre.
Complicado, aunque quizás se pueda remediar a medias con un gato. Un lince ibérico no, que están protegidos y no merece la pena acabar en chirona por unas simples almorranas.


Comprobar la fidelidad de una mujer: Introducir debajo de la almohada una piedra imán del color del fuego del mar de las Indias o de tierras teutonas. Si es honrada y honesta la mujer abrazará de inmediato al marido. De lo contrario, huirá espantada.
Ignoro si valdrán los imanes de la ferretería, pero si no sucede nada, si no te abraza ni huye, ¿qué quiere decir?, ¿que te engaña a medias o que sueña por las noches con George Clooney?.

Hacer bailar a una joven desnuda: En la noche de San Juan hay que hacerse con los siguientes ingredientes: Mejorana silvestre, verbena, mirto, tres hojas de nogal y tres hojuelas de hinojo. Se seca a la sombra, se reduce a polvo y se tamiza con una seda. Después se esparce por el viento en dirección de la joven y está emprenderá el deseado baile.
Demasiado complicado. Mejor acudir a un espectáculo de stripers.

Para impedir que duerma el marido: Colocar debajo de la almohada un ojo de golondrina.
Esto debe ser venganza, por aquello de la prueba del imán para el asunto de la infidelidad.


Para que una persona diga la verdad: Una vez dormido el sujeto elegido, colocar sobre el pecho un corazón y la pata derecha de un búho y responderá a todas las preguntas si mentir.
¡Al carajo la máquina de la verdad, y además sin cables!

Obligar a que abandonen su casa todos los habitantes: Redúzcase a polvo una piedra imán y échese sobre ascuas en los ángulos inferiores de la casa. Los que allí moran saldrán de inmediato sin poder evitarlo.
Tome nota la policía para el desalojo de okupas.


Curar el dolor de muelas o el cólico: Ahogar un topo y con la mano que se ha realizado tocarse la zona afectada.
Ahora les toca a los topos...

Para hacer impotente a un hombre: En verano atrapar una luciérnaga. Una vez aplastada con la mano frote la nuca del individuo en cuestión con toda la fuerza de la mente.
¡Hombres del mundo, vigilar vuestras nucas!. ¿Con el viagra se puede contrarrestar?.

Para hacer huir a las fieras: Colocar dos ojos de león bajo los sobacos.
Yo no lo haría, salvo que tuviera la certeza de que soy la reencarnación de Ángel Cristo.


Para predecir el futuro: Comer el corazón caliente de una anguila.
¿Vale la gula del norte?

Para ganar un pleito: Llevar en el bolsillo la lengua de un camaleón arrancada cuando aún esté vivo.
Por eso hay tanta demanda de lenguas de camaleón en el colegio de abogados.

Provocar la regla en la mujer: Hacerla orinar sobre la tierra removida por un topo.
Es lo bueno de los topos, que lo mismo sirven para las muelas que para la menstruación.

sábado, 3 de septiembre de 2011

CAZADOR DE BRUJAS



Enlazando con la entrada anterior, continuaré abordando el tema de la brujería, pero en esta ocasión desde el otro lado, desde la mirada del cazador de hechiceras, concretamente desde la figura de Matthew Hopkins, cazador de brujas inglés al que se le atribuye la tortura y posterior muerte de unas doscientas mujeres.
En 1644 en el condado de Essex se desató una brutal caza de brujas, hecho que aprovechó Matthew Hopkins para adquirir experiencia como torturador y detector del maligno. Autor del libro "The Discovery of Witches" y jurista mediocre, pronto se hizo con una reputación ciertamente encomiable y, con la ayuda de un ayudante llamado Sterne, fue sembrando el terror por donde sus servicios eran requeridos. Su especialidad era la prueba de la aguja. Esta consistía en pinchar con un objeto cortante o una aguja cualquier lunar, verruga o marca de nacimiento de la víctima, pues se creía que en ellas residía la marca del diablo. Si al pinchar alguna de estas zonas del cuerpo no se obtenía respuesta de dolor, era prueba irrefutable que era la marca del diablo, pues la misma era insensible. Pueden imaginarse como aquellas mujeres eran perforadas con todo tipo de objetos punzantes y sus gritos de dolor. Cuando no podían resistir más y quedaba inconscientes ya no podían expresar su sufrimiento y, por lo tanto, cualquier pinchazo producido en ese estado significaba que era una bruja poseída por demonios. Claro que también existía la posibilidad de hacer trampa, y es que algunos de los punzones utilizados tenían una empuñadura hueca y la punta retráctil. Otra tortura ejercida por Matthew Hopkins era la del agua. En este caso el sujeto era atado y envuelto en una sabana. Una vez inmovilizado era remolcado en un estanque o río. Si se hundía era inocente, pero si salía a la superficie era culpable. ¿Por qué?. Pues por el principio del rey Jaime que decía lo siguiente: "Como las brujas han renunciado al bautismo, es justo que sean rechazadas por los elementos que sirven para conferir este sacramento". Además, mientras se producía el hecho en cuestión se realizaba la siguiente oración: " Deja que el agua no reciba el cuerpo de aquel que, liberado del peso de la bondad, es llevado por el viento de la injusticia".




Hopkins aplicaba también el tratamiento de la vigilia que ejercía de forma brutal sobre los reos acusados de practicar la brujería. Uno de sus fanáticos seguidores la describe así:

"Apoderándose del supuesto brujo o bruja le colocan en medio de un aposento, encima de un escabel o una mesa, desnudo, con las piernas cruzadas o en otra postura incómoda, y caso de resistir, le sujetan por medio de sogas. De esta suerte le dejan veinticuatro horas sin darle ningún alimento, y sin dejarle dormir, porque dicen que durante este tiempo verán a su Diablo, que viene a dialogar con ellos. Hacen un agujerito en la puerta para que los diablos puedan entrar, y para que puedan reconocerle en sus formas, los vigilantes tienen orden de barrer el aposento de cuando en cuando y matar todas las moscas y arañas que vean. Si no aciertan a conseguirlo, pueden estar persuadidos de que son demonios."


La Inquisición utilizó también métodos tradicionales, instrumentos de tortura utilizados en procedimientos seculares, entre ellos la garrucha, que consistía en colgar al sujeto en cuestión por las muñecas, atándole a los pies grandes pesos. Después se le izaba por medio de una polea y se le dejaba caer de golpe, dislocando las articulaciones de brazos y piernas. La toca, por su parte consistía en introducir un trozo de paño hasta la garganta y después se procedía al vertido de agua en mayor o menor cantidad, según el grado de tortura que se quisiera emplear. No hay que olvidar el clásico potro, en donde el preso era atado fuertemente a un bastidor con cuerdas que rodeaban todo el cuerpo. El verdugo controlaba dichas cuerdas apretándolas a su voluntad, con lo que las mismas atravesaban la carne produciendo dolorosas y terribles heridas.




Pero a Hopkins el futuro le deparaba una suerte de justicia merecida. Sus fechorías y sadismo fue despertando un odio creciente, que tomó forma definitiva cuando se le acusó de brujería y fue sometido a la prueba del agua. No se hundió y medio ahogado fue rematado a golpes. No obstante, se cuenta también que, viendo que cada vez contaba con menos apoyo, Hopkins se retiró de la vida pública hasta su muerte en 1647. Otra teoría sobre su final cuenta que, debido a los ataques de Jhon Gaule, un clérigo de Huntingdonshire, unido a la creciente desaprobación de las autoridades, hicieron que nuestro amigo pusiera los pies en polvorosa, retirándose con las sustanciosas ganancias que había acumulado durante sus años de servicio como detector de brujas.
No se si existe las brujas, dicen algunos que haberlas haylas, pero lo que es irrefutable es que estos individuos despreciables se pasearon por la repugnante miseria de la superchería y la crueldad más execrable. La humanidad ha tenido siempre, a lo largo de su ajetreada historia, sádicos criminales dispuestos a aprovechar el momento, han sido y son instrumentos de quienes ostentan el poder putrefacto que ejercen con la impunidad de la bestia.




Por cierto, para los cinéfilos interesados, existe una película que narra las fechorías de Matthew Hopkins, titulada "Cuando las brujas arden" ("Witchfinder General") del año 1968 dirigida por Michael Reeves e interpretada por Vincent Price.