En muchas películas norteamericanas siempre hay alguien que está restaurando un coche y, en las mayoría de las ocasiones, siempre se trata de un Ford Mustang del 67. Representa un icono de una época en que el automóvil era casi un símbolo de rebeldía, una puesta en escena de lo que se conoce como Road movie, en el que se desafiaba a la autoridad en carreras infinitas y, casi siempre, con finales en los que el protagonista optaba por la auto-inmolación. Eso me ha llevado a pensar qué automóvil podría ser un icono de los años 70 en España y, sobre todo, cual es el más deseado en cuanto a restauración mito-maniática. Aquí les dejo una galería de los más comunes de la época, en los que hasta el 600 era toda una sublimación del futuro monovolumen, o ¿acaso no subían cinco pasajeros más el loro y el equipaje sin ningún problema?.
El tiburón o el Gordini son palabras mayores pero por destacar uno de la tierra yo elegiría el Seat 131 o el 850 coupé que casi hoy sería pieza de museo.
ResponderEliminarJejeje, no me imagino una peli de persecuciones con estos utilitarios, jejeje. El Tiburón es un coche que siempre me encantó.
ResponderEliminarUn saludo
Yo tengo un cariño especial al Renault Gordini, como ya sabrás si recuerdas cierta entrada de Safari.
ResponderEliminarUn saludo.
Tengo especial debilidad por los clásicos yanquis.
ResponderEliminarAhora bien, de España, me quedaría, por motivos personales, con el Seat 127, ya que era el coche que conducía mi padre cuando yo era muy pequeño. De todasf ormas, creo que el 600 es uno de los más emblemáticos.
Saludos ;)
Me quedo con el 2CV descapotable como icono retro, y el mítico R5, el primer auto en montar parachoques de plástico.
ResponderEliminarMarcos: Un compañero de armas de la mili tenía un 850 coupé y, cada vez que nos subíamos, al que le tocaba subirse atrás era una auténtica tortura. Había muy poco espacio y tenías que plegar las piernas para poder sentarte.
ResponderEliminarCrowley: No crea, acuérdese de las películas de Eloy de la Iglesia o Jose Antonio de la Loma y como el Vaquilla o el Torete huían de la policía en un seat 131 o 1430.
David: Me acuerdo perfectamente. Mi tio sin ir más lejos siempre tenía Gordinis y el último se lo quiso dar a mi padre que no quiso quedarse con él porque, al ser camionero, no quería conducir más en sus ratos libres.
Pliskeen: Mi primer coche, recien sacado el carnet de conducir, fue un 127 y al pobre le hice auténticas perrerías.
Lucifer: Pues en la serie estadounidense "Me llamo Earl", se dá el insólito caso de que uno de los personajes tiene un Renault 5 de color celeste.
Ja,ja nada como el mítico Renault-8. Mi hermana sigue conservando el que era de mi padre y como yo no sé conducir, me lleva con él a la playa, todo una delicia y un espectáculo...
ResponderEliminarMmmmm no se mucho de coches, pero si tuviera que elegir uno me quedo con el wolkswagen escarabajo rojo, el tercero contando desde la primera foto de arriba.
ResponderEliminarYo lo tengo claro, no es un modelo en concreto lo que hay que buscar, en españa es una marca, cualquier modelo de la Seat es reformable hasta puntos insospechados, desde el mitico 600 hasta el más actual Ibiza.
ResponderEliminarPor otro lado, y por decir un modelo concreto aun siendo de otra marca con un renault 5 se han hecho milagros.
Firmado el azote de Estepona.
Amigo Tirador no duden en conservar semejante reliquia.
ResponderEliminarBueno Sr.Nocivo el escarabajo es todo un clásico en todo el mundo.
Si, amigo Azote de Estepona, ya sabe el viejo chiste de las siglas de SEAT (Siempre estamos apretando tornillos)y como con unas tijeras y un poco de cinta aislante se arreglaba el motor de un 850.
Pues no lo sé, pero llegué a montar en unos cuantos...
ResponderEliminarAunque parezca paradójico, en los coches de hoy en día ya no se duerme tan bien... ¡el runrun del motor acunaba que era un primor!
Y el traqueteo de la viejas carreteras repletas de curvas y baches, amigo Möbius.
ResponderEliminarMe quedo con el 600, el escarabajo y el mini, que tan buenos momentos me dió, jejjejee. Imaginate dos tios de 1´90 dentro de un mini, jajjaa, casi teníamos que sacar las piernas por la ventanilla.
ResponderEliminarSi, Gárgola, eran bastante incómodos, pero a todo se adapta uno. Hoy sin embargo, tengo un Xsara Picasso y cuando me subo en un coche más pequeño me da claustrofobia.
ResponderEliminarLa mejor roadmovie que he visto de ese gran sueño americano de gasolina y horizonte es "Carretera asfaltada en dos direcciones", aunque en aquella era un Chevrolet del 55 el auto fetiche. De la colección que muestras me toca quedarme con el Renault 8, que fue el primer coche que llevé y para mi era la misma emoción que si condujera un Ferrari: libertad sobre cuatro ruedas. Hala, ya se abrió la nostalgia.
ResponderEliminarSaludos.
De esa película que usted comenta, Licantropunk, recuerdo las miradas estoicas de Warren Oates y ese final con la película quemada.
ResponderEliminarEl 600, sin duda, un coche mítico y extrañamente bonito para los cánones actuales, ahora que se imponen los utilitarios pequeños. Habría que hacer algo con el consumo y con la potencia, pero un 600 nuevo hoy, es una caña.
ResponderEliminarYo nunca he sido un gran aficionado a los coches, no me siento interesado por deportes de motor y demás... Pero hay que reconocer que estos coches son verdaderos iconos de una época, son preciosos. Es un coche inolvidable.
ResponderEliminarUn 600 bien restaurado, con pintura metalizada y ruedas anchas es toda una pasada, estimado Insanus.
ResponderEliminarNo crea, amigo Cendrero, que yo tampoco soy un apasionado del motor, siendo motivos nostálgicos lo que me han impulsado a escribir esta entrada.