jueves, 16 de octubre de 2014

CÓMO NEGOCIAR CON ESO QUE LLAMAN TELEFONÍA

Quien más y quien menos habrá tenido, en alguna ocasión, alguna conversación difícil con alguna de las numerosas compañías de telefonía que campan por sus anchas por el mundo conocido. Tales circunstancias son ya tan corrientes como el resfriado común de los humanos o el moquillo de los cánidos. En mi caso soy de los que, por comodidad o pereza, les resulta engorroso estar cambiado de compañía cada dos por tres, al arbitrio de ofertas y demás chalaneos. Pero toda paciencia tiene un límite, tan escabroso como un campo de cuchillas de afeitar. Me pongo en situación. La compañía, podríamos llamarla "Ataulfo S.A." por no citar un nombre conocido, te ofreció allá por los albores de la humanidad un buen precio por sus servicios.
No obstante, de forma sibilina, te han ido, poquito a poquito, inflando la factura cual infante soplando un descomunal globo. Además ha ofrecido mejores tarifas a los recién llegados. Te inquietas, te molestas y, cuando la factura se parece a un niño obeso vestido de marinero, se te acaba tu espíritu pacífico. Automáticamente llamas a la compañía Ataulfo. Lo primero que te encuentras es una serie de obstáculos, que ríase usted del concurso "Humor amarillo", que consisten en castigarte con unos tonos musicales de escaso interés, ya podían poner "Balada triste de trompeta" de Rafael, seguidos de unas instrucciones, ya saben, pulse este botón si quiere esto y pulse aquel si quiere lo otro, rematado con la frase odiosa de "En estos momentos nuestros operadores andan ocupados, manténgase a la escucha o inténtelo de nuevo". Después de llegar casi a la meta está descartado absolutamente  intentarlo de nuevo y te sueldas, con estaño y soplete, el teléfono a la oreja, apretándolo mucho, como si de esa manera consiguieras que te atendieran antes. Al cabo de un buen rato, te contesta un señor situado a orillas del Titicaca y con un ruido de fondo, similar a la cocina de Casa Lucio cuando realizan sus conocidos huevos estrellados. 
-Dígame señor en que puedo atenderle
-Verá, estoy ligeramente molesto porque pago más de factura del móvil que de hipoteca y quisiera que me revisaran la tarifa.
-Un momento señor... Bueno, es lo que tiene usted contratado.
-Ya lo se, pero ya nadie paga esos precios. A los nuevos clientes les ofrecen mejores condiciones.
-Si señor, pero es solo para la captación de nuevos clientes.
-Es que la compañía, podríamos llamarla "Chirimoya S.A." por no citar un nombre conocido, me ofrece una tarifa más reducida y, si ustedes no me la igualan, no tendré más remedio que darme de baja con ustedes. Además me dan un móvil de última generación, el "Andeestáphone 3000", con funciones de microondas y depilación láser.
-chrrirpicichshhcirrrrip (ruido de huevos fritos)... Señor, nosotros no podemos hacer nada más.
-¡Pues me doy de baja ya!
-                                     (sonido producido por una pared)... Señor, nosotros no podemos hacer nada más. 
-¡Pues adiós muy buenas!

Te pones en contacto con la empresa Chirimoya y contratas la telefonía móvil, solicitando la portabilidad.  A las pocas horas te llaman de tu antigua compañía y un señor muy amable, con vistas a la Puerta del Sol, te pregunta que ha pasado para que los abandones de forma tan apresurada.
-Pues verá, me han ofrecido una tarifa más barata, con mejores condiciones y me dan un móvil de última generación.
-Señor fulanito de copas, permítame ofrecerle nuevas condiciones, ya que es usted un cliente preferente al que no queremos perder. Le igualamos la oferta.
-No gracias, ya les llamé antes y no me hicieron ni puto caso. Además, me he comprometido con Chirimoya y mañana me mandan el nuevo móvil con llamada ilimitadas y 3 Gb de datos. 
-Bueno nosotros le daremos llamadas infinitas no solamente aquí, sino también en el espacio exterior,  unos 2.000.0000 de Gb de datos y una foto firmada por Angelina Jolie.
-¡Que no, demonios, que soy muy formal y ya me he comprometido con la otra empresa! ¿Por qué diantres no me lo ofrecieron el otro día?
-Son políticas de empresa caballero, pero si me permite le ofrezco de forma gratuita lo último en telefonía móvil, el "Ladrillum pesimus 5000", que lleva apenas unas horas en el mercado, con cámara de fotos con 50 mega dixies, masajes, sauna turca y servicio de lavandería.
-No se, no se, ya me está usted tentando demasiado....
-Si hacemos el trato ahora, caballero, además le regalaremos un apartamento en el Mar Menor y un Lamborghini Miura. 
-Bueno, vale, por ser ustedes haré un sacrificio.
-Muy amable caballero, tomo nota. 

Evidentemente es una exageración, aún no me han ofrecido el apartamento ni tan siquiera un triste utilitario, además de que el Lamborghini Miura está descatalogado, pero si es cierto que no te hacen caso hasta que pides la portabilidad. Entonces son todo arrumacos y amabilidades. ¿Una política acertada? En mi opinión no, es un error forzar a un buen cliente hasta ese punto y no darle unas condiciones aceptables para su permanencia. Supongo que son estrategias muy estudiadas, pero esto de la telefonía móvil es en no pocas ocasiones un tótum revolútum poco inteligente.


33 comentarios:

  1. Hijole... has hecho un retrato de lo mismo que pasa por aca´

    muy bueno
    saludos
    CArlos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Unos comendiantes hicieron la venganza del usuario... está muy divertido lo puedes ver en http://youtu.be/hWVV5RLhcT8

      Eliminar
    2. Muy divertida esa venganza. Ya había escuchado algo parecido y es lo que verdaderamente se merecen. Muy ingenioso.
      Saludos.

      Eliminar
  2. Yo también he pasado por una situación similar. El empleado que me atendió para ofrecerme nuevas condiciones tenía una voz sibilina y melíflua que te hacía pensar en los seres diabólicos que intentaban tentar a San Antonio en su desierto.
    Saludos! Borgo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Si, los operadores de telefonía son una especie de Mefistófeles de ínfima categoría, cuya mayor virtud es llamarte a la hora de la siesta para incordiarte.

      Eliminar
  3. Justamente eso acaba de ocurrirle a mi padre, con el fijo, pero da igual, son unos sinvergüenzas. Ahora se dedican a agobiarlo ofreciéndole el oro y el moro, pero no pica, los ha mandado a la mierda. No es que tenga esperanzas de que la nueva compañía utilice métodos mejores, pero al menos se ha quedado como dios dándose el gustazo de llamarlos de todo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo para eso soy muy puñetero y, una vez que me he dado de baja, no me apeo del burro, aunque reconozco que son muy eficientes a la hora de arrastrarse.
      Saludos Inmagina

      Eliminar
  4. yo odio cordialmente a las compañías que no corresponden con honestidad a la mía, que no aspiran a servirme (y cobrar por ello) sino sólo a cobrar (y siempre un poco más, si pueden y si cuela). Les tengo especial tirria a los de los móviles. Por eso no tengo (aunq en mi casa hay cuatro).
    Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No obstante ahora están algo más prudente. En los primeros años de internet y telefonía móvil eran especialistas en ofrecerte una cosa y transformarse en otra al cabo de los meses, llegando a pagar unas facturas impropias de lo que te ofrecían.

      Eliminar
  5. Yo sólo te diré una cosa... Me llevo este artículo (de lujo) a mi tuiter.

    Y gracias por las risas, a pesar de estar (muy) basado en la realidad.
    Buen fin de semana, Cahiers :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, espero que sea de utilidad y, aunque exagerado, no deja de ser real en un tanto por ciento muy elevado.
      Buen fin de semana amiga Clementine, y eso que el mio ha empezado con mal pie, con esa derrota en el minuto 93 del Granada en los Cármenes frente al Rayo.

      Eliminar
    2. ¿En el minuto 93? Pues entonces esa victoria del Rayo no vale, que los partidos se terminan en el minuto 90... que de eso bien me acuerdo :)

      Eliminar
    3. Como la vida misma... Y mientras deambulando de compañía en compañía... y si hay tiempo de denuncia en denuncia... y llamadas al banco del tipo si llega esta factura la devolvéis y así. Y entremedias chillidos al teleoperador de turno... ja, ja.
      Yo creo que he pasado ya por todas las variantes y compañías.
      Saludos.

      Eliminar
    4. No sé por qué me ha salido el comentario aquí como respuesta a otro. Sorry.

      Eliminar
    5. No hay problema, Nury. El caso es hacer piña para incordiar un rato a Cahiers. Para que no esté ocioso :)

      Eliminar
    6. Nury, lo que no entiendo es porque el gobierno no le ha puesto ya las pilas a las compañías telefónicas, no ya por las facturaciones exageradas sino por imponerles que faciliten las bajas y el cambio de empresa.

      Gracias Clementine, siempre es bueno que me den cosas que hacer, de lo contrario, ya sabe que el diablo cuando se aburre...

      Eliminar
  6. Hola de nuevo, Cahiers! En mi última entrada, en mi respuesta a tu comentario, puse un Hola, David! En lugar de Hola, Cahiers! Cada día tengo peor las neuronas. Sorry.
    Saludos! Borgo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ahí, ahí, haciendo honor a tu foto... todo un caballero :)

      Eliminar
    2. Gracias amigo Miquel, aunque mirándolo bien ha sido un error a medias, aunque no debemos desvelar mi identidad secreta. En eso me parezco a Peter Parker.
      Saludos Clementine y Miquel.

      Eliminar
  7. Todo lo que nos ha facilitado la telefonía móvil en nuestras vidas nos lo ha restado en libertad. Además, es cierto, ya no sé para qué se llaman tele´fonos móviles si lo que menos y peor hacen es llamar. Bueno Cahiers, ánimo, creo que hay una casa especializada en crear réplicas exactas del Miura. Abrazos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Además ya no te preguntan cuando descuelgas cómo estás, sino dónde. En cuanto al Miura, mucho me temo que excede de mi presupuesto, salvo que sea una reproducción de juguete.
      Un abrazo

      Eliminar
  8. En casa llevamos tiempo queriendo cambiar de compañía el fijo e internet, pero nos da miedo, así de simple.No hago más que leer y oír experiencias de gente que se ha querido dar de baja y es un infierno, como las doce pruebas de Hércules, pero peor. El miedo que tenemos es cambiar de compañía, no darnos de baja adecuadamente y que nos sigan cobrando (lo cual parece ser bastante frecuente, por cierto). Unos canallas...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo he cambiado en varias ocasiones de compañía y si no tienes un contrato de permanencia no es difícil darse de baja. Otra cosa es aguantarles con sus númerosas llamadas que llegan a incordiar un rato.

      Eliminar
  9. Bueno todo será tomárselo con buen humor como has hecho tú, jaja, pero si que es un engorro esto de cambiar de compañías y dar cuatro mil explicaciones.
    Saludos
    :D

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Lo de las llamada telefónicas para venderte algo se ha convertido ya en un género humorístico en sí mismo
      Saludos.

      Eliminar
  10. Mr. Cahiers, muy divertida esta entrada, hoy la telefonia y otros males modernos, luego seran los replicantes, cordiales saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Cualquiera sabe amigo Belknap, o la rebelión de las máquinas...

      Eliminar
  11. Lo has descrito de una manera divertida pero totalmente real.

    Magníficoooo!!.

    Te felicito.

    Un gran saludo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Estas cosas hay que tomárselas un poco a broma, no es para menos.
      Saludos.

      Eliminar
  12. Son artistas del engaño, aunque cada vez se les ve mas el plumero a las compañias telefónicas. Ahora me hace gracia la publicidad del catálogo de la archiconocida tienda Phone Home, por la que te dicen que tienen el avanzadísimo smartphone galáctico S500 "¡ES GRATIS!". Si, completamente gratis, aunque asociado a una linea de datos con contrato de permanencia de 24 meses pagando 19 euros de línea fijos y un coste adicional de 12 euros por el terminal, aparte el iva claro. Echando números así aproximadamente, el teléfono "regalado" te lo llevas a casa por la frilolera de 885 euracos de nada...

    Saludos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. En mi caso, mejor dicho en el de mi mujer, le ofrecieron esos términos en Orange, pero Vodafone, cuando quiso evitar que nos diésemos de baja, al enterarse de la petición de portabilidad, nos han dado absolutamente gratis el último Sony Xperia Z3. Hay que pillar el momento oportuno.

      Eliminar