Hace un par de días he revisado "Nacional III" de Berlanga y, siendo como es la más floja de la trilogía que compone junto a "La escopeta nacional" y "Patrimonio nacional", no deja de tener su mérito y un sentido del humor con pinceladas de genialidad. El mérito principal recae en un actor como Luis Escobar, al que pienso que no se le ha reconocido lo suficiente. En una escena de la película le recriminan al Marqués de Leguineche (Escobar) que se acueste con su criada (Chus Lampreave), y se justifica argumentando que la utiliza como cataplasma para aliviar sus males de espalda. Solo alguien con la naturalidad y gracia de Luis Escobar hace que esa contestación funcione a la perfección. El actor madrileño, nacido en 1908, era en realidad Marqués de las Marismas del Guadalquivir, además de escritor y director de teatro. Tal vez fuera por su condición de aristócrata por lo que Berlanga le eligió para su papel de Marqués en "La escopeta nacional", pero el acierto fue absoluto, porque en la siguiente entrega, "Patrimonio Nacional", el actor está sublime, y encarna a la perfección la socarrona visión de una corte que ya no volverá. No es el único que borda su interpretación, porque tanto José Luís López Vázquez, Alfredo Mayo, Amparo Soler Leal, Mary Santpere, Luis Ciges, Agustín González e incluso José Luís de Vilallonga están excelsos. Y lo están por la sencilla razón de que imprimen ese carácter natural del cine de Berlanga, ese ir y venir de personajes que se pisan diálogos y que rozan el esperpento. En una escena, en la que reciben a un notario para tramitar la incapacitación mental de la señora del Marqués (Mary Santpere), tanto su marido (Luis Escobar), como su hijo (López Vázquez) aparecen disfrazados como dos lunáticos, siendo su comportamiento y todas las circunstancias que les rodean, incluida una gallina, poco acertadas como para pedir un certificado de enajenación mental de nadie.
En "Nacional III", que se desarrolla en los días del golpe de estado de Tejero, hay otro momento memorable. Agustín González, que interpreta a un cura muy de derechas, escucha por las calles de Madrid el sonido de un motor de grandes dimensiones y, creyendo que son los tanques del ejército, se dispone a recibirlos entre vítores y alegría, cuando descubre que en realidad es una excavadora, descargando su decepción y enfado sobre el pobre conductor de la misma. Célebre frase suya es aquella de "La escopeta nacional", que ante la reclamación de López Vázquez de la nulidad matrimonial, éste le vocifera "¡Lo que yo he unido, no lo separa ni Dios!".
Pero, volviendo a Luis Escobar, Berlanga le regala en la primera entrega de la trilogía nacional, una escena que hace honor al fetichismo erótico del director valenciano. El Marqués de Leguineche pierde, víctima de la furia de su nuera, su colección de vello púbico (o como más directamente dice Saza, "¡Son pelos de coño!") obtenido de sus numerosas conquistas. Dos voluntarias se ofrecen a iniciar de nuevo su peculiar afición, y Escobar nos narra la calidad del mismo, con su peculiar voz, que si este es finísimo o que aquel es puro visón. En su interpretación, hace que un momento que parecería de lo más ordinario, alcance la pura esencia de la elegancia más aristocrática.
Aunque no tenga nada que ver con las propuestas de Berlanga, Luis Escobar tuvo otra interpretación en "La colmena", que si bien es breve, no deja de tener un mérito enorme. Aquí interpreta a un jurista, Don Ibrahim, al que varios escritores de medio pelo, habitantes de tertulias literarias, animan a que les recite su alambicado discurso de ingreso en al Academia de Jurisprudencia, con el único fin de que les pague un café. La segunda vez que aparece, le vuelven a exhortar para que pronuncie su parrafada, pero Don Ibrahim les informa apesadumbrado que hoy no le alcanza apenas para un café. No obstante, aquellos decepcionados amantes de la cafeína literaria, le insisten que, a pesar del contratiempo, no les importa que les recite el mencionado discurso, gesto de honestidad ciertamente entrañable. Por cierto, aquellos tertulianos, eran nada más y nada menos que Paco Rabal, Francisco Algora, Mario Pardo, José Sacristán y un inventor de palabras llamado Camilo José Cela. Y es que en el film de Mario Camus están casi todos los actores que han hecho grande el cine español, a excepción quizás de Fernando Fernán Gómez y algún otro más. Ya me lo decía hace algunos días el amigo Tirador, que aquella generación de actores es irrepetible y no puedo estar más de cuerdo con él. Un patrimonio nacional a preservar.
Hola Sr. Chaiers, en esta ocasión no he podido leerme su seguro excelente entrada...
ResponderEliminarTenia pendiente de hace tiempo visionar estas tres películas, y mi quejosa mania de no leer nada acerca de las películas que voy a ver me puede...
Pero le prometo que en cuanto las vea (más tarde que pronto) me pasaré por aquí de nuevo para un comentario tardío. :->
Saludos.
*NOTA*: Si pude dejar un comentario en una entrada suya de hace un año... :-D ... tambien podré en esta.
Saludos 2. El regreso.
Para variar no he visto la película ni creo que la vaya a ver como tiene previsto SBP...lo que tengo claro es que me gusta leerte porque me das un montón de conocimientos en tiempo record y me encanta saber un poco de todo ( sin saber bien de nada!.
ResponderEliminarSeguro que es un patrimonio nacional si tu lo dices. A mí lo que me ha encantado cuando dice que utiliza a su criada a modo de cataplasma para aliviar su mal de espalda...y con toda naturalidad!
Clasicazo!!
ResponderEliminarEstupendo este homenaje a Luis Escobar. Recuerdo que en mi infancia era un actor omnipresente en el cine y en la televisión. Su personaje era él mismo pero sin caricatura, con una naturalidad sorprendente, no así Jaime de Mora, el otro aristócrata catódico de la época. Y por completar la terna, José Luis de Vilallonga, algo más intelectual.
ResponderEliminarSaludos nobles.
Siendo esa última entrega la menos brillante, es realmente notable las historias, como pergeñaba Berlanga ese cine tan autóctono, que recuerdo cuando decía Garci, que él prefería a Berlanga a Fellini...y es cierto lo que comentabamos en sea charla cinéfila...esa generación es portentosa, y actores como Luis Escobar irrepetibles...por cierto recuerdo ahora un anuncio que protagonizaba a principios de los 80 o fines de los 70, disfrazado de vampiro, y decía algo así como "¡Casera Cola, para la sed monstruosa!"
ResponderEliminar(y por cierto en mi próxima entrada en mi blog, que aparecerá en unos días, no se me impacienten, también hablaré de actores hispanos insignes...)
Yo ví Patrimonio Nacional hace poco porque la pusieron en la tele, pero desconocía que era una trilogía, cateta que es una...me lo haré mirar, pero como dices, Luis Escobar es un GRANDE, borda el papel, y la verdad que tiene comentarios y frases para no parar de reir.
ResponderEliminar1besico!
SBP: Pues le espero y a buen seguro que disfrutará de su visionado.
ResponderEliminarLayna: Gracias por su comentario, pero no desista, si tiene oportunidad no dude en verlas, pasará un rato muy divertido.
Wolfville: Ciertamente, estimado amigo y de los que te hacen esbozar una sonrisa, sino directamente una carcajada.
Licantropunk: Un actor entrañable, sin duda alguna, al que se le debe más de un homenaje.
Tirador: Pues no recuerdo ese anuncio, pero seguramente sería fantástico. Me acuerdo de una película no demasiado buena, pero que fue muy popular en su momento, que era "Buscando a Perico", donde salía también Agustín González. Berlanga es para mi el número uno del cine español.
Fiona: Pues no se pierda "Patrimonio Nacional" que es también genial, además con el gran Saza.
Para mi Berlanga es el mejor director de cine que hemos tenido y por supuesto, la generación de actores que compartió, estaban a la altura. (más viendo como está el patio).
ResponderEliminarBienvenido Mr. Marshall y La trilogía "nacional" son clásicos del cine español que todo el mundo debería ver(entre otros)y que muy pocos se interesarán ya por ver.
Piedra: No puedo estar más de acuerdo, además creo que las que cita usted más "El verdugo" o "Plácido" estarían en la lista de las mejores películas del cine español y algunas hasta del cine mundial.
ResponderEliminarSeguro, Cahiers: una generación de actores irrepetible arropada con muy buenos secundarios y bien dirigidos por gente como Berlanga. Incluso Villalonga -que no pasará a la historia del séptimo arte- estaba bien aquí. Y Mary Santpere y Luis Ciges cuando dice: "Pues yo tengo una minga... de 30 centímetros". Luis Escobar era todo un personaje, recomiendo sus memorias que, creo, publicó Ediciones-B. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarMiquel: Es curioso lo de Luis Ciges, pues siendo un actor sin demasiados recursos, o por lo menos eso aparenta, da mucho juego en las películas de Berlanga, sobre todo en Nacional III, donde abre un negocio en donde te limpia los zapatos una tía en top less, a medias con un vendedor de cupones, que juraría que interpreta Alfonso Ussía.
ResponderEliminarTengo esta trilogía bastante olvidada pero no sería un mal momento para recuperarla. Además, ese ambiente de cacería nobiliaria está más que de moda ahora ;)
ResponderEliminarUn saludo
Mara: Si, eso es cierto, y es que en una cacería se cuecen muchos asuntos. Bienvenida a la Guarida.
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