Una vez más tenía pensando escribir un relato corto sobre el día de difuntos, pero mi hija Inés se me ha adelantado con un cuento impactante. Debo advertirles que es una historia cargada de violencia y terror y puede herir las sensibilidades más delicadas. Tal y como lo contó, sin cambiar nada, está escrito. El dibujo es también obra suya y resulta curioso que, el tono del mismo, no coincida con el clímax del relato. Más bien parece el final de una representación y el saludo de los actores principales. Aquí les dejo con el relato y pasen un buen día de difuntos.
Os voy a contar un cuento que se llama "Escalofríos de
hallowen":
Todo empezó en el campo. De repente yo venía del trabajo
recordando aquel monstruo, y entonces vi otra vez las pisadas, oí algo que era como el rugido del monstruo, y entonces mire detrás de mi, y
detrás de mí estaba el monstruo, que había cambiado. Había crecido y
entonces me tumbé y pensé que moriría para
siempre, pero de repente me acordé que tenía algo en mi maleta, y
antes de que me devorará abrí la maleta, y entonces cogí mi espátula de los
puñetazos, y le dí puñetazos sin parar y sin parar hasta que se reventó la
cara, y me dio mucha risa, ja ja ja y entonces era mas tenebrosa la
cara del monstruo, y usé otra vez la espátula de los puñetazos para reventarle
todo el cuerpo, y entonces algo sintió mi corazón, y era que el monstruo podía
transformarse, entonces aquella noche los árboles rugían pero no tenían miedo,
corrí, corrí hasta mi casa y entonces mi casa había desaparecido, pero mi
corazón siempre verá a mis hijos, y entonces recordé que se habían mudado al
pueblo, y de repente fui al pueblo corriendo y corriendo, y vi a mi esposa y a
mis hijos y dije a todo el mundo, corred viene un terrible monstruo, y
entonces todos se asustaron y mi esposa dijo, cariño no tienes de que hablar,
pero íbamos a comprar, pero viene un monstruo, pero tengo miedo. Que miedo. Y entonces dijo mi esposa, de acuerdo nos iremos a casa por
lo menos hemos cenado.
Y entonces nos fuimos a dormir, y al día siguiente
desapareció el monstruo, pero se que todavía está ahí...
¡qué imaginación más rica tiene tu hija! y escribe de manera muy expresiva, me hizo sonreír
ResponderEliminarbesos,
Todo el día se pasa fantaseando, en su mundo particular, es todo un espectáculo.
Eliminar¡Qué maravilla! Digna sucesora de su padre. No se si me da más miedo el monstruo o la afirmación "de acuerdo nos iremos a casa por lo menos hemos cenado" (impactantea la vez que desconcertante).
ResponderEliminarVigile a esta niña Sr.Cahiers, pronto le hará sombra.
Un saludo
Hace tiempo que me hace sombra y la que viene detrás apunta también maneras.
EliminarMr. Cahiers, simpatico relato y muy interesante artilugio este de la: " espatula de los puñetazos ", ya todos quisieramos tener una a mano de vez en cuando. Relato divertido e imaginativo. Un saludo, ¡feliz halloween! a usted y a su familia.
ResponderEliminarPues a saber que demonios será eso de la "espátula de los puñetazos", pero debe ser un arma ciertamente peligrosa. Buen día de Halloween!
EliminarUn final inquietante...
ResponderEliminarJejeje, Lo que está claro es que no me gustaría encontrarme a tu cría llevando la espátula de los puñetazos.
jejejejej.. estamos de acuerdo, total violencia. :D
EliminarLion
www.bitacolion.blogspot.com
Pues sí Piedra, mejor no encontrarse con ella por el camino. Si Caperucita hubiera tenido una espátula de los puñetazos...
EliminarDesde luego, Diego, aunque el dibujo parece más pacífico. Bienvenido a la Guarida.
Hello Vania. Veo que buscas enlazarte... sería bueno que revisemos nuestros sitios y evaluemos si nos podemos enlazar entre todos. Felicidades!
ResponderEliminarGenial, me ha encantado. Lo que no tengo claro es si morirse para siempre es peor que morirse sin más o mejor, por eso de que no se despierta uno en plan zombie.
ResponderEliminarMe gusta el monstruo del dibujo...
El monstruo del dibujo no parece mala persona. Me da mucha pena, en el fondo tiene que ser buena gente.
EliminarInquietante preámbulo para una noche de Todos los Santos...por lo menos ya habían cenado, como apunta muy bien Inés...¿Por cierto, ha habido alguna novedad en la investigación del estremecedor caso del "Niño Angelito"?
ResponderEliminarAnte todo llenar bien el estómago y que luego pase lo que tenga que pasar. Lo del "Niño angelito" tendrá usted que preguntar para el impresionable protagonista de aquella historia.
EliminarVania nos ponemos en contacto y gracias por tu interés.
ResponderEliminar"... pero sé que todavía está ahí." Uf, qué inquietante. Además Inés ilustra ella misma sus cuentos, eso es muy gratificante. Espero que Inés siga regalándonos más historias. mientras tanto muy Feliz Halloween. Borgo.
ResponderEliminarSi, me sorprendió ese final, muy propio de las películas de terror en donde, a pesar de la muerte del monstruo, siempre queda la duda de si estará vivo o no para una segunda entrega. Que usted lo pase bien.
EliminarPor Dios Pepe, su hija Inés se supera con cada relato...
ResponderEliminar"y le dí puñetazos sin parar y sin parar hasta que se reventó la cara, y me dio mucha risa, ja ja ja"... Esto sólo puede estar escrito por un genio... Y el final: "al día siguiente desapareció el monstruo, pero se que todavía está ahí..." Es simplemente sublime...
En fin, ¿cuando dijo que le iba bien que se casaran nuestros hijos?
Ya ve usted, querido amigo, que ha sido educada en las nobles artes del género de terror, la nueva Mary Shelley del siglo XXI, y un buen partido, aunque habrá que esperar a esa boda, que tiene que disfrutar de su soltería un buen tiempo. Ya veo que ha cambiado de avatar.
EliminarTe lo juro PEPE que me descojoné. Tu hija es una fenómena!! Puro surrealismo… inquietante. Tiene una imaginación y una forma de expresar que prometen… de tal palo :-D Por cierto, si es la niña de la foto con el sombrero, decirte que es bastante guapiña.
ResponderEliminarUn saludo
Imaginación no le falta y, en algunas ocasiones, creo que es desmedida. No sabe usted lo que cuesta bajarla de las nubes. En efecto, es la niña de la foto y gracias de su parte, por eso de "guapiña". Saludos.
EliminarSi que apunta maneras, menuda impronta jajajaja... Deja un final perfecto para una posible secuela y todo. Deje que vuele esa imaginación portentosa porque es un bien preciado que los adultos vamos perdiendo con el tiempo.
ResponderEliminarGracias Y saludos a Inés por el escabroso relato
No se preocupe, es imposible que no vuele, para eso es muy insistente, le sale del alma. Saludos.
EliminarMuy inquietante este cuento. Mi enhorabuena a Inés. Que siga así. Por cierto, cuando he visto su dibujo he recordado los dibujos de la escuela de "El cebo" Abrazos.
ResponderEliminarPues ahora que lo dice, si que existe cierto parecido, aunque menos mal que este monstruo no regala erizos de chocolate...
EliminarPero sé que todavía está ahí... ¡Esta niña promete con esa inquietante frase final propia del género! Lo de la espátula de puñetazos suena verdaderamente a arma de destrucción masiva. Mejor no preguntar.
ResponderEliminarFeliz fiesta de todos los santos.
A mi no me deja de sorprender, es una frase final muy cinéfila y el invento de la espátula no tiene precio.
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