Jean es un tipo normal, uno mas del engranaje del sistema, uno más entre muchos que vive una vida gris y monótona en un París despojado de cualquier atisbo romántico. Una noche se dispone a divertirse en compañía de su novia, Janine, pero la diversión de ambos es quemar el tiempo para que todo pase y nada llegue. Después de una aburrida riña, Jean se marcha solo a su casa, pero jamás llegará, pues sin darse cuenta acaba de entrar en otra dimensión, conocida como la ciudad, un lugar extraño e infinito habitado por náufragos de todo el mundo y de otras épocas, en donde salvar la vida es el principal hecho cotidiano. En la ciudad encontrará a Karen, una prostituta, que le ayudará a sobrevivir en un mundo fantástico y verdaderamente peligroso. Este es el argumento de "Ciudad" del guionista argentino, prematuramente desaparecido, Ricardo Barreiro y del dibujante Juan Giménez y ambos nos sumergen en una aventura épica de dos personas que buscan, desesperadamente, una salida de una ciudad sin límite y que esconde un sinfín de peligros en cada recoveco de sus singulares calles.
Vito es un pobre diablo, un buscavidas de la ciudad de Metropol, cuyo único objetivo en este cochino mundo es ganar un millón antes de cumplir los 20 años para montar un negocio que le permita ser rico y vivir como los grandes. Tiene un grupo de rock, pero su principal actividad es el trapicheo, la estafa y el robo. Sus planes se truncan cuando recibe la notificación de incorporarse al servicio militar, de forma inmediata, y de nada le servirá la ayuda de su compinche "El chato" para intentarse zafar de sus obligaciones con la patria. Con estas mimbres arranca esta peculiar historia del marginado "Vito" y su experiencia en la popularmente conocida "mili". Segura y Saladrigas son los responsables de las peripecias de su personaje, con un tratamiento que va desde el realismo más sórdido hasta el absurdo más divertido.
Beto Benedetti es un inmigrante del sur que vive en una ciudad opresiva en un futuro no muy lejano, en donde existen ciudadanos de primera y de segunda clase y un mundo en el que el estado lo controla todo a modo de gran hermano. La represión es algo cotidiano y la infelicidad se apodera de muchos de los habitantes de este futuro gris, pero, a diferencia de otras historias, nuestro protagonista intenta sacar el mejor partido posible a su controlada vida, en forma de iconoclasta y socarrona respuesta al poder. El encargado de plasmar esta historia, tanto como guionista como dibujante, es el maestro argentino Horacio Altuna, especialmente hábil en desnudos femeninos, a la altura de Luis Royo o Milo Manara.
Aniceto Papandujo es contratado por Atilo Pérrez, jefe de la F.E.A. (federación espías asociados), para que elimine al Superintendente de la T.I.A., usando como arma las malas artes de la brujería que domina el tal Aniceto. A partir de ese momento una serie de maleficios y encantamientos se apoderan del cuartel general del Superintendente Vicente y de todos sus agentes, en especial de Mortadelo y Filemón. Estas son las premisas con las que se desarrolla "El Brujo", una de las mas hilarantes aventuras de los personajes creados por Ibañez. No la he escogido por su dibujo elaborado, para eso me hubiera inclinado por "El sulfato Atómico" o "Valor y al toro", sino por su descacharrante argumento lleno de situaciones absurdas y surrealistas, siempre bañadas por el típico sentido del humor inofensivo de Francisco Ibáñez. Lamentablemente las adaptaciones al cine no han sido demasiado afortunadas, captando en muy contadas ocasiones la idiosincrasia singular que rodean al mundo de Mortadelo y Filemón.
Con el mundo al borde de una guerra nuclear, al amparo de la noche, es asesinado El Comediante, un superhéroe que trabaja a las ordenes del gobierno norteamericano. Un antiguo amigo, Rorschach, cree que alguien planea matar a los vigilantes y con la ayuda del Búho nocturno inician una investigación que les llevará a las puertas de una conspiración de consecuencias trágicas para la humanidad. "Watchmen" es uno de los cómics de culto más emblemático para los aficionados al género de los superhéroes, y representa un grado de complejidad tal, que es en sí un tratado psicológico sobre la condición de héroe o villano y de la estrecha línea que los separa. No en vano su guionista es nada más y nada menos que el mítico Alan Moore, responsable, entre otras, de las novelas gráficas "V de Vendetta", "Desde el infierno", "La liga de los hombres extraordinarios" o "La cosa del pantano". A los lápices está Dave Gibbons, ganador del premio Eisner, que cumple eficientemente su labor de ilustrador de este denso y complicado cómic. Aunque los más fervientes admiradores y fetichistas de esta obra criticaron su adaptación al cine, creo sinceramente que el trabajo de Zack Snyder es elogiable, pues ha sabido plasmar casi al completo el complejo mundo de "Watchmen", modificando mínimamente su trama argumental hasta el punto de mejorarla.
Vito es un pobre diablo, un buscavidas de la ciudad de Metropol, cuyo único objetivo en este cochino mundo es ganar un millón antes de cumplir los 20 años para montar un negocio que le permita ser rico y vivir como los grandes. Tiene un grupo de rock, pero su principal actividad es el trapicheo, la estafa y el robo. Sus planes se truncan cuando recibe la notificación de incorporarse al servicio militar, de forma inmediata, y de nada le servirá la ayuda de su compinche "El chato" para intentarse zafar de sus obligaciones con la patria. Con estas mimbres arranca esta peculiar historia del marginado "Vito" y su experiencia en la popularmente conocida "mili". Segura y Saladrigas son los responsables de las peripecias de su personaje, con un tratamiento que va desde el realismo más sórdido hasta el absurdo más divertido.
Imaginen que Superman en vez de aterrizar en Estados Unidos lo hubiera hecho en la URSS. Este es el ingenioso argumento escrito por el guionista Mark Millar y dibujado por Dave Johnson y Kilian Plunkett que lleva el sugestivo título de "Superman Rojo". En este cómic el superhéroe más representativo de DC es un aliado de Stalin, mientras en América Lex Luthor, casado con Lois Lane, tiene como misión del gobierno el crear un arma que neutralice a Superman. Cuando Stalin muere, nuestro singular héroe toma, a regañadientes, las riendas del país y por medio de sus innumerables poderes impone un bienestar general pero ausente de libertad, teniendo como adversario un héroe de la resistencia, cuyos padres fueron asesinados en las purgas comunistas, y que recibe el nombre de Batman. Historia bien escrita y dibujos correctos en donde lo único que desentona es la aparición del supervillano Brainiac.
Martínez el Facha fue creado por Kim en el año 1977 y se publica regularmente en la revista "El jueves". Sus historias delirantes y las desgracias que siempre terminan padeciendo los personajes hacen que al final, y a pesar de su ideología, resulten tremendamente entrañables. El protagonista es Martínez, casado, y en cuyo domicilio vive de gorra su yerno Martín, especialista en buscarse la vida sin pegar golpe, y, como refugiado político, el padre Bocquerini. Martínez y su fiel amigo Adolfito siempre tienen que cumplir el descabellado plan de su jefe el Señor Morales. Sería difícil resaltar alguna historia por encima de las demás, pues la mayoría son francamente buenas, aunque si me tuviera que decidir elegiría aquella en la que nuestros personajes se embarcan como voluntarios en la guerra de Irak. Por cierto, que magnífica recreación de Martínez el Facha podría haber realizado José Sazatornil.Beto Benedetti es un inmigrante del sur que vive en una ciudad opresiva en un futuro no muy lejano, en donde existen ciudadanos de primera y de segunda clase y un mundo en el que el estado lo controla todo a modo de gran hermano. La represión es algo cotidiano y la infelicidad se apodera de muchos de los habitantes de este futuro gris, pero, a diferencia de otras historias, nuestro protagonista intenta sacar el mejor partido posible a su controlada vida, en forma de iconoclasta y socarrona respuesta al poder. El encargado de plasmar esta historia, tanto como guionista como dibujante, es el maestro argentino Horacio Altuna, especialmente hábil en desnudos femeninos, a la altura de Luis Royo o Milo Manara.
Ramón Tosas Fuentes, popularmente conocido como Ivá, fue responsable, entre otros, de dos personajes ya emblemáticos como fueron Makinavaja "El último choriso" y el sargento Arensivia como protagonista de "Historias de la puta mili". Sus relatos son realmente divertidos, porque Ivá no solo nos ofrece un tipo de dibujo realmente delirante, sino que además inventa un lenguaje muy peculiar que, con solo leerlo, nos induce la sonrisa más sincera. Ivá trabajó en las revistas satíricas "El Papus", "Hermano Lobo", "Barrabás" y el "Jueves", y un accidente de tráfico nos privó de su genio un 22 de julio de 1993.
El día que murió Gwen Stacy fue un día señalado para la historia de la Marvel, entre otras cosas, porque nadie tendría garantizada su vida en el intrincado mundo de las luchas de superhéroes y marcaría profundamente la trayectoria individual de Spiderman. Dibujada magistralmente por Gil Kane, la historia es emocionante hasta la médula y se llevará también por delante la vida de un clásico entre los villanos como era el Duendecillo Verde.
Bajo el título de "Cosmopolis" Rafael González Negrete nos ofrece un trabajo realmente interesante, en donde se nos cuentan las andaduras de varios personajes, humanos y extraterrestres, cuyo denominador común es que se desarrollan en el planeta Cosmopolis. Son varios cuentos de ciencia-ficción, algunos con mensaje y otros cargados de ironía, realizados con gran talento y eficacia. Especialmente jocoso es el que nos cuenta la historia de un extraterrestre enamorado de una humana que, por temor a ser rechazado por su aspecto, transfiere su mente a la de un vagabundo de raza humana, terminando el relato con una sorpresa especialmente hilarante.
Los Profesionales narra las peripecias de una redacción de historietas gráficas, haciendo especial hincapié en aquellas anécdotas más divertidas. Carlos Giménez es uno de los historietistas españoles que más prestigio ha alcanzado en su carrera profesional, incidiendo especialmente en su vocación de denuncia política, a veces cargada de excesiva moranila, siendo mi opinión que esta obra que nos ocupa está libre de tales influencias y es realmente un sano ejercicio de diversión.
Muy bien, Sr. Cahiers, me ha encantado que pusiera en su lista las desventuras de Aniceto Papandujo, que sin ser la mejor obra de Ibáñez es divertídisima, con un impagable Atilo Pérrez como director de la F.E.A. y con gags memorables como áquel en Aniceto dice aquello de "¡Je, je! el Súper ya debe estar en las fauces de algun brontosaurio..." para pasar a continuación lo inevitable...
ResponderEliminarPor cierto, lo mismo no le interesa el tema, pero en mi blog hay novedades en forma de divertimento Eurovisivo...
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