En la espléndida "El tren" de John Frankenheimer, durante la ocupación alemana, un funcionario de ferrocarriles, Burt Lancaster, intenta convencer a un maquinista, Michel Simon, de que sabotee un tren en donde los alemanes pretender transportar obras maestras de la pintura, expoliadas de los museos franceses. El maquinista argumenta que le trae sin cuidado el destino de unos cuadros que le causan indiferencia. Pero, cuando el personaje interpretado por Lancaster apela a "La grandeur" (La grandeza), al pasivo Michel Simon se le ilumina el rostro y susurra esas mismas palabras como quien recita un hechizo de singular poder. Para él ya no hay duda y pondrá su vida en juego ante el sublime concepto de una grandeza que parecía dormida.
En la segunda guerra mundial, el 24 de agosto de 1944, el primer blindado que toma las calles de París para su liberación llevaba el nombre de "Guadalajara" y se situaba al frente de la conocida "novena", compañía encuadrada en la Segunda División Acorazada de Leclerc. Formada por republicanos españoles que habían combatido en la Guerra civil, eran conocidos por su valentía y arrojo, siendo elegidos para la liberación de París y participando en numerosas escaramuzas militares. Tras su triunfal entrada por las calles parisinas, fueron vitoreados por la población, aunque a muchos les pareciera una nimiedad que fueran de una nacionalidad distinta a la francesa. Una mujer se abraza a uno de los combatientes españoles y comenta que "es una alegría y honor abrazar al primer francés que libera su ciudad". En un principio, De Gaulle y los aliados, rinden honores a los españoles, pero días después la foto de blindado "Guadalajara" se sustituye sibilinamente por otro con nombre francés, el tanque "Romilly". De Gaulle pronunciará un discurso en el Ayuntamiento que pasará a la historia... que pasará a la historia como muestra inequívoca del chovinismo más descarado: "París liberada, liberada por ella misma, liberada por su pueblo, con la participación de los ejércitos de Francia, con el apoyo y la participación de toda Francia. Es decir, de la Francia que lucha, de la única Francia, de la verdadera Francia, de la Francia eterna". ¿Qué fue de los aliados caídos en Normandia?. De sobras es conocida la respuesta, pero ¿qué fue de la "novena" compañía española?. Cuarenta muertos y más de cien heridos fue el balance de este grupo de hombres que llegaron hasta el mismísimo Nido del Águila de Hitler.
Hace tiempo que quería dedicar una entrada a este capítulo sobre aquella gesta histórica de la segunda guerra mundial, en parte como homenaje a unos hombres que los vientos de la memoria no han conseguido borrar.
Los últimos acontecimientos me viene como anillo al dedo para hablar hoy de semejantes hechos. Todos estamos enterados del drama deportivo de Alberto Contador, acusado y sentenciado por supuesto dopaje, pero, lo que ahora colma el vaso de la paciencia, toma forma en los conocidos guiñoles del canal+ francés, que han hecho campaña en contra de los deportistas españoles acusándoles a todos ellos de trampas y de competir absolutamente dopados. Con el lema "Los deportistas españoles no ganan por una cuestión de suerte", nos presentan a Nadal, Casillas, Gasol y otros, acompañados de sus inseparables jeringuillas con las que se ayudan para alcanzar su éxito. En el humor casi todo vale, pero esto va más allá de una simple broma, es la insinuación palpable de algo mucho más grave y la constatación de quienes sienten algo más que el fracaso de sus aspiraciones deportivas. Francia, tan pagada de si misma, tan imbuida de esa "grandeur", esparce la difamación más gratuita como justificación de su impotencia. Algunos pensarán que esta entrada está cogida por los pelos y que se podría aplicar aquello de "Aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid". No digo que no, y quizás no debemos darle demasiada importancia, tal vez la única intención de nuestros vecinos sea la de limpiar el buen nombre del deporte, igual que su amabilidad, más que demostrada, en descargarnos los camiones de fruta en la frontera. Qu'ils ont un bon jour.
Los últimos acontecimientos me viene como anillo al dedo para hablar hoy de semejantes hechos. Todos estamos enterados del drama deportivo de Alberto Contador, acusado y sentenciado por supuesto dopaje, pero, lo que ahora colma el vaso de la paciencia, toma forma en los conocidos guiñoles del canal+ francés, que han hecho campaña en contra de los deportistas españoles acusándoles a todos ellos de trampas y de competir absolutamente dopados. Con el lema "Los deportistas españoles no ganan por una cuestión de suerte", nos presentan a Nadal, Casillas, Gasol y otros, acompañados de sus inseparables jeringuillas con las que se ayudan para alcanzar su éxito. En el humor casi todo vale, pero esto va más allá de una simple broma, es la insinuación palpable de algo mucho más grave y la constatación de quienes sienten algo más que el fracaso de sus aspiraciones deportivas. Francia, tan pagada de si misma, tan imbuida de esa "grandeur", esparce la difamación más gratuita como justificación de su impotencia. Algunos pensarán que esta entrada está cogida por los pelos y que se podría aplicar aquello de "Aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid". No digo que no, y quizás no debemos darle demasiada importancia, tal vez la única intención de nuestros vecinos sea la de limpiar el buen nombre del deporte, igual que su amabilidad, más que demostrada, en descargarnos los camiones de fruta en la frontera. Qu'ils ont un bon jour.
A mí me has hecho reír con eso de "Aprovechando que el Pisuerga..."
ResponderEliminarSinceramente (y que no moleste a nadie) me parece más grave tratar de borrar o encubrir a los del blindado "Guadalajara" que todo este tema de los guiñoles, que me da un poco igual.
Está hecho a mala idea... Pues vale. Les hará gracia a ellos, aunque a mí no me parece que tenga tanta, pero sí creo que en el humor todo vale, sí. A ver si nos va a parecer mal que quisieran quitar la portada de El jueves y en cambio sí nos parece bien que tengamos que decirle a los guionistas de allí cómo deben hacer los chistes o qué chistes deben hacer y si se pasan o no.
Se les contesta con otra de humor acerca de lo mal perdedores que son o un humor rancio del tipo de ellos y ya está... No sé... En el blog de Mr.Mierdas ya había un tío limpiándose el culo con la bandera francesa (a mí me ha hecho gracia)... Pues ya está.
Un saludo.
Ah! El tren es cojonuda...pero es americana.
ResponderEliminarVenga, no nos enfademos con los franceses que nos han dado a Catherine Deneuve y a Emmanuelle Béart.
Buena peli la del Tren. Lo otro, la habilidad francesa para convertir a Picasso en un pintor francés o descargar, como bien dices, los camiones de fruta y verdura en la frontera y, ahora, criticar a los deportistas porque ganan lo que ellos no ganan es como lo del blindado republicano español convenientemente desaparecido de las fotos oficiales o el olvido conveniente de que Richard Virenque, ciclista galo, se vio implicado en el escándalo Festina, acusado de dopaje y sancionado, o que Yannick Noah también estuvo cuestionado en su momento son esas cosas que tiene la gabachada.
ResponderEliminarSalu2
El chauvinismo francés es algo que forma parte de su idiosincrasia más particular, y no es casualidad que su cómic más característico, Asterix, sean unos relatos, divertidos y estupendos, pero con toda esa grandeur tan especial.
ResponderEliminarNo saquemos las cosas de quicio; lo del Canal plus francés y sus muñegotes es algo trufado de mala uva, pero que tampoco tiene la menor relevancia...y no hay que tomarlo a la tremenda.
Y por cierto, El tren es fabulosa, sí señor!!
Mr. Cahiers, yo contra los franceses no tengo nada de nada, me han ofrecido muy buenas peliculas, y estoy seguro que me las seguiran ofreciendo, pero la sangre tira, es cierto, primero, muy buena su entrada y segundo:¡ VIVA ESPAÑA ! Un saludo.
ResponderEliminarEs un pique relativo al deporte mal llevado por su parte, claro (tour, Roland Garros, baloncesto, balonmano, fútbol, motos, formula 1: ¡vaya lista!: no me extraña que los franceses desconfíen: ¡no me lo creo ni yo!), un pique que se ha de dirimir en ese mismo ámbito del deporte: en el próximo España-Francia de algo, que esperemos que no acabe de mala manera y con más golpes de los debidos. Los guiñoles de ese canal francés demuestran tener malos guionistas, poco más.
ResponderEliminarSiempre nos quedará París, o sea, ese capítulo de la liberación que mencionas: cada vez que he visto la magnífica "¿Arde París?" de René Clément y aparecen esos tanques (Guadalajara, Brunete, Madrid, Ebro, Belchite, Teruel)... emoción indescriptible.
Saludos.
Generalizar en cualquier ámbito suele resultar contraprudecente. Pero es que debe ser duro que tu país vecino, el de detrás de los Pirineos, te supere año tras año en casi cualquier disciplina deportiva.
ResponderEliminarTantos años de fracasos y descrédito generan el virus de la llamada "mala follá". Es un mal que genera envidias, complejos y recelos... Esta capaña difamatoria no se la tengamos en cuenta, ya que si se amontonan dichos síntomas muchos de ellos reventarían.
Pues sí, Cahiers, en el humor vale todo... menos lo que no hace ninguna gracia, como es el caso. C'est La France.
ResponderEliminarNuestra relación con nuestros vecinos franceses nunca ha sido muy fluida pero es que es así desde que tengo memoria..no fluye el cariño entre los dos paises a pesar de tocarse geográficamente...lo del.deporte ? una cosa más de la que no hacer co caso por falsa, sino al final sería esto un no vivir.
ResponderEliminarEsta vez no estoy muy de acuerdo con usted. Personalmente me parece una exageración todo el revuelo montado alrededor de un programa de -no lo olvidamos- HUMOR.
ResponderEliminarParece que aquí los españolitos podemos reírnos de todo y de todos, pero ojito si son otros los que se ríen de nosotros...
Que sí, que los franceses son unos malos perdedores y nos tienen mucha envidia en lo deportivo. Y sí, si yo fuera uno de esos deportistas seguramente estaría indignado, pero el humor es humor, nos haga más o menos gracia.
Los mismos que se indignan ahora son los tildaban de radicales a ciertos islámicos al montar en cólera por culpa de unas caricaturas. Si aquí no nos estamos pasando de radicales, haciendo de esto un caso de estado mayor, que baje Dios y lo vea.
En Twitter incluso se inició una absurda campaña (hastag mediante) pidiendo el cierre de Canal Plus. ¿Estamos tontos o qué? ¿Cerrar un canal de tv y dejar a centenares de personas en el paro por una coña de mal gusto?
Propongo que mandemos al ejército y matemos a todos los franceses, así seguro que nunca volverán a ofendernos...
Siempre me ha parecido que en España el deporte se ama hasta extremos de puro fanatismo, y la reacción a los guiñoles es una buena muestra.
Igual antes de censurar el humor ajeno, deberíamos empezar con el patrio, y cargarnos el Polonia de TV3, la revista El Jueves... Y así hasta que el humor desaparezca de nuestra cultura.
Saludos ;)
Yo si que le encuentro la gracia a eso de los guiñoles... Pero aún así no dejo de apreciar su entrada. Siempre es un gusto pasarse por su blog porque siempre aprende uno algo.
ResponderEliminarSaludos buen amigo!
David: Es evidente que en el humor todo vale, pero igual que lo han utilizado para su broma de mal gusto, también están expuestos a que alguien los califique de una mamarrachada difamatoria. Por supuesto, todo en libertad y sin restricciones. "El tren" es magnífica, de eso no cabe duda.
ResponderEliminarJuan Carlos: En esto del deporte existen muchas irregularidades, pero sin fronteras y sin ser patrimonio de una nacionalidad. Gracias por su visita y sea bienvenido.
Tirador: Ya sabe que no soy muy de Asterix, pues en el fondo es una forma de expresar un triunfalismo poco real. En eso en España somos más corrosivos y tendemos a presentar al personaje al que todo le sale mal.
Belknap: Aquí nos pasa como les ha pasado a los vecinos de toda la vida, que hay que seguir aguantándose mutuamente por aquello de guardar las formas.
Licantropunk: Lo cierto es que contemplando su lista de éxitos deportivos patrios, podríamos decir aquello de quién nos ha visto y quién nos ve.
Alimaña: Ostras, eso de la "mala follá" es patrimonio de mi tierra, pues aquí siempre hemos sido unos auténticos pata negra en esa disciplina.
Clementine: Es que, en algunas ocasiones, frente a la frustración solo queda atacar con bromas de mal gusto. Es fruto de la impotencia de vencer en el campo de batalla, el que fuera este en todo momento.
Layna: Pero estamos condenados a entendernos, aunque en ocasiones se nos escapen las malas formas.
Pliskeen: Pero nadie habla, yo por lo menos no, de censurar ni de prohibir, sino de argumentar otra cosa distinta. Como le decía más arriba a David, el que bromea con algo tan poco inteligente, se expone a una respuesta, y esta es justificable, dentro del marco de la tolerancia más elemental. Porque la broma en sí misma, se sustenta en una difamación y eso es una forma de afrenta. Aunque creo que la mejor respuesta se debe producir también en el campo del humor, algo que aquí también sobra.
Lazoworks: A mi siempre me gustaron los guiñoles, pero aquí se ha supeditado el ingenio al revanchismo.
Sentimientos encontrados produce su entrada. Por una parte, las ganas de romperles la jeta a ellos, que fueron los que inventaron el dopaje. Mire sino, lo que ocurre cuando Asterix se coloca hasta arriba con la poción magica.
ResponderEliminarAdemás, es pura frustración por su parte. Hace lustros que no ganan ni al parchis. Y por último, que espera.. ¡¡Es que son franchutes!!
Impagable la frase de De Gaulle cuando el desembarco de Normandia anunciando el triunfo de "Las fuerzas francesas y... aliadas" Toma ya.
ResponderEliminarCuando capturaron al general Von Choltitz, jefe del ejército de ocupación en París le entregó su reloj a un soldado extremeño de la Novena y le dijo: "Toma, ya no creo que me sirva de nada".
Me encanta el personaje de Michel Simon. Cuando descubren que no ha tirado la moneda de diez francos que ha saboteado la máquina responde: "Es que diez francos son diez francos" antes de ser fusilado. Saludos. Borgo.
Lorenzo: Muy buena observación esa de Asterix. Sin embargo aquí, cuando el profesor Bacterio le suministraba algún brebaje a Mortadelo y Filemón, la cosa acababa siempre en desastre.
ResponderEliminarMiquel: De Gaulle tenía un curioso sentido de la realidad, una especie de prisma con el que lo veía todo en francés.
¿no estaremos viendo la paja en el ojo ajeno?
ResponderEliminarCreo que ya lo comenté en otro blog, pero esto del guiñol es culpa de la prensa y de Internet. Tanto éxito han tenido con una bromita poco graciosa que la próxima vez la liarán más gorda. Aquí siempre ha funcionado mejor eso de "a palabras necias oidos sordos".
ResponderEliminarA pesar de ello, la entrada es genial y la mención a lo del "Guadalajara" y la manipulación posterior es un gran argumento, ya que demuestra que siempre han sido así.
natsnoC: Tiene usted razón, pero en estas cosas es muy humano entrar al trapo y, una vez que se ha hecho, no hay quien lo pare ya. Pero, efectivamente "a palabras necias oídos sordos".
ResponderEliminarLa película tiene buena pinta. Burt Lancaster siempre se esforzaba en los roles que le daban.
ResponderEliminarYo no veo que tenga más importancia que la que le den y se la dan para desviarla de otros asuntos.
ResponderEliminarEl amor patrio y el orgullo español, no creo que tengan que sentirse heridos, TODOS los deportistas de élite se dopan, aunque saben muy bien como hacerlo sin que se note o usan potingues "legales", tanto Españoles como extranjeros, es hipócrita o ingenuo tratar de negar esto. Pero el que los de aquí ganen porque se dopan más o mejor, no creo que sea la cuestión.
David: El equipo que formaron Lancaster y Frankenheimer siempre dio buenas obras cinematograficas, como "El tren", "El hombre de Alcatraz" o "7 días de mayo".
ResponderEliminarPiedra: Eso no lo dudo, aunque al final el que es buen deportista lo demuestra independientemente de lo que se meta en el cuerpo sea legal o no.