POR EL PODER Y LA GLORIA

A lo largo de la historia del cine han existido personajes, unos inventados y otros históricos, que alcanzaron cierto grado de poder. Fueron lideres, algunos hasta reyes, pero todos tuvieron ese punto de conflicto, ese grado de locura que producen los confines de la gloria. Influyentes, manipuladores, ególatras, encumbrados a la cúspide de un dominio vertiginoso. He aquí una muestra de algunos que alcanzaron el poder y la gloria:

EMPERADOR PALPATINE: También conocido como Darth Sidius. Experto manipulador, instigador de guerras para su propio beneficio. Llegó a Emperador tras acabar con la República y exiliar a su enemigo más poderoso, Joda. Cometió el error de confiar en en Darth Vader, pues, al fin y al cabo, éste siempre fue Anakin Skywalker, antiguo caballero Jedi que traería la paz y el equilibrio. Claro que para ese fin dio un largo rodeo por el lado oscuro de la fuerza.

LOPE DE AGUIRRE: Tenía más apodos que cualquier pistolero del oeste. Nacido en 1510, era conocido por "El loco", "El peregrino" o como el mismo se llamó "El tirano". El 23 de marzo de 1561, Aguirre obligó a sus capitanes y soldados a firmar una declaración de guerra a Felipe II, proclamándose Príncipe del Perú. Tras dejar un reguero de asesinatos y destrucción , recibió una herida mortal de bala y su cuerpo fue descuartizado y devorado por los perros. Su cabeza dentro de una jaula fue llevada al juicio donde se le acusaba de traición, siendo declarado culpable. La visión que Werner Herzog y Klaus Kinski llevaron al cine con "Aguirre, la cólera de Dios", profundizó en su locura más extrema, algo que no era ajeno a la conocida relación entre ambos personajes. La escena de Aguirre reinando en una balsa rodeado de monos no tiene desperdicio

LEAROYD: En "Adiós al rey" John Milius nos contaba la historia de un soldado americano que tras escapar de sus captores en la segunda guerra mundial, se adentra en la jungla de Borneo, en donde una tribu indígena lo acoge, convirtiéndose en rey de la misma. Dos años después es encontrado por un comando británico, cuyas discrepancias con el personaje encarnado por Nick Nolte no les impedirá colaborar para un objetivo común.

CORONEL KURTZ: En un viaje hacia el corazón de las tinieblas, descubriremos a un inspirado Marlon Brando en el papel de un coronel del ejército norteamericano, metáfora de la locura de la guerra y de su transmutación en rey espiritual abocado hacia la destrucción. Nuevamente nos encontramos en el guión de "Apocalypse Now" a Milius, como ven obsesionado por el poder ancestral casi mitológico, como demostró después en su más que interesante "Conan, el bárbaro".

SAURON: Que te montes un ejercito inmenso con toda la parafernalia de armaduras, olifantes, espadas, catapultas, trolls de las cavernas y armas diversas para conquistar la tierra media, y que dos miserables medianos te ganen por la mano delante de tus narices, es motivo suficiente para que el gran ojo se derrumbe de la impresión.

DANNY DRAVOT: Mas trasgresor que creerse un rey, es pretender ser un dios, un descendiente directo del gran Alejandro Margo. Esto le pasó al personaje interpretado por Sean Connery en "El hombre que pudo reinar", que cuenta las andanzas de dos militares británicos, dos auténticos buscavidas, que deciden marchar hasta la lejana tierra de Kafiristán con el objetivo de hacerse con una gran fortuna. Pero claro, es un film de John Huston y, como especialista en cine de perdedores, a nuestro protagonista Dravot le pierde la ambición y la pasión por una mujer y el final no puede ser más catastrófico. Por cierto su compañero de aventuras es el gran Michael Caine.

DOCTOR MOREAU: Si eres de la opinión de que los hombres son difíciles de manejar, transforma a los animales, humanízalos, enseñales el lenguaje, a vestirse, a obedecer leyes, a tratarte como a un Dios. Lastima que al Doctor Moreau sus antropomorfos animales se rebelaran contra quien dicta la ley. Burt Lancaster y Marlon Brando encarnaron al personaje, pero el de la foto es Charles Laughton en la versión de 1932 "La isla de las almas perdidas".

ESPARTACO: Originario de Tracia, fue soldado de las tropas romanas. Al desertar fue atrapado y hecho esclavo, siendo condenado a trabajos forzados en unas canteras de yeso donde fue comprado por Léntulo Batiato, propietario de la escuela de gladiadores de Capua, lugar donde comenzó su rebelión, que en un principio era solo para escapar, acompañado de sus compañeros fugados. Pero, a su paso, fue liberando a cuantos esclavos encontraba, formando un gran ejercito que fue capaz de vencer a dos legiones romanas al mando del pretor Varinio. Traicionado por los piratas de Cilicia que impidieron su huida por mar lejos de Roma, decidió marchar sobre ésta y presentar batalla, pero fue vencido por las tropas de Marco Licinio Craso y posteriormente crucificado. Momento memorable del film de Stanley Kubrick: cuando han sido derrotados y hechos prisioneros, Craso les pregunta quién de ellos es Espartado. Todos se van levantando al grito "¡Yo soy Espartaco", ante las lágrimas derramadas por nuestro héroe.

HADES: Tenía un plan perfecto en su maquiavélica cabeza. En la próxima conjunción de planetas liberaría a los Titanes para derrocar a Zeus del Olimpo. Solo se impondría en su camino Hércules, de tal manera que mandó a dos inútiles esbirros para que le hicieran mortal, pero fallaron y, como siempre ha sucedido, la encargada de llevar al héroe a la perdición sería una mujer de armas tomar y de gran atractivo. Todo salió mal y el pobre Hades acabó en el inframundo.

DAMIEN: El anticristo surgirá del mundo de la política, se hará fuerte y poderoso y provocará el fin de los tiempos. Este angelito de la foto, amigo de perros infernales y de servidores leales hasta la muerte, dejará más muertos en el camino que Rambo en una excursión a un campamento vietnamita. Pero el pobre ingenuo no sabía aquel dicho de "Con la Iglesia hemos topado" y al final acabó con una severa derrota.

HUMUNGUS: Este híbrido de asesino en serie, luchador de pressing catch y portada de un disco de Heavy Metal, es el señor del mundo post-apocalíptico de "Mad Max, el guerrero de la carretera". Tiene su corte sacada de un concierto punk y hasta una especie de bufón. El solo quiere el preciado combustible que permita a sus guerreros campar a sus anchas por el páramo. Como Max, también ha sufrido, y será el primero en luchar frente a su ejército de desechos humanos, pero, por no cumplir las normas mas elementales de seguridad en el tráfico, acabó en la cuneta de mala manera.

ARTURO: "¡Una tierra un rey!". De esta forma fue aclamado como rey, pero las palabras de Merlín ya vaticinaban algo malo, cuando en la noche en que celebran su última victoria, les espeta a todos: "Recordad este momento, para que en noches venideras, a la luz de la hoguera, podáis decir ¡Yo estuve aquella noche con el rey Arturo!...Lamentablemente la perdición del hombre es el olvido. Y es que nuestro rey tenía más problemas que Mazinger Z pasando la ITV, una esposa infiel, un mejor amigo que le engaña con la esposa, un hijo fruto de una noche de confusión con su hermana y, además de todo esto, se le ocurre ir en busca del Grial. Como dijo el personaje de Edward Asner en "JFK": "Camelot hecho pedazos".

JUAN SIN TIERRA: Mientras su hermano Ricardo Corazón de León estaba en las cruzadas, Juan se hizo con el trono y asfixió al pueblo con impuestos. Eso es lo que se conoce popularmente, aunque la historia real parece que iba por otros derroteros. Para empezar, Ricardo perdonó a Juan a su regreso y lo hizo su heredero. Otra teoría, defendida por algunos historiadores, sostiene que quién tenía al pueblo sumido en la pobreza fue Ricardo que, para sufragar los gastos de la tercera cruzada, incrementó los impuestos hasta arruinar practicamente al país y que fue Juan quien intentó sanear la economía del reino. He elegido al Juan sin tierra del film "Robin Hood" de Disney porque me parece el más divertido, acompañado siempre por su fiel consejero, Sir Hiss, serpiente sibilina que acaba siempre vapuleada cuando las cosas salen mal y su rey termina chupándose el dedo, en una suerte de regreso a la infancia.