domingo, 17 de julio de 2011

EL REGRESO DEL EREMITA


Después de una interminable semana, he vuelto de mi retiro espiritual a la vida pública. Han sido 7 días de búsqueda del infinito, de la paz interior, de un viaje iniciático a través del espíritu y de ayuno extremo. Me he alimentado de reflexiones y de lo que la tierra me regalaba con su generosidad infinita. Mi comunión con el Cosmos ha sido absoluta y vengo a revelar toda la verdad.



Bueno, todo esto es una cochina mentira. En realidad, he estado en un Aparta hotel en Villaricos, en la provincia de Almería , he comido hasta reventar en un buffet libre y he intentando evolucionar hacia el hombre anfibio, dado el alto número de horas que he pasado en el agua. Ahora vengo dispuesto a descansar de estas vacaciones. Si, ya se que esto parece una provocación, sobre todo, para el personal que anda por ahí trabajando sin piedad, bajo los implacables rayos del sol de este verano infinito. Pero debo decir que, cuando te vas con niños, los días se hacen realmente agotadores. El reloj suena a las 8,3O, media hora para el aseo y bajas echando leches al comedor, antes de que sea invadido por la marabunta, para dar buena cuenta del desayuno. Un desayuno brutal que ni por asomo sería capaz de planteármelo en la vida cotidiana. Mis ingestas mañaneras se componen básicamente de una tostada de paté la Piara, tapa negra, por supuesto, y un café con leche, pero en el Hotel la cosa cambia, adquiriendo aspectos abusivos y dignos de un estudio de campo. Primero te preparas un zumo y lo acompañas con salchichas, bacón, churros, queso y, como diría Groucho, dos huevos duros. Después inicias el segundo desayuno, consistente en un café acompañado por bizcocho de chocolate, una napolitana rellena de crema y una caracola con fruta. Cuando pareces ya un tentetieso, sales del comedor, subes al apartamento, te colocas el bañador y de la mano de tu hija de cinco años abres la piscina a las 10 de la mañana. A esa horas el socorrista es todavía un muñeco hinchable, y te mira de reojo por encima de las gafas de sol negando con la cabeza. Después de un par de horas de "papá mira como me tiro", "papá mira un ahogaillo por aquí y un ahogaillo por allá", "papá vamos a jugar a perseguirnos" , "papá mira lo que hago" y cuando estoy a punto de transformarme en el monstruo de la Laguna negra, llega la hora de las actividades de los animadores. Sobre la 2 de la tarde vuelves al apartamento y te vistes para comer en el buffet. Aunque la comida no sea de una gran calidad, por desgracia no está ese maestro de la cocina que es Miquel Zueras, pero, como hay mucha, parece como si fuera la última ingesta de un condenado a pena capital y te vuelves a dar el segundo atracón del día. Fatigosamente llegas una vez más a tu lugar de confinamiento, dispuesto a dar cuenta de una buena y relajante siesta, pero tu hija se lleva a la cama una pantallita de esas que se les echufan en el coche y te hace ver por enésima vez "Enredados".


A las cinco vuelta a la piscina, cuando no hay ni un alma, parece mismamente el holocausto nuclear. Te tranquilizas cuando vez al mismo socorrista, con el coco cocido y hasta los... de estar contemplando la diversión ajena y te vuelve a mirar por encima de las gafas de sol y sabes que está maldiciendo para sí mismo. Misma película de "papá mira y vuelve a mirar" (intercambiar también con "mamá" que también se lo ha currado, incluso más que yo) hasta las siete en que vuelven los joviales animadores. A las ocho trepas al apartamento que ya parece una madriguera, te aseas y vuelta al comedor a dar cuenta de una cena, ciertamente abusiva. A las 10 animación nocturna y aunque no lo crean he sido capaz de jugar al bingo, eso si, con el mismo entusiasmo que un zombie bailaría "la Macarena". Mi hija Inés, mientras, baila frenéticamente con un disco del mito erótico subliminal que es Teresa Rabal y la maldita canción de "Soy una taza y un cucharón". Cerca de las doce te arrastras hasta tu cubil y te quedas inconsciente viendo la televisión. Al día siguiente vuelta a empezar, eso sí alternando entre visitas a la playa, a la feria del lugar y biberones y cambios de pañal de la pequeña Martina, que, por cierto, ni se ha enterado, pues ha pasado la mayor parte del tiempo dormitando. ¡Esta si que sabe!. No obstante, y a pesar de que también me lo he pasado bien, quién pudiera ser otra vez un niño y disfrutar como un enano...



23 comentarios:

  1. Pues bienvenido, superviviente :D

    Que la sal de frutas de acompañe.

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  2. Celebro tu regreso, eremita Cahiers. Yo sí que he disfrutado como una enana con este relato de tu retiro espiritual.

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  3. Jajajaja! Vaya vacaciones te has pegado! Por cierto, has estado en la playa de los Villaricos? Alli se rodo la batalla de Akaba de Lawrence de Arabia!! Almeria es una tierra fabulosa! Lo digo porque yo he pasado muchos veranos en Carboneras y una aldea llamada Saltador.
    A ver si el año que viene o al otro voy para alli. Que ya tengo ganas

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  4. Es triste decirlo... pero cuando decidiste firmar el "contrato" y tener dos descendencias, renunciaste a la paz espiritual y ppor lo tanto a una vida sosegada y tranquila jajajaja. Ya sabes que pertnezco a tu mismo club. Yo acabo de volver de las aguas salinas del Mar Menor y un spa...para lo mismo supongo jajajaja y ni por esas

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  5. Perdón, quería decir playa del Algarrobico...
    Me he despistado!

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  6. Es lo que hay, amigo Cahiers. Las 8:30 es una hora razonable, yo tengo una que si se despierta más tarde de las 8 vamos a ver si es que le pasa algo...

    Lo de la piscina me resulta taaan familiar.

    Me alegro de verle por aquí.

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  7. x-D
    Fantástica entrada en escena tras las agotadoras vacaciones. El otro día estuve en casa de una amiga que tiene 4 hijos jugando con ellos en la piscina y volví agotada ¡después de solo una hora y media con ellos!!!.
    Afortunadamente, por la comunidad de Madrid estos días de atrás no han sido nada calurosos. Por el momento, el verano no se me está haciendo infinito.
    Besos,

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  8. Pues yo cada año hago las mismas vacaciones: me quedo en casa :)

    Sí, porque como en casa, en ningún sitio. No soy de veranear, y como no tengo descendencia que pueda incordiarme, de momento aprovecho ese lujo.

    Saludos ;)

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  9. Hay que comer bien para tener suficiente energía; los niños dan mucho trabajo y más en "vacaciones". Qué se le va a hacer! Todo sea porque disfruten ellos, eso también da cierta alegría. Después de todo, son nuestros hijos...
    Seas muy bienvenido, PEPE.

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  10. Hola Pepe!! yo también he vuelto de unos días en la playita pero sin niños!! jajaja!! la cosa cambia, aunque del atracón a comida, no se libra nadie, me he puesto de aperitivos, copas de helado, paellas, grandes ensaladas de pasta, hamburguesas, horchatas....ufff!! que rico.

    Bueno, cansados o no, hemos descansado de otras rutinas invernales que nos venía muy bien.

    Un besote y al lío del cine de nuevo!

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  11. Está claro que vacaciones no es sinónimo de pasarlo bien ni de descansar. Yo, cuando por fin soy consciente de que las tengo y no tengo que andar corriendo de un lugar para otro trabajando, me doy cuenta de que me queda 1 semana para comenzar de nuevo. En fin y eso sin contar que en el dichoso verano aprovechamos para limpiar, pintar la casa, en fin lo que no hacemos en el año. Y ¿el calor?. Veo el telediario con un gustirrinín cuando sale la reportera en Galicia y nos recuerda que por alli de calor nada de nada. Pero no nos quejemos que son una vez al año. Un saludo Mr. Cahiers

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  12. Bueno Sr. Cahiers, sí que parece agotador, la verdad. Yo sigo trabajando en julio y en Zaragoza, con lo que ello supone. Pero aún aprovecharé unos días para largarme a algún lugar apartado. Un abrazo y bienvenido de nuevo.

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  13. Jajaja. Yo también estructuro la Gran Novela que supone el desayuno veraniego free buffet de mi hotel de Cambrils en dos partes: salado (a lo hooligan borracho) y dulce (a lo colegial descerebrado yonki de azúcar). A la sexta cena free buffet necesité dos horas de bicicleta, dos manzanillas y mucho Eno para poder realizar la digestión. Aunque las pesadillas nocturas no me las quitó nadie.
    Welcome back.

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  14. Bienvenido, Cahiers. Esos gargantuescos desayunos de buffet libre anulan a los que nos tomamos yo y mi amigo Ramón el investigador. El que probé la semana pasada en un hotel de Salou no estaba mal sólo que el café era pura agua de fregar. Y... ostras, Teresa Rabal, eso sí que es un viaje en el tiempo. Recuerdo que en mis tiempos decían: "Tío, das más pena que el circo de la Rabal".
    Bueno, pues muy feliz "rentrëe" como diría Sarkozy. Borgo.

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  15. Piedra: Alguna dieta no demasiado severa habrá que acometer.

    Clementine: Me alegro que lo haya disfrutado. Gracias.

    Lazoworks: Es una zona relativamente tranquila, aunque sombrillas hay ya puestas hasta en Plutón. Además, fíjese que Villaricos está cerca de Palomares, donde la bomba atómica. Lo mismo me transformo en radioactivo-man, como Manuel Fraga.

    Alimaña: Si, supongo que es una parte de ese contrato imaginario, pero siempre nos cae a los adultos algo de rebote de toda esa diversión.

    natsnoC: Yo por el momento no tengo ese problema con la mayor, pero con la pequeña no falla que sobre las 7 de la mañana reclame su alimento. Espero y deseo que con el tiempo esa manía desaparezca.

    A-B-C: Los niños tienen una energía inagotable que además apuran al máximo. Solo paran cuando les vence el sueño. Pero, al fin y al cabo todos hemos sido alguna vez tiernos infantes.

    Pliskeen: Está usted mejor que en brazos. Disfrute mientas pueda que luego ya se sabe.

    Javi: Y unas buenas risas que se echa uno con ellos.

    Lala: Esta semana, junto a las Navidades, acabo siempre como un mastodonte, pesado y lento por tanto abuso alimenticio.

    Blue Day: ¿Pintar la casa?. Que horror, no hay cosa que me fastidie más que pintar. Algún día escribiré sobre ello. Las mejores vacaciones consiste en el noble y placentero vicio de no hacer absolutamente nada.

    Möbius: Gracias estimado amigo. Habrá que ponerse las pilas.

    Marcos: Espero que llegue ese merecido descanso que a buen seguro aprovechará al máximo.

    M.Lombreeze: Creo que si a estas alturas de la película, me subo a una bicicleta no solo sería casi un milagro, dada mi tendencia a la atrofia voluntaria, sino que probablemente no llegaría al final de la calle donde vivo. Es lo que tiene ser un fanático sedentario.

    Miquel: Es lo que le digo, el buffet anula nuestra posible gusto exquisito y acaba uno como un depredador ante su presa.

    Tirador: Ya se que usted tiene buen saque y que no tendría piedad ante tanto alimento.

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  16. Wellcome back my friend to the show that never ends!

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  17. Kinski: Suerte que en internet hay traductores, de lo contrario andaría como un mono colgado de la lámpara para adivinar que demonios me decía usted. ¡Que yo en EGB y BUP daba francés! De todas formas, muy agradecido por su bienvenida al show bloguero.

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  18. Bienvenido de tu descanso vacacional, ahora toca reposar las vacaciones y hacer algo con los kilos de más cogidos en el buffet libre.

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  19. Sr.Nocivo: Gracias estimado amigo y ya veremos que hacemos con esos kilos, aunque lo más probable es que se hagan okupas.

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  20. Yo soy recepcionista en un Apartahotel y has descrito de manera más que correcta el comportamiento estándar del españolito en vacaciones ...quién las pillara...un abrazo.

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  21. Worc: Si es que estamos todos cortados por el mismo patrón. Cuando vemos una piscina y comida sin límite pasamos al ataque.

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