viernes, 30 de noviembre de 2012

EL TERROR SI TIENE FORMA

Era una noche cualquiera de verano, de calor probablemente insoportable y todo parecía indicar que la rutina de proceder al sueño nocturno se repetiría sin más. Pero no fue así. Mientras hacia cargo de conciencia para combatir, una vez más, la pertinaz y profundamente molesta subida de temperaturas, aprovechando los últimos estertores del aire acondicionado del salón, escuché un descomunal grito, un chillido sobrehumano de dimensiones cósmicas. Mi mujer emitía sonidos audibles a varios kilómetros a la redonda, eran de una intensidad que denotaban un terror desbocado, la cantinela incuestionable del miedo absoluto, de la desesperación ante lo inesperado. Mi cerebro comenzó a trabajar de forma apresurada y mis escasas neuronas comenzaron a conjeturar sobre qué estaba pasando. Imaginé que un comando de albano-kosovares había asaltado mi humilde morada, que habían escalado hábilmente hasta una de las ventanas y que querían desplumarnos sin piedad. Podría ser un zombie, muestra inequívoca de mis temores mas ansiados y profundos. En ambos casos era una faena considerable, pues mis armas de defensa se encontraban al otro lado del pasillo y también de los ensordecedores aullidos. No podía hacerme de mi espada samurai, ni tampoco de una reproducción a escala de un colt de la época del far west. Por otra parte, podría ser el espíritu de mi abuela, que en vida vagó por aquellos pasillos y que buscaba, cual entidad traviesa, darnos un susto de muerte. Podría buscar algún conjuro que la devolviera a su dimensión, pero mis dedos torpes y nerviosos no eran capaces de escribir algo con sentido en Google. Tras varios intentos fallidos con palabras incoherentes como jekrjieqeuriqe o ekrjieqnvnvbe, el ordenador terminó por bloquearse, comunicando que se había producido un error fatal y preguntándome si quería iniciarlo desde el última fecha que presentó un funcionamiento correcto. No acordándome de cuando fue exactamente eso, y si realmente alguna vez existió, cerré el portátil y hecho un manojo de nervios me encaminé al profundo y oscuro pasillo, al lugar de donde provenían aquellos alaridos de estruendo sin igual.
Cuando asomé por el cuarto de baño, contemplé a mi mujer arrinconada,  muerta de miedo y señalándome al lavabo. Escudriñé con mi mirada atónita y no lograba ver que provocaba aquel pánico desenfrenado. De pronto observé como dos pequeñas antenas se asomaban con un movimiento acompasado. Era una cucaracha y además de las rubias. ¡Maldición, hubiera preferido un albano-kosovar!. En estas, que mi sufrida esposa se va pegando a la pared y va saliendo poco a poco, se pega tanto que parece que está a punto de atravesar el tabique, mientras me susurra "me ha hablado, dice con las antenas algo parecido a psspspsspspsp" y gritando a continuación, "¡mátala por favooooooooooor!".

El problema fundamental es que las cucarachas me dan un asco que me muero, una fobia de consecuencias devastadoras. "¡Pégale con la zapatilla!" me dice mi mujer, y yo le contesto "¡No, que no soporto el crujido, es asqueroso!". Hay que matarla con insecticida, que para eso está, para que haga su trabajo. Acudo al armario destinado a la defensa personal, y descubro contrariado que sólo hay un spray de insecticida para los mosquitos de hogar y plantas. Pienso que va a ser una batalla cruenta, me ato una cinta en la frente y repito para mis adentros: “para sobrevivir a una guerra hay que convertirse en guerra". Entro en el lugar de los hechos y empiezo a disparar un chorro continuo del letal insecticida sobre mi enemiga, tanto que empieza a formarse un pegote de espuma en el difusor. El despreciable insecto comienza a corretear sin ton ni son y servidor comienza a saltar como una niñita asustada, formando un baile surrealista mientras se va formando una nube de vapor tóxico que me empaña las gafas. Debo tomar una decisión o aquella batalla acabará con los dos. Armado de valor le abro la boca, como King Kong a los dinosaurios, y le enchufo una buena cantidad de insecticida. Aturdida, cae a mis pies, la deposito con ayuda del cepillo en el recogedor, arrojándola por la ventana. No se si sobrevivió, quizás aceche en algún callejón sucio y oscuro perpetrando su venganza.

lunes, 26 de noviembre de 2012

TRES AÑOS DESDE LA GUARIDA

Como todos los 26 de noviembre, llega la ocasión de aprovechar el momento para reflexionar sobre las peripecias de un bloguero, sumido en el espacio intangible de un formato, que se me antoja como un regalo, como la salida de todo escritor en ciernes que había perdido la esperanza y como la vía de escape de lo cotidiano.
Cuando perpetré el blog que nos ocupa, pensé que sería un medio por el que comunicar mis conocimientos de cine y, en menor medida, del mundo del cómic, aunque, en el fondo, siempre dejé la puerta abierta a la ampliación de temáticas más diversas. De ahí el título de "Cine, cómics y otras malas artes". Esas malas artes eran en realidad  una especie de salida de emergencia por la que colar, poco a poco, otras inquietudes. No pasaron demasiados días sin que diera rienda suelta a otras temáticas, convirtiendo un blog que supuestamente había sido concedido como cinéfilo, en toda una suerte de cajón de sastre. Anécdotas, relatos, actualidad, política, historia y otras materias fueron desfilando por aquí, e incluso me atreví con la publicación de algunas tiras cómicas realizadas por mí. Aproveché el formato para dar salida a un borrador que tenía escrito desde hace un buen puñado de años, que se suponía sería un libro en un futuro tan lejano como poco probable. La diversificación ha hecho que "La guarida del eremita" sea un proyecto muy personal, en donde me he dejado no se si el alma, pero si un pequeño esfuerzo lleno de buenas intenciones. Supongo que para muchos de nosotros un  blog es así, un rincón de nuestras aspiraciones y de nuestra forma de ser, un lugar en donde dar rienda suelta a muchas de las cosas que nos corretean en la cabeza. Por eso, es parte fundamental de la personalidad de cada uno y es evidente que la mayoría no lo trata de disimular.


Otro aspecto a destacar es la disciplina que un blog puede imponer a su autor. Probablemente, sin este invento singular, jamás hubiéramos sido capaces de escribir tantas cosas y en tanto tiempo. Cuando comencé recuerdo que imprimía los artículos. Una manía personal de quien tiene la necesidad tangible de tocar con sus propios dedos el papel impreso. Al poco tiempo, me di cuenta de que el volumen de papel era más considerable de lo que nunca hubiera pensado y, para ser sinceros, de lo que jamás hubiera sido capaz de escribir. Los que llevamos tres o cuatro años publicando regularmente, nos sorprendería el espacio que podrían ocupar nuestros artículos si, en vez de este medio, hubiéramos utilizado el formato de la encuadernación tradicional.
Lógicamente la suerte de un blog y su éxito dependen del contacto con los demás. Aislado y solitario moriría de aburrimiento. Y eso es lo bueno de esta posibilidad de publicar, el permanente contacto con quien te lee y la reciprocidad hacia los demás. Nos enlazamos, nos hacemos seguidores, intercambiamos comentarios, sugerencias, y eso nos hace formar una comunidad singular. Algunos critican que esa interrelación entre blogueros está basada en el propio interés, en la necesidad de cada uno de llegar lo más lejos posible. Bueno, no creo que eso sea nada malo, al fin y al cabo es una forma más que válida de relacionarse y, de hecho, no son pocas las amistades que se realizan a través de este vínculo especial. Si, de acuerdo que no son relaciones al uso, que tienen sus peculiaridades, sus límites y sus propias reglas, pero eso no impide que un afecto sincero se haya forjado a través de las palabras. Por todo esto, siento la necesidad, una vez más, de agradecer con un simbólico abrazo a todos los que pasan por aquí, a los que pasean entre líneas, a los que comentan y a los que no lo hacen, porque, entre todos, hacemos que nuestro blog sobreviva en el océano inmenso de la blogosfera.

martes, 20 de noviembre de 2012

LAS PRIMERAS CABINAS EROTICAS DE LA HISTORIA

A principios del siglo XX se instalaron en algunos cafés y vestíbulos unas cajas individuales que proyectaban películas de aproximadamente tres minutos de duración. Naturalmente, y como no podía ser de otra manera, lo que los curiosos visionaban en tan estimado artefacto no eran imágenes de trenes o de obreros saliendo de una fábrica, sino algo que despertaba aún más su curiosidad, sobre todo la del tipo lascivo. Aquellas proyecciones individuales se bautizaron con el nombre de "Peep-shows", lo que venía a significar algo así como "espectáculos para mirones", aunque en Gran Bretaña se les bautizó como What the butler saw (lo que vio el mayordomo). Las películas que los pícaros de la época visionaban no eran otra cosa que imágenes eróticas que insinuaban más que mostrar y que se activaban al introducir una moneda. 

Algunos títulos de tan atrevida filmografía se hicieron muy populares, como "Le coucher  de la Mariée" o "La naissance de Venus", pero la propuesta que se ganó el máximo aprecio por los usuarios fue la "Serpentine dance", rodada en 1895 por operadores del Kinetoscopio de Edison, aunque algunos se la atribuyen a los hermanos Lumière. La trama de la misma, si es que se puede hablar de trama, es la simple ejecución de una danza de la popular bailarina Loie Fuller, que ataviada con un vestido con mucho velo daba vueltas y vueltas. El número había alcanzado un gran revuelo en la Exposición de Chicago, donde fue interpretado por Fátima Fuller, hermana de Loie. Para ser justos, hay que reconocer que la intención de la artista no fue ni de lejos servir de inspiración erótica a mirones. Por el contrario, Loie Fuller fue una reputada coreógrafa que ayudó a Isadora Duncan en sus inicios en el viejo continente, siendo inspiración de artistas como Rodin, Koloman o Tolouse-Lautrec. Además, suyas son varias patentes relacionadas con productos químicos e iluminación destinados a sus espectáculos visuales, amén de su amistad con Marie Curie.



Es evidente que el erotismo que se percibe depende de algunos factores que se nos pueden escapar en la actualidad. Para nosotros resulta una tarea ardua adivinar que parte de la danza puede excitarnos, aunque no seré yo quién le discuta a nadie el potencial erótico del documento, sobre todo para una mentalidad y una época concreta. Como era de esperar, los moralistas de entonces se echaron las manos a la cabeza ante semejante dislate libertino y las ligas de decencia y buenas maneras consiguieron ejercer su particular censura. Consiguieron colocar sobre el mismo celuloide unas barras paralelas que mitigaran el efecto erótico de las imágenes. Pero, como todo proceso de prohibición, el efecto fue inverso y el público de aquellos Peep-shows se incrementó de forma notable. Aquellas barras despertaban la imaginación sobre lo que podían ocultar y los usuarios se afanaban por ver más allá de lo evidente. Algo así como aquellas películas porno codificadas de no hace mucho tiempo, que tenían un índice de audiencia que se escaparía de cualquier lógica razonable. Una vez más el hecho de sugerir tiene más interés que el de mostrar. 

La tentación de San Antonio
En 1895, un inventor en nómina de la compañía de Edison, William Kennedy Dickson, se independizó y creo su propia empresa, la American Mutoscope y Biograph Company, utilizando su propia patente de captura de movimientos, el Mutoscope, siendo también un proveedor habitual de los Peep-shows. Dickson utilizaba el truco de ajustar unas mallas al cuerpo de la actriz de turno para dar la sensación de desnudo integral, tal y como lo podemos observar en su producción de 1900 "La tentación de San Antonio".
La pornografía no sería ajena a todo este fenómeno y sus creaciones vieron la luz casi al mismo tiempo que esta incipiente forma de erotismo. Curiosamente uno de los primeros pioneros fue Eugène Pirou, que había sido conocido por ser el primero en producir una película sobre la vida de Cristo, pero que entendió que en la pornografía había todo un suculento negocio, dando lugar a la filmación de una de las primeras películas del género titulada "Léar". Tras estos inicios, el cine demostraría, a lo largo de su historia, que sería el conductor ideal para el erotismo y que, del mismo, surgirían mitos de incuestionable atractivo. Pero eso, es otra historia.




domingo, 18 de noviembre de 2012

HA MUERTO UN PAYASO

Una tarde cualquiera de los años 70 me tropecé con ellos. No era necesario realizar zapping alguno, por entonces en mi casa solo se podía ver un canal, así que difícilmente era evitable tropezarse con lo que aquella televisión tuviera en gracia emitir. Gracia, por cierto con más habilidad, calidad e intelecto que lo que vomitan hoy muchas cadenas generalistas. Llamaba mucho la atención de aquellos payasos, conocidos desde entonces como los de la tele, un hecho diferenciador y una identidad propia, que apenas iban maquilados. Su única máscara ante el público eran una peluca y una nariz de payaso, aparte de sus vestimentas y zapatones. El payaso blanco, el que representa la sensatez del grupo, no presentaba ningún adorno especial que ocultara su rostro. Gaby, Fofó, Miliki y Fofito tenían la virtud de ofrecer un humor sencillo y directo, sin alambiques de payasos intelectuales o demasiado perdidos en la parafernalia. Además ofrecían algo novedoso, una historia propia en cada capítulo, plena de situaciones chapuceras y absurdas. Fofó y Miliki representaban a dos trotamundos que aspiraban a ser churreros, pero siempre intentaban progresar en la vida realizando trabajos para los cuales no estaban cualificados. Fontaneros, albañiles y otras profesiones, eran el vehículo ideal para el caos, que siempre sufrían en sus carnes Gaby o el señor Chinarro. Éste último se había convertido en el quinto payaso, emulando lo que años atrás había sucedido con Margaret Dumont y los hermanos Marx. Vistas hoy, aquellas historietas guardan toda su frescura, dentro de la ingenuidad y del humor blanco tan aparentemente fácil de hacer, pero que guarda una dificultad ciertamente notable. 
Hoy ha fallecido Emilio Aragón Bermúdez, también conocido como Miliki, se ha reunido con sus hermanos Gaby y Fofó y para siempre recordaremos que, en un momento de nuestra infancia, nos hizo sentir el placer impagable de una sonrisa y la carcajada feliz que sólo los niños pueden expresar.

viernes, 16 de noviembre de 2012

HUMOR TONTO PARA GENTE INTELIGENTE



Navegando cual argonauta, perdón quise decir internauta, por la blogosfera me tropecé con las ilustraciones de Eduard Fortuny, muestra inequívoca de buen humor y buen hacer que me parecieron muy divertidas. Aquí les traigo una muestra, pero para el que esté interesando no pierda la oportunidad de visitar su blog:




martes, 13 de noviembre de 2012

EL FUTURO Y LA DESOLACIÓN

Para cada uno de nosotros la vida es algo tan ligado a nosotros mismos, que es imposible vislumbrar más allá de nuestras propias aspiraciones. Nuestros sentido de la realidad es preso de nuestros sentimientos y de nuestro criterio. El futuro nos importa en cuanto nos condiciona, ya sea para nuestro propio ego o para quienes nos rodean. Ir más allá de lo tangible pertenece a una frontera que, cuando hemos intentado penetrarla nos ha resultado tan doloroso, que hemos necesitado crear todo un ideario basado más en la fe que en una certeza. La muerte es el final para unos y para muchos otros es una puerta hacia otra forma existencial. Que tales aspiraciones sean ciertas o no, esa es otra historia. No obstante, los más optimistas y también los que no lo son, les han otorgado el don de la inmortalidad al resultado de algunas creaciones de la humanidad y, por lógica, a algunos de sus talentos más destacables. 
Claro que, a otro nivel, la evolución de los acontecimientos se nos antoja tan fuera de nuestro control, que nos abruma sin piedad. Hace algunos días leía, en el siempre interesante blog de Octopusmagnificens, una serie de predicciones de los científicos sobre el futuro no ya solo de nuestro mundo, sino también del Universo que le rodea. Acontecimientos que, desde luego, son meras hipótesis pero con un grado de verosimilitud ciertamente respetable. He elegido sólo algunas de esas incursiones en el futuro por parecerme las más interesantes, pero todo aquel que quiera acceder al contenido completo puede hacerlo con el siguiente enlace:

 http://octopusmagnificens.blogspot.com.es/2012/10/posible-futuro-de-la-tierra-el-sistema.html

EL FUTURO QUE VENDRÁ:

-Dentro de 50.000 años, el actual periodo interglaciar concluye y la Tierra entra en una nueva edad de hielo.
-En 500.000 años y suponiendo que no sea desviado, la Tierra recibe el impacto de un meteorito de un kilómetro de diámetro.
-En 50 millones de años y por su movimiento hacia el norte con la falla de San Andrés , la costa de California comienza a ser subducida por la  fosa de las Aleutianas. Así mismo, África colisiona con Eurasia y forma una cadena montañosa similar al Himalaya.
-En 100 millones de años, la Tierra recibe el impacto de un meteorito similar al de la extinción masiva de los dinosaurios en el Cretácico-Paleógeneo.
-En 250 millones de años, los continentes de la Tierra se fusionan en uno solo: Pangaea Ultima.
-En 800 millones de años, la luminosidad del Sol ha subido un 10%. Interrupción de la fotosíntesis por la caída en los niveles de CO2. Extinción de la vida multicelular.
-En 1.000 millones de años, evaporación de los océanos de la Tierra. Se conservan oasis de agua y vida unicelular en los polos. En 1.600 millones de años, se extingue toda forma de vida en la Tierra.
-En 2.300 millones de años, se enfría el núcleo externo de la Tierra. Muerte del campo magnético terrestre.
-En 3.600 millones de años, las condiciones en la Tierra son similares a las de Venus hoy.
-En 7.900 millones de años, el Sol alcanza su máximo diámetro, destruyendo Mercurio, Venus y probablemente la Tierra. Temperaturas agradables y aptas para la vida en Titán.
-En 8.000 millones de años, el Sol evoluciona a enana blanca.
-En 14.000 millones de años, el Sol es una enana negra.
-En 100 billones de años, estimación alta para el término de la formación de estrellas en las galaxias.
-En 120 billones de años, en el Universo ya no hay estrellas y sólo quedan remanentes estelares como las enanas marrones, las enanas negras y los agujeros negros.

Después, en medidas de tiempo que nos superan:


  • Desintegración de todos los nucleones del Universo.
  • Entrada en la Era de los Agujeros Negros, los únicos objetos del Universo.
  • Desintegración de los Agujeros Negros mediante la radiación de Hawking. 
  • Entrada en la Era Oscura, en la que sólo existen partículas subatómicas, conduciéndose poco a poco hacia el estado final de la energía, o máxima entropía.
  • Las fluctuaciones cuánticas aleatorias generan un nuevo Big Bang.

Decía Stephen Hawking que, en los principios del Universo que conocemos, hubo un fallo en la geometría de la materia, lo que posibilitó romper el inmovilismo e iniciar su oportuna evolución. Toda una cadena de condicionantes, condimentada con algo de azar, nos ha traído hasta aquí. A simple vista daría la impresión que no es nada significativo, y que nuestra agitada historia de violencia y logros no merece apenas un parpadeo, que todos esos esfuerzos, fundamentados en tropiezos y éxitos, han sido tan solo el fútil deseo de permanencia de una criatura apenas visible a los ojos de la inmensidad. Nada quedará de nosotros, ni tan siquiera la inmortalidad de nuestras obras. Algún día, en el espacio y en el tiempo, se olvidará para siempre La quinta sinfonía de Beethoven, el Quijote de Cervantes, Ciudadano Kane de Welles o La sagrada familia de Gaudí, perderemos para siempre a Marilyn Monroe, Elvis y al Che Guevara, caerá en el más profundo desconocimiento lo que hemos sido y nuestra inherente capacidad de superación. Es para pensarlo muy detenidamente, porque la sensación de provisionalidad que nos produce tan gigantescos mecanismos, nos puede sumir en la desesperación. Podría ser un camino fácil, dejarse llevar por un hondo pesimismo, aunque quizás deberíamos llegar a la conclusión de que, en el fondo, todo ese carácter efímero de nuestra existencia, de nuestro significado como especie, es todo un regalo, una experiencia sin parangón, algo a lo que debemos aferrarnos como el sublime deseo de constatar que un día, perdidos en la inmensidad del tiempo, estuvimos aquí y supimos exprimir la vida.


Quizás la mejor forma de contemplar todo esta vorágine de cifras y cambios, sería con un diálogo que se produce en la película de Woody Allen, "Annie Hall". La madre del pequeño Alvy acude al médico y en la consulta se disecciona un problema y su más que lógica solución:

Madre- Está deprimido y cuando está deprimido no puede hacer nada.
Médico- ¿Por qué estás deprimido?
Madre- Díselo al doctor. Es por algo que ha leído.
Médico- Algo que ha leído...
Alvy- El Universo se expande.
Médido-¿El Universo se expande?.
Alvy- Bueno, el Universo es todo y si se expande algún día estallará, y eso será el final de todo.
Madre- ¡Eso no es asunto tuyo!. ¡Ha dejado de hacer sus deberes!.
Alvy- ¡Claro, para qué!.
Madre- ¡Qué tiene que ver el Universo contigo, Brooklyn está aquí y Brooklyn no se expande!.
Médico- Y no lo hará en millones de años Alvyn. Por eso hay que intentarlo pasarlo bien mientras estemos aquí, eh, eh, jajajajaja....





viernes, 9 de noviembre de 2012

GRANDES FRASES DE CINE: EL SUEÑO ETERNO

 
Son muchas las anécdotas que hacen referencia al intrincando argumento de "El sueño eterno", algunas reales y otras solamente leyenda. Pero, en lo que se refiere a la trama que da vida a esta muestra impecable de cine negro, hay que dejarse llevar por sus afilados diálogos y olvidar que toda la madeja del lío que pretende desenredad es un desafío encomiable, aunque poco recomendable. Demasiados muertos y demasiadas pistolas en un mar de escenarios y giros algo confusos, pero absolutamente perdonable si quienes están detrás de toda esta entelequia son Howard Hawks, William Faulkner, Leigh Brackett, Jules Furthman y el autor de la novela original, Raymond Chandler. Son muchos los diálogos a recordar y aquí les ofrezco una pequeña muestra, aunque siempre me fascinó el climax sexual entre los personajes interpretados, en una breve escena, por Humphrey Bogart y una casi irreconocible Dorothy Malone.

Philip Marlowe ................. Humphrey Bogart
Vivian Rutledge ................ Lauren Bacall
Carmen Sternwood .......... Martha Vickers
General Sternwood .......... Charles Waldron



Bibliotecaria- ¿Ha encontrado lo que deseaba?
Marlowe- Sí, gracias.
Bibliotecaria- No parece usted un hombre interesado en primeras ediciones.
Marlowe- Ehh..., también hago colección de rubias. 


Vivian- No me gustan sus modales.
Marlowe- A mi tampoco los suyos y no he pedido esta entrevista, a mi tampoco me gustan mis modales, me hacen llorar las noches de invierno y me importa tanto que le moleste como que se tome la sopa con tenedor. 


Vivian- Caramba, no va muy arreglado.
Marlowe- Ni tampoco soy muy alto. La próxima vez vendré con tacones, corbata blanca y una raqueta de tenis.
Vivian- Dudo que eso sirviera de algo (…). ¿Cuál será su primer paso?
Marlowe- El de costumbre.
Vivian- No sabía que hubiera una costumbre.
Marlowe- Está explicada con esquemas en la página 47 de “Cómo ser detective privado en diez fáciles lecciones”.



Marlowe- Levántese, Carmen. Parece usted un pequinés.


Marlowe- General, vigile a su hija,  ha intentado sentarse sobre mis rodillas cuando yo aún estaba de pie.


General Sternwood- ¿Cómo la gusta el coñac?
Marlowe- En un vaso.


General Sternwood- ¿No le gustaba trabajar para el fiscal?
Marlowe- Me despidieron por insubordinación. Siempre he sido bueno en eso.


Carmen- Tú no eres muy alto
Marlowe- Te juro que yo hice lo que pude.


Carmen-  Me gusta usted. Me gusta.
Marlowe- ¿Sí? Pues aún no ha visto lo mejor. Tengo una danzarina balinesa tatuada en el pecho.


Marlowe- ¿Quién es?
Norris- La señorita Carmen Sternwood.
Marlowe-  Quítenle el biberón, ya es mayorcita.


Marlowe- Dime la verdad porque no abofeteo bien a estas horas de la noche. 


Vivian- Bien, hablando de caballos, antes de apostar me gusta ver cómo arrancan, cómo corren y cómo van en la carrera. Me parece que a usted le gusta arrancar fuerte
Marlowe- Por mi parte, creo que tiene usted cierta clase, pero no sé adónde puede llegar, ni cuánto puede correr
Vivian- Eso depende bastante del jinete.




 Vivian- Ha ido demasiado lejos Marlowe.
 Marlowe- Duras palabras para un hombre, especialmente cuando está saliendo de su dormitorio.


Vivian- Es usted guapo
Marlowe- Y cada minuto que pasa lo soy aún más.





viernes, 2 de noviembre de 2012

EL IMPERIO LUCAS EN MANOS DE DISNEY

Seguramente es una soberana tontería, pero con la venta de Lucasfilm a la compañía Disney, me siento como si algo de mi propiedad hubiera sido usurpado. Los que nos educamos en una galaxia muy lejana, entre sables láser, jedis, soldados imperiales y estrellas de la muerte, sentimos que toda esa iconografía creada por George Lucas era un poco nuestra. La primera trilogía que llegó a las pantallas se convirtió para nosotros en algo más que una simple propuesta de ciencia ficción. Fuimos legión los que primero la disfrutamos en las salas de cine y después la machacamos una y otra vez en VHS. Nos hicimos fieles seguidores de sus personajes, nos aprendimos de memoria sus diálogos, construimos maquetas del Halcón Milenario y alguno compró su propia espada láser, un arma noble para tiempos menos abyectos. Es un misterio entender en que méritos se basa una propuesta cinematográfica para convertirse en un mito, en un film de culto, en algo que trasciende al mismo arte del que procede. Soy un incondicional absoluto, hasta tal punto de sumarme a los que defendemos también la última trilogía, tan denostada y odiada por muchos. Creo que ese final en el que Anakin Skywalker se transforma en Darth Vader, con la marcha imperial de Williams sonando como un susurro, merecía todos los errores cometidos por Lucas en su ejecución. 

Fue mérito de Lucas, y también por supuesto de Spielberg, habernos ofrecido el renacimiento del cine de aventuras en su versión más clásica con Indiana Jones, una saga irregular pero de incuestionable interés, con una obra de gran calibre como fue "En busca del arca perdida" que atesoraba grandes momentos entre acción y misterio a partes iguales. La aportación de Industrial Light and Magic es inconmensurable y, a tan reputada compañía de efectos especiales, le debemos aquellos dinosaurios de "Parque Jurásico" que nos dejaron sin aliento en su primera aparición. Aquel tyrannosaurus rex, que hacía vibrar un vaso de agua, nos dejó clavados a la butaca, invocando a todas las criaturas salidas de la mano de aquel otro genio llamado Harryhausen. 
 

Leyendo esta entrada parece dar la sensación de que hablamos de la muerte de un creador como Lucas, aunque lo cierto es que se trata de una simple transacción comercial, de dinero, de mucho dinero, concretamente 4.050 millones de dólares. A sus casi 70 años, el responsable de Star Wars ha debido de considerar que había llegado el momento de entregar su legado para que otros continúen en el futuro. Había manifestado que ya no habría más entregas de la saga galáctica, aunque en el fondo muchos pensábamos que sólo era una estrategia, que un negocio de tanta rentabilidad no podía permanecer demasiado tiempo aletargado. En Disney se habla ya del 2015 como la fecha de estreno de un posible Episodio VII, y muchos son los que piensan que tal proyecto estará contaminado por las propuestas infantiles habituales de la compañía del ratón Mickey, como si Lucas estuviera libre de pecado de aportaciones pueriles. Es pronto para emitir un juicio certero de lo que podrá ser esa nueva entrega y mucho dependerá de los responsables en los que recaiga semejante encargo. Disney se está convirtiendo en un gigante que lo devora absolutamente todo, tal y como lo demuestra su adquisición de la compañía de Jin Henson y sus teleñecos, exceptuando Barrio Sésamo, de Pixar y de Marvel. 


Una tarde del año 1977 mi rostro se iluminó por completo con una nave especial de dimensiones infinitas que cruzaba la pantalla. Fue el inicio de un viaje extraordinario, comandado por un genio llamado George Lucas, que demostró su talento como creador más que como director o guionista, pero su universo particular nos ha acompañado durante varias décadas. Otros han retomado su labor y sólo cabe esperar que la fuerza les acompañe...