martes, 23 de noviembre de 2010

SUBASTANDO MI ENTIERRO

Hace un mes, mientras dormía una de esas siestas pesadas que te desubican en el espacio y en el tiempo, recibí una llamada de teléfono de una caja de ahorros que me ofrecía un módico precio por mi seguro de decesos. Una voz de mujer comenzó su rápida disertación sobre lo que tendría que pagar y no se qué de un arca, una carroza fúnebre, una corona y un servicio religioso. Dado el estado en el que algunas veces nos levantamos de la siesta, de no saber muy bien que está pasando, al escuchar semejantes palabras, me pregunté sin en realidad no sería que había muerto y me estaban reclamando en el otro barrio los papeles del seguro.
No obstante, mi sentido práctico me despertó del letargo y pregunté, ¿cuánto voy a pagar?. La contestación fue: "cuatro veces menos que con su seguro actual". Ante tan magnífica oferta no pude rechazarla y la acepté. No crean que me preocupa especialmente mi entierro. De no tener familia no pagaría ni un euro. Ya se ocuparían de mí la autoridades, de eso estoy seguro. Por otra parte, el tipo de entierro que yo he solicitado no me lo concede ninguna compañía. Se trata de un sepelio al estilo de los indios del otro lado del charco. Es decir dejarme en una parihuelas en mitad del campo. Nada de nichos claustrofóbicos, ni de quemaduras de tercer grado; al aire libre que uno pueda respirar con toda comodidad.


Cuando mi compañía de toda la vida, de hecho estoy apuntado desde los 4 meses de existencia, se enteró, enviaron a sus mejores hombres para convencerme de que me quedara con ellos. Y lo hicieron rápidamente, pues el seguro recién contratado tenía un incremento al cumplir los 65 años absolutamente abusivo.
Pero lo que más me inquietó de este asunto es que, uno de los empleados que fue a visitarme a mi casa para recuperar mi póliza, me dijo con toda la naturalidad del mundo: " Después de tantos años sería una pena que no le enterrásemos nosotros. " Cuando se percataron los de la caja de ahorros que había renunciado a su propuesta, comenzaron a mandarme mensajes al móvil para que lo reconsiderase. También ellos querían tener el placer de enterrarme. Desde entonces, cuando camino por la calle, tengo miedo de encontrarme a la vuelta de la esquina a un señor de negro con cara de patibulario y armado con una pala. ¡No somos nada!

28 comentarios:

  1. Pero esto es en serio? Te ocurrió de verdad? Jajaja!
    "Si se mueren por tus huesos!"

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  2. Mr. Pepe Cahiers, en serio, no somos nada. Un saludo.

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  3. Absolutamente en serio, amigo Lazoworks, ya le digo, desde entonces no hago otra cosa que abrazarme a las maderas que me voy encontrando por el camino.

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  4. El funeral vikingo es lo mejor. El fuego nos abre las puertas de Valhalla.

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  5. Ya hace años que un colega y yo pensamos formas "interesantes" de despedirnos del mundo.

    1. Depositar el cuerpo en una cuneta.
    2. Colgar el cadaver del ayuntamiento.
    3. Envasar el cuerpo al vacio y ponerlo frente a la tele.

    Pero lo suyo con las compañias seguros es de órdago.

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  6. De momento es aconsejable un seguro de jubilación, que tal y como va la economía no tendremos derecho a prestaciones y es mejor preocuparse de lo terrenal que de lo espiritual. Créame
    De todos modos
    ¡Cuanto interés por su cuerpo amigo Pepe!
    Debe ser usted un adonis y se lo tiene callado...

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  7. Joel, ya no le dejan a uno ni morirse en paz.

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  8. ¡Qué bueno Pepe!!!!!, me he reído mucho. La verdad es que me han hecho reír tanto tus palabras como las viñetas que inteligentemente has insertado en el texto. Esto es "humor negro" ¿no?, porque bromear c on estas cosas...jeje. Un saludo.

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  9. Belknap: Para algunas cosas somos menos que nada.

    Octopusmagnificens: Lo del funeral vikingo me subía la cuota hasta lo imposible. Que si el barco, un drakkar, los arqueros con flechas en llamas, nada, nada, absolutamente prohibitivo.

    Kinski: Tomo nota de sus sugerencias. Fíjese, a los cinéfilos podrían embalsamarnos y colocarnos en la butaca de un buen cine.

    Alimaña: ¿Un adonis? jajajajaja... no lo creo y si hubiera sido de tal manera habría donado mi cuerpo a un museo... de prehistoria.

    Gárgola: Ni que lo diga, esto de morir es un negocio seguro y sin crísis.

    Marcos: Es que estas cosas hay que tomárselas con humor, aunque sea negro.

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  10. Joder. Dices que es en serio. Es la monda.
    Lo de "Después de tantos años sería una pena que no le enterrásemos nosotros. " me ha hecho reír pero a base de bien.
    Un saludo..

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  11. Menudas ganas tienen de enterrar, ¿no? xD Y vaya con las cajas de ahorros, al final se van a tener que cambiar el nombre de tantas cosas que venden ya...

    Ciao!

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  12. joder...

    por cierto, te puedo pasar el número de unos tíos muy majos que lo hacen limpio y natural, como a ti te gusta:

    http://www.roncandoenelnostromo.com/2010/04/reciclando-en-el-tibet.html

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  13. Me encanta señor Cahiers, yo también tengo mi seguro de decesos como toda persona educada que se precie, pero no se pelean por mi cadáver por ahora. Por cierto si quieren inspiración de tumbas monas... www.findagrave.com es un buscador de las tumbas de personas famosas con fotos y todo... y por cierto en la de Groucho Marx no pone "perdonen que no me levante"...lo he comprobado...jajajajaja...un fuerte abrazo.
    Amiga anónima.

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  14. Ja, ja, esto parece una de Berlanga. Y encima hablando de entierros... (no sé si mi humor negro está muy afinado).
    Saludos.

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  15. Yo lo tengo claro: al estilo romano como el del emperador Tiberio, con plañideras y una orgía de siete días con sus noches. Borgo.

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  16. Según me iba leyendo esta entrada me iba pareciendo, y esto sé que te va a gustar, uno de esos relatos del genial Rafael Azcona. Humor negro cien por cien realista. Porque todos sabemos que estas cosas pasan.

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  17. Peor sería lo de:
    -Y si se muere usted pronto, será un placer atenderlo yo personalmente. ;)
    En fin, al revés que la hipoteca, que estés pagando muchos años

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  18. AL menos no ha sufrido ningún accidente fulminante para evitar que cambiase de compañía oiga, me imagino a los comerciales de su aseguradora de toda la vida y a los de la caja de ahorros vigilándole desde esquinas y ventanas para acudir inmediatamente a preparar su cadáver para el entierro, en plan buitres acosando a un moribundo.

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  19. David: Totalmente cierto, aunque parezca una muestra surrealista, puedo garantizarle que tales cosas sucedieron tal y como lo cuento.

    Xesu: Si, las cajas de ahorros y bancos no sólo te hipotecan de por vida, sino que te entierran literalmente.

    Egoitz: Impresionante documento, aunque algo truculento. Ya me estoy pensando si será sensato abandonar el cuerpo de uno, al aire libre.

    Anónima: Mucho me temo que mi epitafio lo pondrá alguna compañía de decesos que diga: ¡Por fín lo conseguimos!

    Licantropunk: Bueno, puede servir como homenaje póstumo al maestro.

    Miquel: El problema de esas orgías es que el difunto no las disfruta.

    Clementine: Totalmente. Me imagino haciendo mi papel a José Luis López Vazquez y el de la compañía de seguros podría ser, por ejemplo, Eduardo Gomez Manzano, el padre del portero de "Aquí no hay quien viva". En rigoroso blanco y negro, por supuesto.

    Piedra: Procuraré no cruzarme jamás con semejante individuo, aunque realmente era individua.

    Sr. Nocivo: Ya le digo, a partir de ahora saldré con escolta por si las moscas, perdón, por si los buitres.

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  20. Recuerdo que a mi me llamaron ofreciéndome el multipack, es decir, seguro de vida, de casa y de coche, todo a la vez. Y me llamaron porque soy socio de El Círculo de Lectores, y me hacían una oferta especial. ¡Qué ilusión!

    Si soy socio de un club por el que cada mes compro un libro, lo que espero es recibir jugosas ofertas relacionadas con la lectura, y no que le den mi número y todos mis datos personales a cualquier compañía. Pero ya se sabe que entre distintas empresas se montan sus chanchullos..

    De todas formas, cambiarse de aseguradora es tirar el dinero, pues si te mudas a otra, no recuperas lo invertido hasta el momento (que según la edad que tengas, ya es medio entierro). Y supongo que la mayoría iniciamos ese seguro desde que nacemos (primero lo pagan nuestros papis y luego nosotros)

    Saludos ;)

    P.D.: No tema si le acechan. Le prefieren vivo (para que siga pagando) antes que muerto.

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  21. ..............maravilloso tu blog
    Volver♪é sin lugar a dudas te dejo un abrazo desde el otro lado de la luna

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  22. Pliskeen: En eso estoy con usted, de hecho creo tener ya más que pagado un buen homenaje.

    Recomenzar: Gracias por tu visita y comentario. ¿Qué tal el lado oculto de la luna?.

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  23. Hoy en día un seguro de decesos es imprescindible, los precios de ese tipo de actividad, guste o no, necesaria es carísima.

    Pero hay que hacerlo bien, comida abundante y mejor bebida, como en la mejor tradición anglosajona (aquí nos conformamos con un caldito), y estupenda música al mejor estilo de Nueva Orleans. Si se es creyente, como es mi caso, encargar misas con la mejor liturgia, solemnes, con gregoriano y preces universales, y que mis deudos repitan compungidos lo buen tipo que era uno...

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  24. Prefiero, amigo Tirador, la "Marcha Imperial" de Williams y "Los rockeros van al infierno" de Barón Rojo.

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  25. Ole, ole y ole! Vaya pedazo de entrada. Me he reído a mandíbula batiente. Y es que no hay más verdad que, tarde o temprano, todos pasaremos por lo mismo, pero que te lo recuerden así,....Basta con que pienses en contratar un seguro o una poliza de decesos para que comiences a mirar por encima de tu hombro en cuanto sales de casa por la mañana.Pero es ley de vida. Por cierto Sr. Cahiers...prehistoria? cuanta maldad llevan sus palabras. No me creo nada. Saludos luctuosos.

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  26. Amiga Blue Day, me alegra verle otra vez por aquí. Quizás sea algo exagerado hablar de prehistoria, pero las canas de mi cabeza están más cercanas a la edad de bronce que a la carrera espacial. Bueno, la verdad es que tampoco es para tanto.

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  27. jajjajja qué bueno. Yo de ese tipo no he recibido llamadas aún, pero me encantaría, no creas, para variar de tanta teleoperadora de Orange, Jazztel y similares.

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  28. No cabe duda, amigo Insanus, que nos sacaría de tedio de las reiteradas llamadas de los teleoperadores que son cansinas hasta la muerte.

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