martes, 12 de abril de 2011

DISCUSIONES EXTREMAS




Comentando estos días en el magnífico blog de Clementine, "La gran pantalla", en la que hablaba de los leones que encabezaban las películas de la Metro, decía que, entre mis amigos, yo era considerado un experto zoólogo. Bueno, aparte de poseer un par de enciclopedias del reino animal y devorar todo tipo de documentales, tampoco es que sea una eminencia, pero me defiendo aceptablemente y soy una especie de referencia entre mis colegas, claro que estos no diferencian una avutarda de un ornitorrinco. No obstante, uno de ellos, un tipo singular al que apodábamos como Charles Boyer debido a su escaso parecido con el célebre actor, me disputaba mi posición de gran sabio del mundo animal. Este amigo era bastante peculiar, pues aparte de encenderse como una bombilla cuando discutía, solía hacer gimnasia en el instituto con gabardina cerrada hasta el cuello, guantes, gafas de culo de vaso y pantalón corto. Era también un conocido temerario, y un día se atrevió a bajar el puerto de Sierra Nevada a tumba abierta con una BH de paseo, sin frenos, comiéndose un bocadillo de Nocilla. En la primera curva, observé por el espejo retrovisor de mi bicicleta como daba vueltas de campana, saltando la BH por un lado, las gafas por otro y, sin embargo, el bocadillo de Nocilla permanecía íntegro en sus manos.

Cierto día que hablaba, ante mi asombrado público, sobre la táctica de caza del tiburón blanco sobre los bancos de peces, defendiendo que el gran depredador propinaba dentelladas a diestro y siniestro haciendo auténticos estragos, Charles Boyer se atrevió a contradecirme, manifestando que tal teoría era errónea y que el escualo iría individualmente a por cada pieza. Tal provocación motivó una acalorada polémica que duró hasta altas horas de la madrugada. La bronca zoológica fue de gran impacto, con acusaciones mutuas de falsedad documental y reproches personales, que si se comía las presas enteras y yo que no, que daba dentelladas y así sucesivamente.



Como mi amigo era más cabezón que el niño de Gabia y no se daba por vencido, decidimos probarlo empíricamente. Organizamos un viaje a Australia para visitar al gran blanco. Había un paquete turístico que incluía tal evento, así que nos dispusimos a dar buena cuenta de nuestros ahorros de toda la vida y nos encaminamos a tan osada aventura. Una vez en Australia, la agencia contactó con un experto que nos llevaría en un barco al lugar adecuado. Cuando llegamos al puerto nos recibió un tipo tatuado y con cara de patibulario, fumador empedernido que masticaba nerviosamente hasta el filtro de sus cigarros. En alta mar, nuestro guía experto, empezó a vaciar un cubo de vísceras, sangre y pescado podrido y los primeros escualos no tardaron en llegar. Teníamos un cable de acero con un buen trozo de carne en el agua que los tiburones mordían frenéticamente. Cuando se acercó el más grande que habíamos visto en toda la tarde, los dos no asomamos por babor a un metro de distancia del temible depredador, hecho que aproveché para empujar a mi amigo que calló al mar. Cuando el tiburón blanco se lo tragó de un bocado tuve que reconocer mi error. El gran escualo se lo había tragado de un tirón y no dándole dentelladas, tal y como yo defendía. Cuando escupió las gafas, y antes de ser deglutido por los jugos gástricos, le grité: "¡Tenías razón!. Después lamenté no haber contado con el resto de mis amistades para comprobar la teoría del ataque al banco de peces. Otra vez sería.


Bueno, lo cierto es que la parte del relato que transcurre en Australia es una mentira podrida, pero aquella discusión extrema sin que existió realmente. El tal Boyer es un amigo de los de toda la vida y no iba a gastarle semejante faena, en todo caso al Tirador Solitario si que le daría un sustillo, pero sólo eso, no sean ustedes mal pensados. Pero que conste que yo tenía razón, y el que piense lo contrario tiene un viaje de ida pagado a las tranquilas aguas australianas. Sólo de ida...


46 comentarios:

  1. Me parece un fantástico guión para un corto, si bien la descripción de Charles Boyer da mucho de sí pudiendo darte para un largo. La anécdota, por cierto, del bocadillo de nocilla es única y fantástica ¿real? me lo creo.

    Siento un gran respero por el Gran Blanco, mezcla de temor y admiración (como mirar al precipicio para los que tenemos vértigo). Mi escena favorita de Planet Earth es la de un ejemplar de tan hermosa especie cazando una foca. La pongo una y otra vez y siempre me quedo boquiabierta. Creo que esta escena también puede demostrar que tu amigo tenía razón. Por tanto, se merecía el empujón por la borda juajuajua

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  2. Todos tenemos un/a amig@ con el que es imposible no tener alguna discusión así, de esas que duran horas y horas y nunca llegan a un punto intermedio... y que te da ganas de zanjar lanzándol@ a las fauces de un tiburón... Sin ir más lejos tuve una discusión que duro tres días en la que yo decía que Ben Affleck era el coprotagonista de Dogma (Kevin Smith) mientras que mi amigo afirmaba que era Luke Perry... estuvimos a punto de dejar de hablarnos con lo fácil y rápido que era comprobarlo en filmaffinity o imdb.

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  3. Ay! Yo en una discusión de ese tipo me hubiera callado porque no tendría ni idea. Estoy más cerca de los que no saben distinguir una avutarda de un ornitorrinco. Pero bueno... Qué motes poníais de críos. Charles Boyer! Joder! Cinéfilos se os veía.
    Un saludo.

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  4. Jaja! Así que el tío no soltaba el bocadillo de nocilla, eh...
    Por cierto, me ha recordado aquella escena de Los caballeros de la Mesa Cuadrada en la que discutían sobre las gaviotas africanas, jajaja!

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  5. Disculpe un momento Mr. Cahiers. Lazoworks: eran golondrinas!!!!!!!!!!!!.
    Después de esta breve interrupción debo decir que me ha encantado la parte ficticia, es que el movimiento se demuestra andando.
    Si yo le contara alguna discusión por comics o por Star Wars(defiendo al Imperio).

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  6. Siempre hay un amigo sabiondo en el grupo, de esos que cree saberlo todo y tener la razón en toda discusión que se presente; y luego realmente no tiene la menor idea de prácticamente nada. De esos que son capaces incluso de darte lecciones de tu propia profesión. Tengo un amigo así, y cada día la aguanto menos (me lo pensaría dos veces de echarlo a los tiburones, ejeje)

    Saludos y buena historieta para sacarlo a uno una sonrisa ;)

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  7. Muy bueno, Pepe, muy bueno. La verdad es que parece peculiar ese amigo tuyo que se atrevió a discutir contigo sobre el tiburón blanco. A mí me han interesado siempre los animales y sío que distingo una avutarda de un ornitorrinco (pero solo por el pelo de este último jeje). Saludos.

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  8. No hay mejor modo que zanjar una discusión que hacer uso de una prueba decisiva...

    Que envidia me dan estos animalitos... son capaces de tragarse hasta personas de un bocado sin padecer problemas gástricos... yo si como galletas para cenar, tengo que tirar de antiácidos y ya no puedo pegar ojo... como usted con Martina, I suppose.

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  9. ¿Así que bajando Sierra Nevada en una BH de paseo sin frenos? ¿Y como la subió? Lo digo porque debió de pasárselo incluso peor que yo.

    Yo ya me imaginaba que la última parte era ficción, porque no me veo a ustedes gastándose toda su fortuna cual Willi Fog para dirimir el resultado de una discusión.

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  10. Qué gran historia, Cahiers, qué ingeniosa, yo me la estaba creyendo y todo. Y si ya me dices que te la han inspirado mis leones de la Metro, me dejas feliz para el resto de la semana...
    Jo, un bocadillo de Nocilla... Y ahí va mi pregunta: ¿se conocen Charles Boyer y el Tirador Solitario?

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  11. Las discusiones entre amigos, y más cuando se calientan, me encantan (en el buen sentido claro) Lo de Australia me ha dado un poco de miedecito y por un momento he pensado que eras un loco homicida pero me tranquiliza ver que no :-) Saludos

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  12. A-B-C: La anécdota del bocadillo de Nocilla es real como la vida misma y es cierto que daría para un corto dirigido, por ejemplo, por Santiago Segura.

    Sr.Nocivo: Pero como bien dice, su disputa era muy fácil de solventar, pero donde se ponga una buena polémica que se quiten las soluciones rápidas.

    David: Yo, en un tema que no tengo ni idea, prefiero callarme también no sea que me pillen. Lo cierto es que, como digo, este individuo no tiene ningún parecido con Charles Boyer y el mote le vino de una forma surrealista que es mejor no explicar.

    Lazoworks: Además sus primeras palabras fueron aproximadamente: "¡La hostia que me pegao, pero al bocata nocilla no le ha pasao ná!"

    Kinski: Bueno en su caso se hubiera solucionado con un buen duelo a espada laser, un arma noble para tiempos menos abyectos.

    Pliskeen: De esos hay muchos en las tertulias radiofónicas y televisivas.

    Marcos: Si, bastante peculiar. Ya contaré alguna que otra aventurilla. La verdad es que la diferencia entre una avutarda y un ornitorrinco es evidente, o a lo mejor no, que menudo bicho es éste último.

    Alimaña: Cuando das con un cabezón hay que cortar por lo sano. No crea, Martina es bastante tranquilita y, de momento, sólo come y duerme.

    natsnoC: ¡Me ha pillado usted!. Realmente no fue el puerto de Sierra Nevada, menuda paliza para subirlo, imposible. He elegido ese lugar por conocido, pero los hechos transcurrieron en una montaña cercana con una carretera muy empinada de unos dos o tres kilómetros, llamada "Las conejeras" y con una curva muy cerrada, en donde el tal Boyer dio con sus huesos en el asfalto.

    Clementine: Por supuesto que se conocen, desde los ochenta, ya que fuimos al mismo instituto para "estudiar" el BUP. Ahora comprenderá usted el calvario que tengo que soportar con ambos elementos.

    Jlin: La segunda parte del relato es improbable, pues como insinúa el amigo natsnoC, no nos ibamos a gastar una pasta para semejante demostración, además teniendo presente que de pelas andabamos más pelaos que un pollo en una carnicería. Claro, que si lo hubieramos hecho, lo más probable es que no le hubiera empujado...

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  13. Jajajaja, gran relato. Demostración empírica 4ever.

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  14. La verdad es que en aquella polémica, yo no tercié, porque aparte que el affaire no me provocaba intelectualmente, mi desconocimiento, al igual que lo referido David, es proverbial en estas lides.

    ¿Qué si conozco al Bóyer, Clementine? (dejo de anteponer el Lady, por petición expresa)...
    Fue compañero de pupitre durante tres años en la Facultad, no le digo más...

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  15. Sí, vamos, un calvario insufrible, un mar de lágrimas, un rechinar de dientes...

    Eso sí, el Bóyer cuando se ponía cabezón sacaba de sus casillas a Cahiers, al que escribe y a todo ser viviente...

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  16. Mr.Lombreeze: No hay nada como demostrar algo aunque sea absurdo. Para los hechos empíricos hay que arriesgarse, mejor otros que tú, pero arriesgarse, sin duda.

    Tirador: Es que menudo historial de compañeros tenía usted de pupitre. Asi estamos como estamos, quisquillosos.

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  17. Cómo me conoces, Cahiers, qué bien sabes por qué pregunto las cosas... Digo, Tirador, que menuda pieza ese Bóyer, ¿eh?. Y ¿ves, qué bonito mi nombre sin más?

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  18. Bueno, Clementine, el Bóyer era y es un buen tipo, peculiar como él sólo, y que daría para un volumen de anecdotas...recuerdo cuando se unía en mi casa para ver el fútbol, (no le interesaba en absoluto el balompíe), con la única intención de hervirme la sangre...En concreto, me acuerdo de una final de Copa, Athletic de Bilbao-Atlético de Madrid, año 1985, que con un 2-0 a favor de los madrileños, se dedicó a darme la brasa de tal manera, que tuvo que mediar otro amigo común, (conocido como La Masa) para que la cosa no llegara a mayores...

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  19. Cahiers, es que me da que tanto usted como el señor Tirador son dados al adorno, cosa que hace mucho más entretenido pasarse por aquí y leer cualquier cosa que nos cuenten.

    Como decían en aquella fantástica película, no dejen que la realidad estropee una buena historia.

    Y ahora me veo obligado a aclarar que no acuso a ninguno de mentiroso, pero saben cómo aderezar las anécdotas.

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  20. Yo habría cantado la cancioncilla del capitán Quint...

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  21. "Conocido como La Masa para que la cosa". Curiosa frase te ha quedado, Tirador.
    Y mira que darte la brasa a ti, a quién se le ocurre...

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  22. Bueno, sobre la parte de Australia se podría decir aquello de: "Si no fue así, debería serlo". Yo también soy aficionado a la zoologia. Durante un día entero intenté convencer a mis compañeros de clase que el Diablo de Tasmania existía realmente aunque no era como el de los dibujos. Se convencieron cuando traje una de mis enciclopedias. Saludos. Borgo.

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  23. Qué bien, Miquel, que tú también seas experto zoólogo, y con enciclopedia, ya somos más... A mí me encanta el Diablo de Tasmania, el auténtico, me vi un documental una vez en el que salían incluso de pequeñitos y te los comes... Es un bicho genial. Bueno, también me gusta el de los dibujos de la Warner Bros. y a quién no...

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  24. Por lo que deduzco de tu relato, puede que nos hayamos criado en la misma urbe, que pequeño es el mundo :).
    También yo tengo uno de estos amigos, o puede que yo lo sea a sus ojos, el caso es que es un peligro juntarnos con algo de que discutir en un bar que cierre tarde.
    La solución empírica, brillante y demoledora, además si el otro gana la apuesta... nadie tiene que enterarse :D

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  25. Clementine: Recuerde que el Tirador es de otro siglo y por eso utiliza el "Lady".

    Tirador: Lo cierto es que era algo chicharrón, bueno y lo sigue siendo naturalmente, supongo, aunque ahora le quemaran la sangre los dos churumbeles que tiene.

    natsnoC: Somos como los pescadores, siempre exagerando.

    Möbius: Me imagino que se refiere a aquella canción que empezaba "Yo me marcho de aquí linda dama española...".

    Clementine: Era una conbinación letal, la prudencia y la caballerosidad del Tirador frente a la anarquía y el absurdo de C.Boyer.

    Miquel: Desde luego esa realidad hubiera sido interesante, pero algo cruenta. El diablo de Tasmania, menuda bicho raro.

    Clementine: Pero es un animal con muy malas pulgas.

    Piedra: Si se refiere a la ciudad de la Alhambra, somos pues paisanos. Y respecto a quien gana la apuesta, lo importante es no dejar testigos.

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  26. Ya, Cahiers, lo recuerdo, pero yo no soy del siglo del Tirador y a ninguna otra dama bloguera la trata de lady, que yo sepa, y yo soy demasiado sencilla para esas distinciones propias de otro siglo, además.
    Y tú en todo el medio de esa combinación letal, pobre, y encima sobrevives.
    También hay muchos humanos con muy malas pulgas y mucho más feos.

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  27. Clementine: Ya lo se, estimada amiga, pero recuerde que todos los viajeros del tiempo necesitan un periodo de adaptación.

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  28. Vale, pues entonces asumiré que me ha tocado la china...

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  29. Nada, mi querida amiga, esa distinción honorífica no volverá a ser baldón o mácula para vos, pesada carga que yo os arrostraba de forma tan gentil como inocente...

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  30. Tirador, lo tuyo ya no tiene remedio, me temo...

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  31. Yo estoy de acuerdo contigo, faltaría más!

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  32. Ethan: Gracias amigo. Con los apoyos que estoy recibiendo quizás me plantee ese viaje a Australia...

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  33. Madre mía ¡Que buena anécdota!Vaya peña. Imagino que por las referencias a institutos, Universidad y luego a niños, esto sucedió en los 80 ¿no? Vaya, Vaya. Me hubiera gustado presenciar tales disertaciones entre partido y partido de fútbol y circuito de montaña. Por cierto, grandiosos los bocadillos de nocilla. Por otro lado algo me impulsa a defender a vuestro amigo. Seguro que el pobre se encontraba entre dos bandos de incomprensión. Tirador solitario, tratar de Lady no es más que un símbolo de distinción entre los que ya no existen: caballeros. Un saludo entrañable.

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  34. Ah! Señor Cahiers: más anécdotas por favor.

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  35. Blue Day: En los 80 o en los 90, no lo recuerdo muy bien, pero era desde luego cuando nos encedíamos por cualquier cosa. Supongo que ahora,con los años,nos hemos hecho más pacíficos, aunque nunca se sabe, nunca hay que hacer ascos a una buena polémica. Le aseguro que hicimos grandes esfuerzos por comprenderlo. De todas formas, sigue siendo un buen amigo.

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  36. Blue Day: Veo que estamos comentado al mismo tiempo. No se preocupe, ya tengo otra anécdota lista en el horno.

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  37. Pues que divertida esta anécdota con este personaje Bóyer que por lo visto según Tirador te sacaba literalmente de tus casillas. Explicas las historias con gracia y salero, ¿Será que eres del sur? Un saludo

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  38. Layna: Ciertamente es un tipo curioso. Pues me imagino que sera por eso, aunque no se crea, tampoco soy el típico andaluz.

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  39. Antes de nada, felicidades por su nuevo retoño, que voy pelín desfasado. ¡Bienvenida a este mundo Martina!
    No creas que es mala idea "el invitar" a según que personas a un viajecito a esas tranquilas aguas Australianas, si llenamos un avión seguro nos sale más barato.

    Un saludo.

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  40. Gárgola: Respecto a lo primero, muchísimas gracias y de lo segundo, veo que al final me voy a arrepentir de no haber llevado a mi amigo a aquel angelical viaje.

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  41. Típico andaluz, no, amiga Layna, pero si te puedo asegurar que nuestro amigo Cahiers responde a la perfección a los arquetipos granadinos, que dibuja tan bien Manuel Ladrón de Guevara...

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  42. Dígalo usted claro, Tirador, se trata de "la malafollá granaina", del cual dicen soy un pata negra. Para los que no saben qué significa tal termino, sería la configuración del carácter por medio del desahogo, la impertinencia, el humor negro y cierta socarronería, aunque nadie sabe realmente qué demonios significa.

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  43. Qué bueno es esto. De hecho si no avisas (esa "mentira podrida") hubiera quedado convencido de que la discusión había sido zanjada de tal manera, ja, ja.
    Saludos.

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  44. Licantropunk: Bueno, lo cierto es que todos ustedes me animan para que se haga realidad esa parte inventada. Me lo pensaré.

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  45. ¿Pero el libro de Ladrón de Guevara no se escribió por usted?Juraría haber visto la dedicatoria del escritor con su nombre. No, es broma, pero vamos que tampoco pasa nada. Me jacto de representar al especimen granadino en su más amplio aspecto. Soy miembro destacado del club de los malafollás granainos y mejorando con los años.

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  46. Blue Day: Para mi hubiera sido un honor, pero mucho me temo que el autor no tiene la fortuna de conocerme. Pues si usted es miembro, sea bienvenida, no podemos permitir que se pierda tan singular carácter.

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