Poco imaginaba la restauradora amateur Cecilia Giménez que, cuando iniciaba su labor de devolver el esplendor al Ecce homo del siglo XIX, en realidad estaba invocando a un personaje que ya aparecía en el año 1559, en el cuadro "Los proverbios flamencos", obra del pintor Pieter Brueghel el Viejo. Hace unos días, repasando un libro de obras maestras de la pintura europea, me tropecé con este óleo del maestro flamenco y, el detalle que nos ocupa, me dejó perplejo. La pintura representa simbólicamente una serie de proverbios muy en boga en la época y, en el trabajo pictórico al que hacemos referencia, se han identificado aproximadamente unos cien. La figura que ha motivado semejante coincidencia representa el proverbio "Jugar en la picota", que viene a significar
"Llamar la atención sobre los actos vergonzosos de alguien". Como ven todo cuadra, tanto el personaje protagonista como todo lo que ha rodeado a tan chusca restauración.
Aunque el personaje no está aún definido en la obra de Cecilia Giménez y le falta rasgos por concretar, la boca y algún detalle del rostro que le dote de cierta expresividad, es evidente que el resultado final se parecería mucho al sujeto del óleo de Brueghel, que nos muestra un gesto de sorpresa mientras toca una viola de arco o algún instrumento parecido. Puede que su mueca adivinase que el futuro le daría una oportunidad inesperada, una fama que ni podría imaginar en el mejor de sus sueños.
Pues sí que tiene un aire, sí. Se ve que Cecilia bebe de muchas fuentes...
ResponderEliminarUn saludo
Cierto, y si hubiera querido se podía haber forrado.
Eliminarjajajaja Ya es complicado dar con el hombre ese ahí en la torreta :-D Un trabajo de investigación magnífico, PEPE ;-P
ResponderEliminarUn saludo. Simpatiquísimo post.
La verdad es que era difícil verlo, pero es que de lejos se parece aún más.
EliminarJajaja. Y yo que pensaba que lo del Ecce Homo no cuadraba y resulta que como dijo un insigne filósofo de barra cervecera: "Ya cuadrará", y PEPE, lo has hecho: desenmascarar a Cecilia y sacarme una risa.
ResponderEliminarSaludos.
Esto sifnifica que en el arte no hay nada nuevo, ya está todo inventado. Bienvenido a la Guarida.
Eliminar¡qué curioso! si al final, en lugar de restaurarlo le van a buscar un rinconcito en Museo del Prado..
ResponderEliminarbesos,
Bueno, ya se ha comentado que se está intentando restaurar uno sin destruir el otro, aunque ignoro cómo lo van a realizar.
EliminarJa, ja. Al final esto va a ser como las caras de Bélmez. ¡Llamen a Iker Jiménez!
ResponderEliminarSaludos.
Pues algo de las caras de Bélmez si que tiene, aunque aquí si hay una autora confesa.
EliminarQué trabajo de seguimiento, este es un blog muy culto, sin dudas, Pepe, jeje.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
HD
Creo que ha sido una cuestión de fortuna, de tropezarse con algo que en otras circunstancias hubiera pasado desapercibico. Me alegra verle por aquí, sobre todo después del acertado comentario que ha dejado en su blog.
EliminarFelicitaciones, Cahiers. Un excelente trabajo de investigación pictórica y por casualidad, que suelen ser los mejores. Borgo.
ResponderEliminarJejejeje, ha sido un poco como el descubrimiento de la penicilina.
EliminarDigno de ¿Donde está Wally? toda esta historia, aunque creo que sus años de lecturas danikenianas seguro que han ayudado...por aquello de ver cosas raras en pinturas...
ResponderEliminarInteresante observación y es que, si se pone uno a mirar ciertas expresiones artísticas, puede descubrir cosas inquietantes.
EliminarHola Sr. Cahiers, esta entrada me abruma. Soy un completo neófito sobre pinturas..
ResponderEliminarAun así, no podia estar de escribir sobre este curioso caso que nos plantea.
Una entrada de lo más frikicultural. Esperemos que no haga falta recorrer a "Cuantos Milenios" ni a Iker para desvelar el misterio.
Un abrazo Sr. Cahiers, muy graciosa la entrada.
SBP
Tampoco soy demasiado entendido en pintura, pero picoteo de todo un poco. Pues no ha salido en "Cuarto Milenio" porque el parecido no es exacto, de lo contrario...
EliminarAl finalk Cecilia se va a hacer famosa. Desde luego, el mundo es caprichoso. Muy curiosa y divertida tu entrada Sr. Cahiers. Desde luego, hay cierta similitud y es cierto que, esa mueca de asombro, presagia un futuro incierto. Abrazos.
ResponderEliminarLa señora Cecilia se podía haber hecho de oro con los derechos de imagen. Las últimas noticias señalaban que se iba a embotellar vino con la imagen del Ecce Homo restaurado.
EliminarPor cierto ¿Paquirrín también aparece en un cuadro de Brueghel? Borgo.
ResponderEliminarJajajaja, bueno yo no descartaría nada.
EliminarEs lo que tienen estas obras tan poco definidas. Al ser un mero esbozo (estoy siendo muy correcto, que conste), es fácil encontrar ilustraciones que casen con ellas.
ResponderEliminarPero le reconozco el parecido, señor Cahiers.
Hay cierto parecido, teniendo en cuenta que la restauración del Ecce Homo aún no está completa. Claro que, si llegar a ser exacto, hubiera sido noticia de primera plana.
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