Existe un nutrido grupo de aficionados a la temática zombi que no solo degusta con avidez las películas del género que caen en sus manos, sino que además tienen un sexto sentido que les advierte del peligro que podría existir realmente el día que los muertos caminen entre nosotros, con hambre de cerebros y vísceras. Se vanaglorian de estar preparados para el día del apocalipsis y sus métodos, forjados en normas y comportamientos de películas gore, videojuegos y cómics, parecen bien cimentados. De hecho, se podría decir, sin mayor problema, que ansían sin prejuicios que ese amanecer zombi suceda realmente. La gente los tacha de frikis o directamente de chalados con todas sus tuercas y arandelas por los suelos.
Así que no sería de extrañar que, tan amantes de la adrenalina post mortem, llegaran al éxtasis y al orgasmo cuando se ha publicado la noticia de que la Administración Obama ha dado luz verde un "Protocolo de emergencia en caso de apocalipsis zombie", conocido como proyecto CONOP 8888, cuya primera prioridad es "preservar la sanidad humana". En el mismo se dan unas normas a seguir en cuanto a la reserva de alimentos, la provisión de agua potable y otras instrucciones de supervivencia. Existe también un protocolo de actuación del ejército norteamericano muy centrado en la contención y eliminación de los llamados "no muertos". Ante el pitorreo generalizado y el asentimiento de los que siempre creyeron que esto podía suceder, las autoridades militares se han justificado argumentando que se trata sólo de un incentivo para sus muchachos en los ya monótonos ejercicios tácticos de emergencia.
Esta noticia, que podría ser considerada casi inédita, no lo es realmente, ya que en el 2011 el Centro para la Prevención y Control de Enfermedades, una agencia de salud del gobierno federal de Estados Unidos, con sede central en Atlanta, publicó en su página web un protocolo similar y según su portavoz oficial, Dave Daigle, "Si se preparan para el Apocalipsis zombie, estarán preparados para cualquier peligro". Aunque lo más curioso de la noticia no es que se intente justificar tal proceder diciendo que será válido para cualquier otra catástrofe, epidemias, inundaciones, huracanes y otros tumultos, sino que se niega la existencia del fenómeno zombi, excepto en los pollos. A uno se le queda la cara como un cuadro de Mondriaan ante semejante afirmación y busca, desesperadamente, una explicación más o menos racional de semejante afirmación. Parece ser que, en algunos lugares de EEUU, a las gallinas viejas que ya no ponen huevos se les sacrifica con monóxido de carbono y se les entierra debidamente, aunque sin salvas de honor. Lo curioso es que al poco tiempo vuelven a la vida y surgen de entre la tierra, como en las buenas películas de terror. La primera explicación racional que se me viene a la cabeza es que les dan sepultura cuando aún no están muertas. Todo esto me recuerda a la película "El ataque de los pollos zombies", una producción gamberra de serie B, o directamente Z, en la que unos pollos de un restaurante de comida rápida vuelven a la vida al estar construido el mismo sobre un cementerio indio. Una versión avícola de "Poltergeist" de Tobe Hooper en toda regla.
Y para terminar esta marcianada de entrada, que denota mi falta de ideas cual escolar antes de las vacaciones de verano, les contaré la historia del pollo Mike. En 1945, Lloyd Olsen, un granjero de la ciudad de Fruita (Colorado), se disponía a prepararse una buena cena. Eligió a un pollo bien cebado y le cortó la cabeza para desplumarlo a continuación. Cuál fue su sorpresa cuando el ave sin testa salió corriendo a esconderse en un rincón del corral. El granjero pensó que moriría a los pocos minutos y lo observó detenidamente. Pero su perplejidad seguía sin tregua cuando el pollo comenzó a comportarse con toda la normalidad del mundo, deambulando por el gallinero como un miembro más. Olsen lo mantuvo con vida alimentándole con una pipeta con la que le introducía comida y agua. Aunque el animal estaba desprovisto de cabeza, la yugular quedó intacta al igual que gran parte del cerebro y un oído. El pollo Mike, como fue bautizado, se convirtió en toda una celebridad, siendo protagonista asiduo de ferias en las que su propietario hacía negocio exhibiéndolo. Hasta tal punto fue conocido que muchos granjeros intentaron fabricarse su propia gallina sin cabeza, pero con resultados infructuosos. Mike murió 18 meses después de perder la suya al atragantarse con unos granos de maíz. Pero su hazaña no fue olvidada nunca, tal y como lo atestigua el tercer domingo de mayo de cada año en una fiesta en su honor.
Así que no sería de extrañar que, tan amantes de la adrenalina post mortem, llegaran al éxtasis y al orgasmo cuando se ha publicado la noticia de que la Administración Obama ha dado luz verde un "Protocolo de emergencia en caso de apocalipsis zombie", conocido como proyecto CONOP 8888, cuya primera prioridad es "preservar la sanidad humana". En el mismo se dan unas normas a seguir en cuanto a la reserva de alimentos, la provisión de agua potable y otras instrucciones de supervivencia. Existe también un protocolo de actuación del ejército norteamericano muy centrado en la contención y eliminación de los llamados "no muertos". Ante el pitorreo generalizado y el asentimiento de los que siempre creyeron que esto podía suceder, las autoridades militares se han justificado argumentando que se trata sólo de un incentivo para sus muchachos en los ya monótonos ejercicios tácticos de emergencia.
Esta noticia, que podría ser considerada casi inédita, no lo es realmente, ya que en el 2011 el Centro para la Prevención y Control de Enfermedades, una agencia de salud del gobierno federal de Estados Unidos, con sede central en Atlanta, publicó en su página web un protocolo similar y según su portavoz oficial, Dave Daigle, "Si se preparan para el Apocalipsis zombie, estarán preparados para cualquier peligro". Aunque lo más curioso de la noticia no es que se intente justificar tal proceder diciendo que será válido para cualquier otra catástrofe, epidemias, inundaciones, huracanes y otros tumultos, sino que se niega la existencia del fenómeno zombi, excepto en los pollos. A uno se le queda la cara como un cuadro de Mondriaan ante semejante afirmación y busca, desesperadamente, una explicación más o menos racional de semejante afirmación. Parece ser que, en algunos lugares de EEUU, a las gallinas viejas que ya no ponen huevos se les sacrifica con monóxido de carbono y se les entierra debidamente, aunque sin salvas de honor. Lo curioso es que al poco tiempo vuelven a la vida y surgen de entre la tierra, como en las buenas películas de terror. La primera explicación racional que se me viene a la cabeza es que les dan sepultura cuando aún no están muertas. Todo esto me recuerda a la película "El ataque de los pollos zombies", una producción gamberra de serie B, o directamente Z, en la que unos pollos de un restaurante de comida rápida vuelven a la vida al estar construido el mismo sobre un cementerio indio. Una versión avícola de "Poltergeist" de Tobe Hooper en toda regla.
Y para terminar esta marcianada de entrada, que denota mi falta de ideas cual escolar antes de las vacaciones de verano, les contaré la historia del pollo Mike. En 1945, Lloyd Olsen, un granjero de la ciudad de Fruita (Colorado), se disponía a prepararse una buena cena. Eligió a un pollo bien cebado y le cortó la cabeza para desplumarlo a continuación. Cuál fue su sorpresa cuando el ave sin testa salió corriendo a esconderse en un rincón del corral. El granjero pensó que moriría a los pocos minutos y lo observó detenidamente. Pero su perplejidad seguía sin tregua cuando el pollo comenzó a comportarse con toda la normalidad del mundo, deambulando por el gallinero como un miembro más. Olsen lo mantuvo con vida alimentándole con una pipeta con la que le introducía comida y agua. Aunque el animal estaba desprovisto de cabeza, la yugular quedó intacta al igual que gran parte del cerebro y un oído. El pollo Mike, como fue bautizado, se convirtió en toda una celebridad, siendo protagonista asiduo de ferias en las que su propietario hacía negocio exhibiéndolo. Hasta tal punto fue conocido que muchos granjeros intentaron fabricarse su propia gallina sin cabeza, pero con resultados infructuosos. Mike murió 18 meses después de perder la suya al atragantarse con unos granos de maíz. Pero su hazaña no fue olvidada nunca, tal y como lo atestigua el tercer domingo de mayo de cada año en una fiesta en su honor.
Bueno, para mí los zombis son muertos que vuelven a la vida, que salen de sus tumbas como los pollos que dices o los bailarines de "Thriller". Lógicamente que estos seres lleguen a existir es una gilipollez, pero oye, luego están los zombis que en realidad son infectados tipo "Guerra Mundial Z" que no son tan, tan fantásticos.
ResponderEliminarTodo esto me hace preguntarme si también tendrán un protocolo contra una invasión alienígena.
Pues seguro que si, a partir de tener un protocolo anti zombi, cualquier cosa es posible ya. Y puestos a razonar, seguro que es más posible un ataque alienígena que un apocalipsis de muertos salidos de sus tumbas.
EliminarBueno existen unos hombres zombis sin ciencia ficción... La mayoría de los habitantes de la isla de Haití, en el Caribe, creen firmemente en la tradición vudú. Esta religión, provista de un fuerte componente mágico, se ha confirmado como un referente muy importante dentro de la cultura popular, y se le atribuye el poder resucitar a muertos conocidos como zombies, para hacerlos trabajar como esclavos sin mente ni voluntad, en beneficio de aquellos que les devuelven a la vida. La palabra “zumbi” es bastante común en los idiomas africanos, que deriva a zombie en la cultura occidental...
ResponderEliminarpero a estos hombres en espacial le daban una sustancia que les provocaba este daño.
muy bueno Pepe.
Saludos
carlos
Precisamente hace algún tiempo escribí una entrada sobre este tema, y es posible que una pócima llamada Coup de poudre, elaborada a partir de las toxinas del pez globo fuera la inductora de ese comportamiento, aunque también se habla de la burundanga. Le dejo el enlace por si le resulta interesante:
Eliminarhttp://pepecahiers.blogspot.com.es/2011/03/los-no-muertos-de-colombier.html
Saludos.
Pues ya puestos que hagan planes de defensa contra vampiros u hombres lobo, hay que ver en qué se malgasta el dinero.
ResponderEliminarBueno, dessjuest, nadie podría asegurar que no tienen ya un protocolo contra vampiros, hombres lobo o chupacabras. Cualquiera sabe...
EliminarMr. Cahiers, pues a menos que en los laboratorios USA se este creando algo bastante turbio, aun mas turbio de lo que se debe estar llevando a cabo en estos instantes, todo es una verdadera fantochada, lo peor es que hay gente que se lo crea en serio; dessjuest tiene razon, que creen planes de defensa en contra de otros seres oscuros y eso que hay muchos. Muy bueno lo del pollo Mike. Saludos.
ResponderEliminarEstá claro que si un día se produce una extraña epidemia que nos deja medio zombis será por algún virus mutante salido de laboratorios secretos destinados a armas químicas. Quizás todo esto no sea nada más que una tapadera de una futura guerra bacterológica. Ya me estoy volviendo paranoico.
EliminarBueno, yo no soy nada de estas películas, así que si pasa lo que sea ya te pregunto, oh, experto...
ResponderEliminarNo me gusta nada la historia del pollo Mike, es todo muy chungo, sobre todo para el pollo :)
En efecto, eso de vivir sin cabeza no debe ser nada cómodo, aunque hay muchos tipos por ahí que andan así y ni se dan cuentan.
EliminarJajajajajajaja...
EliminarAnimales como las ovejas, los perros, las propias gallinas y muy próximamente las ardillas (cierto), son en si mismos un buen caldo de cultivo para ser parodiados en zombedys solo aptas para un reducido público. Lamentable por otra parte lo del "Mike Sleepy Hollow" que cuentas al final. Las cucarachas también resisten varios días sin su cabeza.
ResponderEliminarLas cucarachas son un mundo aparte, en cuanto a repugnancia y resistencia. Al final heredarán la Tierra. No quiero ni pensar si además se convirtieran en cucarachas zombis, serían casi invencibles.
EliminarEs peor enemigo para ellas es más el hambre que el hombre. ¿Sabías que el mejor veneno que se utiliza para eliminarlas contiene feromonas? Así se consigue que se vuelven locas y se ataquen las unas hasta matarse todas entre sí... Ese si que es un verdadero comportamiento zombie, muy real. Esperemos que nadie invente o utilice algo parecido para nosotros mismos.
EliminarNo de usted ideas amigo Alimaña, que no sabemos quien anda por ahí. Eso de devorarse unos a otros me recuerda a la causa que hace levantarse a los zombis en "No profanar el sueño de los muertos". Eran una especie de ondas que hacía caníbales a los insectos.
EliminarSi tienen protocolo contra zombies... ¿lo tendrán contra aliens? o peor aún ¿los videoclips de Leticia Sabater?
ResponderEliminarCreo que la historia del pollo Mike me va a producir pesadillas, porque veo algo así y me da un patatus... aunque ya fui testigo de como se le cortó la cabeza a un pavo bien cebado y este salió corriendo descabezado y ensuciandolo todo durante un par de minutos.
De hecho los videoclips de Leticia Sabater deberían ser considerados como un arma de destrucción masiva.
EliminarYa veo que fue testigo de una decapitación. Supongo que en la revolución francesa verían muchas y no sabemos si alguno salió por piernas, jeje.
Gallina vieja... hace buen zombie. Creo que no sería mala idea abrir un Fried Chicken Zombie con receta especial. Me pido hacer un logo con pollo descabezado. Echo de menos en esta entrada una receta con pollo a la pepitoria, muy típico de Granada.
ResponderEliminarSaludos. Borgo.
Ya me gustaría haber puesto esa receta, pero ya sabe que se lo mismo de cocina que de ingeniería genética, además no soy muy partidario del pollo en general.
EliminarSaludos amigo Miquel.
¿Falta de ideas? pero si es una entrada completisima plagada de cosas interesantes. Tan solo habia oido hablar del protocolo del Centro de prenvención y control de enfermedades. Todo lo demás han sido descubrimientos maravillosos. Sobre todo la película, me la apunto para verla.
ResponderEliminarSaludos.
Gracias amigo Shimulo y eso que me parecía que me había quedado una entrada algo extraña.
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