En vísperas de la Navidad de 1914, en la Primera Guerra Mundial, el ejército alemán adornó las trincheras con ornamentos típicos de las fechas y comenzaron a canturrear villancicos. Los británicos se contagiaron de tan noble espíritu, y comenzaron a imitar a los que hasta entonces habían sido sus enemigos irreconciliables en el campo de batalla. Hasta tal punto llegó la situación, que se intercambiaron regalos en la conocida como tierra de nadie, cigarrillos, licor, llegando a confraternizar y permitiendo que cada uno retirara a sus caídos para darles digna sepultura, para que sus cuerpos no formaran parte del paisaje del horror que otros habían promovido hasta la estulticia. Aquella noche pudo ser el inicio de una nueva era, en la que los soldados, la carne de cañón de los generales colmados de medallas cubiertas de sangre e ínfulas de honor, deberían de haber elegido un futuro diferente, en el que sus miserables vidas no fueran algo tan prescindible como la hierba pisoteada por los tanques. Pudieron acordar la paz, al margen de los estados que les habían colocado al otro extremo de un fusil. Pero no fue así, porque el espejismo fue una quimera imposible. Después de aquella noche de buenas intenciones, en la que hombres sencillos y diferentes fueron iguales, después, simplemente, volvieron a matarse unos a otros. La indignidad del ser humano puede ser absolutamente devastadora, hasta el punto en el que los altos mandos sintieron miedo de aquella maniobra humanitaria, y para que no se volviera a repetir, en lo sucesivo, ordenarían bombardeos masivos en los días previos a la Navidad, para sepultar la esperanza entre fuego y sangre. Una pena.
Feliz Navidad a todos.
Bonita y realista entrada, amigo Cahiers. Un anuncio extranjero (no recuerdo la nacionalidad) recuerda esta anécdota con el villancico "Silen night" cantado en Alemán y en Inglés. Pero el anuncio acaba ahí, recordando la "humanidad" de estos días sin dejar que veamos lo que ocurre el día posterior, precisamente, de lo que es capaz el ser humano. Abrazos y felices días.
ResponderEliminarUna lástima que aquel gesto fuera solo flor de un día, que no significara un antes y un después en la historia de las contiendas bélicas.
EliminarUn abrazo.
Precisamente hoy se cumplen cien años del partido de fútbol que disputaron alemanes y británicos en las trincheras de Ypres con victoria de los primeros (3-2) La película "Feliz Navidad" con Daniel Bruhl se basa en esa anécdota. Los contendientes creían que la guerra acabaría muy pronto y desgraciadamente no fue así.
ResponderEliminarSaludos y felices Fiestas.
Borgo.
Eso me recuerda también a la historia que se cuenta en "Evasión o victoria", que aunque no fue exactamente así, si que tiene su trasfondo de realidad, además de consecuencias trágicas para aquellos jugadores.
EliminarUn abrazo.
Mr. Cahiers, las guerras, malditas ellas desde sus inicios, solo sirven para que unos pocos se beneficien y muchos otros sufran. Cordiales saludos y ¡Felicidades!
ResponderEliminarEso es cierto y bastaría con que esos muchos se pusieran de acuerdo, pero parece poco probable.
EliminarFelices fiestas
A veces se dice que el ser humano en esencia es bueno por naturaleza. Otros dicen justo lo contrario. Historias como esta dan la razón a ambos.
ResponderEliminarEs una mezcla de ambas cosas, lo importante es dominar el lado oscuro, el que nos incita a la violencia, pero no parece fácil.
EliminarHechos como el que narras en esta entrada nos hacen pensar que algo tiene la Navidad que nos reconforta con el enemigo, nos hace ver las cosas de otra forma, aunque solo sea por unas horas, y aunque queramos ser escépticos en nuestras creencias algo " hay " en ese día que lo hace diferente a todos lo demás.
ResponderEliminarGracias Pepe por brindarnos esta entrada tan ilustrativa, yo no tenía conocimiento de este hecho.
Como corresponde a estas fechas te deseo lo mejor y si quieres mas deseos pasa por mi blog que allí tengo más.
Besos.
Puri
Es evidente que la Navidad tiene algo, esa necesidad imperante de ser mejores o de encontrar esa felicidad temporal tan indispensable.
EliminarSaludos navideños
Sí. Conocía esta historia, que me parece alucinante. Es tal y como lo cuentas. Joder! Si por un momento en todos los frentes los soldados se hubiesen puesto de acuerdo en que aquello era una carnicería sin sentido... Igual son otras las guerras que había que haber luchado. Pero ya se encargaron de que eso no pasara.
ResponderEliminarNo sé si has visto la película que hicieron sobre el tema. No es gran cosa, pero se deja ver. Aquel vídeo de Paul de Pipes of peace te cuenta lo mismo en menos tiempo.
Un abrazo y felices fiestas.
Como se dice vulgarmente "lo tuvieron a huevo" para dar un giro a la historia, pero la realidad se impuso de forma lastimosa, como si el hombre fuera solamente un prisionero de sus circunstancias y se dejase arrastrar.
EliminarUn abrazo
Aquella si que fue una verdadera noche de paz, una paz inesperada que no duró pero que nos dejó una lección para recordar, que las personas podemos entendernos mas allá de los odios y las guerras, que hay cosas que nos unen y que nos hacen iguales.
ResponderEliminarHace años también hablé en mi blog de esta pequeña tregua, una historia que todavía me sigue emocionando.
¡Felices Fiestas!
;D
Representó una vieja idea, de que los hombres corrientes no tienen rencor verdadero sobre los que tienen como adversarios en las guerras.
EliminarFelices fiestas Ana
Aunque solo durara una noche, fue algo maravilloso que durante unas horas los buenos sentimientos se impusieran a la locura y la barbarie.
ResponderEliminarSaludos.
Una pena que aquello no fuera el germen de algo más grande, de una auténtica revolución.
EliminarSaludos Shilmulo
Muy emocionante. Lástima que sólo fuese por una noche.
ResponderEliminarTe deseo una Navidad muy feliz.
Un abrazo
Si, una verdadera lástima que los que manejan los hilos siempre se salgan con la suya.
EliminarUn abrazo Amalia.
Y cuantas situaciones así se estarán dando en estos días y ni nos enteramos! Espero que el próximo año nos traiga a todos por fin un mínimo de cordura. Feliz 2015.
ResponderEliminarUn abrazo.
Eso lo deseamos todos los años, cargados de buenas intenciones, aunque muchas de ellas efímeras.
EliminarUn abrazo Nury
La verdad que a mi ni villancicos ni navidad ni parafernalia ufff cada año lo llevo peor...
ResponderEliminarPero si vengo a desearte un feliz y prospero año nuevo.
Un beso
La verdad es que son unas fiestas demasiado intensas, que terminan cansando, menos a los peques...
EliminarSaludos
La vida es, a veces, tan... sin sentido.
ResponderEliminar¡¡MUY FELIZ 2015, Eremita de Lujo!! Y a tu Guarida, que ya tiene vida propia.
Un abrazo de Año Nuevo.
Igualmente Clementine, pero ya toca felicitar los Reyes Magos, en estas navidades que ya parecen eternas.
EliminarUn abrazo.
Ánimo, Cahiers, que ya se van acabando...
Eliminar¡Muy felices Reyes tenga usted!
Feliz año nuevo, Pepe!
ResponderEliminarIgualmente, querido consuegro!!!!!
EliminarEstimado Maestro Cahiers,
ResponderEliminarUna lastima las guerras que traen lo peor para todos los seres. ;-<
Sin embargo aquella noche, en la que retiraron los cadaveres y se intercambiaron cigarros y anecdotas volvieron a ser por unos momentos libres.
Todos somos esclavos de nuestro tiempo. Todos nos sentimos en algún momento como los soldados de tu historia.
Una muy buena entrada.
Un abrazo Pepe y buena entrada de año (un poco atrasada).
Unos momentos de humanidad, pero con la certeza de que no llegaría a más, como si la guerra fuera algo natural e innato en el hombre.
EliminarUn abrazo UTLA y buen año 2015!!!!
Feliz año nuevo amigo Cahiers, es bien sabido que el hombre es el mayor depredador del hombre. Es un sinsentido atroz el instinto de la autodestrucción desde los tiempos remotos, malvivíiendo hacinados en lúgubres cuevas. Aunque al menos a los antiguos no les daba por meterse a concejales de urbanismo o ser ultras del Catacumbas FC...
ResponderEliminarSaludos a todos
Si, parece que la inteligencia lleva como compañero de viaje un factor de agresividad de una potencia devastadora.
EliminarUn abrazo
Mi japonés no es muy bueno, realmente inexistente, pero, aunque mucho me temo que es un spam publicitario, queda muy chulo.
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