martes, 24 de septiembre de 2013

CASTIDAD PARA LA ETERNIDAD

En 1889 un conocido coleccionista de Munich viajaba por una ciudad austriaca, cuando se detuvo en unas excavaciones que se realizaban en una iglesia del siglo XV. Su intención era observar si era descubierto algún objeto de valor que pudiera interesarle. Su perspicaz olfato de buscador empedernido le obligaba a tener paciencia y aprovechar el momento adecuado. Y éste no tardó en producirse, cuando los trabajadores dieron con un antiguo ataúd y al abrirlo pudieron contemplar  a una mujer de largas trenzas rojas que, dada su perfecta dentadura, debió morir joven. Por los restos aún conservados podría haber pertenecido a alguna familia aristocrática y, bajo los ropajes, anclado en la pelvis, se encontró lo que parecía ser un cinturón de castidad, compuesto por cuero, una placa metálica frontal con una abertura en dientes de sierra y otra anal, ambas con sendos orificios que permitieran las oportunas evacuaciones. El coleccionista se quedó con aquel artefacto singular y la mujer fue de nuevo enterrada, mientras se preguntaba quién sería tan despreciable, y poco confiado, como para no fiarse de aquella mujer incluso después de muerta. Quizás aquel celoso energúmeno pensó que en otra vida le podría engañar y, de tal forma, dejó su huella indeleble a través del tiempo. 

Ignoro si este hallazgo tiene algún viso de verosimilitud, porque hay mucho mito en la historia sobre los famosos cinturones de castidad. La mayoría que circularon por algún museo fueron tachados de falsificaciones y, desde luego, quien los ponía en práctica estaba más cerca de la depravación que de otro defecto menor. Es improbable que los caballeros que se marchaban a guerrear dejaran a sus mujeres ataviadas con semejante artefacto, que provocaría, debido a un uso prolongado, serios problemas de salud, abrasiones, laceraciones, infecciones y tétanos diversos, que conducirían a la infeliz portadora a una muerte segura. En general, se cree que se utilizaban en periodos muy cortos y que su finalidad era la de disuadir a posibles violadores. De hecho, podría haber sido un eficaz instrumento de enfermeras y religiosas en su labor de cuidar heridos en los campamentos militares, ante agresiones sexuales perpetradas por algún que otro desesperado, saturado de batallas y luchas sanguinarias y falto de otro tipo de contacto carnal. 


Desde luego no cabe duda de que, el invento en cuestión, ha sido y será motivo de cierto tipo de humor, como el que figura más arriba y como un chiste muy malo que me servirá como motivo de conclusión:
"Cierto cruzado, tras haber confiado la llave del cinturón de castidad de su esposa a su mejor amigo, se va a batallar contra los infieles. Apenas se ha alejado unos kilómetros de su castillo cuando el amigo aparece desenfrenado, espoleando su cabalgadura y chillando: ¡Me has dado la llave equivocada!".



42 comentarios:

  1. Siempre he pensado que este objeto es más efectivo como mecha para la imaginación de fetichistas que en su función original, más que nada por esos efectos secundarios que provoca el uso continuado y que tu apuntas en la entrada.

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    1. Estoy seguro de que hoy por hoy es considerado un adorno fetichista, como no podía ser de otra manera.

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  2. Jajaja, no es tan malo el chiste XDD

    Buenísima la historia de castidad de ultratumba.

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    1. Si, el cinturón de castidad ha sido un buen motivo para la hilaridad, sobre todo cuando su función se burla de forma pecaminosa.

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  3. jajaja ¡pobre amigo! o ¡pobre mujer, claro! jajaja Me gusta lo que dice Chechu Rebota. Y es cierto. Aunque, indudablemente, era un instrumento que se utilizaba en la antiguedad, hoy en día es un artilugio para fetichistas, está claro. Muy curiosa esta entrada, amio Cahiers. Abrazos.

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    1. Desde luego, debe ser, en todo caso, un juego sin más consecuencias. Otro uso sería una auténtica aberración.

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  4. Escribo o termino , uf, un novelón sobre las cruzadas, a base de documentación siempre inacabada, he visto que los templarios (menudos ellos) o el noble, el rey corazón de león o el clérigo, todos armados de armadura muuuy dura, estaban siempre dudosos de fidelidades maritales o de índole menos marital, digamos, del mismo sexo !qué dura es la guerra!. No valen candados ni llaves que ancha es...Castilla por todos costados. Gusta ese "aparato" y da de sí, siiiii..

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    1. Es que en retaguardia debería de haber alguien que aprovechaba la ausencia de los maridos en cuestión, algún pillo de mucho cuidado.

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  5. Brrrrrr!!!!!!! Me produce escalofríos Pepe. Otro instrumento más de tortura.

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    1. Es que la época era idónea para ello. Lo peor de todo es que en algunos lugares aún estén vigentes según que costumbres, más propias del medievo. Un auténtico despropósito.

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    2. Pues eso es lo verdaderamente grave, que ya no nos sorprendamos de según que cosas.

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  6. Vuelves de tres largos años de luchar en las cruzadas mas caliente que el cenicero de un bingo, la manceba te recibe feliz. Pero la cerradura se oxida y que eso no abre oiga... jajajaja
    Nadie podría llevar eso varios días seguidos. Eso en solo una semana produciría yagas e infecciones, y tengamos en cuenta que la penicilina y el acero inoxidable son cosas del siglo XX. Algo no encaja ahí... y no me refiero al pene.

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    1. Claro, porque cree que se inventó el aceite 3 en 1. Pero hablando en serio, sólo un demente podría haber obligado a su esposa a llevar semejante artefacto.

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  7. Qué barbaridad. En realidad yo me estoy imaginando la cara del que se encontraba el aparato y de los posibles intentos de esquivar las dificultades... tenía que ser un cuadro.

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    1. Pues ya sabe lo que se dice, el que hace la ley hace la trampa, y seguro que había formas de burlarlo.

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  8. Mr. Pepe Cahiers, ¡ terrible!, ¡ monstruoso ! que perversidad, y si con el cinturon no bastaba, a la pobre victima seguro que la hacian pasar una velada dentro de la doncella de hierro, entonces si que sentaba cabeza. Saludos.

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    1. El catálogo de instrumentos de aquella época era digno de la casa de los horrores. Se ve que los psicópatas ocuparon el lugar de los inventores tradicionales.

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  9. Yo también pienso que es más mito que realidad, es como el derecho de pernada y esas cosas, aunque ciertos usos, los que cuentas de las violaciones sí que tienen sentido, en todo caso eso, periodos cortos de tiempo, aunque vaya, si había agujero para evacuar pues eso.

    Los chistes molan :)

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    1. No parece demasiado lógico condenar a una mujer a una muerte por infección y otras dolencias para preservar la honra. Claro que, algún caso habrá que así lo atestigüe, pero no pienso que fuera una norma general.

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  10. "Cinturón de castidad" es el nombre también de una obra de teatro que vi yo por televisión hace lustros (que diría el Tirador) y que estaba protagonizada por Pedro Osinaga y Mari Carmen Prendes, geniales los dos aquí y divertidísima la obra, de la que no he vuelto a tener noticias. Igual hasta te acuerdas de ella y todo.

    En cuanto a tu entrada... pues que qué horror, qué cosas se inventa el ser humano. El chiste es gracioso. De tu texto hoy no te digo nada que luego te pones tonto :-)

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    1. Me imagino que sería en aquel Estudio 1 que nos dio auténticas obras maestras de la interpretación. Recuerdo algunas, 12 hombres sin piedad, Brigada 21, La señorita de Trevélez, las comedias de Alfonso Paso, pero esta que refiere no la recuerdo. Gracias por no decirme nada, ya sabe que mi ego se sube a la lámpara.

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    2. No sé con certeza si fue en Estudio 1 aunque supongo que sí. Y a eso, a eso me refería, a tu ego...

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    3. Si hace lustros y andaban por medio Osinaga y Prendes seguro que era el mítico Estudio 1.

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  11. El chiste me recordó a la historia de un general chino llamado Kang Pin, a quien el emperador le encargó que cuidase de su harén mientras él estaba fuera durante meses. Kang Pin sabía que el emperador era muy celoso y muy radical, así que como prueba de que no había tenido sexo con ninguna de sus mujeres se cortó el pene y se lo entregó al emperador cuando volvió, con lo que el emperador no pudo acusarle de nada. Ese sí es un método anticonceptivo eficaz.

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    1. Pues menuda obediencia y fidelidad, más cerca de la locura que de otra cosa. Y en aquella época no hay que lo enmiende. Aún no circulaba el pegamento Imedio, el remedio.

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    2. Más que fidelidad era el mejor medio para conservar la vida, porque si a su regreso el emperador llega a sospechar que le ha traicionado (lo cual al parecer era lo habitual) hubiera mandado la ejecución de Kang Pin, así que debió pensar que era mejor perder el pene que la vida.

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    3. Pues más valía haber puesto pies en polvorosa y cruzar la frontera de una pieza. Hay encargos que los carga el diablo.

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  12. Yo también pensaba eso: que de ponerse mucho tiempo, es imposible que no terminara por provocar infecciones y enfermedades. Lo que, de ser verdad la historia del explorador, explicaría la muerte de la chica tan joven ¿no? :-)

    Prefiero pensar que realmente nunca se utilizaron con ese fin, sino con el que has contado, por voluntad propia.

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    1. Eso parece ser, o por lo menos así opinan los historiadores. Además de ser un artefacto que podría provocar daños irreparables a la salud, sería de lo más incomodo para dormir o sentarse, un instrumento más de tortura que de prevención.

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  13. Hay que pensar que antes de que existiesen los fontaneros, muchas mujeres tenían que idearselas para que el herrero les tomase medidas y el cerrajero ajustase la cerradura, (en el buen sentido de la expresión). Mucho vicio señor Cahiers, eso es lo que hay. :p

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    1. Oficios interesantes en según que épocas. Además los fontaneros han dado mucho juego en cierto género cinematográfico.

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  14. Curioso de verdad: un cinturón de castidad post-mortem. Digno de un relato de Poe.
    ¿Existían llaves maestras para esos chismes?
    Saludos. Borgo.

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    1. Lo ignoro, a lo mejor se utilizaban radiografías o tarjetas de crédito para abrirlos, jajajaja.

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  15. Siempre me llamaron la atención los cinturones de castidad o esas prácticas medievales tipo derecho de pernada. Tenían una visión del sexo totalmente intransigente, los nobles me refiero. La última viñeta está graciosa. Un abrazo, PEPE.

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    1. Tanto el cinturón de castidad como el derecho de pernada han sufrido cierto revisionismo por parte de los historiadores, que admiten aberraciones sexuales, aunque desmiente el concepto clásico que se tiene de ambos asuntos. No parece que sucediera de la forma que ha trascendido popularmente. Saludos.

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  16. ¡el chiste, buenísimo, me he partido de risa! sobre el cinturón de castidad y eso, ¿qué te voy a decir? si alguien no puede confiar en su compañera, por algo será..

    besos,

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    1. Hay épocas de la historia que la confianza o se compra o se obliga. Saludos.

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  17. Hola Mr. Cahiers,

    "Nos has dado la llave equivocada".

    Siempre me ha parecido más razonable lo último que comentabas, sobre enfermeras y religiosas ante ataques sexuales. Una mujer con "eso" entre las piernas no tenia que durar mucho tiempo con buena salud.

    Un abrazo Pepe.

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    1. No parece lógico, incluso para una época en la que la lógica era sustituida por otras cosas menos edificantes y racionales.

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  18. Lo de la letra con sangre entra, publiquenlo mejor luego, pero por favor haganlo muy conocido, difundan este conocimiento "son aquellos correctivos o supresores de conducta", y fueron usados de antaño por antiguos por ejemplo los que formaron las sectas "brazos de la iglesia", como la santa inquisicion y otros que pues intentando corregir a los niños, deben de hacerlo conocido les digo pero ya debe de parar de veras, pues es usado por instituciones que pertenezcan en general a la religión, a todo ello, porque como en las épocas de su invención esto no era algo que fuera posible hacerlo público ni poder conocerlo bien, porque hace que el alma se consuma internamente, que esto es pues algo que suprime y hace que la persona quede envuelta en un círculo vicioso y el sujeto o mujer que lo tuvo puesto, trata de conocer su fin, además de "el motivo de que ya no se siente ella o él" en caso de hombre o mujer a quien le hayan puesto, vean el libro de "La Consciencia", de un autor mexicano en el google books, así verán que uno se enreda en ello porque sigue en un cículo vicioso que cada uno debe de cuidar de ni siquiera caer, pero empieza con "el conocimiento de la sociedad y querer avanzar, es algo imposible de poder terminar, por ello existen los problemas en la vida, pero así como leen esto, la gente vive y muere, inacabable.

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    1. Gracias por su complejo comentario, amigo o amiga anónima.

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