jueves, 1 de julio de 2010

DOMINGO NEGRO


¡Qué tiempos felices aquellos de la prehistoria, cuando el mar era un peligroso entorno, repleto de superdepredadores!. Pero, ¿desde cuándo el hombre se convirtió en un dominguero playero?, ¿por qué se le perdió el respeto al océano infinito y tenebroso?. Un día sin más, un honrado padre de familia cavernícola fue inducido por su parienta y su prole a abandonar el refugio tranquilo y seguro de su caverna para ir al mar. Y ese día fue su perdición, porque la voz se fue corriendo por todo cavernicolandia y todo el mundo quiso probar la experiencia.
Yo soy un hombre de mesa camilla y brasero, de los que les gusta mirar la lluvia detrás de los cristales, por eso me revienta la playa, sobre todo en domingo. Puedo permanecer, con cierta serenidad, un par de horas, pero esas estancias de 8 o 10 horas continuas, contemplando el mar como un memo me sacan de quicio. Mi problema es que a mi familia política les chifla el mar, les encanta tirarse a la playa como si fuera el paraíso terrenal. Si se enteran de que hay un tsunami, ellos, sin pensarlo, se arrojarán de cabeza.
La mañana dominguera comienza temprano, no sea que vayan a cerrar la playa, a eso de las 8 de la mañana todo en mundo en pie para preparar la extensa intendencia necesaria para pasar un día completo tirado por los suelos. Después de tres o cuatro horas de caravana, llegas a la costa y, como es lógico, no hay aparcamiento por ninguna parte, excepto el de los minusválidos y, aunque algunas veces te arrancarías una pierna para que te dejen estacionar, te vas al quinto pino y dejas el coche en el primer descampado que pillas. Una vez sales del coche, te cargas con todos los bártulos e igual que los porteadores de las películas de Tarzán, te dispones a emprender los 2 kilómetros que te separan del ansiado mar. En el camino es posible que alguno caiga por un acantilado o víctima de las lanzas de los pigmeos. Bien, ya estás en la jodida playa. Te abres paso con un machete, cortando piernas y brazos a todos los numerosos bañistas que te impiden llegar al hueco de un metro cuadrado que hace rato luchas por conseguir. Llega la hora de clavar esa sombrilla de "cervezas la guajareña" que tienes desde hace 20 años, los mismos que tu balón de Nivea. Siempre hay alguien que dice: ¡Déjale al primo Romualdo que él sabe clavarla bien!. Porque la arena de la playa engaña, una vez superado los dos centímetros de profundidad te encuentras que no puedes seguir profundizando, ¿qué coño hay debajo?, ¿ultra-aleación z?.
Una vez instalada la sombrilla, toca inflar la piscina de la niña, que cada vez es más grande, ya que la obsesión de mi mujer es llegar a la categoría de olímpica. Hoy en día la inflan por un euro en el kiosco de helados, pero antes cuando había que hacerlo a pulmón limpio, porque el inflador de pie siempre tiende a perderse, tenían que darte oxigeno medicinal una vez que terminabas o meterte en una cámara de descompresión. Cuando me toca dar un baño, me meto en el mar con la misma lentitud y prudencia que lo haría la antorcha humana. Si empiezo a meter el pié a las doce del mediodía es posible que a eso de la siete de la tarde el agua me llegue ya a la barriga. Hace algunos años me compré una gafas de buceo para entretenerme un ratillo, pero soy incapaz de permanecer más de 30 segundos debajo de agua, aparte de flotarme el culo no comprendo como en las películas aguantan tanto la respiración, vamos que les da tiempo a construir la catedral de Burgos antes de subir a la superficie. Además los documentales de Cousteau son mentira. Ese mar lleno de luz y color, pleno de vida es una falacia. Cuando te metes debajo de agua todo es de color verdoso tirando a color fango y los escasos peces que puedes ver son de un gris triste que te deprimes. Estoy seguro que los documentales de la fauna marina son una creación de los responsables de "Avatar".


Una vez que están en el agua tienes que ir equipado con un colador para filtrar el agua, para que no te pique ninguna medusa. Éste animal es verdaderamente despreciable, porque entendería que te atacara si se le molestara, pero no, la muy cabrona te lanza su dardo sólo porque las ha rozado. Es como si en la cola de un banco, del cine o de la pescadería te lías a tiros con el primero que te roce. Luego, cuando la policía te pregunta porque lo has matado, tú dices: ¡Es que me ha rozado!, y ellos te contestan: Bueno eso es otra cosa, si te ha rozado no hay nada más que hablar...¡Menuda provocación, nada nada, homicidio justificado, circulen, circulen...!.

Comes con arena, bebes con arena, te pones como un cangrejo y te das cuenta como se te escapa la vida entre ola y ola. Si te llevas un libro la brisa marina lo dejará hecho fosfatina, tampoco puedes concentrarte en la lectura, pues las innumerables conversaciones y gritos desaforados no dejan que puedas leer más de dos renglones seguidos. No puedes llevarte tu MP3 porque no escuchas nada y no puedes ir a rescatar a tu hija cuando la marea se la lleve camino del Cabo de Buena Esperanza. Si comentas que guardas restos humanos en tu frigorífico ni te hacen caso, pero como digas que no te gusta la playa te miraran como un apestado y te sentenciaran a la horca sin ningún miramiento. Después de un día tan aburrido como un partido de fútbol sin balón, vuelve al coche, a la caravana y al llegar a tu casa quemado y achicharrado te miras al espejo y dices: ¡Hasta el próximo domingo!

21 comentarios:

  1. Cuando voy a la playa siempre me viene la imagen de Concha, la esposa de Romerales dibujados por Forges. Es genial la escena del marido untando de bronceador la espalda de su señora con un rodillo de pintar. Borgo.

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  2. Yo tengo con la la playa una relación más fluida, fruto de mi envidiada soltería. Si voy con la familia, compro antes la prensa, me doy un par de baños, me leo mi periódico, y cuando me harto me voy al chiringuito, a tomar cerveza Alhambra muy fría, con unas sardinas estupendas. A continuación a casa, a tomar una buena siesta con el aire acondicionado.
    Es una forma de vida alternativa, Sr. Cahiers...

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  3. Si es que somos asin oiga. Triste pero cierto. Por cierto, este domingo tengo un plan que...
    Un saludo
    P.D.:Por cierto, genial Forges

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  4. Nunca me ha gustado la playa. Debe ser por todo lo que he tenido que sufrirla al pasar mi infancia entre Valencia y los veranos alicantinos. Con deciros que había días que de niño iba con ropa y ni me cambiaba. Odiaba el sol, la arena... Pero a pesar de todo, como iba con mi tio (al que adoraba), esa rutina "diaria" (sí, en verano todos los días playa) la sobrellevaba. Cuando este murió, la playa me importó tanto como ahora. Nada. He ido alguna vez porque mi mujer ha insistido (y los críos también)...pero si puedo lo evito.
    Por cierto.. el artículo en el que dejas el pero (correctamente) fuera de la interrogación empezaba bien, pero tienes unos cuantas tildes mal colocadas... Y Tarzán! Dale un repasito (si te apetece, que tampoco pasa nada).
    Un saludo.

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  5. Miquel: Es que Forges es un maestro de hacer humor de lo cotidiano.

    Tirador: Es que así si se aguanta una visita a la playa, pero créame que es un priviligio de cierto estado civil.

    Crowley: Espero que no sea un mal plan... si es así recurra al plan B.

    David: Ya veo que existe un imperativo legal para ser dominguero playero.

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  6. Su sacrificio le honra, lo que llegan a hacer los humanos para complacer a sus congéneres no tiene nombre. En todo caso las actividades de montaña están a petar en verano, no es poca la gente que rehuye cada vez mas esta herencia domingueril en pro de una actividad mas provechosa y menos agobiante.

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  7. Estimado Pepe Cahiers, por mi parte, en caso de que le sirva de consuelo, cosa que no creo, por mi pais el invierno recien comienza, con lo cual aun falta para el verano, ¡ gracias a Dios !, despues, le entiendo perfectamente lo de los dias de playa, por mi parte hace ya varios años que no piso una, y tratare, en lo posible, de no pisar una en mucho tiempo, asi que bueno, lamento su malestar, paselo lo mejor posible y buena suerte, con respecto a sus informativos, los mismos son muy entretenidos, ansio poder leer mas de los mismos, un gran saludo.

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  8. Por eso prefiero la montaña. Todo mucho mas tranquilito. Donde este una casa rural que se quite la sombrilla, jejjjejejjeee.

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  9. Gracias amigo Lucifer, por entender mi sacrificio, ya era hora de que alguien lo reconociera.

    Asi que, estimado Belknap, su pais ahora entra en el invierno. ¡Como le envidio!

    Que bueno, Gargola, la paz y tranquilidad de la montaña...

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  10. Tras leer su testimonio ya no me siento tan solo en este mundo cruel de adoradores de playa. Empezaba a rendirme al hecho de ser odiado y marginado por reconocer públicamente mi odio por pasarme todo un día en el suelo, rebozado de arena cual croqueta mal frita de un bar grasiento y pegajoso por el agua del mar.

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  11. El domingo es para tumbarse en el sofá y no dar palo.

    A mi tampoco me atrae la playa, y creo que aguantar dos horas ya es mucho. Si llego a la hora y media puedo considerarlo un récord.

    Por otro lado, eso de madrugar para ir a la playa... Uno madruga cuando va al colegio, cuando tiene que ir a trabajar o por otras obligaciones, pero ¿madrugar por placer? ¿Para "relajarse" luego en la playa con los rayos del sol abrasando tu piel y los gritos de los niños ensordeciendo tus oídos? No, me temo que eso no es ni razonable ni saludable.

    Lo malo es cuando llega septiembre y uno está tan blanco como en febrero -salvo por ese brazo que frecuentemente sacas por la ventanilla del coche- y todo quisqui le señala con el dedo pensando... "Mira, mira, ese no ha ido a la playa"

    Sólo iría a la playa si la Raquel Welch de "Hace un millón de años" me acompañara xD

    Saludos ;)

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  12. Estimados amigos de mi señor esposo, la Sra. Cahiers, piensa que tambien estar un domingo en la playa es un coñazo, pero si bien es verdad, que pasar un domingo con un ausente, tampoco es un buen plan. Es necesario sacar al Sr. Cahiers de vez en cuando de este maravilloso blog, para que le den los rayos del sol.

    Pdta: Encantada de poder leer vuestros comentarios.

    La Sra. Cahiers

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  13. Caray, caray, parece que en esta familia quien lleva los pantalones...

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  14. A mí me gustan las playas sin gente. O al menos sin niños. Pero de momento no me he topado con ninguna.

    YA veremos...

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  15. Sr.Nocivo: Cuente conmigo para cuantas iniciativas nos priven de semejante tortura.

    Pliskeen: Apúnteme a lo de Raquel Welch.

    Sra.Cahiers: No obstante yo sigo en la lucha. Algún día venceré.

    Anónimo: No se confunda, lo mio es la resistencia pacífica.

    Mobius: En verano eso sería una utopía, como no sea en el mar de la tranquilidad...

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  16. Genial, de verdad. No se puede describir mejor el sufrimiento humano del que, obviamente, me hago partícipe.Decir que no te gusta la playa es una llamada a las malas miradas y los cuchicheos malintencionados y sufrir cuando llegan las vacaciones porque te toca dejar tu casa maravillosa, cómoda y llena de cosas para entretenerte, por un apartamento apestado de familiares, colchones en el suelo y turnos para la ducha (automaticamente ya habrá alguien crucificándome por no agradecer la suerte que no tienen otros)Estimado Pepe: si para usted un día de dominguero resulta insufrible,....un mes??????
    Saludos.

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  17. Tranquila, amiga Blue Day, llegará un día en que los no playeros nos alzaremos como Espartaco e iniciaremos una revuelta en toda regla.

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  18. En fin para que todos sepais quien soy, os dire que soy el cuñao de Pepe Cahiers.
    Efectivamente le doy la razon en muchas cosas con respecto al domingo negro,la gente, la carabana, el calor, etc...Pero hay algo que no ha mencionado y es digno de tal.
    Desde este pequeño rincon le invitaria a contar sus aventuras en un hidropedal, creo que no todo en la playa es tan malo y que algunas cosas auque aunque las veas siempre como algo ridiculo, dar pedales para ir a ninguna parte, te puedes divertir un buen rato.

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  19. Ultimamente aparecen por aquí toda una serie de personajes, que van desde mi querida esposa y hoy también mi cuñao, que como amantes de la playa no se han podido resistir a intervenir. Lo del hidropedal no esta mal, pero no es suficiente, para superar un domingo eterno necesitaría al menos un yate con unos cuantos centenares de metros de eslora.

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  20. Estimada Señora Cahiers: estoy totalmente de acuerdo con usted...creo que al señor Cahiers hay que airearlo de vez en cuando, sobre todo para que no se nos convierta en una especie de jinete sin cabeza que no puede pasar del puente genil. Los lugareños, por otra parte, preferimos no acercarnos al litoral en domingo, más que nada para dejarles más espacio y lugar de esparcimiento a los foraneos (por decirlo de alguna manera elegante). Pero si creo que ese tipo de distracciones son muy reconmendables para el señor Cahiers seguro que junto al mar encuentra nuevas e inquietantes fuentes de inspiracion para su fantastico blog...y por dios santo señor Cahiers...intégrese.
    Atentamente.
    Amiga Anónima.

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  21. Amiga anónima, créame si le digo que tengo más posibilidades de integrarme en la superficie de Marte.

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