miércoles, 19 de agosto de 2015

LAS CHICAS SON GUERRERAS

WINNIE LA SOLDADORA: Ese era el curioso apodo que recibían las mujeres que trabajaban en los astilleros construyendo buques de guerra durante la Segunda Guerra Mundial o, en el caso de la chica de la derecha, aviones. El envío masivo de hombres que engrosaran las filas del ejército en la gran contienda bélica, hizo que muchas mujeres trabajaran en puestos considerados hasta entonces poco apropiados para el sexo femenino. La guerra es la guerra y no fueron pocas las campañas publicitarias que animaban a las mujeres norteamericanas a ofrecer su contribución y esfuerzo.
PROHIBIDO CORRER: Por lo menos eso deberían pensar en el año 1967 en donde no se les permitía correr a la mujeres un maratón, pensando que no serían capaces de completar su recorrido. No obstante, Kathrine Switzer no tenía la misma opinión y, desafiando a las autoridades deportivas, se registró como participante del maratón de Boston. Y todo fue bien hasta que se percató de ello el director del evento que quiso detener a toda costa a tan singular competidora. Pero nadie como la propia protagonista para explicar aquel momento: "De repente escuché unos zapatos corriendo deprisa detrás de mí. Me giré, y vi la cara más enfadada que nunca he visto. Era un oficial de carrera (Jock Semple, director del maratón). Me agarró de los hombros y me empujó, mientras gritaba '¡Fuera de mi carrera!'. Consiguió arrancarme el dorsal de atrás, mientras yo trataba de correr más fuerte. Entonces Arnie saltó y le dijo que me dejara, que él me había entrenado y que estaba para competir, pero el juez seguía tratando de agarrarme y empujarme. Sólo porque era mujer. Y ahí ya apareció Tom (su novio, jugador de fútbol americano) para realizarle un placaje y tirarlo al suelo. 'Corre como nunca', me dijo, y nos pusimos los tres a correr como niños que huyen de una casa encantada"
Nakano Takeko
LA ÚLTIMA SAMURÁI: Nakano Takeko fue una mujer singular en su tiempo, aunque no la única en un periodo en que Japón no era precisamente un baluarte contra la discriminación de género. Existieron mujeres samurái, aunque el nombre exacto es onna-bugeisha y combatieron en no pocas contiendas bélicas. Nakano concretamente comandaba un grupo de mujeres guerreras que luchó en la guerra Boshin a la armada imperial. En una gloriosa carga final se enfrentó a un ejército dotado de armas occidentales que la acribillaron a balazos. ¿Les suena el argumento? Parece ser que el papel de honorable guerrero en la película "El último samurái" debió interpretarlo una mujer.
EL ARTE DEL MACHETE: En la siguiente foto, la conocida como Capitán Nieves Fernández, realiza una demostración a un soldado norteamericano de como acabar rápidamente con tu enemigo cortándole la arteria carótida y la yugular. El hecho transcurre hacia el año 1944 y, tan elocuente mujer, era una maestra de Filipinas. Tras la ocupación japonesa tomó el papel de guerrillera, mandando a cerca de 100 hombres que, armados con cuchillos e improvisadas armas de fuego hechas de secciones de tuberías, mató a unos 200 japoneses.
Capitán Nieves Fernández
DEL CONVENTO A LAS ARMAS: Nacida en pleno siglo de Oro, Catalina de Erauso no era muy agraciada físicamente. Sus padres pronto se percataron de tal hecho y decidieron entregar a su hija a Dios. Sospechaban que no encontraría marido y le obligaron a tomar los hábitos de monja.
Sin embargo, Catalina demostró en muy poco tiempo su escasa vocación religiosa y sus continuos enfrentamientos con otras monjas le auguraban un destino fuera de los muros del convento. Según algunas fuentes, sus continuas peleas con una viuda novicia, algunos dicen que además hubo abusos sexuales, motivaron su definitiva fuga con 15 años. Desde entonces se vistió de hombre y vivió como tal, asumiendo varias identidades, Alfonso Díaz, Francisco Loyola, embarcándose hacia el nuevo mundo y formando parte activa del ejército español en la conquista del mismo. En Chile y en Perú pudo demostrar su pericia con la espada, siendo una hábil luchadora y también demostró sus especiales cualidades para enfrentarse a sus superiores y a las autoridades eclesiásticas. Herida y encarcelada en numerosas ocasiones, su impostura fue descubierta, aunque como reconocimiento a sus méritos se le permitió vestir como hombre, siendo conocida como la Monja Alférez.
PIRATAS DEL CARIBE: Anney Bonny nació en Irlanda en 1968. Su padre, un hombre de leyes, tuvo un desliz con la criada de su esposa, lo que tuvo como resultado el nacimiento de nuestra protagonista. Ante el escándalo del evidente adulterio, su progenitor decidió cambiar de aires, emprendiendo una nueva vida en Carolina del Sur, acompañado de su amante y de la pequeña Bonny. No cabe duda que era un hombre de recursos, porque empezando de la nada consiguió una estabilidad económica nada desdeñable. Sin embargo, a Anney Bonny parece que no le interesaba demasiado la vida acomodaticia y su espíritu rebelde parece que encontró la perfecta comunión con la idea romántica que tenía de la piratería. A los dieciséis años según cuentan, una muy atractiva Bonny, abandonó el hogar paterno para fugarse con un marinero de poca monta que presumía de ser pirata, pero que en realidad sólo ambicionaba el dinero de papá, dinero inexistente pues ya había sido repudiada y lógicamente desheredada. Después se unió a un auténtico pirata, Jack Rackham, con el que ejerció la vida de corsario como uno más, conociendo a otra mujer que se hacía pasar por un hombre, Mary Read, con la que se dice tenía relaciones sexuales, formando un triángulo amoroso con Jack, algo tan excitante como correspondía a una vida llena de aventuras y peligros. Finalmente fue apresada y, aunque sus compañeros fueron ahorcados, a ella y a su amiga Mary se les perdonó la vida temporalmente, por estar embarazadas. No obstante, la sentencia a morir en la horca aún les atenazaba y se haría realidad una vez dieran a luz. Mary Read murió en prisión y el destino de Bonny se pierde entre las brumas de la leyenda. Algunos sostienen que su padre, gracias a su influencia,  la ingresó en un convento, y otros que huyó perdiéndose en al anonimato.

16 comentarios:

  1. Interesantísimo post.
    Ojo, que la historia de la maratoniana sucedió hace solamente medio siglo en el país más desarrollado del mundo!.

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    1. En efecto, es algo que sorprende. De hecho, antes de informarme pensaba que la foto era más antigua, aunque por las pintas de los personajes ya se ve que podría ser de los 60 o 70.

      Saludos

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  2. Una entrada muy interesante.

    precisamente ayer vi un documental sobre la antigua China en el que decían que había mujeres soldado en el ejército hasta que perdieron varias batallas, al emperador se le metió en la cabeza de que perdían por culpa de las mujeres y las decapitaron a todas.

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    1. A poco que uno arañe en la historia, se dará cuenta de que hubo más mujeres de lo que se pordría aparentar que fueron de armas tomar, en el sentido literal de la palabra.

      Saludos

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  3. Pues sí, interesante entrada, como dicen más arriba. Y una pasada lo de la historia de la maratoniana, que como dice Mr.Lombreeze fue hace nada.
    Un saludito.

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    1. Cuesta creerlo que en una época tan reciente pudiera pasar y en el país que sucedió. La realidad a veces nos sorprende.

      Saludos

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  4. Que bien que estuvieron el novio y el entrenador de la maratonista, que la respaldaron.

    Conocía la historia de Anne Bonney, quien le dijo a Jack: Si hubieses peleado como hombre, no te ahorcarían como un perro. Junto con Mary Read era de temer. Me parece que no eran corsarios, los corsarios suelen trabajar para una nación, como piratas con patente.

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    1. Si, conozco esa frase, por cierto muy similar a la que cuentan que le dijo la madre de Boabdil cuando perdió Granada: "Lloras como una mujer lo que no supiste defender como un hombre".

      Saludos

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  5. Instructiva entrada, todo esto demuestra que de sexo débil nada de nada y que la discriminación que siempre ha sufrido la mujer, y que por desgracia sigue viviendo, es totalmente injusta.

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    1. Cierto, de hecho no fueron escasas las culturas que comenzaron como matriarcados.

      Saludos

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  6. Interesantísima entrada, yo también lo digo y cómo no. Lo del maratón suena increíble, parece mentira, que ya eran mediados los años 60...

    Un gusto leerle, Mr. Cahiers.

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    1. Pues fíjese que, como uno peina ya canas, recuerdo de chaval, por el año 78 más o menos, participar en mi primer y último maratón y juraría que participaban hombres y mujeres, en España, sin ningún tipo de problema. Ya es peculiar que en los EEUU pasaran este tipo de cosas, pero tampoco nos vamos a sorprender mucho.

      Saludos

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  7. Muy bien documentada esta entrada Pepe, cuantas mujeres valientes y que rompían con los convencionalismos de su época. Hace poco leí el libro "Rosa de Japón" que narraba las aventuras de una mujer kamikaze durante la II guerra mundial, se me ha recordado un poco a la última samurai. Que desmedida la acción del juez de carrera hacía la chica, ya conocía esa historia, una foto para la posteridad. En cuanto a winnie la soldadora, es curioso que ejercer esa profesión si estuviera bien por las circunstancias pero después no, es bastante hipócrita.

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    1. Las circunstancias mandan y, en tiempos de guerra, todo se permite porque se necesita imperiosamente. Es una lástima que sólo en casos extremos se avance.

      Saludos

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  8. ¡¡¡¡ Una entrada muyyyyyy interesante!!!!! no tiene desperdicio toda esta información, me dejas asombrada con todo esto, para que luego digan que " somos el sexo débil" . Es que cuando nos ponemos somos tan buenas como cualquier hombre ¡¡¡ que caray!!!.
    Saludos Pepe y gracias por compartir estas entradas tan elaboradas.
    Puri

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    1. Desde luego, y es una lástima que durante mucho tiempo, demasiado, cierta cultura machista se impusiera de forma tan lamentable.

      Saludos

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