En 1896 los hermanos Lumiére realizaron lo que para algunos es considerado como el primer film de ciencia-ficción y que titularon "Charcuterie Mécanique". Hoy puede ser considerado una soberana estupidez, pero debemos tener en cuenta la mentalidad del espectador del finales del siglo XIX, que ya habían mostrado su impresión cuando contemplaron aquel tren proyectado en una pantalla. Podría decirse que este corto, de apenas un minuto, encierra un tono burlesco sobre los inventos tecnológicos. En él se muestra una máquina, en la que por un lado se introduce un cerdo y por el otro lado sale convenientemente dividido en embutidos, jamones, salchichas y demás productos cárnicos. Fue tal la importancia de este documento cinematográfico que hasta fue capaz de crear escuela, tal y como lo demuestran filmaciones como "The Sausage Machine" en la que el cerdo es sustituido por un cánido que se transforma en salchichas o "Making Sausages", dirigida por George A. Smith, en los que las víctimas propiciatorias son perros, gatos y un pobre pato. El ciclo terminó con una producción de Edison, filmada por Edwin S. Porter en 1904, titulada "Dog Factory" en la que una máquina era capaz de transformar unas salchichas en perros de distintas razas, aspecto significativo y algo más humanitario que sus precedentes. Para que vean que en el cine ya se ha hecho casi de todo, aunque lo cierto es que, una vez vista esta extraña propuesta, podríamos no tener muy claro que fuera una incursión en el género, sin bien es cierto que es ciencia, por la parte tecnológica que nos muestra, y también es, evidentemente, ficción. Si hilamos un poco fino hasta seríamos capaces de ver un claro antecedente del cine gore.
A mí me encantan estas pequeñas películas y les doy un valor enorme. Hubiera dado lo que fuera por ser espectadora directa de estos comienzos del cine.
ResponderEliminarUna entrada muy entrañable, Cahiers.
Discutible cuanto menos lo de ciencia ficción, pero indiscutible pedazo de documento sobre los primeros momentos del cine, me ha gustado mucho verlo. Y esto ya es cine, puesto que cuenta una historia.
ResponderEliminarPor cierto, pobre animal, cómo lo dejan caer en el contenedor.
Sí, eso también lo pensé yo, natsnoC. Lo podían haber hecho de otra manera, pobre bicho.
ResponderEliminarNo lo conocía y me ha parecido muy curioso, arqueología cinematográfica.
ResponderEliminarPlano fijo, idea simple. No conocía la pieza, compa Pepe Cahiers, y me ha resultado sorprendente. Vista a día de hoy, naturalmente, resulta de una inocencia enternecedora, pero hay que situarse en el contexto de su época: supongo que habría más de uno que pensaría en auténtica brujería (y no era para menos, no...).
ResponderEliminarUn abrazo y buen fin de semana.
Algunas piezas salen hasta con envoltorio y todo! jeeje
ResponderEliminarCurioso documento. Yo tampoco lo conocía :P
Saludos ;)
Así se fabrica el Soylent Green, una tradición que ha pasado de padres a hijos.
ResponderEliminarSiempre se ha dicho que los Lumiére crearon el artefacto, el cinematógrafo, pero que el cine como tal no arranca hasta que surge la figura de Meliès al poco tiempo.
ResponderEliminarDe todos modos yo no puedo dejar de recordar el enfado memorable de José María Cafarell en El viaje a ninguna parte, con aquella interpretación impostada de Fernán Gómez "¡¡Me cago en el padre de los hermanos Lumiére!!"...
Anonadado me quedo, aunque tengo que coincidir con el amigo Tirador en lo de Meliès. Suele pasar con mucho del cine de los primeros años, que a nuestros ojos y sin la objetividad necesaria, puede parecer ansurdo por simple y tonto pero a los ojos del espectador de finales del XIX o principios del XX debió ser sencillamente increíble. Yo hubiera pagado por estar allí.
ResponderEliminarSaludos
Un descubrimiento, no lo conocía Pepe. No me ha parecido para nada una estupidez. Teniendo en cuenta la época que era... es un hallazgo. Abrazos.
ResponderEliminarMuy interesante. Hasta ahora creía que "Viaje a la luna" era la primera película de ciencia ficción. Al igual que Kinski me ha venido a la mente la estupenda "Soylent Green". Estas películas primerizas tienen un encanto especial. Borgo.
ResponderEliminarClementine: Interesante el pasado y no menos el futuro. Me imagino a los próximos cinéfilos interactuando con Bogart en "Casablanca".
ResponderEliminarnatsnoC: Creo que cualquier cosa que se hubiera filmado entonces sería como de ciencia-ficción. Al pobre cerdo lo lanzaron de cualquier manera, pero me imagino que saldría contento o ¿realmente funcionaba la máquina?.
Sr.Nocivo: Ciertamente, arqueología de la prehistoria del conocido como 7ºArte.
Manuel: Plano superfijo, y es que aquella gente no estaba para muchas complicaciones y ni se imaginaban que aquel divertimento podría evolucionar a lo que es hoy.
Pliskeen: Si no me había fijado, y los jamones están algo acartonados. Pata negra no parecen.
Kinski: Ya sabe lo que dicen, que la anatomía del cerdo y la nuestra tienen mucho en común.
Tirador: Cierto y no nos olvidemos del español Segundo de Chomón, gran pionero a reivindicar. Aquella escena de Fernán Gómez entonando aquel "¡Señoritooooo!, memorable.
Jlin: Yo creo que en aquella época se filmaba cualquier cosa, porque era sorprendente como novedad. Pasa igual cuando nos compramos la primera cámara de video, que lo filmamos todo, hasta las cosas más nimias. Gracias por pasarte por aquí Jlin.
Marcos Callau: Hoy sería una chorrada, pero si es cierto que en aquella época era poco menos que magia.
Miquel: Es que "Viaje a la luna" si es auténtica ciencia-ficción. Esto, sin embargo, está un poco cogido por los pelos.
No, no, de estupidez nada. Humor infantil o inocente en todo caso: del que le encanta a los niños pequeños cuando le pones una de Chaplin, o de Harold Lloyd o de Laurel&Hardy. O de Jacques Tati: "Playtime" muchos años después explota la idea de la "máquina milagrosa" y le sirve para criticar la modernidad.
ResponderEliminarSaludos.
Poder ver este corto de finales del SXIX ha sido emocionante. En 45'' me he imaginado lo que debieron sentir las personas de la época cuando vieron sus cuerpos en movimiento en una pantalla. Para ellos seguro que era algo mágico como el argumento que le ponen a este corte "por arte de magia" entra un cerdo y salen lo embutidos o despiece.
ResponderEliminarLicantropunk: No cabe duda de que en aquella época sería el no va más. Podría ser el gérmen de aquellos "Tiempos Modernos" de Chaplin.
ResponderEliminarLayna: Y además muy limpio, una máquina que hace todo el trabajo sucio y que te da los jamones ya curados y algunos productos con su correspondiente envoltorio.
Pobres zzerditos. Siempre tan indispuestos a ser comidos...
ResponderEliminarMagnífico documento
Caperuzzita
Me encanta todo. La idea, el argumento y su título.
ResponderEliminar¡Vaya! Hasta ahora sabía cual era el primer libro de ciencia ficción: La Biblia... (con un par de zombies incluidos, uno era Lázaro y el otro el prota) Ahora se tambien cual fue la primera película. Muchas gracias Pepe, interesante entrada.
ResponderEliminarCaperuzzita: Ya sabe lo que dicen del cerdo, que "hasta los andares" están para comérselos.
ResponderEliminarIbán: Eso está bien, que la cosa tiene su mérito para la época.
Alimaña: Jajajajaja, usted siempre arrimando el ascua a su sardina con el tema zombie, que, por otra parte, tiene usted más razón que un santo.