viernes, 19 de septiembre de 2014

PAREIDOLIAS


Pareidolia, menuda palabra, derivada etimológicamente del griego eidolon (imagen o figura) y el prefijo para (junto). Es un fenómeno curioso, por el cual  nuestra mente interpreta objetos y visiones un tanto abstractas y las adapta a lo cotidiano. Este aspecto psicológico es el que ha ayudado, de forma determinante, al conocido Test de Rorschach, en donde una serie de cartulinas con ilustraciones de manchas de tinta simétricas pueden servir como instrumento para definir la personalidad de un individuo, según las interpretaciones que él mismo realice.
Nuestra mente tiende, en algunas ocasiones, a racionalizar aquello que no encaja con los arquetipos de la razón, siendo capaz de construir algo cotidiano a partir de una apariencia. Tal vez sea un mecanismo de defensa, destinado a construir una seguridad confortable respecto al mundo que nos rodea. Aunque no siempre sucede así y, en otra variante del comportamiento humano, somos capaces de percibir algo cotidiano como justamente lo contrario, como una visión alejada de la racionalidad más convencional. Podría integrarse este último concepto en fenómenos religiosos, en enajenaciones mentales y también consecuencia de un estado de alteración fruto del miedo o la inestabilidad emocional. Una de nuestras máximas manías es antropomorfizar cualquier imagen, que en realidad es ajena a nuestra especie e incluso ajena a nuestra condición de seres vivos. Cualquier objeto cotidiano, con una determinada apariencia o estructura similar al rasgo que nos define como hombres, puede encontrar en nuestro cerebro un perfecto encaje con nuestros arquetipos más cercanos. Una nube, una mancha en la pared, un tronco de árbol, el pan quemado de una tostada, las vetas de la madera y otras imágenes aleatorias y casuales pueden parecernos algo que no es. No obstante, su parecido a otra realidad distinta a su verdadera naturaleza es más que evidente.
En la imagen de la izquierda podemos observar algunos ejemplos. Una garrafa deformada accidentalmente adquiere una identidad propia, un rostro humano de apariencia grave que se torna singular y fuera del contexto de sus congéneres de plástico. Una lavadora abierta, con un trapo rojo que asoma al azar de su interior en forma de lengua, aparenta una criatura burlona y algo desquiciada, gracias a los botones que la ponen en funcionamiento, dispuestos de forma errática. Los pimientos verdes cortados por la mitad nos muestran una especie de monstruos con una mueca entre terrorífica y amenazante y, por último, los faros traseros de un coche se nos antojan más bien un espécimen del espacio exterior que grita desaforadamente.
Puede suceder también que una pareidolia sea tan engañosa que nos lleve al equivoco absoluto, al poseer la virtud de borrar de nuestra mente la realidad y sustituirla por lo que aparenta. Un truco óptico que nos manipula y que resulta difícil desenmascarar. Sucede, por ejemplo, en una foto antigua que circula por la red de una familia, compuesta de un matrimonio y su hijo pequeño que descansa en las rodillas de su padre. La fotografía presenta un deterioro notable, hasta el punto en que el tierno infante desaparece ante nuestros ojos y, de forma ilusoria, se nos aparece un rostro humano al que algunos identifican sin el menor esfuerzo con Jesucristo. A mí particularmente me resulta muy complicado encontrar al niño en cuestión y me tropiezo, una y otra vez, con ese enorme rostro central que llama poderosamente la atención. Sólo cuando procedemos a trucar la foto y le aplicamos color, aparece su verdadera apariencia.
Pero no todas las fotografías de pareidolias parecen auténticas, existen todo un cúmulo de ellas que aparentan cierta manipulación, cuando no directamente un engaño en ocasiones de lo más burdo y evidente. Si la imagen que se nos ofrece es demasiado espectacular e impactante, a buen seguro de que se trata de una adulteración. Sucede con la siguiente foto que lleva el título de "Fantasma en un día de boda".

Y por supuesto, la madre de todas las pareidolias, las caras de Bélmez, uno de los enigmas patrios con más raigambre y que ha soliviantado a generaciones entusiastas de los fenómenos inexplicables.

Y precisamente ahora andan de actualidad por obra y gracia de Íker Jiménez y su programa "Cuarto Milenio". Una serie de expertos en hormigón y pintura e ingenieros químicos descartaron cualquier posibilidad de manipulación, dando fe de que las caras analizadas no habían sido obtenidas por la mano del hombre. Lo que allí aparecía sobre el viejo cemento de una cocina era algo espontáneo, surgido por el azar que había construido de forma caprichosa caras humanas, toda una suerte de pareidolias inquietantes para algunos o un claro fenómeno paranormal para otros. Que sea una serie de teleplastias o manifestaciones psíquicas de la ya fallecida propietaria de la casa, María Gómez Cámara, depende del entusiasmo de cada uno. Probablemente aún no se ha escrito la última palabra y, desde luego, si se trata de un fraude no cabe duda que ha sido perfectamente orquestado, hasta el punto de mantenerlo en el tiempo, más de lo que una simple mentira puede sobrevivir. A lo largo de los años, desde aquel lejano 1971, las opiniones se han sucedido, intercaladas de investigaciones más o menos serias. Las conclusiones han sido a lo largo de su periplo contradictorias y parece que nada definitivas. Lo extraño del asunto, si aceptamos que se trata de simples pareidolias, es que siempre se repita un patrón determinado, el de sus inquietantes rostros humanos.


47 comentarios:

  1. Soy muy suspicaz en cuanto a las cuestiones de fe.Me explico, es como la pregunta sobre si hay o no ovnis. Supondría que hay un planeta donde hay condiciones para el desarrollo de la vida (raros, parece), donde hay vida inteligente (eso a veces parece que ni en la Tierra), vida inteligente con la tecnología lo suficientemente avanzada para hacer viajes espaciales, vida inteligente con la tecnología espacial que por casualidad o por elección se ha dejado caer por aquí.... ¿Posible? Por supuesto, todo es posible (sobre todo cuando no se sabe nada). Probable? No creo.
    Y lo mismo con que las "pareidolias" (se me olvidará la palabreja en dos microsegundos) sean efectivamente la expresión de la existencia de un espíritu: Pepi + Damián (y aquí un corazoncito) o "aquí estuvo el Miguel" (se pronuncia Míguel con acento en la í)...
    Lo de Rorschach me interesa: cuestión de vínculo realidad-imaginación y estadística.
    Interesante, como siempre, : ) Un saludo

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    1. El Universo es tan inmenso, tan descomunal, tan abrumador que sería de una mediocridad extrema el haber desarrolado sólo vida inteligente en la Tierra. Claro que, el tema de que nos visiten de otros planetas es otra historia, aunque nunca se sabe, quizás el problema sea nuestro, que pensamos en términos de nuestra limitaciones.
      Saludos

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  2. http://3.bp.blogspot.com/_XZYnT-5_WK0/TBezdfAkzUI/AAAAAAAABok/B7LaHy5t3ao/s1600/p2.JPG

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    1. Jajajajajajajaja... esa pareidolia debería codificarse como en los tiempos gloriosos del porno de canal +

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  3. Hace muchos años fui a la casa de Belmez por simple curiosidad y porque no me pillaba muy lejos, y ¿Sabes a quien entro allí junto a otras dos personas? En efecto, el amigo Iker Jimenez que andaba estudiando el fenómeno. Solo me pidieron la voluntad y las dos mujeres que allí había fueron muy amable y hasta me ofrecieron un café... Pero vamos, lo de las caras cuando menos resulta inquietante... porque con el tiempo se van desplazando, deteriorando, pero reflejando distintas expresiones. Me sorprendió de veras... yo encuentro al enigma por muchos motivos en algo tan tangible como inexplicable.

    Saludos

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    1. A mi me produce cierto impacto, sobre todo, cuando nadie ha sido capaz de demostrarnos que son falsas. La historia es cuando menos intrigante, y más cuando en la recreación que realizó "Cuarto Milenio", Terele Pávez hacía el papel de María Gómez.
      Saludos

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  4. Mr. Pepe Cahiers, los faros traseros del coche, no se por qué, pero me hicieron acordar a la pintura de Munch: El Grito; con respecto a las caras de Belmez, las mismas siguen siendo, al dia de hoy, un fenomeno muy extraño. Cordiales saludos y muy buena entrada.

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    1. Si, es cierto que tiene similitud con el Grito de Munch, aunque en versión criatura del espacio exterior.

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  5. Una increible selección de imágenes. Probablemente pareidolias como estas produjeran que los antiguos creyeran que todos los objetos tenian alma, una idea tan inocente como encantadora.

    Saludos.

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    1. En algunos casos parecería por su apariencia, que están insuflados de un espíritu que les confiere ese aspecto humano.

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  6. Lo de las pareidolias, como todo, va por modas ¿Y cuando salían imágenes de la cara de Jesucristo en pan de molde o pasteles? En un bar de Dos Hermanas (Sevilla) recuerdo haber visto un jamón en una vitrina, aseguraban que se podía ver la cara de Cristo aunque yo sólo vi una mancha de grasa o algo parecido.
    Saludos. Borgo.

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    1. Sin duda, creo que Jesucristo debe ser la pareidolia más repetida en la historia. Es una imagen que da mucho juego.

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  7. Estupenda entrada, Cahiers! Además, me encanta la palabra "Pareidolia" es preciosa. Confieso que he tenido que mirar dos veces la fotografía antigua para descubrir a Jesucristo. Bueno, cuando la fotografía está en pequeño, he distinguido al bebé. En cambio, cuando la he ampliado, ha aparecido la cara de Jesucristo. Y lo de bélmez, no sé... Hay algunas que parecen más reales que otras. Pero, si hay algo preparado, está, como dices muy bien hecho. Abrazos!

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    1. A mi, en cambio, tenía dificultad en ver al niño en la fotografía en blanco y negro y hasta que no la observé ampliada a color no pude descubir la verdadera imagén.
      Un abrazo.

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  8. Me ha gustado mucho esta entrada. Plantea unos temas muy interesantes y que realmente impresionan.
    La verdad es que todos estos hechos misteriosos, hacen pensar.
    Un saludo y muy feliz fin de semana.

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    1. Hay un poco de engaño e ilusión óptica, aunque las de Bélmez tienen un componente inquietante que da un poco de miedo, bueno en mi caso algo más que poco, lo confieso.

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  9. El asunto de las caras de Bélmez seguirá dando que hablar durante mucho tiempo. Me hubiera gustado gustado ver la recreación de 4° milenio con Terele Pavez.

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    1. Terele le da un plus inquietante, algo que le viene como anillo al dedo a la historia que cuenta.

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  10. Hola, Cahiers, ya ando por aquí de nuevo. Qué interesante esta entrada, yo soy de las que ven cosas donde no las hay, o igual sí, quién sabe... No conocía esta palabra que da título a tu post. La incluiré en mi vocabulario para impresionar a mis amigos. Un abrazo :)



    ¡¡¡Tirador Solitariooooooooooooo...!!!

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    1. Le sorprendería la cantidad de pareidolias que tiene a su alrededor a poco que se fije. Yo, sin ir más lejos, las tengo en las paredes de mi ascensor, cuyas vetas del contrachapado forman figuras animales.

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    2. Ya te digo. En las losetas del suelo de mi casa, por poner un ejemplo, se distinguen perfectamente dos cabezas de lobo, una de perfil y otra de espaldas, así como en silueta. No están dibujadas a propósito como tales pero se distinguen perfectamente.

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  11. Ayer dejé comentario aquí, pero no se debió quedar. Te daba las gracias porque hace un año o dos alguien me habló de este término cuando comenté lo de cuando alguien sacaba figuras o rostros en manchas de las paredes o cualquier otra cosa, pero olvidé el término y no había manera de recordarlo. Así que aunque ahora me durará el recuerdo un par de meses...bueno, tengo esta entrada para refrescar la memoria. Pareidolia. La imagen de Mr.Lombreeze es un misil, ¿no? Jajaja
    Un saludito.

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    1. No crea, que preparando la entrada olvidé la palabrita en cuestión y ya no me acordaba si era pareidolia, paderiolia o padereidolia. La de Mr.Lombreeze debe ser un misil de corte alcance.

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  12. Vaya palabrita! No sé si conseguiré memorizarla.
    Muchas veces en lugar de ver la realidad, vemos lo que queremos. Como cuando contemplamos las nubes y sus formas sugieren cosas diferentes a cada persona.
    Saludos.

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    1. Puede ser, muchas veces vemos lo que estamos predispuestos a ver.
      Saludos.

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  13. El fenómeno Bélmez me parece sencillamente espectacular, y las comparativas de los rostros con los familiares de María, desaperecidos tragicamente en el horror de 1973, abrumador, se mire como se mire.

    Hola, Clementine!!

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    1. ¡Hola, Tirador! ¿Así que me oíste? Aunque te llamé ayer, pero estarías viendo el fútbol, supongo...
      ¡Pasa un buen domingo! :)

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    2. Tirador: Un fenómeno que de ser falso no hubiera tenido ni mucho menos el recorrido que ha tenido en el tiempo. Unas caras que son algo más que una simple pareidolia.

      Clementine: El Tirador anda algo afligido porque ayer mi Granada le endosó un 0-1 a su querido Athletic de Bilbao. No obstante, para pasar por aquí a comentar prácticamente lo he tenido que traer a rastras.

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    3. ¡No me digas, vaya con el Granada! Pues a ver si le va usted acostumbrando a comentar como Dios manda y no a rastras, que es, además, incomodísimo.
      Pd.- Me gusta ese bicho raro (que tiene a la derecha-abajo de su blog) que invita amablemente a dejar un comentario. Mola.

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    4. Antes tenía a Homer Simpson pero dejó de funcionar, así que he colocado este amigo algo siniestro pero que tiene pinta de eremita infernal o algo parecido. Pero bajo su apariencia es buena persona.

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    5. Lo intento, lo intento, todos los días un poquito.

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    6. Por cierto, ha sido mencionar a ese eremita infernal y me ha desaparecido por arte de magia. Ultimamente anda blogger algo embrujado.

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    7. Perdón, queridos amigos, en mi comentario quería decir el horror de 1937, obviamente. Ya me he repuesto del 0-1 de San Mamés, y creo que en la segunda vuelta haré acto de presencia en los Cármenes, ataviado de colores rojiblancos...verticales, of course!
      De nuevo saludos, Clementine!

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    8. Ya me parecía extraño ese año 1973, el de "La cara oculta de la luna" y el "Tubular Bells". Así que acudirá usted con colores verticales. Le ruego que se siente en la parte civilizada de la grada.

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    9. Ya lo he visto, ya, Cahiers, o mejor, ya he dejado de verlo... ¿de dónde sacas a estos bichejos que van y vienen a su antojo?

      De nuevo saludos, Tirador, que mira que es usted cansino... :)

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    10. Pues los saco de alguna página de descarga de gadgets para bloggers, aunque ya ve que son poco disciplinados y se dan el piro a las primeras de cambio.

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  14. Excelente entrada. Yo experimento mucho este fenómeno que tan bien nos has explicado.
    Me ha parecido muy interesante la imagen de "Fantasma un día de boda" Yo es que lo veo tan claro.. jajaja
    Un saludo :)

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    1. Demasiado claro, Sara, tanto que parece una foto manipulada, porque de lo contrario es para salir corriendo... de miedo.

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  15. Estimado Pepe,

    Realmente una palabra extraña que conocí ya hace tiempo gracias al maestro Mr. Borgo (creo recordar).

    Extraña pañabra que sin embargo utilizamos cotidianamente sin darnos cuenta...

    ^^ (a mi tambien me gustan las pareidolias, pero siempre que sean alegre)
    ^_^ (a que si?)
    ;->

    Las imagenes muy curradas. La del niño y sus papas la verdad es que da mal rollo, lo que puede llegar a hacer el deterioro.

    Un abrazo muy grande Maestro Cahiers.

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    1. Es curioso como el deterioro de una imagen puede hacernos reinterpretar la realidad, hasta el punto de ser diferente o de enmascarar lo que en su origen fue.
      Un abrazo

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  16. QUE BUENA ENTRADA PEPE. NO SÉ POR QUÉ ME HICISTE VIVIR UN DEJA VU

    ENHORABUENA
    CARLOS

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    1. Deja Vu y pareidolias, dos expresiones singulares.
      Saludos cordiales

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  17. Una trampa de la mente esto de las pareidolias, a veces es divertido ver cosas en los desconchones de la pared o en las tuercas de una lampara y cosas así, pero en el caso de Belmez es muy inquietante, no hay otra palabra que encaje mejor.

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    1. En el caso de Bélmez es difícil sostener la teoría de las pareidolias, sus rostros son demasiado concretos como para ser resultado del azar.

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