HISTORIAS INSOLITAS

UN NOMBRE CON SUERTE: El 5 de diciembre de 1664 un barco se hundió cerca de norte de Gales, logrando sobrevivir solo un individuo cuyo nombre era Hugh Williams. En el mismo día pero del año 1785 otro barco se hundió con 60 pasajeros de los cuales sólo se salvó un hombre llamado Hugh Williams. En esa misma fecha del año 1860 volvió a naufragar un barco con un solo superviviente que curiosamente se llamaba Hugh Williams.

CUESTION DE SILLAS: El emperador de Abisinia, Menelik II (1844-1913) quiso tener el mismo método de ejecución que en los Estados Unidos y encargo tres sillas eléctricas para imponer justicia en su país. No obstante, su enfado fue mayúsculo, cuando una vez desembaladas no pudieron ponerlas en funcionamiento, principalmente porque en su país no había electricidad. Para no desaprovecharlas, una de ellas fue utilizada como trono real.

JHON DILLINGER MURIO DOS VECES: Antes de ser abatido por la policía a la salida de un cine, Dillinger había estado clínicamente muerto durante una operación destinada a cambiar sus rasgos faciales y quitarle sus huellas dactilares.

LA CABALLERIA VENCIO A LA MARINA: El 20 de enero de 1795 la flota holandesa quedó atrapada en el agua congelada cerca de la isla de Texel, hecho que aprovechó el general francés Pichegru para ordenar la carga de su compañía de caballería que, galopando sobre las aguas congeladas, derrotaron a los barcos y marinos holandeses.

EL ENTIERRO DE UNA MOSCA: Virgilio organizó un costoso funeral, unos 800.000 sestercios, para una mosca que decía había sido su mascota. El sepelio contó con una orquesta, plañideras, celebridades y con la construcción de un mausoleo para el difunto insecto. La verdadera razón de esta curiosa historia es que el gobierno pretendía expropiar tierras para dividirlas en parcelas para los veteranos de guerra, y solo estaban exentos de esta norma aquellos lugares que contuvieran tumbas. Aunque, de todas formas, el alto coste del sepelio parece esconder un comportamiento cercano a la locura.