jueves, 21 de julio de 2011

SHANE Y WILSON, DOS PISTOLEROS DE LEYENDA

George Stevens quería que el pistolero Jack Wilson, interpretado por Jack Palance, de "Raíces profundas" fuera un individuo contundente. En la primera escena en la que aparecía, debería aparecer raudo y veloz, llevando su caballo al galope, deteniéndose en seco y saltando del mismo con suma energía. Claro que, todo ese planteamiento inicial quedó en el aire de los sueños imposibles, cuando el actor le comunicó al director que lo que en realidad se le daba bien era pilotar bombarderos, pero que lo más cerca que había estado de un caballo había sido contemplando algunas pinturas del oeste. Eso fue un contratiempo para Stevens, cuya idea preconcebida del pistolero rápido y de nervio a flor de piel quedó relegada, sobre todo cuando el actor, en su enfrentamiento con el granjero Torrey, antes de matarlo se colocó parsimoniosamente unos guantes. El motivo era que, había estado tanto tiempo ensayando con el revólver, que le habían salido unas llagas que le impedían esa rapidez solicitada. A pesar de que, en un principio, no parecía del agrado del director, lo cierto es que todas estas circunstancias convirtieron al pistolero Jack Wilson en un personaje sumamente interesante. Actúa despacio, al acecho, como una mantis religiosa, es frío y calculador, sabe cuando y como provocar a su adversario. La primera vez que se encuentra con su oponente, Shane, baja casi a cámara lenta del caballo, se acerca a un barril de agua y bebe muy despacio con sus ojos clavados en su posible enemigo. No se altera en el encuentro previo con Torrey, cuando éste, en un acto de bravuconería, rompe la puerta de la taberna. Wilson sólo comenta, "vaya, un exaltado" y asume que tal condición le servirá después en ese futuro duelo tan desigual como previsible. Duelo, por otra parte, magistralmente dirigido por Stevens, en el que el pistolero permanece en un plano superior, signo evidente de su ventaja, mientras Torrey camina torpemente hundiendo sus pies en el barro. Es carne de cañón y el primer aviso de que la guerra entre agricultores y ganaderos dejará de ser una simple provocación. La frialdad que emana el personaje, me recuerda a otro magnifico western, "Sin perdón", y a la escena en la que Gene Hackman, en su papel de Little Bill Daggett, describe al pistolero Bob, el inglés (Richard Harris), argumentado que era bueno, no porque fuese el mejor, sino porque era capaz de mantenerse tranquilo cuando los demás perdían la cabeza.



Alan Ladd no contaba, en un principio, con las simpatías de Stevens que prefería dar el papel a Montgomery Clift, pero, a causa del escaso interés mostrado por éste, la elección final recaería en el actor de "La llave de cristal". Eran muchas las dudas que acechaban sobre su interpretación. Considerado demasiado bajo para el papel y un actor de reducidos recursos, Alan Ladd, supo componer a la perfección el retrato de un pistolero al que el pasado le persigue como un fantasma. Una suerte de conciencia armada con revólver. Shane es el reverso de la misma moneda que representa Wilson. Ambos son pistoleros de un mundo que está cambiando y que vaticina su final. La historia se enmarca en un escenario real, la guerra de Johnson County en 1892, en la que los ganaderos y los agricultores disputaban sus diferencias a sangre y fuego. En esta película el personaje Rufus Ryker representa el pasado, en la emblemática figura del pionero que arrebató las tierras de pasto a los indios por la fuerza. Los agricultores, en cambio, representan el futuro, están organizados y su condición asamblearia les asegura un futuro difícil pero incuestionable. Indicativo de todo esto es la mítica y larga secuencia del entierro, en donde ese poder de unión se manifiesta en un acto de rebelión contra la fuerza abusiva de quien ostenta el poder. Por otra parte, toda esa secuencia está como suspendida en el tiempo, como en los cuadros de Millet. Wilson representa también ese pasado, en el que la ley era algo menos que una quimera. Shane viene también de ese mundo, pero a diferencia de su rival, busca la redención, la oportunidad de pertenecer a un mundo que le es ajeno, el de la familia y la tierra, en definitiva buscar un lugar en el mundo. Pero, uno es lo que es y nada puede evitar que así sea. Shane, al igual que el Ethan de "Centauros del desierto" está condenado a vagar por el estrecho sendero de la soledad. En ese testimonio final que el pistolero relata al pequeño Joey, se encuentra la esencia de su personaje, lo que al fin y al cabo es la razón de su condición. "No se puede convivir con un asesino" le confiesa, e inicia su marcha, alejándose de un mundo que no le pertenece. Se adentra en el ámbito de las sombras, cabalga en ese plano final como un espectro por un cementerio (aspecto que se pontenciará en la revisión que sobre el mito realizó Eastwood en "El jinete pálido"), atestiguando que, tanto él como el difunto Wilson, pertenecen al pasado. Emulando una frase de "Hasta que llegó su hora", son hombres, una vieja raza que está condenada a desaparecer.




Para terminar, dos vídeos de ese final mítico de "Raíces profundas", clase magistral de puesta en escena, de encuadre, de ritmo y planificación. Uno de ellos doblado y el otro en versión original. No perderse las voces de los actores, sobre todo la de un Alan Ladd sin cuya aportación no se hubiera obtenido un personaje del laconismo y profundidad de Shane. Un pistolero que se redime y se condena al mismo tiempo.


28 comentarios:

  1. Tremendamente interesante esto que cuentas aquí. Yo hace mucho tiempo que no veo este clásico, pero te diré que el personaje del pistolero Jack Wilson es uno de mis favoritos de siempre de toda la historia del cine. También tiene mucho que ver en esto que lo interpreta Jack Palance, genuino como él solo y para mí de lo mejor que ha dado la gran pantalla. Buen western este "Raíces profundas" y buen trabajo el tuyo, eremita Cahiers.

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  2. A mi los diálogos repletos de "caracoles" y "diablos" me rompían los esquemas, nunca me han gustado las de pistoleros.

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  3. Una vez más me deleito con las anécdotas que hacen únicas a las películas no sabría cual destacar pero la primera con la que empiezas este post es fantástica (la de que Jack Palance sabía pilotar bombarderos pero no tenía ni idea de lo que era un caballo).

    La frase del pistolero Bob explicando que era "bueno" porque fuese capaz de mantenerse tranquilo mientras los demás perdían la cabeza la comparto plenamente. Ahi quisiera llegar yo.

    En fin, entre Clementine y tú, ya tengo mis encicopedias cinematográficas a las que acudir y con las que disfrutar. Como hacía con la serie de libros de Terence Moix sobre sus Imortales del cine leerlo una y otra vez.

    Saludos,

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  4. La verdad es que el amigo Stevens se lució con este western tan bien filmado, tan bien narrado...una maravilla del genero, pero permítame una licencia cinéfila, amigo mío...yo me quedo con la revisión que hace Eastwood en El jinete pálido...no puedo evitarlo, me parece una película que ha crecido de forma colosal en estos años...

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  5. A-B-C, un honor para mí ser, junto a Cahiers (otro honor), una de tus enciclopedias cinematográficas. Mil gracias.

    Tirador, estoy de acuerdo contigo (aleluya). Vi "El jinete pálido" hace poco y me gustó mucho más que la última vez que la vi. Eso sí, no cambio a Palance-Wilson por nada en el mundo.

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  6. Qué estupendo análisis, señor Cahiers, de una de mis western favoritos. Desconocía muchas de las curiosidades que comentas. A mí siempre me ha encantado Jack Palance como Jack Wilson y siempre me ha suscitado algo de pena el pobre Torrey. Por cierto que, al pobre Torry siempre le matan. También el mismo actor cae asesinado en "Atraco perfecto". ¡Pobre Torrey! Un abrazo

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  7. Muy interesante todo el post. Jack Palance nunca fue tan inquietante como en esta obra maestra y en su papel de indio apache en "Hoguera de odios" junto a Charlton Heston. Otra vez me dejo llevar por mi debilidad por los secundarios: me encanta el papel que hace aquí Elisha Cook. Saludos. Borgo.

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  8. Hola Pepe, mis padres coincidieron en el mismo avión con Jack Palance en un viaje a Marruecos. Se sorprendieron sobre todo por la estatura del hombre... el hijo de ambos les salío aun mas alto jajajaja

    Saludos

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  9. Con lo que admiro el western (uno de mis géneros favoritos y con el que me aficioné a esto del cine) y debo admitir que no he visto "Raíces profundas". Lo sé, no tengo excusa. Bueno, sí la tengo, pero no me libra del pecado, y es que nunca me gustó demasiado Alan Ladd. Como secundario tenía un pase, pero como prota, siempre se me atragantaba.

    En fin... tendré que darle una segunda oportunida a él, y una primera a la película. Este veranito me haré un buen ciclo de cine del oeste :)

    Saludos ;)

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  10. Tal vez diga algo que alguna gente no lo acepte del todo, pero es que aún gustándome muchísimo esta peli, de un gran clasicismo y muy bien contada, prefiero algo más El jinete pálido, para mí una de los mejores westerns de Clint Eastwood.
    Montgomery Clift en el papel de Shane podía ser la caña de lo antológico que podía resultar; sólo hay que fijarse si no en Río Rojo para darse cuenta...
    No sabía que la peli estuviera basada en un hecho real; nunca está de más saberlo. Un saludo, PEPE, y excelente entrada. Hasta otra.

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  11. Raíces Profundas es el mejor western de la historia del cine. Jack Palance creó el icono clásico del pistolero malo y lo bordó con esa templanza y esa prepotencia del que se sabe mejor que todos los demás, o que casi todos... Cuando se pone los guantes no se está preparando para un duelo, sino para una ejecución. Lo del vuelo de Torrey tras el pistoletazo es antológico y su cuerpo hundido en el barro es el símbolo de lo que los ganaderos piensan de los pequeños propietarios. Es una escena absolutamente magistral.

    Esa otra escena que mencionas del entierro es otra lección de cine y es que George Stevens ha sido uno de los directores que mejor han sabido colocar la cámara. Es una de mis 5 películas favoritas. No me canso nunca de verla. La considero imprescindible.

    Por cierto, tú qué opinas?, Shane sobrevive o no al balazo?...

    El Jinete Pálido es un gran remake, pero no es Raíces Profundas.

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  12. Clementine: Pues si es una admiradora de Palance, me figuro que le gustará "Pánico en las calles" junto a otro grande como era Richard Widmark.

    Piedra: En esto hay gustos como colores, aunque bien es cierto que mi consideración sobre el Western es muy elevada. Supongo que será la herencia de una infancia televisiva llena de indios y pistoleros.

    A-B-C: Es usted muy amable, estimada amiga y para mi es un placer compartir ese honor con Clementine, referente sin par del cine clásico. Una vez más, muchas gracias por sus palabras.

    Tirador: Ya sabe querido amigo las tertulias que hemos dedicado a debatir esa leal pugna entre "Raices profundas" y "El ginete pálido". Entre genios anda el juego y no me refiero a nosotros, sino a sus directores. Bueno, supongo que también tenemos algunas dosis de genialidad...

    Clementine: Al final voy a tener que darle otro visionado al film de Eastwood.

    Marcos: En "Atraco perfecto" también sufría a manos de una terrible mujer. Y es que el amigo Elisha Cook Jr. tenía cara de victima propiciatoria.

    Miquel: Ya se lo decía a Marcos, ese Elisha Cook tiene un rostro inconfundible, una mezcla de matón de ínfima categoría y un pardillo.

    Alimaña: Eso está bien. Así que es usted candidato a la NBA.

    Pliskeen: Pues no se arrepentirá de ese visionado. Alan Ladd está muy bien, en serio. Quizás el único elemento que produce cierta fatiga sea el niño, pero ya sabe lo que ocurre con la mezcla película-niño.

    Javi: Pues ya ve que no está usted solo en esa reinvindicación de "El ginete pálido" que me la apunto para una urgente revisión. El trasfondo histórico si es real.

    Mr.Lombreeze: Pues no sabría decirle, pero esa cabalgada final por el cementerio quizás quiera decir algo. Sobre esa opinión final sobre ambos films, estoy con usted de todas todas.

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  13. Cahiers, Jack Palance a mí me ha gustado en todas las películas en las que le he visto. Y Widmark también me gusta un montón. Yo tendría que volver a ver "Raíces profundas" si quisiera pronunciarme en tu pugna con el Tirador respecto a "El jinete pálido". Pero mantengamos la calma, no nos dejemos liar por él, que luego ya sabes que todo se resume en la conclusión de que a él en realidad la que le gusta es la dichosa Gillian Anderson.

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  14. Estupenda entrada. Desconocía (o ya no recordaba) todas esas cosas que hicieron que Jack Palance tuviera que componer su personaje así.
    Aunque a mí me parece un clásico y un estupendo western, disiento de Mr.Lombreeze y no es mi western favorito (ni siquiera uno de mis cinco favoritos). Sobre la cabalgada final. De crío nunca pensé que estuviera herido de muerte... Esas cosas me vinieron a la cabeza leyendo mucho después sobre la peli.
    Un saludo.

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  15. Clementine: Debo confesar que la última vez que vi "El jinete pálido" fue hace una eternidad. Así que tendré que darle una nueva oportunidad. El Tirador es muy dado a esa clase de polémicas, como la que sotiene sobre "El último refugio" y "Colorado Territory".

    David: Cualquiera sabe lo que el destino le deparaba al bueno de Shane. Al fin y al cabo, y como se dice en la propia película, él asume que tiene los días contados.

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  16. Adoro esta película, es de mi westerns preferidos. Lo tiene todo, elevado por unos excelentes actores y un duelo interpretativo entre los antagonistas. Tremenda.

    Un saludo Pepe.

    Emilio Luna (El Antepenúltimo Mohicano)

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  17. Emilio: Creo que para muchos es una película emblemática dentro del género. Una referencia de primer orden. Saludos y gracias por su visita.

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  18. Hay que ver como te gusta chincharme amiga Clementine...bueno es verdad es que las polémicas que comenta Cahiers son gratas de llevar, especialmente porque mi buen amigo no tiene más remedio que enarbolar finalmente bandera blanca...casi como cuando se veía superado en el Fifa...pero bueno, no quiero zaherirlo de forma innecesaria...

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  19. Ya, Tirador, pero tengo razón, tengo razón, razón, razón... Y hay que ver cómo te gusta a ti chinchar a Cahiers.

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  20. Un texto muy bueno. Tanto "Raíces profundas" como "Centauros del desierto" muestran señas del western crepuscular que dominaría el panorama un par de décadas después. Así lo mencionas: "vieja raza a punto de desaparecer". Y en cuanto a pistoleros rápidos, fríos y calculadores, William Munny en "Sin perdón" aludía a que siempre estaba demasiado borracho: quizá esa sea la condición suficiente para ser una asesino sanguinario: no enterarse de que estás apretando el gatillo.
    Saludos.
    Viva el western!

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  21. PEPE, solo tienes que eliminarme de la lista del blogroll y después volver a meter mi dirección en añadir. En teoría debería aparecerte cinódromo en vez de CinódromO. Un saludo y gracias, PEPE, salga o no salga ;-)
    Por cierto: a mí me gusta algo más El jinete pálido, pero la diferencia es prácticamente insignificante. Raíces profundas es uno de los westerns clásicos más memorables, y eso es mucho decir; además es la primera. De todas formas a mí ese estilo entre spaghetti y clásico que le mete Clint Eastwood a su peli me resulta fascinante. Raíces profundas va más en ese estilo de Hollywood en el que las peleas, que parecen sacadas de una peli de John Ford, y los puñetazos que se dan en ellas parecen no doler tanto, y en la que los personajes no tienen tantos claroscuros morales. La épica de Raíces profundas es más grande y hermosa y el protagonista, Alan Ladd, aunque guarda cierto misterio relacionado con su vida y sus propósitos, en el desarrollo de su personaje se puede observar la bondad que guarda y la valentía que tiene que ver con el compromiso adquirido con esa familia que lo acoge como si fuera uno de los suyos. En El jinete pálido, sin embargo, Eastwood no pierde el misterio en ningún momento; hay una especie de componente oscuro y de misticismo que envuelve el personaje que a mí me engancha mucho... aunque también sea un tío noble. De todas formas entiendo que a la gente que dice que es bastante mejor Raíces profundas. Esa peli es mítica…
    Un saludo, PEPE.

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  22. Imagino que por algo es uno de los clásicos definitivos del western. Aunque es una de mis grandes pendientes. No puede permitirme estar más tiempo sin verla.

    Saludos

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  23. Joder Pepe, me he quedado embobadico leyendo el post. Como dominas el género! Lamento decir que no he visto Raices profundas pero después de leer tu post no me puedo resistir. Y más si sacas a la palestra Centauros del desierto y Sin perdón.
    Me la veré!!

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  24. Tirador: ¿Superado en el FIFA? Porque no creo que a nadie le interese el tema, de lo contrario publicaría las estadísticas y ya hablaríamos...

    Clementine: No entre en el juego del Tirador, que, por lo que veo, además de polemista es un pelín manipulador.

    Licantropunk: Ese personaje de William Munny hablaba de él mismo como si en realidad fuera alguien distinto, un desdoblamiento de su personalidad.

    Javi: Tomo nota y lo soluciono. Y su comentario merecería formar parte de esta entrada. Muy bueno.

    Möbius: Pues aproveche estas largas noches de verano para darle una oportunidad. No se arrepentirá.

    Lazoworks: Es usted muy amable. Ya puede ponerse la tarea de ver si o si este gran western. Al fin y al cabo, yo fue capaz de tragarme "Keoma", aunque le advierto que poco tiene que ver uno con otro, o a lo mejor si tienen mucho en común...

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  25. Vaya, me paso a ver qué habías contestado a mi comentario y veo que no comenté. Bueno, lo hago ahora.

    Recuerdo alguna de las escenas que comentas, pero no la película ya que era un chaval cuando la vi, lo que sí me han gustado son las anécdotas que comentas, son geniales.

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  26. natsnoC: No te preocupes, a mi me pasa igual, al final ya no se ni por donde ando, si he comentado en unos y en otros. Un lio. Esta película era antes todo un clásico de tv, pero ahora, lamentablemente, ya no. Procede un repaso en dvd y disfrutarás como cuando eras chaval. Saludos.

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  27. Estupenda reflexión sobre un western mágico e inolvidable que parece mejor de lo que probablemente es.

    Un saludo

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  28. Quimérico: El tiempo ha pasado sobre él de forma generosa, como en los buenos vinos.

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