Muchas actrices aspiraron al papel de la muchacha ingenua que contrae matrimonio con el rico y aristócrata inglés Maxim De Winter, interpretado por Laurence Olivier, pero sólo Joan Fontaine fue capaz de convencer a Hitchcock. Quizás fuera ese aire inocente, y de nerviosismo frágil, lo que le convirtió en ideal para interpretar al personaje que debe enfrentarse al fantasma omnipresente de Rebeca, aunque sus miedos e inseguridades no siempre fueron infundadas.
Laurence Olivier quiso imponer a su esposa, Vivien Leigh, pero además fueron candidatas, entre una lista casi interminable, Margaret Sullavan, Loretta Young e incluso la hermana de Joan Fontaine, Olivia de Havilland. Sin embargo, Hitchock anotó lo siguiente después de realizar una prueba en el verano del 39 a Joan Fontaine: "Ha pasado la prueba, tiene posibilidades. Pero debe acentuar más su nerviosismo para conseguir el efecto deseado." Pero el productor David O. Selznick no estaba muy convencido y aún menos cuando su socio, Jockl Whitney, manifestó "la última prueba que hizo fue tan mala que no puedo imaginármela haciendo otro papel que no sea una idiota temblorosa." Por si no fuera ya bastante, el prometido de Joan Fontaine, el actor Brian Aherne terminó por arreglar aún más el asunto cuando dijo "es joven, bonita, alegre, absolutamente encantadora y sin ninguna madera de actriz, gracias a Dios". No esperaría que, en plena luna de miel con la actriz, fuera requerida para acudir a Hollywood para el rodaje inminente de "Rebeca".
Laurence Olivier la miraba con cierto desprecio y recomendó a Hitchock que fuera despedida, o en palabras textuales del actor, "Amigo, esta chica es realmente horrible y debería ser sustituida", seguramente por su mujer, pero ambos no gozaban precisamente de simpatía entre sus compañeros de profesión, sobre todo después de manifestar conjuntamente que "los actores hacían dinero, pero no arte". Quizás fue por ese aire engreído por lo que fue elegido para el papel de Maxim de Winter. El orondo director no hizo ni el menor caso a las recomendaciones de Olivier, y pensó que sería útil utilizar esa fragilidad e inseguridad para el personaje interpretado por Joan Fontaine. Dedicó todo su esfuerzo y paciencia para que lo dominara a la perfección. Tanto Selznick como Hitchock sometieron a la actriz a sesiones maratonianas de 11 horas de trabajo diario, con continuos cambios en el guión, que terminaron por desestabilizarla aún más. Esto, unido al desprecio que el reparto le manifestaba solapadamente, hicieron que el productor aflojara el ritmo ante el temor de que una crisis de ansiedad retrasara el rodaje. De esto último, dicen las malas lenguas, que el propio Hictchock fue en parte responsable. Aplicó su lema particular que ejercía sobre los actores, que no era otro que el de "divide y vencerás". Con Fontaine lo ejerció de forma sibilina, por medio de insinuaciones sobre qué decía uno y otro sobre ella y que él estaba allí para protegerla. Una forma más que astuta para que la actriz dependiera absolutamente del director, de tal manera que su personaje fuera tan inseguro dentro y fuera de la propia interpretación.
No obstante, Joan Fontaine, manifestó lo mucho que aprendió con Hitchock y que había sido muy amable con ella, eso a pesar del incidente que relataba el propio director: "Durante la quinta toma de "Rebeca" y en una dramática escena en la que la protagonista tenía que llorar, Joan Fontaine me aseguró que ella ya no podía llorar más, pues se le habían acabado las lágrimas. Cuando le pregunté qué podía hacer para que siguiese llorando, ella me contestó: "¡Como no me pegue usted...!". Sin pensármelo dos veces, le propiné un fuerte bofetón y casi instantáneamente ella comenzó a sollozar".
Sea como fuere, y a pesar de las dificultades, Joan Fontaine realizó un excelente trabajo y sus miedos se reflejaron con tal intensidad, que quedaron ligados para toda la eternidad a su personaje sin nombre. Después vendría aquel comienzo, icono del romanticismo y el misterio: "Anoche soñé que volvía a Manderlay...".
Preciosa, que bonito ha sido el post, me ha encantado, tenía un aspecto muy frágil y Hitchock me parece macabro y efectivo. Besos.
ResponderEliminarAún así creo que Vivien Leigh también hubiera sido una buena elección. Era tan genial... aunque reconozco que la Leigh, con su fuerza vital, más le pegaba hacer de la misma "Rebeca" y no de la plana e insignificante segunda señora de Manderley. De ahí el éxito de Joan Fontaine... el papel le venía grande como grande le venía a la protagonista de la novela el ocupar el hueco dejado por Rebeca.
ResponderEliminarUn saludo, precioso post, sí señor.
Me encanta leer sobre cine cuando el resultado resulta tan entretenido y bien hilvanado. Se dicen tantas cosas de Joan Fontaine, casi siempre despectivas... por ejemplo, sobre la terrible relación con su hermana. En cualquier caso, Rebeca es un estupendo libro y film.
ResponderEliminarCon todas estas cosas que dijeron actores y director me viene a la cabeza la frase de Shakespeare "Es mejor ser rey de tu silencio que exclavo de tus palabras".
Excelente post, como siempre.
Saludos y buen finde,
A mí Joan Fontaine no me parece buena actriz, pero en esta película lo hace realmente bien, claro que igual le influyó ese ambiente de rodaje...
ResponderEliminarOlivier también intentó que Vivien Leigh fuera su pareja en "Cumbres Borrascosas", pero tampoco lo consiguió. Y la verdad, hubiera estado muy bien, porque hacían una pareja perfecta en la pantalla y eran muy buenos actores los dos.
Besos, Cahiers.
La entrada ha estado bien (cosas que no sabía; lo del bofetón es demasiado; me suena a leyenda). Pero aunque es Lawrence de Arabia, es Laurence Olivier ;-)
ResponderEliminarUn saludo.
Me gusta mucho el clasicismo de esta película y su romanticismo gótico (suena a incompatible el gótico con el romanticismo, pero veo de las dos corrientes ;-D
ResponderEliminarUn saludo, PEPE.
Excelente post, Sr. Cahiers, nos ha sumergido en una intrahistoria, en un preámbulo digno de una gran, gran película.
ResponderEliminarComo es obvio y natural en el común de los mortales, yo sí considero que Joan Fontaine fue una excelente actriz, regalándonos interpretaciones como la de Carta de una desconocida, Ivanhoe, Sospecha, o Mujeres.
Trabajando a las órdenes de nada menos que Hitchock, Richard Thorpe, George Cukor o George Stevens, considero que más aún que en la peli que nos ocupa, nunca estuvo más brillante que en Carta de una desconocida, la obra maestra del maestro Ophuls...
Precisamente hoy me ha salido en el crucigrama: "Jersey para Hitchcock, seis letras". Me encanta esta película, seguramente la más gótica de Hitchcock pero lo que más me gusta son sus secundarios: Judith Anderson (que se quedó con el título de "la ama de llaves de Rebeca") y el gran George Sanders. Borgo.
ResponderEliminarPues aunque fuera un infierno de rodaje para la actriz, si ella viera que, 60 años después, le dedicarían un comentario tan bueno, recuerdo imperdurable, ¿no crees que pensaría que mereció la pena?
ResponderEliminarSaludos.
Francamente, en el caso de "Rebeca" no me imagino a otra actriz en el papel, es más, no me imagino a otro reparto.
ResponderEliminarSobre la actitud de los actores y del director, trabajé con una directora de teatro que gustaba de hacer coincidir en escena a actores que en su día a día se llevaban mal (cuanto más se odiaran mejor), porque decía que eso aumentaba la rivalidad y les hacía actuar mejor para destacar más que el otro. Creo que no hace falta decir que algunos ensayos se convirtieron en auténticas guerras de ego...
Isabel: Es evidente que el viejo maestro sabía lo que se traía entre manos.
ResponderEliminarWunderkammer: Yo también soy de la misma opinión, quizás Vivien Leigh tenía demasiada fuerza para ese papel. Gracias por tu comentario.
A-B-C: Dicen que, desde que Joan Fontaine le ganó el Oscar por "Sospecha" a su hermana Olivia, no se volvieron a hablar nunca más.
Clementine: Pues ya tiene usted polémica con el Tirador, que la considera excelente. Yo pienso que el glamour de aquella época ayudaba a muchas actrices a alcanzar el éxito, aunque el talento de Fontaine no fuera nada desdeñable. No encuentro mejor candidata para la película que nos ocupa.
David: Cualquiera sabe, ya se sabe que en este mundillo del séptimo arte hay mucha leyenda. Gracias por el aviso, me ha traicionado ese Lawrence.
Javi: Bueno, si alguien era capaz de unir a la perfección esos dos mundos, era, sin duda, Hitchock.
Tirador: Y además era una mujer muy bella, sobre todo en "Rebeca", cuando aparece con ese vestido maldito.
Miquel: Esa ama de llaves será siempre eterna, e icono de los personajes que despiertan inquietud.
Licantropunk: Estoy seguro que Joan Fontaine le estará eternamente agradecida por ese papel.
Sr.Nocivo: Es que cuando coinciden varios egos inflados, como los de los grandes actores, no es de extrañar cierto descontrol.
Mi polémica con el Tirador es ya una constante en mi vida. Pero lo llevamos muy bien, no te creas, somos los dos muy civilizados. Y añado que estoy completamente de acuerdo con que este papel de "Rebeca" es suyo, de Fontaine me refiero, está perfecta aquí. E incluso aún mejor en la que cita el Tirador, "Carta de una desconocida", ese personaje es también suyo por derecho propio. Y sí, también es obvio que era guapa y fina. Pero no me parece que tuviera grandes dotes interpretativas, entre otras le encuentro falta de naturalidad en sus interpretaciones. Pero ésta es sólo la humilde opinión de una mortal nada común...
ResponderEliminarLa atmósfera consegida en esta película creo que no ha sido igualada por cualquier otra en la filmografía del insigne director... (y me las he visto todas, hasta las mudas). Aun mas inquietante resultaba la ama de llaves ejerciendo su siniestra influencia sobre el personaje de Fontaine... Magnífica película ¿Por que ya no se hacen películas como esta? Ah si! Cualquier dia veremos su remake correspondiente en 3D y sonido dolby surround para los sustos... AAAARGH
ResponderEliminarSaludos Pepe
Parte importante para el éxito de 'Rebeca' es precisaemnte el gran trabajo que ha realizado Joan Fontaine. Si ella no hubiera estado a la altura, la película no hubiera sido lo que es.
ResponderEliminarLo cierto es que sus escenas con Judith Anderson son completamente escalofriantes debido a su debilidad e inocencia.
Que Hitch 'maltratara' a sus actrices no es nada nuevo. Joan repitiría con él y con gran éxito.
Un saludo.
Ya ve usted que la polémica con mi admirada Clementine es muy ligth, amigo Cahiers; (nada que ver con la de Vértigo o Dana Scully)no obstante me atrevo a puntualizar, que la Fontaine tenía una fotogenia fuera de lo común...y es cierto que el glamour del periodo clásico puede hacernos nublar el juicio sobre algunas estrellas, pero recuerdo haber visto en V.O. algunos de los filmes de nuestra amiga Joan, y me parecía estupendas interpretaciones...
ResponderEliminarEn el próximo comentario haré referencia a cierta anécdota del estreno de esta obra maestra, en el Teatro Calderón de Motril...
Clementine: Eso está bien, que las polémicas sean dentro del marco más correcto y exquisito. Al fin y al cabo estamos hablando de opiniones de gran talento.
ResponderEliminarAlimaña: Ya he comentado alguna vez que esa ama de llaves camina como si flotara, como si fuera también un fantasma. Espero no ver ese remake al que se refiere, eso si que sería inquietante...
Manderly: Esa lucha entre los dos personajes femeninos de la película es magistral, porque es como muy insinuante, pero a la vez directa y provocadora. El momento en que el ama de llaves le anima a tirarse de una ventana no tiene precio.
Tirador: Yo creo que esta vez no llegará la sangre al rio. Lo de Scully era realmente una provocación, pero aquí creo, que en el fondo,es una cuestión de matices. Esperamos esa anécdota que seguro será interesante.
Maravillosa entrada Mr Cahier. Tanto que aprovecharé la tarde del domingo para volver a ver la película. En cuanto a la actriz, excelente, no se si sería el trabajo del director (magnífico siempre) o su propio carácter pero le salió bordado. Sir Laurence Olivier siempre a la altura (y me da igual que intentase "colocar" a su mujer ¿quien no lo haría?)y los actores y actrices secundarios geniales. Gracias por la entrada. Saludos.
ResponderEliminarObviaré las invectivas sobre Dana Scully, y les ofreceré la anecdota prometida.
ResponderEliminarLa historia está documentada, y de hecho forma parte del Anecdotario Motrileño de Paco Pérez, publicado a principio de los años ochenta.
El estreno de Rebeca en Motril, al igual que en toda España, fue todo un suceso, y así la película estuvo casi una semana proyectándose en el Teatro Calderón, eso sería en los primeros meses de 1943.
En una de las sesiones, en el momento supremo, culminante, en que la perfida señora Danvers es pasto de las llamas, uno de los espectadores, llevado por la emoción del momento, no pudo reprimir sus emociones, y puesto en pie, vociferó a la pantalla: "¡Ezo te paza por puta!" (léase con acento motrileño, como el que viene reflejado en el clip pillando purpos); la concurrencia de la abarrotada sala no pudo sino aplaudir sobre manera, a la vez que reía divertida la ocurrencia, vivamente sentida, de su compañero de butaca...
Seguramente la angustia que vivía ella en realidad la ayudó para encarnar su papel. Esa mujer sin nombre... La "sustituta" a la que nadie toma en serio.
ResponderEliminarJoder, lo de los guantazos de Hitchcock no lo sabía... Me cachis, mira que me hubiera ido bien para el libro, jejeje...
Lazoworks
Es muy buena esa anécdota, Tirador, desde luego digna de ser publicada. Muy divertida.
ResponderEliminarBlue Day: Pues nada mejor que ponerse a ver "Rebeca" para distraerse de este horrible calor que nos golpea sin piedad estos días. Recuerdo, de pequeño, que cada vez que la veía me seguía sorprendiento ese final.
ResponderEliminarTirador: Ja,ja,ja, muy típico de Motril.
Lazoworks: ¿Cuando va a recuperar usted su identidad?. Puede sacar usted un libro de apéndices complementario.
Clementine: Es que los cines de Motril merecen una mención especial. Recuerdo que cuando fui a ver "La bella y la bestia" de Disney, las butacas de patio eran de hierro, y que conste que no era un cine de verano.
Excelente entrada, Sr. Cahiers. Me ha encantado. La verdad es que tanto Hitchcock como Fontaine desempeñaron un trabajo redondo. A mí me gusta mucho el papel de Joan Fontaine, mucho más que el de Olivier. Esa timidez, ese nerviosismo, aunque fuera causado por el propio ambiente del rodaje, es perfecto. Creo que con Vivien Leigh la película no hubiera sido tan perfecta. Un abrazo.
ResponderEliminarSe lo hicieron pasar mal, pero no sé si luego la Fontaine pudo estar mejor. En "Rebeca" estuvo muy muy bien.
ResponderEliminarMarcos: Parecía como si Olivier fuera ya de sobrado, demasiada prepotencia. Eso de ser considerado como uno de los mejores...
ResponderEliminarMöbius: Hay actrices y actores que trabajan mejor sin son presionados.
Muy buen post, cuentas cosas muy interesantes y Don Hitch era de armas tomar, pero un grande entre los grandes! muy bueno lo de la bofetada, la fontaine tan sensible y tan débil que Hitch pensaría ¿que no lloras? ya vas a ver ¡zas! Un peliculón este de "Rebeca".
ResponderEliminarBesotes
Lala: De Hitchcock ya se sabe su peculiar relación con sus actrices, obsesivo, fetichista por las rubias y siempre un genio.
ResponderEliminarHola Pepe!!! Me declaro seguidor de DOS (David O. Selznick), ese era un productor como Dios manda y sus películas por lo menos son visualmente impresionantes y no lo digo sólo por Lo que el viento se llevó...ya que del 23 al 57 el tío no paró de producir grandes y pequeños proyectos. Del que ya no soy tan seguidor es de Alfred Hitchcock, sí de su método a la hora de filmar que tu excelentemente relatas a rasgos superficiales pero en general sus películas no me llenan tanto como cabría esperar dada su fama, claro está que es una cuestión meramente personal.
ResponderEliminarLo que relatas me parece muy interesante desde el punto de vista de cómo aprovechar al máximo los recursos por parte de Alfred Hitchcock, incluidos los actores, desde luego sus ideas eran de genio.
Un abrazo.
Interesantísmo el post y muy bonito.
ResponderEliminarEl misterio que siempre me queda por resolver es el odio eterno entre esas dos magníficas actrices hermanas: Fontaine- De Havilland
Quimérico: Creo que ese odio nació en el momento en que ambas fueron nominadas al oscar y, claro está, fue solo una la que se llevó el gato al agua, lo que provocó un enfado monumental.
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