Aquí estoy de nuevo, de regreso de mi habitual paréntesis veraniego. Hace unos años solía bromear diciendo que me había marchado de retiro espiritual, y no quisiera ser reiterativo queriéndome hacerme otra vez el gracioso. Así que no engañaré a nadie si digo que he permanecido una semana en un Hotel de Almería y que, una vez más, mi proceso de mutación hacía el homo acuaticus ha sido inevitable. Con dos niñas de ocho y tres años se pueden imaginar que no hay otra que pasarse horas y horas en el líquido elemento. Este año, no obstante, se ha dado una nueva disciplina acuática, que no es otra que el lanzamiento de niña. Martina pedía una y otra vez, hasta la extenuación, que la arrojase al agua. Brazos arriba y empuje, cual lanzador olímpico de peso hasta hacer volar a la niña equipada de manguitos de Minnie Mouse. Hasta tal punto que me provocó un dolor punzante en el hombro que afortunadamente no pasó a mayores. La playa ha sido la gran ausente, ya que mis dos retoños son recelosos de la arena y las olas. Les pasa un poco como a mí, que pienso que el día que la enchapen de azulejos y calienten el agua será un gran avance para la civilización, pero eso es otra historia. Después de esta entrada, un poco improvisada, pondré mi mente en marcha e intentaré de nuevo escribir algo con un mínimo de coherencia.
Pues yo me preguntaba que sería de ti. Las cosas no se hacen así Pepe, uno avisa de que se va de vacaciones y queda como un señor, o cuelga un cartelito al menos.
ResponderEliminar¿Que tal está Almeria? ¿En que zona habéis estado si no es indiscreción?
Tiene usted razón, eso de irse sin avisar no está nada bien.
EliminarYo suelo veranear una semanita en Villaricos, un pueblo entre Vera y Garrucha, con una playa que no está nada mal y que no se encuentra demasiado saturada de domingueros. No obstante, le recomendaría las playas de Cabo de Gata, son espléndidas.
Ohhh! Conozco Villaricos, Vera donde tengo familia, y Garrucha donde he comido las mejores gambas de mi vida.
EliminarLa pregunta viene porque mis padres son de Almería, aunque yo he ido poco, y quería saber si me sonaba la zona en la que habías estado
Además como soy un animal de costumbres, hace por lo menos 6 años que repito lugar de vacaciones.
EliminarGeniales las historietas con las que has acompañado la entrada. Que pena que a tus hijas no les guste la arena, es muy divertido jugar con ella, lo malo es que luego te llevas una mini playa a casa, en la ropa, en los oídos... eso si que es un engorro.
ResponderEliminarSaludos
:D
El caso es que cuando ya toman contacto, a regañadientes, con la arena se ponen de la misma de arriba abajo, como un emborrizado. El problema es quitársela después.
EliminarSaludos.
Me alegra que hayas disfrutado de las vacaciones junto a la familia y también de la vuelta al blog. A mi tampoco me gusta nada la playa, me molesta tanta arena... y no te digo ya la gente.
ResponderEliminarLos domingos en algunas playas es un horror, te amontonas entre un mar de sombrillas y tortillas de patata, toallas y bronceadores. Desde luego no es nada relajante.
Eliminarbueno, bienvenido de nuevo... solo puedo envidiarte al estar en un fresquito invierno acá en el sur...
ResponderEliminarpero con el aliciente de jugar la final por lo menos ja... salu2 master...
No crea, yo le envidio a usted, por disfrutar del invierno, porque no soporto el calor, y lo de jugar la final ya ni le hablo...
EliminarREalmente la playa estaría bien si en vez de arena tuviera hierba, porque vaya, las piscinas que he frecuentado tampoco es que tengan el agua calentita :D además que hay que demostrar hombría coño.
ResponderEliminarAbrazos.
Hay piscinas con aguas para todos los gustos, gélidas como un polo o calientes como la gripe. Lo de la hierba no es mala idea. Jajajaja, si alguna vez tengo que demostrar mi hombría que no sea metiéndome en la playa, mejor enfrentarme a un tigre.
EliminarMr. cahiers, ¡que bueno leer algo suyo otra vez!, ¡bienvenido a la blogosfera nuevamente! Por mi parte, hace mucho que no piso una playa, o una piscina publica, prefiero las montañas, los montes, o los bosques. Celebro que haya pasado las vacaciones en familia. Saludos. Belknap.
ResponderEliminarYo también prefiero la montaña, pero por aquí ando en franca minoría.
EliminarBienvenido de nuevo Cahiers. Ya tengo los barreños preparados en la terraza jeje Abrazos!
ResponderEliminarNo es mala solución, a falta de pan...
EliminarA mí tampoco me gusta nada la playa, la arena es muy desagradable al tacto. Cuando la descubrí me llevé un chasco similar a cuando toqué la nieve por primera vez.
ResponderEliminarPor fortuna o por desgracia la nieve la toco poco, así que siempre es una experiencia. La playa es francamente un tostón.
EliminarBienvenido, Cahiers y cuidado: se empieza por ahí y luego a uno le salen bránquias y escamas como los del lovecraftiano pueblo de Innsmouth.
ResponderEliminarMi hijo -de doce años y ya tan alto como yo- es el que me tira a mí a la piscina.
Saludos. Borgo.
Pues a mi que no me tiren, que yo soy de los de bajada por la escaleras y poquito a poco. Un poco ñoño que es uno para el líquido elemento.
EliminarPues Bienvenido y escribir de nuevo.
ResponderEliminarAbrazos
carlos
Ahora hay que hacer despertar a las musas, que están algo aletargadas por el calor.
EliminarUn abrazo.
Hola Pepe,
ResponderEliminar^^. Que buena disciplina olímpica. Pero calienta compañero antes de realizar ningún ejercicio de lanzamiento de ninguna clase de objeto y/o humano.
Andamos todos por estas fechas un poco desaparecidos.
Un abrazo muy grande Cahiers.
Nada, nada, no hago ningún tipo de calentamiento. Es lo malo de estar atrofiado u oxidado, que hay que calentarse con un soplete.
EliminarUn abrazo.
Pues yo estoy recién llegada también de unas pequeñas vacaciones. Y muy cerquita hemos estado! Concretamente de Mojácar. Yo tampoco he estado mucho en la playa; medusas día sí, día no. De todos modos soy más de chiringuito y de nadar en piscina. La playa me mola para pasear y tal.
ResponderEliminarUn saludo.
En efecto, hemos estado a un tiro de piedra, con Garrucha por medio. Las medusas han campado por sus anchas como es habitual, aunque el día que pisamos arena playera andaban ausentes. Usted lo ha dicho, la playa es para pasear, sobre todo en otoño.
EliminarAnda, Cahiers, que yo ni sabía que te habías ido. Bienvenido, pues. Lo de tu retiro espiritual nunca ha colado así que haces bien en contarnos (por fin) la verdad. Y hazme el favor de dejar a la arena y a las olas ser como son, no des (malas) ideas a quien no debe escucharlas.
ResponderEliminarGenial entrada, como todas tus autobiográficas :)
Ya me gustaría haber estado de vacaciones un par de lustros, pero la vida es así y aquí estoy encadenado una vez más a la vida civilizada. Lo de enchapar la playa es una idea, pero, como todas las utopías, absolutamente inalcanzable, y aún más ahora con la crisis de la construcción.
EliminarUn abrazo Clementine.
!Hola,Pepe!
ResponderEliminarMe alegro que hayas disfrutado de tus vacaciones.A mi no me hace gracia la playa,me fascina el mar,pero no me mola nada tostarme al sol.Me he reído de lo lindo con los chistes,están muy graciosos jajajaja.Bienvenido,pepe.Muchos besos.
Yo no llego a comprender como puede haber personas que se pasan horas y horas al sol sin el menor atisbo de aburrimiento.
EliminarSaludos Cristal Azul.
Hola consuegro!
ResponderEliminarEspero que otro año se acerque usted a Carboneras y visite la Playa de los Muertos y la del Algarrobico, en esta última se rodó una de las escenas de Lawrence de Arabia... También vaya a los pueblos del oeste, hombre, por Tabernas! en fin, a ver si con suerte alguna vez le hago de guía.
Abrazos a la familia!
Pasé una vez por Carboneras, pero en el mes de octubre y con poco tiempo. Lo de Tabernas es algo que tengo pendiente. En Almería y Granada se rodaron un montón de películas, "Conan el bárbaro", "Patton", "Simbad y la princesa", "Doctor Zhivago", las de Leone...
EliminarUn abrazo.