jueves, 12 de julio de 2012

GREYSTOKE: LA LEYENDA DE TARZAN, EL REY DE LOS MONOS


En los 80, una de las películas que más me impresionó fue la adaptación del mito de Tarzán que realizó Hugh Hudson, y la escena que me dejó literalmente clavado a la butaca fue aquella en la que el protagonista que encarna al rey de los monos, Christopher Lambert, grita ante un simio abatido de un balazo: "¡C´est mon père! ¡Era mi padre!". Ese momento resume a la perfección lo que es el personaje y el fracaso, en parte, de su forzada reconversión en hombre civilizado. Todas las normas esenciales de la alta sociedad saltan por los aires ante semejante afirmación. Rotunda, en cuanto responde a los verdaderos sentimientos naturales y no respecto a los que han sido imbuidos de forma artificiosa.
No son pocos los que acudieron a su visionado atraídos por ese novedosos aire de producción bien cuidada, en tono clásico y aparentemente más fiel a la creación de Edgar Rice Burroughs, aunque la realidad es bien distinta y son muchas las cosas que separan el film de Hudson de la creación del escritor de Chicago. Esto no es ni bueno ni malo, y no añaden más calidad a un film o se la restan. Hay películas mejores que sus referentes literarios, como, según mi modesta opinión, pueden ser "Tiburón" o "El planeta de los simios" y otras que son adaptaciones realmente fallidas, y en este caso pondría el ejemplo de "Verano del 42". Lo cierto e indiscutible es que esta nueva visión de los 80 difería bastante de las versiones clásicas de Johnny Weissmuller. No es una propuesta superior, simplemente distinta. 
Aborda el personaje desde un punto de vista más naturalista y, si se quiere, hasta  ecologista. Se podría pensar que es una vuelta de tuerca más hacia el realismo de lo que hubiera sido realmente una historia de este tipo, aunque no es ni de lejos algo parecido a "El pequeño salvaje" de François Truffaut. De hecho, este Tarzán está algo más pulido que lo que un niño abandonado en la selva estaría, aunque no llega al nivel de las novelas de Burroughs, en las que el personaje, en plan autodidacta, es capaz de aprender a leer por sí mismo los libros dejados por sus padres. Por otra parte, el film de Hudson nos introduce en la plena efervescencia de la ciencia del siglo XIX y, prueba de ello, es la expedición británica a la selva y, sobre todo, la visita al Museo de Ciencias de Londres en donde nuestro protagonista descubrirá horrorizado los experimentos con monos y a su propio padre enjaulado. 
Es interesante también destacar esa visión de la expedición británica, muy deudora de "El corazón de la tinieblas", algo casi inevitable en este tipo de cuestiones, y de sus participantes. Un cazador a la antigua usanza, cruel y sanguinario, interpretado por Nigel Davenport, el nuevo científico, un remilgado John Wells y el hombre que los guía, un desmotivado explorador y, como siempre, estupendo Ian Holm. Curiosa imagen es la de los habitantes del primer punto civilizado que visitan John Clayton (Tarzán) y su descubridor, el Capitán Phillippe D´Arnot, toda una suerte de tugurio habitado por una galería de personajes algo esperpénticos y ciertamente siniestros. Una visión un poco rebuscada y deliberadamente ingrata.
En "Greystoke: la leyenda de Tarzán, el rey de los monos" hay un sentido evolutivo de la muerte violenta. El personaje se enfrenta de adolescente al asesinato, por parte de los nativos, de su madre adoptiva simia. Es su primer contacto, al que sucede un grito de desesperación que traspasa la pantalla. Después morirá en un accidente su abuelo, un inconmensurable Ralph Richardson, que falleció realmente antes del estreno del film. La película cierra ese ciclo de muerte con la de su padre simio por parte de la policía de Londres.
Puede ser que la película haya perdido cierto fuste desde su estreno allá por el año 1984, que no se resista al encanto de los films de  Weissmuller, que alguno de sus interpretes, especialmente Christopher Lambert, haya demostrado su escaso poder interpretativo (hay ciertas miradas estrábicas que son demoledoras), que su director pudiera estar ciertamente sobrevalorado, pero, por la cuidada puesta en escena, por sus intenciones, por sus actores secundarios, por una Andie MacDowell que destila una especial sensualidad, aunque con voz doblada, por sus escenarios y otros motivos, merece cierta consideración, que aunque haya mermado no deja de ser ciertamente digna. 

30 comentarios:

  1. Mr. Pepe Cahiers, concuerdo con usted, es un film digno, cuando la vi por primera vez me habia gustado, y hace unos años la volvi a ver y me siguio gustando. Deja la sensacion de ser un film respetuosos, y en ese sentido lo logra, algo que es genial es ese grito gutural, animal de este Tarzan, no como el otro en el que el personaje parece que estuviese cantando. Un saludo y muy buena reseña como siempre.

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    1. El otro grito al que se refiere usted, aunque bastante improbable y algo rebuscado, no deja de tener su encanto y nos parecería raro ver a Weissmuller sin utilizarlo.

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  2. yo creo que la película ha aguantado bastante bien el paso del tiempo, hoy se puede ver sin sonrojo. Personalmente me encanta, tiene su punto realista y al mismo tiempo elabora una visión atractiva de las clases altas victorianas.

    besos,

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    1. Es una película que ha aguantado muy bien el paso del tiempo, sobre todo para ser una película de los 80, década muy marcada por ciertos estilos algo más desfasados. Aunque lo bueno, siempre permanece independientemente de su época.

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  3. Una gran película y una gran interpretación de Christopher Lambert.

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    1. Un actor que prometía y que se fue diluyendo con los años.

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    2. La dilución ha sido hasta física. Ha envejecido de una forma extraña y poco afortunada.

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    3. Pues no tenía ni idea, hace tiempo que le perdí la pista.

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  4. A mí esta película me encantó cuando la vi en el cine, entre otras, por lo que dices de que es una visión bien diferente del Tarzán al que nos tenía la pantalla acostumbrados. Hace relativamente poco la he vuelto a ver y ya no me entusiasma tanto, aunque indudablemente sigue manteniendo cierto encanto.
    Qué entrada más interesante, Cahiers. Y qué bien escribes, canastos.

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    1. Fue una versión que traía aire fresco al personaje, algo maltratado en los años 60 y 70, y aunque haya perdido algo de impulso, aún conserva cierta magia. Gracias por esos canastos.

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  5. Joe, y yo que no la he visto y me ha emocionado ya imaginarme el grito cuando matan a su padre...

    1besico!

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    1. Pues nunca es tarde y a buen seguro disfrutará un buen rato con tanta monada.

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  6. Uf!, me acuerdo cuando fui con mis padres al estreno. En efecto fue uno de los más sonados.
    Al parecer había "hambre" de este tipo de producciones.

    Creo recordar haberla visto una vez más pero no me gusto como la primera vez.
    El tiempo y que Lambert no me gusta ha podido con ella.

    Un saludo

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    1. Las producciones especialmente cuidadas, aparte de su resultado, son muy agradecidas de ver. Lambert se ha diluido como un azucarillo. Sus posteriores interpretaciones no fueron demasiado brillantes. Esas caras de "Los inmortales" no hay quien las aguante y eso a pesar de ser un film muy atractivo.

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  7. mmm...Sin más. Las que tengo ganas de leer son las novelas...
    A mí el Tarzan que me gustaba era el de los tebeos, no el de las películas. Y los dos tomos de Hogarth que sacó Montena me gustaron mucho más que esta peli.
    Un saludo.

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    1. No he leído demasiados cómics de Tarzán, aunque aún conservo uno dibujado por Russ Manning, donde salían animales prehistóricos.

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  8. Qué recuerdos, compa Pepe Cahiers; ésta la ví de estreno, en pantalla grande (pero grande, grande de verdad; en uno de esos cines antiguos de megasala y megapantalla…), y guardo de ella (o más bien, de sus ‘circunstancias’) dos recuerdos imborrables: que fue la primera vez en mi vida que me quedé dormido en un cine (algo no atribuible a la mayor o menor calidad de la peli, sino a mis problemas de falta de sueño) y que, tras verla, me tiré, durante una temporada, echándome mano a la cabeza y gritando ‘jú, jú, jú’ (intentando imitar, supongo, al bueno de Tarzán…) cada vez que me daba la ventolera (o sea, constantemente). Modo batallita off… Lo cierto es que apenas recuerdo detalles de ella (eso sí, con excepción del fragmento que me perdí por la cabezadita, me gustó…), y quizá ya va siendo hora de echarle una nueva mirada (además, casual y curiosamente, la compré en DVD hace algunas semanas).

    Un abrazo y buen fin de semana.

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    1. Yo no soy muy de dormirme en el cine, pero recuerdo haberme perdido la mitad de "Kansas City" de Robert Altman al caer en un sueño profundo del cual no podía escapar y, en este caso, la película no ayudaba tampoco. Es buen momento para darle una revisión dvd a este Tarzán, eso si, después de una reparadora siesta.

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    2. Me sorprende esa afirmación, porque si no me equivoco, yo estaba también en esa sesión de Kansas City...y recuerdo su entusiasmo ante la obra de Altman!!

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    3. Usted por ejercer de follonero hasta se inventa una realidad alternativa. Si permanecí comatoso durante casi toda la sesión!!!

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  9. Greystoke (seguro que usted lo recuerda, Sr. Cahiers)fue la primera película que compré en VHS, algo por aquellos años terrible para la economía de un estudiante (estamos hablando que una cinta virgen podría costar 800 pts, y una peli editada sobre las 3.000...estoy hablando del año 87 o así...)

    Dicho lo cual, hace muchísimo que no reviso el filme, puede ser fácil más de 15 años...y presiento que debe haber envejecido bastante; en ese sentido pasa lo contrario de las de Johnny Weissmuller, que me encantan...pero fíjese que directores están detrás de esos clásicos, nada menos que Richard Thorpe y W.S. van Dyke...alguna vez hemos comentado lo que me divierte Tarzán en Nueva York, y en general toda esa saga...
    Volviendo a la de Hudson es curioso como las convenciones del cine son tan peculiares...en la versión original Andie McDowell fue doblada, ya que su acento de Carolina era demasiado duro para hacerse pasar por una aristócrata del Imperio Británico...pero a los espectadores españoles les trajo sin cuidado, ya que todo el reparto se expresaba en un impecable castellano de Zamora...¡Ah el cine, y sus fabulosos trucos!

    Excelente artículo, Sr. Cahiers, y también me sumo a esos canastos, que es mejor...

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    1. Pues fíjese que pensaba que su primer VHS original fue "En busca del arca perdida". Greystoke no creo que haya envejecido mucho, entre otras cosas por su corte clásico, algo alejado del estilo de los 80. Lo que puede que haya mermado algo es su consideración como film de envergadura, aunque se deja ver bien y el tiempo no la ha maltratado en demasía. Ese "Tarzán en Nueva York" es mi favorita de la saga de Weissmuller. Gracias también por sus amables palabras.

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    2. Y en parte tiene razón, Sr. Cahiers, porque En busca del Arca perdida, se la regalé a mi padre, para Reyes, unos meses después...buen apunte, amigo!!

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    3. Lo recuerdo bien porque manifestó usted su disconformidad por la calidad de imagen. Cosas del VHS.

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  10. Lambert no creo que consiga una interpretación mejor que en aquella ocasión. ¡Vivan los estrábicos! Que yo tambien lo soy cuando me quedo pensativo jajajja

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    1. Los que simpatizaban poco con Lambert decían que su interpretación no era buena, simplemente hacía de sí mismo, o sea de mono. La gente es que es muy malvada.

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  11. Volví a verla hace poco en el canal autonómico 33 y "Greystoke" se mantiene bastanta bien. Un intento de adaptar fielmente la obra de Burroughs (Que no he leído) como lo intentó Coppola con Stoker (sin conseguirlo plenamente) Pobre Lambert, después de esta película y "Los inmortales" fue eclipsándose definitivamente. Ian Holm y Richardson están estupendos. Saludos. Borgo.

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    1. Yo tampoco la he leído, pero por lo visto existen muchas diferencias con la obra original de Burroughs. Y es que parece que nadie ha sido capaz de adaptarla lo más fielmente posible.

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  12. A mi en particular me gustó esta adaptación, pero sobre todo creo que es la mejor interpretación de Lambert con diferencia.

    Un abrazo.

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    1. Fue un punto álgido en su carrera, que por desgracia no tuvo la continuidad deseada, salvo quizás por "Los inmortales".

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