Mantengo una relación especial de amor-odio respecto a "Lo que el viento se llevó", un folletín en no pocas ocasiones bastante estúpido que se sostiene y aguanta por sus dos protagonistas principales, Vivien Leigh y Clark Gable, sobre todo por el personaje de este último, un Rhett Butler que sirve de contrapunto y válvula de escape a tanta pompa, cursilería y heroísmo romántico. Siendo como es, un alegato en favor de la forma de vida del sur y por ende de la esclavitud, toda una suerte de estado servil de bonhomía, y un ataque frontal hacía el norte, verdadero criadero de patanes y malos muy malos, "Lo que el viento se llevó" no se conforma con esa visión interesada y parcial de unos hechos históricos, sino que además se torna profundamente ridícula en cuanto a la presentación de sus arquetipos sureños.
Los primeros minutos iniciales del film de Victor Fleming ya son lo suficientemente inaguantables e insufribles, con esos dos petimetres haciéndole la corte a una insoportable señorita del sur. Es cierto que, para colmo de males, el doblaje contribuye, y mucho, a que la escena resulte aún más remilgada. Durante ese arranque, los caballeros protagonizan ensalzados discursos patrióticos y arengas entusiastas hacia la posibilidad de entrar en guerra con el norte. Sus vítores, al hecho de participar en la confrontación bélica, podrían ser similares a los que expresa un niño ante la visión de un poni atado a los pies de su cama. Afortunadamente aparece el personaje de Rhett Butler, que compensa tanto encaje de bolillos con su cínica y socarrona actitud. Después surge en escena un tipo remilgado, Hamilton, que es digno de participar en todas las listas de tontos, de tontos ilustres, que le pide matrimonio a una despechada Scarlett.
Observen al individuo en cuestión y comprenderán porque el sur perdió la guerra civil. De hecho, con esa bobalicona expresión, uno piensa que es carne de cañón, que será el primer caído en combate, que la primera bala de la contienda hará un acto de piedad sobre semejante ejemplar humano. Pero la película nos sorprende de forma inesperada, reservándole al pobre infeliz una muerte aún más merecida y es que, en algunas ocasiones, la crueldad surge donde menos lo esperas:
"Aunque el capitán Hamilton no le fue concedida una muerte heroica en el campo de la gloria, fue un héroe a pesar de todo y murió de neumonía, después del sarampión."
Cuestión que invita a la reflexión es el tema de la esclavitud. Los negros de "Lo que el viento se llevó" se dividen en dos, los que maldicen a los yankees por haberles liberado y añoran los tiempos de látigo y la miseria, aunque nuestros caballeros protagonistas jamás los maltrataron, palabra de Ashley (Leslie Howard), y los que se sienten agradecidos, que son presentados como especuladores. Se los dibuja como nuevos ricos, de recoger algodón bajó el yugo del castigo, a vestir lujosos trajes y fumar caros puros. No es de extrañar, 24 años antes D.W. Griffith había rodado "El nacimiento de una nación", con una visión aún peor del factor racial y por el incuestionable enaltecimiento del Ku Klux Klan. Digamos que era una actitud ciertamente normalizada en aquel contexto y que dos décadas no eran demasiado significativas.
Naturalmente los soldados del norte son crueles, ladrones sin escrúpulos y además se les nota en la mirada, esa aviesa intención de ser ejecutores del mal. Por el contrario los derrotados soldados del sur, caballeros sin par, tienen toda la apariencia de la santidad más evidente.
Claro que para santidad están ellos, los personajes interpretados por Olivia de Havilland y Leslie Howard, imagen de dos ángeles caídos del cielo, expresión viviente de la bondad humana y la misericordia, sobre todo ella, paciente, tolerante. Él, algo más pusilánime de espíritu, se siente inútil y se hunde en la miseria del perdedor. No es un superviviente como Butler (Clark Gable) y por eso el amor no triunfa en la pareja protagonista, porque ambos personajes masculinos se sitúan, respectivamente, en las antípodas del carácter humano.
No obstante, "Lo que el viento se llevó" tiene méritos más que evidentes y, más que una buena película, es una muestra evidente del mito de algunas propuestas cinematográficas. Posee virtudes incuestionables, una hermosa fotografía en color, actores en estado de gracia y un final perfecto y merecido. Constituye una parte incuestionable del séptimo arte, y esa parte del mito quedará para siempre reflejada en unos cuantos fotogramas inmortales que siempre formaran parte de nuestras vidas.
Bueno, Cahiers, en esta ocasión casi que me asomo sólo para saludar porque, tras leer esta entrada tuya sobre esta película, creo que nos estaríamos año y pico de debate (y ya ni te cuento cuando aparezca tu reflexivo amigo). Y no te digo que ya aparecerá mi artículo sobre este film en mi pantalla porque ya hace tiempo que apareció.
ResponderEliminarEso sí, te felicito efusivamente por esta genial entrada, impecable como siempre y con la que, a pesar de los pesares, me he reído un montón.
Uy lo que me has dicho... jajaja. Es mi película favorita, con eso lo digo todo. Bien es cierto que a mí lo de la parcialidad en el buen cine nunca me ha importado (en el malo o mediocre se me hace insoportable, claro) y a lo mejor por mi empatía cuando veo esta película o "El nacimiento de una nación" me vuelvo muy sureña, y con "El triunfo de la voluntad" muy germana (no, no te preocupes que en cuanto se acaba la película se me pasa ;)). A mi me parece una película excepcional.
ResponderEliminarUn abrazo
Sí, como biografía del General Lee deja que desear...
ResponderEliminarJa,ja... mmmm...a mí es una peli que me encanta. Y si no recuerdo mal, el comentarista que tengo arriba hizo una entrada casi tan larga como la peli, e igual de buena.
ResponderEliminarLos problemas del racismo más que en la peli se dieron en el rodaje... y una vez más, Reth, estuvo a la altura...protestó cuando quisieron hacer baños para blancos y negros, y no quiso asistir a la presentación de la peli cuando vio que no había invitado a ¿cómo era? Mamie?...tengo que volver a verla...
Un saludo.
yo creo que es una peli que tiene mucha coña...más de la que parece en principio.
vaya, eran otros tiempos, con otros códigos y otra mentalidad. Si miramos las películas antiguas con ojos modernos, temo que pocas van a salir bien paradas..
ResponderEliminarbesos,
Ya estoy aquí, amiga Clementine, y como has pronosticado, aquí hay tema, para dar y tomar, porque ante todo debo decir que estoy en total y absoluto desacuerdo con la tesis principal de Cahiers...porque ese tipo de crítica es estéril, y bien apuntado en lo que describe Mara Miniver...es que el matiz ideológico de una película no es consustancial a la calidad de la misma...aparte de que existen los códigos, las convenciones...¿Manos peligrosas es una mala película por ser apologética del anticomunismo de los 50? En absoluto es una excelente cinta...¿1,2,3, resulta despreciable por su visión simplista de la Guerra Fría? Para nada, es una obra maestra de la comedia...¿El acorazado Potemkin, que decimos de eso?...
ResponderEliminar"Lo que el viento se llevó" (que no es mi película favorita) es una producción por encima del bien y del mal, una película soberbia, cine con mayúsculas...eso sí, me tranquiliza que sea capaz de apreciar que "tiene méritos más que evidentes"...algo es algo, Sr. Cahiers...
Cahiers, el Tirador se ha puesto serio...
ResponderEliminarTambién ha aportado una frase histórica: "Francamente, querida, me importa un rábano". Por cierto que ayer me enteré del fallecimiento de la actriz Ann Rutherford que hacía el papel de la hermana de Scarlett con lo que Olivia de Havilland es la única superviviente de los protagonistas.
ResponderEliminarHe leído la novela de Mitchell, un auténtico culebrón, y la actitud hacia los negros era paternalista y da una visión del Sur bastante idílica. Saludos. Borgo.
Muy serio, Clementine!! aunque tengo la duda si Cahiers ha pretendido simplemente provocar al personal, porque,aunque de forma prudente, los comentaristas le están zurrando de lo lindo al ilustre Eremita...(con la excepción del amigo Zueras, que al fin y al cabo, son compañeros en el noble arte de la ilustración...y tú misma Clementine, que te has ido muy de puntillas, que te he visto!!)
ResponderEliminarNo, Tirador, no me he ido, de hecho he vuelto ya dos veces con ésta... Sólo que esto que se está liando aquí me recuerda a la situación que provocó un profesor mío de la facultad, que se pasó los dos primeros meses de curso (sin exagerar, lo juro) hablando de "Lo que el viento se llevó" y nosotros, los alumnos, encantados... sólo que cuando nos quiso hacer el primer examen parcial se encontró con que no tenía material para examinarnos que no fuera de la película, claro.
ResponderEliminarY me temo que aquí nos va a salir un debate la mar de largo y yo tengo otras cosas que hacer, entiéndelo, Tirador Solitario...
Y que le guste a Cahiers ésta menos que "Los vikingos" ya tiene delito, ya...
Sin duda alguna "Lo que el viento se llevo" tiene el mejor final de la historia del cine
ResponderEliminarEn mi caso, como en el tuyo, es una relación donde tiene mucho mas peso el odio que el amor. Y encima, con el doblaje español es totalmente insoportable. Eso si, me ha gustado la anécdota del rodaje que nos ha contado David en su comentario. Creo que "Lo que el viento se llevo" esta excesivamente mitificada. Saludos, Cahiers
ResponderEliminarA mí me gusta mucho la peli y también me leí el libro hace tiempo. Clark Gable me encantaba con esa pose chulesca y además Escarlata dice una frase que yo repito a menudo: Ya lo pensaré mañana.
ResponderEliminar1besico!
Clementine: No se contenga, ya sabe que por aquí nos gusta más un debate que a un tonto un lápiz, aunque viendo los comentarios posteriores ya veo que la cosa se anima.
ResponderEliminarMara Miniver: Yo no digo lo contrario, es una fenomenal película, pero que tiene sus cosillas...
Möbius: Pasa igual que con "Murieron con las botas puestas", que es poco fiable históricamente, pero que es una película soberbia.
David: En aquellos tiempos era algo normalizado y, aunque ahora nos escandalice, debemos situar las cosas en su debido contexto. Para "El nacimiento de una nación" ningún actor de color quiso participar en el rodaje, hasta el punto de pintar a blancos como negros para que dieran el pego.
Maslama: Eso es cierto, pero al margen de eso, lo que no aguanto de "Lo que el viento se llevó", no es tanto su ideología sino más bien cierto tono cursi y ñoño, sobre todo del principio.
Tirador: No sea usted zangolotino, sobre todo teniendo en cuenta que ha compartido mis tesis sobre esta película delante de una cerveza bien fría o un plato de huevos estrellados. Respecto a si una carga ideológica puede alterar el resultado final de una película, creo haber escrito que "Digamos que era una actitud ciertamente normalizada en aquel contexto y que dos décadas no eran demasiado significativas." Y lo aplicaba tanto a ésta como a "El nacimiento de una nación". Digo también, y deberíamos hacer un esfuerzo por leer las entradas hasta el final, que "Constituye una parte incuestionable del séptimo arte, y esa parte del mito quedará para siempre reflejada en unos cuantos fotogramas inmortales que siempre formaran parte de nuestras vidas."
Clementine: No se preocupe ahora le daré su merecido a semejante malandrín.
Miquel: Cuentan que la novela original era un auténtico folletín sin orden ni concierto, y que el editor tuvo que ordenarlo un poco para que tuviera cierta coherencia narrativa.
Tirador: Ya veo que está usted arengando al personal para que incendien la Guarida. Además usted lo dice todo cuando se refiere a esa supuesta provocación. Lo es, en cierto sentido, aunque lo que me ha impulsado es el hecho de realizar algo distinto sobre "Lo que el viento se llevó", que reconocerá usted tiene momentos hilarantes como la muerte de el tal Hamilton y esos negros ricachones paseando por Atlanta.
Clementine: Independientemente del valor de la película de Fleming, "Los vikingos" es muy, muy, muy superior. Ahora si no entra usted al trapo, será por que está realmente muy atareada.
Novivo: Totalmente de acuerdo, un final estupendo y, en cierta medida, bastante lógico respetando como son los personajes que intervienen en el mismo.
Marcos: En muchas ocasiones, en votaciones populares, "Lo que el viento se llevó" ha sido elegida la mejor película de la historia, algo que sinceramente, me parece desproporcionado. De temática similar prefiero "La esclava libre".
Fiona: Lo dicho, creo que esos dos personajes si están muy bien escritos y sobre todo el de él, que mantiene cierta distancia con ese tono edulcorado de caballeros remilgados del sur.
Cahiers, intentando evitar que me pase lo que ese profesor mío, diré tan sólo que yo la considero una de las grandes películas de la historia del cine por bien hecha, sin más, y que tu opinión sobre ella se la he oído a muchos señores, siendo incluso cinéfilos, a los que también les resulta cursi la historia. A mí no me lo parece en absoluto pero, como se suele decir, para gustos los colores...
ResponderEliminarY añado: ¿El Tirador comparte tus tesis con un buen manjar delante, sólo así? Y, oye, te sobran todos los "muys" e incluso el "superior" con los que adornas a esos vikingos.
Mi madre llamaba zangolotino a mi sobrino, malandrín no, nunca. Lo sé, esto no aporta nada a este debate pero es para que lo sepas.
De esta como muchas otras, no se puede reconocer en voz alta que no te gustan o que son un coñazo, porque unos señores que ven mucho cine dicen que son "wenisimas" Pero como yo no tengo vergüenza ni la he conocido, pues lo digo, No me gusta y nunca la he soportado, y añado muchos de los grandes mitos del cine como los 10 mandamientos.
ResponderEliminarMás que un comentario era un desquite ;) hay películas muy buenas que por no estar apadrinadas pasan sin pena ni gloria. En fin sobre gustos, lo de siempre.
Mr. Cahiers, sin duda un culebron con gran final, saludos.
ResponderEliminarClementine: La película puede ser todo lo buena que se quiera, eso no lo niego, pero que tiene pasajes muy, muy, pero que muy empalagosos tampoco lo puede negar nadie. El Tirador, delante de unas cuantas birras y buenas viandas, puede ser capaz de cualquier cosa y, en cuanto a esos adjetivos que le dedico con todo el cariño del mundo, los he escogido por resultar bastante rancios, como de otra época, como por ejemplo la del Tirador.
ResponderEliminarPiedra: Es lo que tienen las películas que se convierten en leyenda con los años, que resultan, en cierta medida, intocables.
Belknap: Bueno, para decir algo no peyorativo, ya que haces un culebrón, hazlo de forma magistral.
Bueno Sr. Cahiers, ya veo que cuando se queda sin argumentos intenta distorsionar, poniendo en mi boca presuntas afirmaciones, al calor de una buena mesa..y es que su intento de templar gaitas, con esa coda final de la entrada, no palia que el asunto se le haya ido en exceso de las manos...pero bueno no se preocupe, tampoco no lo hemos tomado como si fuera la afrenta de Corpes,...y gustándome muchos los Vikingos, en mi lista de FA, ésta tiene un 8, y la del viento un 9...así que en este caso, debo decirle que tiene toda la razón Clementine (y no lo digo porque me haya dedicado la entrada de Liberty Valance)
ResponderEliminarTirador: Ya veo que últimamente ha cambiado sus criterios en cuanto a calificaciones y clasificaciones. Primero fue el turno de "Centauros del desierto" y ahora el toca a "Los vikingos". Respecto a lo de que "se me haya ido en exceso de las manos", bueno quizás la intención sea esa, huir de cierto academicismo y presentar algo distinto. Eso teniendo en cuenta el valor que le concedo a una obra clásica de este calibre, pero tiene cosas divertidas que no hay que pasar por alto.
ResponderEliminarA mí no me resulta en absoluto empalagosa, Cahiers, a lo mejor es que la empalagosa soy yo. Y se suponía que iba a hablar de esta película menos que mi profesor...
ResponderEliminarCahiers, Tirador, Tirador, Cahiers, mi próxima entrada os dará más que hablar, veréis, veréis... Y no, no va a ser "Los vikingos".
Clementine: Eso depende lo que le guste a uno, el dulce o los salados. Por ejemplo, para un tipo curtido en el cine de terror, resultará muy pastelosa, en algunos momentos, claro está. Espero ansioso esa entrada y ya veremos que pasa...
ResponderEliminarSr.Cahiers, lo ideal es ser omnívoro, disfrutar lo mismo de un buen asado, una fritura de pescado, una fabada, un salmorejo, huevos rotos, o excelentes confituras de Videras, o una torta real de Motril...
ResponderEliminarY bueno,bueno, menuda expectación, Clementine!!
¡Eh! Yo me apunto a uno de esos debates frente a una cerveza fría y unos huevos estrellados. Borgo.
ResponderEliminarYa, ya, Tirador, y disfrutar de Torrente también, ¿no? Pues no me cuadra, no...
ResponderEliminarY bueno, bueno, ya queda menos...
A mí me produce una sensación de cursilería considerable y de cuento medio de hadas sureño, como idealizándolo todo, con mucha épica y un romanticismo de guante blanco manchado de sangre ;-D pero me entretiene y me dejo llevar por la aventura. Eso sí, hay una visión del sur demasiado condescendiente. Puede que hubiera algo de lo que sale en la peli, pero ese mundo sureño está enaltecido. A veces parece como si la peli la hubiera hecho un sureño resentido con el norte. Supongo que esto se hizo para darle un tono más romántico, eso de que era un tipo de vida que ya no volverá y que tenía cosas buenas, aunque también las tuviera malas… como si se hiciera una en la época del nazismo en la que algunos de los personajes de esa Alemania nazi fueran los protagonistas y vieran a los rusos que venían del mismo Stalingrado como energúmenos sin entrañas llenos de odio.
ResponderEliminarUn saludo, PEPE. Buenísima entrada.
"Juro por Dios que no volveré a pasar hambre..."
ResponderEliminarEnorme película, no solo por su extensión.
Saludos
Esa visión nostálgica y bonhomista del Sur es, evidentemente, propia del bodrio de libro en el que la película se basa. A mí (y puede que sea una visión personal) me da la impresión de que la película se la toma con cierta ironía, ya que como tú bien dices muchos de los personajes estereotípicos sureños son tratados de forma caricaturesca. Por otro lado, no me imagino a un judío de la urbana e industrializada Pittsburgh como David O, Selznick, identificándose con los algodoneros y el esclavismo. Precisamente los personajes más reales, modernos y alejados de ese prejuicio son los dos protagonistas: Butler y Scarlett. ¡Vaya bombón de personaje le hicieron los guionistas a Gable lleno de intervenciones memorables que, por otro lado, el agudiza aún más con su aspecto socarrón y aventurero. En cuanto a Leigh... está simplemente para comérsela.
ResponderEliminarEstupenda observación la del doblaje ¡Hay que ver lo que ha cambiado el castellano standard! aunque le da un aire añejo que le viene estupendamente a la ambientación y época de la película.
Por lo demás, la película está contada a machamartillo, sin tregua ni tiempos muertos, no hay momento de aburrirse. A pesar de su duración, más que verse, se devora.
Tirador: Bueno, lo que ocurre es que no a todo el mundo le gusta todo tipo de alimentación, los hay que somos más selectivos, sin menospreciar gustos ajenos.
ResponderEliminarMiquel: Apuntado queda, amigo Zueras.
Clementine: "Torrente" es, en algunos aspectos, menos cursi que "Lo que el viento se llevó" y tiene más ritmo que "Muerte en Venecia". ¡Más leña, es la guerra!!!.
Javier: Pues su autora, Martaret Mitchell, era de Atlanta, así que no le extrañe que tuviera tal concepto del sur.
Alimaña: ¿Para cuando una versión zombie?. Porque esa frase que cita podría ser pronunciada por un no muerto con mucha hambre...
Pablo: Ya no estoy muy seguro de que esa ironía sea intencionada, aunque si es evidente que la mala uva se descarga sobre los distintos maridos de Scarlett, bastante memos y ridículos.
Bueno, Cahiers, veo que tú también te encargas de la leña del Tirador. Bien, bien, os espero en mi pantalla...
ResponderEliminarClementine: Es que al Tirador si no se le da un poco de leña, se nos subiría a la lampara en un ataque de ego incontrolado.
ResponderEliminarPara mi lo mejor de esta obra, que está muy anclada a su contexto histórico, es sin duda la producción de David O. Selznick, una superproducción que cuida cada detalle al máximo y que ofrece un espectáculo visual hasta aquellos entonces único.
ResponderEliminarUn abrazo.
Victor: Ese mérito es incuestionable, la producción es impecable y el público de la época quedaría realmente impresionado.
ResponderEliminarUn melodramón. Muy buena tu crítica. Supongo que en la actualidad salvaríamos una cuarta parte del metraje pero el estilo folletín era muy para la época. ¿Y larga? ¿Has dicho lo larga que es? Si sumas las tardes televisivas de días de fiesta que ha devorado la cinta, te salen lustros.
ResponderEliminarSaludos.
Bueno, pues por una vez, completamente en desacuerdo con su visión de la película y su lectura de los personajes del Sur y del Norte. Como bien dice por ahí alguno de sus comentarios, tendríamos para horas, pero, en resumen, en mi opinión es una obra maestra incuestionablemente, que hay que ver, como siempre, en versión original. Saludos!
ResponderEliminar¿ Relación de amor-odio ? Ja ja ja esa frase la digo yo mucho.
ResponderEliminarNo pensaba que tendria esos sentimientos hacia Lo que el viento se llevo.
Realmente esta cinta siemrpe me ha interesado, desde la memorable "no volveré a pasar hambre".
La curiosa relación entre los actores principales...
Me encanta la pusilanime Olivia, tiene algo de especial ese personaje, quizas porque tan solo sea el contrapunto de Vivi... en el fondo, este personaje permite madurar a Scarlett, en ella ve lo bueno y lo puro que puede llegar a tener toda persona humana. :->
Y si, si que es curioso, que los esclavistas sean presentados como los " buenos". Aunque como y0 lo veo, más que los buenos, simplemetne nos cuenta la perspectiva desde el otro lado. Tiene más tirada contar la historia desde el lado ganador, pero con el tiempo eso cansa, y "mola" contar que pasaba en el otro bando...
Al final, todo son personas, seguro que no todos los del Norte eran excelentes mecenas, ni todos los del sur, esclavista desalmados, simplemente fueron hijos de su época.
Muy, buena entrada, me ha gustado descubrir esa relación de amor-odio. :->
Un abrazo.
Licantropunk: Muy larga, y emitida con publicidad toda una eternidad.
ResponderEliminarRafa V: Bueno, ya por aquí me han sacudido alguno más que no estaba muy a favor de mi reflexión. Pero eso es bueno, aunque el calificativo de obra maestra me cuesta.
SBP: Eso es evidente, la historia depende quien la cuente y su punto de vista, pero lo que me resulta por lo menos peculiar es que los negros sean también favorables a la esclavitud, ¿será por el miedo a la libertad?.
Yo no percibo tan fuerte como tú ese tufillo pro-esclavista del que hablas en esta película a la que, ya adelanto, considero una de las más grandes obras maestras de la Historia del Cine. Es que Rhett Butler versus el resto de Lo Que el Viento se llevó es una pareja de contrastes que funciona tan bien como nuestro Quijote y Sancho. No he leído la novela (ni ganas) pero creo que los realizadores de la película le meten un repaso bastante claro a toda la parafernalia cursi y carca del Sur de los USA. Es una historia de amoríos no correspondidos en tiempos de guerra y un gran melodrama con uno de los más valientes finales jamás rodados. Lo de la fotografía, los FX y la banda sonora es de matrícula de honor.
ResponderEliminarEn todos los bandos de todas las guerras han existido los buenos y los malos, también en la que les tocó sufrir a los pobrecitos protagonistas de Lo Que el Viento se llevó, una película, para mí, IM-PRES-CIN-DI-BLE.