viernes, 28 de diciembre de 2012

ALMODÓVAR DIRIGIRÁ UNA NUEVA ADAPTACION DE "EL SEÑOR DE LOS ANILLOS"

Impacto mediático ha producido la rueda de prensa convocada por el director manchego esta mañana, cuando ha anunciado a los medios presentes su firme decisión de llevar a la gran pantalla una nueva adaptación de la célebre trilogía escrita por Tolkien.  Se espera comenzar el rodaje a principios de mayo, utilizando las tierras manchegas como escenario principal de la Tierra Media, explicando Pedro Almodóvar que su visión de "El señor de los anillos" sufrirá algún cambio en la idiosincrasia de los personajes y no pocas variaciones en la historia. Se ha entregado a la prensa un resumen del argumento de esta nueva adaptación cinematográfica que ha continuación reproducimos:
"Sauron es un modisto transexual que ha confeccionado varios trajes especiales que ha repartido entre un grupo escogido de Drag queen, pero a su vez es poseedor del único vestido que controla a los demás. Una noche de lujuria y pasión pierde su mágica vestimenta que acaba en manos de Gollum, un taxista aficionado a la Zarzuela, que también será desposeído de tan poderosa indumentaria al ser engañado por un hobbit llamado Bilbo Bolsón. Años después, el vestido pasará a manos de Frodo que en compañía de su esclavo sexual Sam, el mago rosa Galdalf, un musculado y peludo hombre de las montañas llamado Aragorn, un ex componente del grupo Locomia al que llaman Legolas, el enano de jardín Gimli, los gemelos siameses Pippin y Merry y un peluquero llamado Boromir, iniciarán un viaje por la Mancha para arrojar el traje a las aguas ferromanganosas del Balneario de Fuencaliente. En tan peligrosa aventura sufrirán el acoso de hordas de modelos anoréxicas llamadas orcas y otros peligros de enigmática naturaleza."  



viernes, 21 de diciembre de 2012

EL BELÉN DEL SIGLO XXI


Este chiste me lo inspiró una frase que Mr.Lombreeze escribió en su blog, y no me he podido resistir a dibujarlo, siendo además estas fechas, como vulgarmente se dice, tan señaladas, aprovecho para usarlo como tarjeta navideña, deseándoles unas buenas navidades y que intenten sobrevivir a las mismas de la mejor manera posible. Saludos para ellos y muchos besos para ellas.


lunes, 17 de diciembre de 2012

EL ÚLTIMO QUE APAGUE LA LUZ

Tras un humo intenso, que se podía cortar con un cuchillo, se escondían los rostros preocupados y también ciertamente resignados. Los cigarrillos se amontonaban en el sufrido cenicero, mientras las pipas descansaban entre sus arrugados dedos. Eran hombres de ciencia, pero cualquiera hubiera jurado que parecían monjes ensimismados en sus reflexiones. De hecho, habían permanecido tantos años encerrados entre las paredes de aquel laboratorio, que sus vidas se asemejaban a la de los ascetas. El más anciano se levantó de su silla y habló a sus compañeros:
-No hay duda caballeros, la suerte está echada. Nuestras conclusiones son claras. Dentro de 12 horas el mundo llegará a su fin. Todo lo conocido desaparecerá para siempre, y lo que hemos sido no será más que una sombra de nuestras aspiraciones. Lamentablemente hemos cometido un error. No hemos sido capaces de anticiparnos con el tiempo suficiente para tomar alguna medida paliativa, algo que pudiera sembrar con una mínima esperanza el futuro que nos aguarda. Lamento decir estas palabras y no hay mucho más que añadir, solo espero que dediquen estas últimas horas para hacer un examen de conciencia de sus vidas, y que concedan algo de paz a sus conciencias. No hay tiempo para más.
Todos asintieron, expresando su conformidad y permanecieron en silencio. Sus miradas estaban perdidas en la nada más absoluta, apenas se atrevían a respirar, esperando que aconteciera algo que rompiera aquella incomoda introspección. Alguien carraspeó y dio final al incomodo silencio:
-Tengo algo que decir y no me importa que piensen que he perdido el juicio. Llevamos tanto tiempo en este lugar que hemos extraviado nuestra vida entre fórmulas y teorías. A ninguno le queda  familia ni amigos. Todo lo que tenemos es nuestra relación profesional, y maldita la gracia que me hace pasar mis ultimas horas viendo sus arrugados rostros. Sugiero que reúnan sus ahorros, que no serán ninguna fortuna desde luego, y que pasemos el tiempo que nos queda en compañía femenina, algo de lo que hemos carecido durante todos estos años y que, en estos momentos, me parecería como un regalo para mis cansados ojos.
-¿Qué está sugiriendo?- Le espetó un compañero- ¿No pensará que pasemos esta noche en un burdel?
-En efecto, o cree usted que unos viejos carcamales como nosotros van a tener la capacidad de conquistar a una sola mujer en tan poco tiempo.
-¡Pero eso es denigrante, tanto para nosotros, como para la mujer que tiene la necesidad de vender su cuerpo!- protestó otro.
-No sea usted tan moralista, ya no le queda tiempo para ello, ni tampoco pretenda insinuar que a doce horas  del final tenemos la posibilidad de arreglar el mundo. Llegamos unos cuantos milenios tarde.
Un murmullo recorrió la sala y, tras unos minutos deliberando, llegaron a una decisión final. Esa noche se atreverían a cruzar el umbral de un local de alterne, de chicas y alcohol. Un pequeño grupo se acercó en torno a quién tuvo semejante idea y su portavoz dijo:
-Verá, no se como decirlo, hemos hablado y tenemos un pequeño problemilla. Nosotros no... , es que no se cómo explicarlo...Lo que ocurre es que estamos desentrenados, no nos vemos con capacidad como para emprender esta aventura. Dudo mucho de que estemos a la altura y no queremos quedar en ridículo. Son muchos años encerrados y...
-¡Jajajajajaja, por todos los santos, no se trata sólo de eso. No tienen que realizar ninguna gesta sexual, ni tan siquiera planteársela. Charlen con ellas, ríanse con ellas, siéntanse vivos por una vez!.
Poco a poco fueron colgando sus blancas batas en sus vetustos armarios, se colocaron sus apolillados trajes y se encaminaron a la salida. En sus rostros se mezclaba la ilusión con el temor propio de un niño. Iban a morir viviendo. Alguien al fondo del pasillo dijo: 
-El último que apague la luz.



martes, 11 de diciembre de 2012

PERRO BLANCO

Una joven actriz, Julie (Kristy McNichol), circula despreocupada cuando atropella a un perro blanco. Angustiada por el suceso, lo lleva a una clínica veterinaria donde será atendido. Sin saber que hacer con él, permitirá que se quede en su casa hasta encontrar a su dueño. Un vínculo de amistad y lealtad va surgiendo entre los dos, sobre todo desde que el perro dio buena cuenta de un violador que quiso agredir a Julie en su propia casa. La contundencia y fiereza que demostró el perro fueron motivos más que suficientes para que decidiera quedarse con el animal. No obstante, el perro demostrará ser incontrolable y su violencia se desatará, curiosamente, cada vez que se cruza en su camino una persona de raza negra. Asustada, y con el convencimiento de corregir tan desmedida agresividad, acude a un centro especial en donde puedan modificar su conducta. El adiestrador es un hombre de color llamado Keys (Paul Winfield) y, en cuanto el perro lo divisa, carga toda su fuerza contra él. El encargado del lugar le recrimina a Julie que lo que le acaba de traer es un "perro blanco", ante la mirada atónita de la joven actriz quién ya daba como evidente de que lo era, aunque no llega a entender que significado oculto se esconde en esa definición.

Un perro blanco es un animal adiestrado para atacar con saña a los negros. Su dueño es probablemente un racista que ha condicionado la conducta del animal para que sirva a sus fines, o más bien a sus particulares odios. ¿Y cómo se consigue hacer racista a un perro?. El adiestrador de la película lo explica con todo detalle. El perro es entregado de cachorro a un negro al que se le pagará para que lo maltrate sistemáticamente. Mal alimentado por su circunstancial dueño y con reiteradas palizas, el animal sentirá un miedo cerval ante cualquier hombre o mujer de semejantes rasgos, miedo que se transformará en un odio que, con el tiempo, sabrá canalizar convenientemente utilizando ya la fuerza de un perro adulto. Sumándole un adiestramiento como animal de ataque, lo convertirá en una bestia letal. En la película ya se nos advierte que todos los intentos con perros blancos a los que se les ha intentado extirpar ese carácter racista han terminado mal. No obstante, Keys, a sabiendas del peligro que entraña, se compromete, como desafío personal, a modificar ese comportamiento. A partir de ese momento, el film narra con todo detalle la continua lucha entre hombre y animal, una lucha que se convierte en toda una metáfora de la lucha contra los prejuicios y que entra de lleno en la disquisición moral de si es posible o no cambiar el carácter de cualquier hombre imbuido en odios raciales.

La película, como otras que abordaron el tema, trata de explicar el origen de la animadversión racial, sus mecanismos de aprendizaje, su evolución y su constitución como una forma de entender la vida. En "Arde Mississippi" de Alan Parker se diseccionaba la discriminación hacia los negros, encontrando su semilla de dispersión en la educación. El factor de esa antipatía se enseña a los niños desde pequeños, tal y como lo decía el personaje interpretado por Frances McDormand: "La gente nos mira y no ve mas que fanáticos y racistas,  nadie nace odiando, se te enseña en la escuela, nos decían que la segregación estaba en la Biblia, Génesis 9:27, a los siete años si te dicen algo tantas veces llegas a creerlo, crees en ese odio lo vives lo respiras y te casas con el". En "El sendero de la traición" de Costa-Gavras, el racismo se vive como algo cotidiano, se organizan hasta campamentos, en donde niños y mayores se inyectan una buena dosis de odio, de un odio costumbrista, casi natural, con la apariencia falsa de las buenas intenciones. Y eso si que da miedo. La naturalidad del mal siempre asusta más que la sobreactuación. 

En la película que nos ocupa ese factor racista no se puede aprender de forma sutil. Al fin y al cabo el protagonista es un perro y se recurre al procedimiento más primario, a la inducción del rencor por medio de la violencia. Un mecanismo que instintivamente forja a un enemigo primordial. El reto es cambiarlo todo, ser capaz de dar marcha atrás a esa conducta, en definitiva extirpar el germen del odio racial. En ese sentido, la película no puede ser más desoladora. Samuel Fuller ofrece un final ciertamente pesimista en forma de fracaso. SPOILER-El adiestrador consigue con éxito doblegar el resentimiento interno del animal, pero con un alto precio. El perro, víctima de ese contrasentido, de esa lucha interna de los instintos agresivos inducidos, termina por entrar en la locura absoluta. Ya no ataca al hombre negro, pero su ira se canalizará ya en cualquier dirección, arremetiendo contra el primer ser humano que tenga a tiro. El único triunfo que se permite la película es, cuando un anciano acude para recuperar al perro del que dice ser propietario, recibiendo el reproche por parte de Julie, que le informa que su creación abominable está siendo neutralizada por un hombre de color. Es una victoria a medias, pero que indigna el orgullo del viejo racista que acude con sus nieta, aparentando esa normalidad del forjador de odios de la que ya había hablado anteriormente.-FIN SPOILER.

Samuel Fuller, que venía de realizar "Uno rojo: división de choque", muestra su particular desencanto, muy al estilo de otro director outsider como fue Peckinpah. Su falta de fe en los cambios y su constatación de la realidad queda presente en cada fotograma de "Perro blanco", que si bien en un momento parecería una vuelta de tuerca a las películas con animales asesinos, sin más trascendencia, pronto se demuestra que su camino no es el de la película comercial al uso. El guión, escrito a medias entre el director y Curtis Hanson fue lo suficientemente contundente como para asustar, en cierta medida, a la productora Paramount, que tras un discreto estreno a principios de los 80, decidió retirarla de cartelera hasta el año 1991 en la que volvió a circular en las pantallas comerciales con relativo éxito.


miércoles, 5 de diciembre de 2012

SE VENDE IMPERIO A BUEN PRECIO

En el año 193 d.C., 12.000 pretorianos muy descontentos con el emperador Pertinax  por el incumplimiento de ciertas promesas, enviaron a trescientos de sus mejores hombres para asesinarlo. Con tan sólo 86 días como gobernante no pudo hacer frente a tan preparados hombres de armas. Había accedido al poder tras el asesinato de Cómodo. Pertinax había prometido a los pretorianos una generosa cantidad si alcanzaba el poder, pero a pesar de haber dispuesto de los bienes de Cómodo, incluidas unas cuantas concubinas, parece que la cantidad no fue suficiente. Una vez asesinado, uno de los guardias lanzó una idea en apariencia descabellada, pero que al final se acepto de forma más o menos unánime. Debido al vacío de poder, se decidió subastar el imperio al mejor postor. Tal hecho sucedió el 28 de marzo del año 193 d.C. y a la puja se presentó el suegro de Pertinax, Tito Flavio, y el senador más rico de Roma, Didius Julianus, que, después de una encarnizada guerra de cifras, consiguió su objetivo tras pagar 300 millones de sertercios. Tan irregular forma de alcanzar el poder no gustó demasiado ni al pueblo ni a los militares, quienes terminaron por levantarse en armas contra Julianus, que a pesar de sus desesperadas medidas por salir indemne, terminó por ser asesinado por orden expresa del nuevo emperador, Septimio Severo, que había sido elegido por el Senado. El reinado surgido de aquella subasta fue efímero y sólo pudo mantenerse desde el 28 de marzo hasta el 1 de junio. Uno no puede más que llegar a pensar que, si un incumplimiento de promesas fue el detonante de esta forma de proceder, habrá que estar atento a los pretorianos de turno, por si se les antoja subastar algún que otro país en dificultades. ¡Ave Cesar!.