martes, 28 de diciembre de 2010

DESCUBRIMIENTO REVOLUCIONARIO


En 1962 el científico Harald Stümpke en colaboración con el prestigioso zoólogo Pierre Grassé publicaron un libro titulado "Anatomía y biología de los Rinogrados, nuevo orden de mamíferos". En el se hacía una amplia descripción de una nueva especie descubierta en el archipiélago del Pacífico Hi-Tay, cuya característica principal era la conformación de su nariz, que había alcanzado una gran variedad de especialización y adaptación al medio. A modo de estudio semejante al iniciado por Darwin en su visita a las Galápagos, y que fue la base primordial de su Teoría de la Evolución, Stümpke nos ofrecía un estudio detallado de la evolución de esta nueva especie.


Después de la sorpresa inicial de tal descubrimiento, se acusó a los dos científicos de fraude y de inventarse literalmente la existencia de los Rinogrados. Lo que principalmente levantó las sospechas de los principales especialistas del mundo fue el hecho incontestable de que no se aportaba prueba documental alguna sobre estos animales. El pequeño tratado se limitaba a unos cuantos dibujos que parecían más una broma que un estudio con un mínimo de conocimiento. Otro aspecto fundamental de la sospecha de la comunidad científica, era la sinrazón que mantenían sus descubridores acerca de la ubicación exacta del lugar en donde se descubrieron los extraños especímenes.


Olvidado el asunto y formando parte del anecdotario biológico, la noticia que llegó estos días por parte de una expedición a las islas Hí-lay ha convulsionado a la zoología, hasta el punto de afirmar que hemos asistido al descubrimiento más importante desde hace siglos. Un equipo investigador comandado por el prestigioso biólogo Philip J. Fry, el profesor Hubert J. Farnsworth y la doctora Turanga Leela han realizado un estudio exhaustivo y documental sobre la nueva especie descubierta en 1962 y afirman en un detallado artículo para National Geographic "... que, como conclusión, podemos establecer, como sólidos argumentos, que el estudio genético de los Rinogrados dará como resultado importantes descubrimientos que traerán consecuencias insospechadas."


Así mismo, se restituye el nombre de los investigadores Harald Stümpke y Pierre Grassé por ser los pioneros de semejante hito y se les pide públicamente disculpas por el trato irrisorio que les llevó al oprobio. El importante descubrimiento, en tan fecha señalada, no tiene parangón en la historia de la ciencia y sería equiparable a la llegada al Nuevo Mundo o la conquista de la Luna. Que, en pleno siglo XXI, aún permanecieran ocultos a nuestro poder de observación, el fascinante mundo de los Rinogrados, es algo que no deja de sorprendernos sin ningún tipo de paliativos. El doctor en ciencias aplicadas Emmett Brown ha manifestado las siguientes palabras: "Nos encontramos ante un hecho insólito, que quedará marcado para siempre en los anales de la ciencia y sus repercusiones aún están por venir, pero no cabe duda de que serán de dimensiones gigantescas."


Hoy, en un mundo con exceso de información y en precaria situación económica, recibimos esta noticia sorprendente. Cuando ya creíamos que todas las fronteras habían sido conquistadas, en una pequeña isla del Pacífico unos pequeños mamíferos de extrañas formas y singular comportamiento acaban de escribir sus líneas como protagonistas de la historia. ¿Cuántas veces hemos mirado, desafiantes, al espacio exterior porque creíamos que nuestro entorno había sido ya dominado, catalogado y clasificado?. Pues ahora descubrimos, cual primitivos entes del conocimiento, que en nuestro mundo aún quedan maravillas por asombrarnos. Bienvenidos al planeta Tierra.




Bueno, es más que evidente que se trata de una broma típica del día de los Inocentes. Pero no se crean, realmente es una mentira a medias. Lo cierto es que el libro existió y también los científicos Stümpke y Grassé, que crearon a los Rinogrados para explicar a sus alumnos, de forma más amena y práctica, la adaptación de las especies al medio. Por otra parte, Amiga Anónima (ver comentarios) ha sido capaz de descubrir otros tres nombres de científicos que en realidad son personajes de la serie de animación "Futurama", aunque nadie ha identificado al doctor en ciencias aplicadas Emmet Brown, que en realidad es el famoso Doc de "Regreso al futuro". Saludos a todos y no se preocupe amigo Lazoworks que a mi también me gastaron ayer una broma, y eso que estaba alerta.

jueves, 23 de diciembre de 2010

EN ESTAS FECHAS TAN ENTRAÑABLES




Supongo que en el fondo, la Navidad, es una cuestión de ánimos cambiantes. A lo largo de nuestra vida, muchos de nosotros, la hemos odiado y amado a partes debidamente proporcionales.



De niños, todo es relativamente fácil, es la época de las oportunidades y se nos hace vivir una especie de cuento de una felicidad más o menos impuesta. La luces, los regalos, las figuritas del belén, el árbol de navidad, las vacaciones y las reuniones familiares hacen de la niñez toda una suerte de hedonismo potenciado a diestro y siniestro. Por supuesto no en todos los sitios las cosas suceden de igual manera y la realidad, en algunos casos, se impone de forma brutal sobre las utópicos deseos de paz y felicidad. No hay nada más abrupto e infranqueable que la vida cotidiana de los que son apartados de ese mundo ideal y profundamente comercial. Pero así es la vida, y puede resultarnos frustrante que la infelicidad de una sociedad tan hipócrita como hipnotizada ensombrezca tan ilusionantes postulados.



Hubo una época en la que odiaba la Navidad, tal y como lo demuestra mi manía compulsiva de sepultar los villancicos con canciones de Ronnie James Dio y Venom. Supongo que todo cambia cuando tienes hijos pequeños y contemplas como disfrutan en este parque temático de luces y colores típicos de estas fechas.



El cine no ha podido mantenerse al margen de estas diferentes formas de afrontar estas fechas. De hecho, es sobradamente conocida la pugna que se ha mantenido en algunos blogs entre "¡Qué bello es vivir!" y "Plácido". Dos formas de entender el alma humana, desde el lado de Capra y desde el punto de vista de Berlanga, o lo que es lo mismo, desde el optimismo infatigable de uno y el lado ácido y práctico del otro. En la primera, se somete al protagonista a una gran prueba, en la que debe optar por un camino y, de una lección magistral, se obtiene una salida plena de luz y bonhomía. En "Plácido" también se deben de pasar toda una serie de vicisitudes, pero al final y como mal menor, las cosas siguen igual de mal que al principio y, al son de un villancico, se nos congela el espíritu navideño, porque, de la misma manera que el final de "La vaquilla", Berlanga nos muestra que nuestra sonrisa, en el fondo, se ha cebado de una realidad cruel y pesimista. Incluso en una película familiar como "Gremlins" se tenía un lado sombrío de la Navidad, que en el relato de la protagonista adquiere tintes realmente dramáticos. Alex de la Iglesia sitúo su lucha contra el maligno en plena época de luces, estrellas y villancicos, barnizándola con cierto sentido heavy, como si fuera la antítesis del espíritu de los mismísimos Reyes Magos. En forma de film al estilo de Capra, nosotros tuvimos nuestra propia dosis de esperanza cuando Chencho se perdió en "La gran familia" y fue devuelto al seno del hogar, como corresponde en una época en la que los pequeños milagros son de obligada presencia, por lo menos en la ficción. En realidad, todos necesitamos buscar ese calor humano que desprenden las buenas intenciones y a semejanza de Jack Skellington, el protagonista de "Pesadilla antes de navidad", buscamos la forma de acercarnos a él, aunque sea de forma fraudulenta.



En conclusión, y para que esto no parezca un estudio petulante sobre las repercusiones de las fechas navideñas, les deseo a todos que disfruten la vida durante todos estos días, tanto como si son partidarios de la misma o si, por el contrario, les parece más molesta que un alfiler en un ojo. No hay que tomarse las cosas demasiado en serio. Disfruten, coman y beban como cosacos, canten y bailen o simplemente no se impliquen. No hay nada más sagrado que las opciones libres y personales de cada uno. Ya saben lo mucho que me toca las narices ser un dominguero playero, pero intento soportarlo estoicamente, porque no hay mal que por cien años dure y, si lo analizamos fríamente, esto es nada más que una sucesión de propuestas felices para algunos y bobaliconas para otros, de regalos sinceros para unos y de consumismo desbordado para el resto de mortales. Lo dicho: ¡Disfruten lo mejor que puedan e intenten ser razonablemente felices!.





jueves, 16 de diciembre de 2010

RECUERDOS CINEFILOS




Creo que a todos, en mayor o menor medida, nos gusta el cine. Cuando se ilumina la pantalla quedamos abstraídos por toda una serie de imagenes que nos trasladan fuera de nuestra propia vida. Mis recuerdos de la infancia me trasladan a un viejo cine de verano a donde me llevaba mi padre. Los sábados por la noche era de obligada costumbre acudir con toda la familia a ver una película, fuera la que fuese, esto tenía poca importancia. Recuerdo cómo me impresionó "Gorgo", un film que contaba como un monstruo gigantesco acudía a Londres para rescatar a su cría. La criatura era en realidad un actor disfrazado que hoy me produce cierta risa y algo de ternura, pero que por aquellos tiempos me produjo un impacto similar a la visión de los dinosaurios de Spielberg. Para un niño no había truco, ni se veían los hilos por ninguna parte, aquello era tan real como la misma imaginación.


Cuando llegaba el invierno nos preparábamos para los grandes estrenos. Sin falta fuimos al estreno de la versión de "King Kong" de Dino de Laurentiis y aun puedo sentir como me hundía más y más en la butaca cuando el descomunal simio se abría paso entre los árboles. Poco importaba para un niño de 11 años que aquella película fuera una especie de traición al espíritu onírico de la versión de 1933, para mi aquel King Kong tenía la expresividad suficiente para darme un sentido equilibrado del miedo y la compasión. Las películas basadas en las novelas de Jack London como "La selva blanca" o "Colmillo blanco" figuraban también entre mis favoritas. Recuerdo la primera, una coproducción en la que participaba España, tal y como lo testimoniaba la intervención de Sancho Gracia, dirigida por Ken Annakin y la historia de aquel magnífico perro fiel amigo de Charlton Heston hasta su triste final. "Colmillo blanco" era una película italiana de Lucio Fulci e interpretada por Franco Nero, Virna Lisi y Fernando Rey y también contaba la historia de un perro-lobo y sus aventuras en el difícil mundo de los buscadores de oro de Alaska.



Tenía un amigo al que le apasionaban las películas de Terence Hill y Bud Spencer y me arrastraba, con el mismo ímpetu de quien quiere convertir a los demás a su fe, a sesiones continuas en donde veíamos dos y tres veces seguidas "Dos super-policías", "Par-Impar"o "Le llamaban Trinidad".


Recuerdo mi gusto obsesivo por las películas de animales asesinos. No pude ver "Tiburón" en la gran pantalla, pero si asistí al estreno de su segunda entrega, en donde las jovencitas chillaban a pleno pulmón cada vez que el escualo daba un susto al escarmentado Roy Scheider. Me emocioné con la lucha, cuerpo a cuerpo, de mi idolatrado Richard Harris contra una orca asesina en la famosa película de Michael Anderson y aplaudir ese final en el que el animal hace uso de su particular justicia. Me importaba un bledo las críticas que la despreciaban y la arrastraban por el fango, a mi me divertía especialmente, sobre todo cuando derrota en una de las primeras escenas a un gran tiburón blanco. En cambio me decepcionaron "Caimán" de Sergio Martino, una de William Shatner titulada "Tarántula" y una aburridísima película sobre una manta gigante llamada "La perla negra" del año 77. Me gustó "Piraña" del amigo Joe Dante, sobre todo porque la protagonista enseñaba sus encantos ocultos en una escena del film.




Acudía regularmente con un par de amigos a ver las películas de Esteso y Pajares, naturalmente para contemplar los encantos de las chicas que aparecían en los chuscos argumentos de Ozores. Entraba con cierto aire de desconfianza, por si me solicitaban el carné por aquello de la edad, pues aún me faltaba algún año para poder entrar con absoluta impunidad.

Una tarde del año 1977, cuando un crucero imperial atravesaba de un lado a otro la gran pantalla, me di cuenta de que estaba naciendo en mi un cariño incondicional al cine y que eso, de una manera u otra, me acompañaría para siempre. Yo estaba allí, apretado en aquel camarote de los hermanos Marx, con Tarzán buscando a su hijo en New York, disfruté de un buen venado asado en el bosque de Sherwood junto a Robin Hood, acompañé a John Wayne en su búsqueda incansable de una niña raptada por los indios, regresé de la guerra con Dana Andrews, Fredric March y Harold Russell, ayudé a Peter Cushing en aquel salto que arrancó las cortinas para destruir a Drácula, intenté acabar con un Terminator, viajé al balneario de Chihiro en un hidroavión rojo pilotado por un cerdo, puse mi espada al servicio de Scaramouche, de Conan el bárbaro, del Señor de las bestias y del Rey Arturo, cociné con una rata con talento culinario, lloré con Elliot cuando murió E.T., estaba junto a Morgan Freeman cuando abrió aquella maldita caja en aquel día de sol y suspense, observé cuando el viejo Clint regaló su viejo Torino y cuando echaron los perros a Batman y cerré el circulo cuando le pusieron la mascara a Anakin Skywalker. Y cuando las luces se encendieron mi di cuenta que todo aquello había sucedido en aquella pantalla mágica. Me levanté, abandoné la sala y mire hacia atrás, comprendiendo que volvería una y otra vez.

lunes, 13 de diciembre de 2010

DOS REFLEXIONAN JUNTOS


En una historieta, inacabada por supuesto, que me atreví a dibujar hace algunos años y que llevaba el título de "El amanecer de los usurpadores" tenía la costumbre de parar la acción de vez en cuando para que los dos protagonistas, El Tirador solitario y Pepe Cahiers, reflexionaran sobre sus cosas, generalmente sobre mujeres. Era un modo de homenajear aquella genial escena del film de John Ford "Dos cabalgan juntos", cuando James Stewart y Richard Widmark se sientan a la orilla del río para hablar de lo divino y lo humano, bueno más bien de lo humano.










sábado, 11 de diciembre de 2010

ATAQUES REGISTRADOS Y OTRAS CRISIS


Max Brooks, el hijo de Mel Brooks y Anne Bancroft, es un tipo polifacético, actor ocasional, guionista y doblador de algunos dibujos animados, pero que es conocido también por ser el autor de "Zombi, guía de supervivencia" y "Guerra mundial Z: Una historia oral de la guerra zombi". En el primer libro, Brooks nos detalla toda una serie de normas para salir airoso en un mundo dominado por los zombies. Al final del mismo se hacía referencia a toda una serie de ataques registrados a lo largo de la historia. Pues ese es el argumento que retoma este cómic titulado "Ataques registrados", que sería una especie de archivo gráfico adjunto. Sabiendo de mi gusto obsesivo por los zombies, el Tirador Solitario me obsequió esta interesante propuesta artística.



En colaboración con el dibujante Ibraim Roberson, conocido también en Marvel y DC, nos ofrece un trabajo interesante y de rápida lectura en el que nos relata distintos ataques zombies, desde la prehistoria hasta nuestros días. Con un estilo de dibujo ciertamente clásico y poco texto es ideal para esperar el autobús o para ventilárselo en el baño. Digamos que sería casi una especie de cómic mudo en el que se expresa más a través del dibujo que por un texto casi inexistente.


Me preguntaba hace algunos días, concretamente en algún comentario en el blog de Alimaña y en el de Belknap, qué está motivando que los zombies se impongan en nuestra actualidad de forma tan peculiar. Realmente estamos invadidos por los "no muertos", como si de una plaga de ficción se hubiera apoderado de los taimados cerebros de los creativos. Puede ser que estos vientos de crisis mundial sean el caldo de cultivo ideal para expresar la decadencia del mercado económico y hacerle tomar forma de apocalipsis zombie, como si de un síntoma se tratara. Tras unos años de relativa ausencia, el género vuelve con más fuerza que nunca y, sin duda, debe ser a causa de algún extraño y desconocido impulso que nos acecha desde lo más profundo de nuestro espíritu. A vuela pluma recuerdo que la película "Yo anduve con un Zombi" es una producción del año 1943, en pleno auge de la Segunda Guerra Mundial, y "La noche de los muertos vivientes" se estrena en 1968 con el telón de fondo de la guerra fría y el conflicto de Vietnam. Tras el 11 de septiembre se inició un tímido arranque del género de zombies que se ha incrementado sensiblemente con el proceso de estallido generalizado de la burbuja macro-económica. Supongo, que la presencia de los muertos vueltos a la vida va estrechamente vinculada a cualquier crisis, lo que me confirma que, casi siempre, han estado acechando por las oscuros rincones de nuestra historia, pues permanecemos ineludiblemente unidos a una cuerda floja imaginaria de dificultades y trances.

domingo, 5 de diciembre de 2010

LA LARGA NOCHE DE LAS CUCHARAS

De la televisión de mi infancia hay algunas cosas que me quedaron marcadas para siempre. La primera vez que vi "King Kong" o "El planeta de los simios", cuando Heidi se volvió a encontrar a su abuelito, el encuentro de Marco y su madre o el primer episodio de Mazinger Z. Pero, si hay una noche inolvidable, fue la que apareció el mítico Uri Geller en el programa de José María Iñigo "Directísimo" en 1975. En ella aparecía el, por entonces desconocido, mentalista Geller que, entre otras cosas, procedió al doblado de cucharas y otros prodigios que se antojaron en aquel momento como extraordinarios. El asunto no pasaría de lo anecdótico si no hubiera sido testigo directo del fenómeno. Nuestro protagonista pidió a los espectadores del otro lado de la pantalla que buscaran algún reloj viejo, que no funcionara, porque iba a lograr que lo hiciera. Mi padre, con toda la guasa e incredulidad del mundo, fue a buscar un viejo reloj de pulsera que andaba roto en algún cajón de la casa. Incluso yo había jugado alguna vez con aquel vetusto reloj, cuyas manecillas se habían rendido hacía ya mucho tiempo. Con el reloj en la mano y los ojos cerrados, mi padre repetía las palabras de Uri Geller: Funciona, funciona, funciona... Tras unos pocos minutos, abrió la palma de su mano y en su rostro se reflejó una sorpresa no esperada. Aquel viejo reloj volvió a la vida y sus manecillas volvieron a ejecutar los segundos, los minutos y las horas. Aquello me impresionó de forma contundente y recuerdo no pegar ojo durante toda la noche, convencido de que aquel extraño individuo no era en realidad humano, que era de otro planeta y que se me aparecería en la oscuridad cual espíritu invocado. Recuerdo pasearme orgulloso con el reloj de mi padre en la muñeca, mientras le contaba a todo el mundo el fenómeno tan extraordinario al que había tenido la oportunidad de asistir. Pasados unos días, el reloj se volvió a rendir y nunca más volvió a funcionar.


Aquella noche de televisión pasó a los anales de la historia y es patrimonio de la nostalgia de los años 70. Pero, ¿Uri Geller era realmente un fenómeno psíquico o solo un fraude?. Algunos se han dedicado a desprestigiarlo y, en parte, lo han conseguido. James Randi, célebre mago y escapista, ha sido uno de los que más concienzudamente ha intentado desenmascarar a Geller, de hecho pueden ver con relativa facilidad sus argumentos en algún vídeo de Youtube. La verdad es que la explicación de Randi es tan sencilla y evidente que no parece lógica. No tiene demasiado sentido que, por medio de los burdos trucos de los que se le acusan, Geller pudiera haber obtenido semejante fama a nivel internacional durante tantos años. James Randi afirma que Uri Geller realiza el truco de doblar unas cucharas que previamente ya han sido manipuladas. Me sorprende que a lo largo de todo este tiempo nadie haya sido tan hábil como para impedir semejante procedimiento. Es cierto que circula también un vídeo de un programa de televisión en donde, un Geller presionado, no pudo realizar ninguna de sus habilidades.

Uri Geller descubrió sus supuesta habilidades cuando, de niño, fue capaz de reparar un reloj con la fuerza de su mente. Sus padres no dieron demasiado crédito a lo que parecía una fantasía infantil más. Pero cuando alcanzó la madurez fue capaz de realizar todo tipo de fenómenos extraños que llamaron la atención de la comunidad internacional. En 1972 un grupo de periodistas y fotógrafos de la Alemania Occidental le lanzó el reto que consistía en detener el teleférico de Hochfelder sin tocar los mandos. Tras una breve concentración mental, Geller sorprendió a todos al detenerlo utilizando sus poderes psíquicos. La noticia apareció reflejada el 14 de junio del 72 en el Bild Munchen. El doctor Friedbert Karger, del Instituto Max Planck de Munich fue testigo también de sus habilidades y afirmó: "Los poderes de este hombre son tributarios de un fenómeno que, en términos de Física teórica, no tiene explicación. Sea como fuere, esta fuerza se halla estrechamente ligada a la persona humana, lo cual la coloca a nivel de las manifestaciones fisiológicas". En Estados Unidos fue sometido a toda una serie de pruebas en el Instituto de Investigación de Stanford. Los doctores en física Harold Puthoff, Russell Targ y Gerald Feinberg tomaron todo tipo de precauciones, grabaciones en cinta y filmaciones, además de un material controlado y ajeno a Geller. En ninguna de las pruebas efectuadas se pudo detectar truco alguno.

Fraude o realidad, todo depende del cristal con que se mire, a mi siempre me quedará el recuerdo de un viejo reloj que una noche de 1975, cual criatura de Mary Shelley, volvió a la vida en las manos de mi padre.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

EL DESAFIO DE CROWLEY

Confieso que no hace ni cuatro días ignoraba lo que era un meme. Hasta que no me lo solicitó David de "Safari nocturno" sobre el artículo "Los mejores guiones del cine norteamericano", no sabía lo que realmente era. Me acordé de una lista publicada por el mes de octubre por el amigo Crowley y que me la ha vuelto a refrescar, hace unos días, Isanus en su blog. Ya saben que no me puedo resistir a una buena lista. Algunas propuestas se repetirán, pero es que son incuestionables.


COMIDA MEMORABLE DE PELICULA: "Le llamaban Trinidad"
Al inicio de la película, el personaje interpretado por Terence Hill, harapiento y hambriento, entra en una taberna sucia y perdida en ninguna parte y da buena cuenta de unas alubias con tomate, regado con vino del lugar. Ya sé que no es un menú de la Guía Michelin, pero solo por las ganas con las que devora la sartén merece la pena.



MEJOR GOL: "Evasión o victoria"
La que sin duda es la mejor película de fútbol, tiene un antológico gol de chilena de un Pelé, al que Houston le regaló este momento de gloria sin igual. Stallone también paró un penalti.
MEJOR GRAFFITI VISTO EN UNA PELICULA: "Defendor"
La pintada final es el merecido homenaje a un loco, a un Quijote urbano del siglo XXI y a una interpretación más que loable de Woody Harrelson.



MEJOR THRILLER POLITICO: "7 días de mayo"
Un elenco de actores de primera categoría para una intriga que enfrenta la legalidad de la democracia a la imposición de la fuerza y el miedo.


MEJOR PELICULA CON AVIONES: "Tora! Tora! Tora!"
Ataque aéreo por sorpresa en esta coproducción japonesa-estadounidense que retomaría años después Michael Bay en su fallida "Pearl Harbor".



MEJOR PELICULA CON TRENES: "EL tren"
No podía faltar el film de John Frankenheimer ambientado en esta historia de la Segunda Guerra Mundial, de cuadros, sudor y carbonilla.


MEJOR ROAD MOVIE: "Breakdown"
Película sin demasiadas pretensiones y, aunque con un final algo pasado de vueltas, no deja de sorprendernos su intrigante argumento.



PELICULA PREFERIDA POR SU ALTA SENSUALIDAD: "Cuando ruge la marabunta"
Pianos usados y hormigas voraces son el marco perfecto para una Eleanor Parker, absolutamente sensual, que pone al día a un ingenuo pero firme Charlton Heston. La escena de la foto nos muestra cual poderoso puede ser un hombro y una melena pelirroja.



MEJOR ESCENA DE SEXO EN UN FILM NO PORNOGRAFICO: "Lazos ardientes"
Cualquiera de las protagonizadas por la voluptuosa Jennifer Tilly y la inquietante Gina Gershon en esta propuesta de los hermanos Wachowski.




ESCENA DE SEXO PREFERIDA EN UN FILM DE PAUL VERHOEVEN: "Starship Troopers"
Tengo pendiente "Los señores del acero" y las delicias turcas y holandesas, así que me contentaré con el merecido reposo y disfrute de los protagonistas de esta bélica producción de ciencia ficción, orgasmo militarista con ínfulas de clara hipérbole de Verhoeven.



MEJOR PEOR VIAJE OCASIONADO POR LAS DROGAS: "2001: Una odisea del espacio"
Algo tomarían Kubrick y Arthur C. Clarke para filmar ese final más propio de un subidón de LSD o de Peyote.



BORRACHO PREFERIDO DE PELICULA: "El guateque"
Peter Sellers tuvo a un aliado, en forma de camarero borracho, que colaboró en la destrucción sistemática de una fiesta de alta alcurnia de los prebostes del cine hollywoodiense.


PELICULA PREFERIDA EN LA QUE EL PROTAGONISTA ES UN CANTANTE: "El barrio contra mi"
La mejor propuesta cinematográfica de Elvis vino de la mano de Michael Curtiz y de un manipulador Walter Matthau. El disco "King Creole" memorable.


PELICULA EN LA QUE HAY UN HOMENAJE A UN CUADRO O A UN PINTOR FAMOSO: "Historias de Nueva York"
De los tres relatos que cuenta este film, mi preferida es "Apuntes al natural" de Scorsese, con un fantástico Nick Nolte interpretando a un pintor, esclavo de su musa y artista atormentado, toda una suerte de Jackson Pollock con crisis emocional.


MEJOR NOVELA QUE TENGA RELACION CON EL MUNDO DEL CINE O QUE ESTA BASADA EN UNA PELICULA: "¡Silencio, se rueda!"
Aunque no es exactamente una novela, sino un tebeo como los de antes, esta aventura de Mortadelo y Filemón inician un viaje temporal desde los inicios del cine mudo hasta nuestros días.



MEJOR ADAPTACION LIBRE DE UNA NOVELA: "Tiburón"
La adaptación de la novela de Peter Benchley fue tan brillante, que superó ampliamente el material original del que provenía.



MEJORES CREDITOS INICIALES: "Watchmen"
Son muchas las virtudes de la adaptación cinematográfica del cómic de Alan Moore y Dave Gibbons y una de ellas la contemplamos al inicio, con unos títulos de crédito perfecto resumen de unos momentos históricos de gran convulsión.


MEJOR TOMA LARGA: "Sed de mal"
Si, ya se que es un tópico, pero no puedo evitarlo. Es la mejor, aunque la de "El secreto de sus ojos" tampoco esté nada mal.


MEJOR PELICULA EN LA QUE SE USA TECNOLOGIA OBSOLETA: "Wallace & Gromit: La maldición de las verduras"
En plena era informática, el que alguien sea capaz de utilizar el stop-motion con figuras de plastilina, es un detalle que se agradece.



MEJOR PELICULA DE ANIMACION (NO DISNEY NI PIXAR): "Porco Rosso"
Un manga atípico de la mano del maestro Miyazaki, con el aliento magistral del cine clásico de aventuras, con un guión magnífico y unos personajes construidos con todo el cariño de su creador. Una obra maestra de la animación.


MEJORES CREDITOS FINALES: "Todo en un día"
La escena final de la película, con el director de colegio, humillado y derrotado, en un autobús escolar cargado de niños a los que en realidad odia, no tiene desperdicio. Si aguantan hasta el final, cuando terminan los créditos, se encontraran a un Matthew Broderick que nos avisará que ya nos podemos marchar, que la película ha terminado.


MEJOR BANDA SONORA: "Conan, el Bárbaro"
Bellísima y espectacular música del nunca suficientemente valorado Basil Poledouris. Se puede cuestionar el film, pero las notas compuestas para su banda sonora no tienen reparo alguno.



MEJOR UTILIZACION DE UNAS ESCALERAS EN UNA PELICULA: "Psicosis"
Nunca se había utilizado una escalera con esos imaginativos planos de forma tan brillante, con el fin de inquietarnos, de avisarnos que al final de la escalera se esconde el terror.



MEJOR CLUB NOCTURNO DE PELICULA AL QUE ME GUSTARIA IR: "Casablanca"
Pasar una velada nocturna cantando La Marsellesa como himno de libertad y retar a Rick a una partida de ajedrez, mientras detienen a Peter Lorre, merece el riesgo. Después vendrá ella.


MEJOR PELICULA NORTEAMERICANA RODADA POR UN NO AMERICANO: "Rebeca"
Por su misterio, por su sentido onírico y siempre por la señora Danvers.



MEJOR PELICULA DENTRO DE UNA PELICULA: "Cazador blanco, corazón negro"
El aliento épico del rodaje de "La reina de Africa" rodado con la maestría del último clásico, Clint Eastwood.



MEJOR TRAICION FILMICA: "Julio César"
"¿Tú también, Bruto, hijo mio?". Con esta pregunta fue abatido Julio Cesar por varios de sus senadores, entre ellos Bruto, que serían después perseguidos sin piedad por un Marlon Brando capaz de aprenderse un discurso memorable.


MEJOR PELICULA DE NAVIDAD: "Plácido"
Tras una película que nos hace esbozar una sonrisa, se escondía la reflexión más amarga de la hipocresía humana. Eso si, a ritmo de villancicos, sobre todo del último que nos deja el sabor agridulce de toda una lección de cine.



ENLACES: http://tengobocaynopuedogritar.blogspot.com/2010/10/meme-cinematografico-inspirado-en-el.html

http://seniorberns.blogspot.com/2010/12/el-desafio-de-crowley.html
(Si alguien más ha realizado este meme que notifique el enlace)