jueves, 25 de octubre de 2012

SOMOS LOS PRIMEROS Y NO EXISTIÓ OTRA HUMANIDAD

Esas fueron las palabras exactas, "Somos los primeros y no existió otra humanidad", las que pronunció un amigo en común al Tirador Solitario, haciendo referencia a dos libros que éste atesoraba con gran estima, que no eran otros que "No somos los primeros" de Andrew Thomas y "Existió otra humanidad" de J.J. Benítez. Aquella afirmación absoluta, y no exenta de cierta sorna, forma parte del grupo de los que mantienen un escepticismo férreo ante cualquier hecho inexplicable y, más aún, cuando se emplean razonamientos que poco o nada tienen que ver con lo cotidiano. Negar lo aparentemente imposible y parapetarse en el conocimiento empírico es la trinchera de muchos y, aunque no estén errados, su pose de inmovilismo es a veces una compostura testaruda y sin sentido. Es el mismo pecado de los que ven en todas partes fenómenos paranormales, de los que creen ver un ovni escondido detrás de cualquier nube, de los que habitan entre fantasmas e, incluso, de los que creen que bajo su cama se esconde un duende de dormitorio. El Tirador y yo fuimos consumidores voraces de libros relacionados con la ufología y, sobre todo, con el estudio de los extraterrestres en la antigüedad, en un género también llamado "Realismo fantástico". Ávidos de toda esta fenomenología, leíamos cualquier libro de Peter Kolosimo, Däniken, Antonio Ribera o Andreas Faber- Kaiser que se pusiera a tiro. El tiempo ha pasado y mi entusiasmo ha remitido ubicándose en un lugar algo más prudente, algo que no le ha sucedido al amigo Tirador, que supongo mantiene intacto su poder de fascinación sobre el tema, tal y como lo atestigua una lámina enmarcada de un ovni que adorna con orgullo  un lugar privilegiado de su despacho.


Todo esto viene a cuento porque, hace unos días, repasaba un libro de la Fundación Anomalía, "Diccionario temático de ufología", en el que se hace un repaso por orden alfabético de todos los fenómenos relacionados con el tema que nos ocupa. Tal Fundación trata de explicar de forma razonable todos los incidentes que han tenido que ver con los ovnis y que han tenido cierta repercusión mediática. Tanto se quiere aplicar la razón a toda la casuística, que, al final, se ha desvirtuado, transformando cualquier avistamiento o contacto en toda una suerte de fenómenos atmosféricos, mentiras y problemas de carácter psicológico. A fuerza de ser racional se ha enviado al exilio cualquier duda razonable, por no decir ya que se ha arrebatado la magia de tan fascinante fenómeno. Lo que me llamó poderosamente la atención fue el tratamiento que se le otorgaba a un caso en concreto, como fue el conocido como "El incidente de Manises".


El 11 de noviembre de 1979 la tripulación de un avión Supercaravelle, con 109 pasajeros, de la compañía TAE procedente de Austria y con escala en Mallorca, avistó una extraña formación de luces de color rojo que se aproximaba peligrosamente, hasta el punto de suponer un claro riesgo de colisión. En la torre de control de Barcelona no se detecta ningún tráfico aéreo, ni tampoco el radar militar de Torrejón de Ardoz, que, ante la supuesta amenaza, envía a un Mirage F-1  de la base de Los Llanos (Albacete). Localizado el extraño objeto, el caza inicia una persecución y, con interferencias en las comunicaciones y diversos fallos, no consigue darle alcance. Tras más de una hora de persecución, el Mirage se queda sin combustible y no tiene otra alternativa que volver a su base de operaciones. Entre tanto, el avión de pasajeros y ante el peligro de colisión, decide realizar un aterrizaje de emergencia en el aeropuerto de Manises (Valencia).

Refinería de Escombreras

La explicación oficial no pudo ser más desalentadora, justificando el incidente por una confusión ocasionada por "estímulos astronómicos", problemas psicológicos  del comandante del Supercaravelle  y, finalmente, por una deformación visual de la refinería de Escombreras. No obstante, el asunto adquirió cierta relevancia cuando incluso el diputado socialista Enrique Múgica elevó en 1980 una pregunta parlamentaria al gobierno, que supongo quedaría disuelta entre la vorágine de la política cotidiana. J.J. Benítez escribió un libro titulado "Incidente en Manises", muy documentado y, en cierta medida, bastante divertido, sobre todo por los adornos literarios habituales del afamado escritor de "Caballo de Troya". No sería lógico esperar  que se diera un comunicado oficial que indicase que, los incidentes acaecidos aquel 11 de noviembre del 79, fueran fruto del contacto con una nave tripulada por extraterrestres. Y no lo sería, porque es imposible de demostrar. Pero, de tal consideración, a las explicaciones ofrecidas dista un abismo insalvable. Ya es bastante poco tranquilizador que, las manos que pilotan un avión de pasajeros, correspondan a un individuo con problemas psicológicos y que confunde la refinería de Escombreras con un objeto volador que navega a su encuentro. Me parece, entre otras cosas, que, por el simple hecho de no querer admitir que el incidente tuvo lugar de forma fehaciente, pero sin una explicación contrastada, se cargue contra el comandante de la nave, tachándole, sin paliativos, de incompetente. Tampoco sale muy bien parado el piloto del Mirage, que con su experiencia profesional estuvo persiguiendo un estímulo astronómico. Menos mal que no se trataba de una situación extrema, porque, de lo contrario, hubiéramos asistido al ataque y destrucción de la refinería cartagenera.


Este tipo de conducta tan pusilánime y tan innecesaria, me recuerda a otro incidente con resultados más trágicos pero con explicaciones igual de estúpidas. Una tarde del 7 de enero de 1948, los habitantes de una zona residencial de Kentucky, dieron aviso a las autoridades del avistamiento de un extraño objeto en el cielo. La torre de control de Godman no tenía registrado ningún vuelo e informó a un caza F-51 Mustang, pilotado por el capitán Thomas Mantell, que procediera a la identificación del misterioso objeto. En el acto se inició una persecución que llevó al avión a realizar una maniobra muy peligrosa, pues así se consideraba rebasar los 4500 metros sin mascarilla de oxígeno, perdiendo las comunicaciones con tierra. A las 15,00 horas el supuesto ovni desapareció. Unos minutos más tarde el Mustang del capitán Mantell caía en picado, estrellándose contra el suelo mortalmente. La explicación oficial no podía ser más hilarante: el piloto de caza había muerto inútilmente persiguiendo al planeta Venus. Menudos profesionales son quienes no identifican ni al lucero del alba.

En 1966 la Universidad de Colorado inició un proyecto de investigación del fenómeno ovni. Tras la inquietud de algunos científicos civiles y la relativa alarma sobre la población, se requirió al físico Edward U. Condon para que estudiase toda la casuística acumulada y pudiera dar algo de luz a tan delicado asunto. Pero el reconocido científico pronto demostró cuales eran sus verdaderas intenciones y, después de tres meses de investigación y un presupuesto dilapidado de 250.000 dólares, manifestó lo siguiente:
"En mi opinión, el Gobierno debe zafarse cuanto antes de este asunto. El esfuerzo el baldío, aunque en teoría aún me faltan doce meses para alcanzar una conclusión. Como mucho, el estudio de los ovnis podría revestir interés para los meteorólogos."
Eso no le impidió solicitar una nueva partida de 250.000 dólares más, con la que pudo finalizar el estudio de forma bastante decepcionante con la frase lapidaria de, "Nuestra conclusión general es que en los últimos 21 años nada se ha obtenido del estudio de los ovnis que haya ampliado el conocimiento científico." Pero, como hecho inquietante siempre quedará ese tercio, de los 91 casos analizados, que no tuvieron explicación.
Para terminar les dejo un chiste sobre el Proyecto Colorado y su máximo responsable, Edward U. Condon, que resume a la perfección lo aquí expresado. Y recuerden, vigilen los cielos, nunca se sabe...

La imagen muestra al Dr. Edward U. Condon, físico nuclear y director de la comisión, siendo abducido por dos extraterrestres. Mientras, sus colegas científicos gritan: "¡Tranquilo, Dr. Condon! ¡Dígales simplemente que no cree en ellos!". Igualmente, en la esquina inferior izquierda, un pequeño científico le dice a un pingüino: "No dejes que esto se sepa… ¡podría arruinar nuestras conclusiones!" (Imagen: Patrick Oliphant en The Denver Post, 1967)



31 comentarios:

  1. Diablos, Pepe. Ha querido la casualidad que tras la vuelta de las vacaciones esté a punto de terminar una entrada muy relacionada con la tuya (si bien desde otro punto de vista).
    El fenómeno OVNI es algo innegable y oculto por los gobiernos (probablemente por fines militares). Otra cosa es dar el enorme salto (con más imaginación que argumento) de querer relacionarlo con visitantes extraterrestres.
    Yo también fui un curioso Y entusiasta lector de Von Daniken y CIA. Tipos que, con la perspectiva de los años, me parecen unos charlatanes que se llenaron los bolsillos vendiendo rocambolescas conspiraciones e indemostrables visitas de civilizaciones alienígenas, aunque hay que reconocer que la cosa tenía su imaginación y enganchaba.
    Me alegra volver a saludarte.

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    1. Entre todos esos escritores habían unos más serios y otros demasiado sensacionalistas, entre ellos Däniken, que en su momento tuvo una repercusión impresionante, pero que también era el que tendía más a manipular ciertos datos. Espero impaciente esa entrada Ovni.

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  2. Entonces eso de que los murcianos somos muy marcianos es por culpa de la refinería de Escombreras??? jajaja

    Yo no sé qué creer, la verdad, pero vamos, lo de perseguir Venus me parece más absurdo que lo de perseguir ovnis.

    1besico!

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    1. Buena deducción esa de los murcianos y marcianos. Apúntese un tanto. Lo de perseguir al planeta Venus, era algo que se ha utilizado en demasiadas ocasiones como comodín para explicar lo inexplicable.

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  3. Tras leer "La Rebelión de los Brujos" y ver un montón de programas de Jiménez del Oso, yo concluí que todo razonamiento que enlace el fenómeno OVNI con vida extraterrestre inteligente son paparruchas. Y ahí sigo. Como folflore es entretenido, eso lo admito. Pero está claro que un ovni es más exótico que un eritema multiforme, algo mundano y habitual para lo que tampoco tenemos explicación... todavía.

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    1. Su comentario es demasiado contundente. Supongo que todos estamos conformes con la posibilidad de vida extraterrestre. El universo es lo suficientemente descomunal como para permitir la existencia de civilizaciones, algunas probablemente más avanzadas. El problema son las distancias, para nosotros insalvables, pero no apliquemos nuestro conocimiento como medida universal. Esto daría para una entrada en toda regla.

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    2. Civilizacines súper avanzadas que vienen a juguetear en nuestra atmósfera??? = Ridículo.

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    3. Me permito introducir un concepto en esta coyuntura, pero antes señalar que tanto El retorno, como La rebelión de los brujos, no versan sobre ufología, es más, Pauwels y Bergier eran muy escépticos ante el fenómeno ovni, no tanto ante la posibilidad de revisar de forma audaz los antiguos mitos...de todos modos si es cierto que el comportamiento ovni es inexplicable...y desconcertante, como apuntaba en más de una ocasión Peter Kolosimo...y el malogrado Faber-Kaiser iba más allá, y hablaba de manipulación por parte de inteligencias foráneas, en sus sugerentes obras, "Las nubes del engaño", y "El muñeco humano"...en fín, fascinante asunto!!

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    4. Mr.Lombreeze sería muy aventurado establecer como cierto y demostrado que esas civilizaciones nos visitasen, pero desde luego no vendrían a juguetear, supongo que les movería un interés distinto, más de estudiosos especialistas en etología, pero, todo esto son especulaciones en un castillo de naipes.

      Tirador es cierto que Pauwels y Bergier tenían una forma de expresar sus ideas que tenían más que ver con el humanismo y la filosofía que con lo que otros autores podrían ofrecer. Muy lejos dese luego de estilos como los de, por ejemplo, Däniken. Pero, es que en el llamado "Realismo Fantástico", había talentos que iban más allá del simple tratamiento de lo inusual con obras muy elaboradas como "En las orillas de los mundos infinitos" de Andrew Thomas.

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  4. El único caso verdadero de O.V.N.I. de este país está actualmente sobrevolando la Moncloa... A buen entendedor...

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    1. Pues espero que no nos hayan tomado como materia de estudio, como muestra de vida inteligente.

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    2. Por mí como si los abducen a todos...

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    3. Si eso llegara a suceder, no dude de que los devolverían de inmediato...

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  5. Me ha encantado leer esta entrada, Sr. Cahiers. El caso Manises es uno de los más espectaculares de la historia de la ufología.El piloto del Mirage que persiguió ese extraño tráfico (el capitán Fernando Cámara) sigue manteniendo que vio lo que vio...algo que lo llevó desde Los Llanos a la vertical de Zaragoza, y que se reflejaba en la pantalla del radar...imposible saber lo que era, pero eso no era normal...

    Y mire usted, Sr. Cahiers, no niego que haya habido mucha hojarasca en el fenómeno editorial de los no identificados, pero creo que nunca se superaran las malas tretas de Condon y sus acólitos...y por cierto, el poster que adorna mi despacho, es nada menos que el I want to believe...cosa fina, faltaría más!!

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    1. Bueno, para ambos, éste ha sido un tema tratado frecuentemente y merecía quedar escrito, aunque fuese en este humilde blog. Me imagino que le habrá entusiasmado esa viñeta gráfica del buen doctor Condon.

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  6. A mi me gustaría pensar que no somos la única civilización, pero porque espero que hay alguna que haya conseguido desarrollarse ajena a la mezquindad humana.

    Respecto a los OVNIs y demás, yo sólo pido lo mismo que para las religiones: rigor, pruebas y documentación. Si lo reducimos a cuestión de fe, o de credibilidad; o peor aún, a conspiraciones y paranoias, pues apaga y vámonos.

    Por cierto, ¿qué opina de los reptilianos?

    http://www.elmundo.es/blogs/elmundo/desde_el_mas_alla/2010/06/20/los-reptilianos-invaden-espana.html

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    1. Por el momento existe mucha fenomenología inexplicable digna de tener en cuenta. Claro que, saber a ciencia cierta si corresponde a visitas demostradas de civilizaciones del espacio exterior, es otro asunto. Supongo que responde a la necesidad innata de buscar compañía en un Universo demasiado grande y también porque sería una noticia de importancia vital para la humanidad. Ese tipo de "los reptilianos" es un abducido por la serie de tv "V".

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  7. Mi amigo el científico (y ufólogo aficionado) R. Guillamón tiene una curiosa teoría: sostiene que los UFO no son extraterrestres sino naves de terrícolas del futuro, algo así como máquinas del tiempo voladoras) que vienen a investigar in situ nuestra época. Saludos. Borgo.

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    1. Si, esa teoría es muy probable, con sus dificultades, pero el futuro nos aguarda cosas extraordinarias, y una de ellas podría ser los viajes en el tiempo.

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  8. Hay cientos (miles) de casos igualmente espectaculares, creíbles y bien documentados, pero por supuesto ocultados, ridiculizados o alterados.
    El fenómeno existe, es innegable, yo en lo que no coincido en en su procedencia "extra"(terrestre), pero "cosas raras" hay y muchas, y si uno se interesa en el tema es fácil hasta vivirlas uno mismo.
    El de Manises es un caso claro de como quedar como un estúpido, pretendiendo hacer quedar a los testigos de ese modo.
    Además cuanto más avanza la ciencia y más tecnología y conocimientos tenemos, más fácil es entender determinadas cosas que han pasado y poderles dar una explicación real, es decir admitir que puedan pasar, aunque no sea posible explicar como es que pudieron pasar, es decir ver volar un objeto metálico era incomprensible en el siglo XV, pero en el XX es algo cotidiano y deberíamos ser capaces de explicar esos avistamientos de esas épocas, admitiendo que alguien poseía una tecnología capaz, como más tarde tuvimos nosotros. Pero eso es admitir algo que va contra los dogmas oficiales, y contra la superioridad de nuestra especie y nuestra civilización.

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    1. Todo ese intento de ocultar los hechos, por parte de los poderes fácticos, no ha hecho más que hacer de caja de resonancia y, atraer a un buen número de investigadores, que con mayor o menor fortuna han intentado arrojar algo de luz en ciertos enigmas.

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    2. En parte no creo que hayan querido ocultarlo, al contrario creo que se ha pretendido publicitar de modo discreto aunque, desde el punto de vista que les interesa por supuesto.
      Es uno de tantos miedos, dios, marcianos, comunistas...
      Aunque por otro lado hay gente seria que destapa que tras toda esa morralla se esconde "algo".

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    3. Lo del miedo es para analizarlo, de hecho durante la guerra fría el fenómeno ovni fue muy recurrente y algo de subconsciente colectivo puede tener, como síntoma del miedo nuclear. Pero también es cierto que existen casos que se sale de lo normal, sin explicación.

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  9. Nada, que el universo es demasiado infinito como para estar solos. Está claro. Otra cosa es que vengan por aquí para dejarse ver y jugar al escondite. Además, como ya sabemos que estamos viendo estrellas que ya no existen, ¿quién nos asegura que el ovni que pasa por encima de nuestras cabezas no ha pasado hace dosmil años?

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    1. Ese es el principal problema, ese Universo tan inabarcable, tan inmenso que hace las cosas tan imposibles. Pero no siempre la distancia más corta es una línea recta.

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  10. ¡se dan tantos fenómenos inexplicables a nuestro alrededor! un familiar próximo es aficionado al tema, y la verdad es que a veces logra dejarme estupefacta, con episodios absolutamente documentados y corroborados por cientos de personas de credibilidad razonable. Otro tema es que este tipo de fenómenos nunca entrarán en los límites de la ciencia oficial, creo que vivirán indefinidamente al margen, porque socavan las bases de nuestra realidad, de nuestra ciencia (¡tan frágil, y construida con tanto esfuerzo!) y también, quizá, porque llenan esa necesidad de lo desconocido y lo maravilloso que los seres humanos llevamos dentro

    besos,

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    1. Son muchos los casos que te hacen pensar y que te dejan estupefacto, aunque hay que tener mucho cuidado en este terreno, pues también hay mucho engaño y mucho farsante con piel de experto documentado.Saludos.

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  11. Pienso que nuestro afán es buscar algo en que creer. Como estamos hartos de implorar a políticos y a rezar a divinidades con idénticos resultados, buscamos explicaciones siempre, ahora tiramos a lo desconocido tratando de hallar con ello una identidad y orígenes propios que no acertaremos nunca a saber ni comprender. Nunca he visto un OVNI así que ojos que no ven...

    Saludos

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    1. Corazón que no siente, aunque hay que reconocer que esos contados casos, esa clandestinidad de los encuentros es lo que les hace tan fascinantes, tan atrayentes.

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  12. Creo que define muy bien la frontera entre el escepticismo racional y la ceguera disfrazada de cientificismo, pero en este caso tengo que pronunciarme totalmente diciendo que no nos ha visitado ninguna cultura alienígena en modo alguno, que no significa que estemos solos o seamos los primeros.
    En caso de dudas, la navaja de Ockham. Hable con un piloto y verá que no son gente especial, leen el horóscopo o entran en la cabina con el pie derecho por supresticion. Sufren desorientación espacial, estrés y tienen una visión desde la cabina que no es como en la tele, está todo oscuro con el parabrisas empañado y sucio como en cualquier coche. Son gente corriente y los hay que 'han visto cosas' como cualquier otra persona que diga lo mismo.
    Y no me extraña que la ciencia se pronuncie antes de acabar los informes oficiales, el KGB también estudió la parapsicología y tampoco acabaron la faena por verguenza de haberse metido en semejante historia.
    Triste, pero el primer contacto tendrá que esperar un siglo o dos.

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    1. Todos esos condicionantes son para tener en cuenta, al igual que algunos casos a los que no se ha podido encontrar una respuesta lógica. De hecho la comisión del Proyecto Colorado no pudo explicar un tercio de los 91 casos estudiados, y teniendo en cuenta que eran científicos bastante escépticos... De todas formas, algo que influye considerablemente en este asunto es que, en materia de exploración espacial, estamos aún en pañales.

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